Entrevista con el padre Marco Arana Zegarra
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Eduardo Tamayo G.
El padre Marco Arana Zegarra no descarta participar como candidato presidencial en las elecciones de 2011. Su pre-candidatura está apoyada por un conjunto de comunidades e indígenas, movimientos ecologistas y otros sectores afectados por el modelo neoliberal excluyente, corrupto y depredador que se implantó el Perú desde hace más de dos décadas.
Su trayectoria de más de veinte años como defensor de los derechos de las comunidades campesinas e indígenas de Cajarmarca afectadas por la acción depredadora de la gran minería, avalan su liderazgo social. Pero además cuenta a su favor con una formación académica pues es sociólogo y tiene una maestría en la Universidad Católica con especialidad en Gestión y Políticas Publicas.
Fundador de la ONG Grupo de Información e Intervención para el Desarrollo Sostenible (Grufides), el padre Arana, de 46 años, es apoyado por el movimiento Tierra y Libertad, expresión política de los movimientos sociales, que aspira a ser reconocido como partido político para poder participar en las elecciones provinciales y regionales del próximo año y en los comicios presidenciales del 2011.
En esta entrevista, Marco Arana nos habla de la situación política del Perú luego de la masacre de Bagua, en la que perdieron la vida 10 indígenas y 24 policías, de la forma cómo está afectando al país la crisis económica y los tratados de libre comercio, de la criminalización de las luchas sociales, de los objetivos del movimiento Tierra y Libertad y de su posición respecto a la minería y las transnacionales.
- ¿Podría indicarnos cómo está la situación del Perú, luego de los acontecimientos de Bagua?
En realidad la fractura existente en el Perú entre aquellos que defienden los derechos humanos y los derechos de la tierra se ha hecho más manifiesta. El gobierno de García ha señalado que los indígenas peruanos no tenían derecho a protestar porque no eran ciudadanos de primera categoría, es decir el gobierno mismo no solo aparecía agrediendo a las comunidades sino desconociendo absolutamente su derecho a protestar y su existencia como ciudadanos en el país, eso abre un escenario de confrontación que es preciso evitar para que no haya más violencia y para que se hallen salidas democráticas y respetuosas.
- ¿La masacre de Bagua no ha servido para iniciar entonces un proceso de diálogo, de reconciliación, de aceptación de las propuestas indígenas?
No. Todos esperábamos que fuera así, pero el premier que salió a pedir disculpas por lo que había pasado se ha mantenido en la hipótesis de que detrás de esto había una conspiración internacional y que los indígenas han sido manipulados. El mismo ha señalado que con quien van a dialogar son con los líderes de cada etnia y no necesariamente con sus representantes y también públicamente ha señalado de que eso es dar un paso atrás para dar dos pasos adelante, eso lo ha dicho públicamente en el Congreso. Entonces, desde ese lado la apertura del diálogo es más bien un ganar tiempo, pero nada indica que ese diálogo podría ser necesariamente beneficioso y atender las necesidades de los pueblos indígenas. El mismo Presidente de la República ha escrito un artículo que polariza sumamente al país al señalar que detrás de estas protestas hay una minoría de peruanos, 50.000 peruanos, y que todos los demás apoyan el modelo neoliberal, según la visión del Presidente, y lo que hay que hacer es combatirlos. Lo ha dicho literalmente y lo ha escrito. Entonces el escenario en este momento es todavía un escenario de mucha preocupación y de amenazas y de mayor riesgo para la vulneración de los derechos de las comunidades y de los pueblos indígenas.
- ¿Eso indicaría que podría venirse un nuevo período de criminalización de la lucha social?
Bueno, lo que se va hacer es profundizar la criminalización de las protestas. El Presidente de la República ha llamado a todos los embajadores acreditados en el Perú, ha tenido una reunión de trabajo para señalar que hay que desarrollar una estrategia contra la conspiración de las ONGs, para recuperar la imagen del Perú, es decir no admite que la causa de esta masacre que ha habido son sus políticas de colonización de la selva, de desconocimiento de los derechos de los pueblos amazónicos. No admite que sus leyes vulneraban el Tratado 169 de la Organización Internacional del Trabajo y que los pueblos tenían el derecho de defender su territorio, se está yendo simplemente por el lado de que ha habido una conspiración internacional detrás de todo esto, y en segundo lugar en el Congreso se está discutiendo una ley que apunta a que las ONGs puedan ser más controladas porque supuestamente estarían detrás de estas protestas y en ese sentido es con nombre propio, no es contra todas las ONGs sino para las ONGs defensoras de los derechos humanos o de los derechos indígenas o ecológicos.
- Pasando a otro punto, podría indicarnos ¿cómo se está aplicando el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos en el Perú?
En realidad hay muy poca información pública disponible, muchas veces los ciudadanos desconocen cuáles con las implicancias que trae el TLC. Sin embargo, han comenzado ya a sentirse algunos efectos, y uno de los primeros lo comienzan a sentir los pueblos amazónicos y las comunidades campesinas, porque una de las condiciones del TLC es el libre acceso a las tierras. Entonces, parte del paquete de normas que los hermanos de la Amazonía impugnaban tiene que ver con esta pretensión de las normas legales para facilitar la entrada de las transnacionales en territorios indígenas o de comunidades campesinas. En segundo lugar, otro sector que está sintiendo de manera fuerte el tema del TLC es la industria textil que era una industria importante y pujante en el país y que debido al tema de la protección de los precios del algodón en Estados Unidos (los precios del algodón llegan con dumping, con precios muy bajos) los agricultores del Perú no pueden competir. En este momento está anunciada una huelga de los algodoneros, están exigiendo fuertemente que el Estado subsidie el algodón peruano y la industria textil. Alrededor del complejo textil de Gamarra, en Lima, se está sufriendo graves aprietos y podría quebrar. Y el otro sector que está siendo sumamente afectado es la industria del calzado. Perú tenía dos polos de la industria del calzado: Arequipa y Trujillo, y básicamente están cerrando o están quebrando. Los mismos fabricantes de calzado, ahora están importando de Brasil o de China, a precios mucho más baratos, lo que pone en peligro a esos sectores industriales que ya habían logrado posicionarse y un cierto nivel de reconocimiento y de estabilidad económica.
- Perú ha logrado altos índices de crecimiento del PBI, ¿en este año cómo está afectando la crisis?
Efectivamente, el crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) venía de la mano de la exportación de minerales, con la caída de los precios de los minerales y luego, con la crisis financiera internacional, hay una caída grande del PBI. Éste se estima que podría caer a menos del 3 %, comienza a verse signos de recesión de la economía a pesar de que el Presidente García había señalado que la economía peruana estaba blindada frente a la crisis financiera y eso se expresa en el tema de que los salarios siguen congelados. No hay siquiera un debate sobre el salario mínimo vital, hay sectores que comienzan a experimentar despidos de gente, concretamente el sector minero ha sufrido despidos de personal sobre todo en la minería del estaño o del cobre. Entonces los efectos de la crisis comienzan a sentirse de manera importante, y como bien sabemos, en tiempo de crisis, los más afectados siempre son los sectores más vulnerables, los otros sectores que han sido favorecidos por estos años de crecimiento económico todavía pueden tener un margen de maniobra. El Perú comenzó a exportar capitales en algunas actividades y a la banca, al sector minero, al sector exportador le ha ido de maravilla, entonces todavía tienen un margen de maniobra, pero si la crisis se prolonga podría ser mucho más grave.
- En respuesta a este modelo que se ha venido implantando en el Perú, se ha formado el Movimiento Tierra y Libertad, ¿podría señalarnos cuáles son los objetivos de ese movimiento político?
Uno de los graves problemas de los movimientos populares y de las organizaciones defensoras de derechos en el Perú ha sido la crisis y el colapso de la izquierda desde la década de los ochenta, en parte por la arremetida del neoliberalismo y la crisis de los partidos que hay en toda América Latina por los dogmatismos, los sectarismos, la falta de capacidad para unificarse. De otro lado, (han incidido) los regimenes autoritarios y persecutorios. Recordemos que el gobierno de Fujimori asesinó a varios líderes del movimiento sindical y de la izquierda. De otro lado, la insania de Sendero Luminoso también provocó una ruptura en los partidos de izquierda, en otros casos la muerte de varios cuadros políticos que se pasaron a las filas del terrorismo, en otros casos el descrédito de la izquierda al vincularla siempre a la violencia. Entonces todos estos factores contribuyeron a que hubiera cierto descrédito de la política, a que la izquierda no lograra proponerse como alternativa de poder. En ese contexto, los graves problemas que vive el país vienen siendo librados en las calles no por los partidos políticos sino básicamente por los movimientos populares, el movimiento indígena, el movimiento de comunidades campesinas, las organizaciones gremiales, los frentes de defensa, los organismos de derechos humanos, en fin. Sin embargo, este movimiento se halla ampliamente fragmentado, sin una representatividad política que lo constituya en opción de gobierno, es en ese contexto que muchos líderes de estas organizaciones han venido reclamando la necesidad de una fuerza política, y así un grupo de líderes de rondas campesinas, de juntas de usuarios de riego, de activistas ambientales, de intelectuales de izquierda comprometidos, hemos decidido crear el movimiento político Tierra y Libertad que pretende participar en las elecciones provinciales y regionales del próximo año, y que también pretende participar en las elecciones presidenciales del año 2011. Con este objetivo venimos recogiendo las firmas necesarias, en el Perú la ley electoral es muy restrictiva para organizaciones nuevas o pequeñas, pide 145.000 firmas que hay que conseguirlas en todo el país, hay que crear los comités distritales, provinciales y regionales, hay que señalar los puntos en que se está de acuerdo, y el Movimiento Tierra y Libertad está definiendo su propuesta programática.
- ¿Cuáles son sus lineamientos políticos?
La propuesta programática tiene que ver con varios ejes. El principal de ellos es el tema de la justicia social. En el Perú el crecimiento económico y la política neoliberal ha agravado los problemas de exclusión social y desigualdad, esa brecha hay que cerrarla, supone mejor distribución de la renta, supone promover la inversión no en gran minería sino en pequeña y mediana empresa, supone volver a mirar actividades económicas sustentables como el ecoturismo, la agricultura, el biocomercio, etc., con niveles de participación mayor. El segundo tema tiene que ver con los derechos ecológicos y con los derechos sociales y culturales, consideramos que no se puede promover un modelo de desarrollo que depreda los ecosistemas y que para ello necesita deshacerse de las poblaciones, de los pueblos que tradicionalmente han habitado la Amazonía o los Andes del Perú. En ese sentido creemos que el desarrollo económicamente sostenible va de la mano con el reconocimiento de un país plurinacional que reconozca no solo la existencia de las naciones sino que abra la puerta para mejorar y legitimar la participación política con representatividad de las minorías étnicas en el país, de tal manera que sean ellas los que participen de la toma de decisiones del gobierno y no como ocurre ahora en que otros toman decisiones por ellas. Un tercer eje tiene que ver con los temas de descentralización. El Perú es un país sumamente concentrado, todas las decisiones se toman en la capital, en la Costa, sin entender las dinámicas del resto del país, hay que municipalizar la planificación del desarrollo y generar mayores procesos de participación en ese nivel. Otro de los temas que es sumamente importante es la lucha contra la corrupción, este crecimiento económico ha ido de la mano de la corrupción de los grandes grupos de poder económico sobre un Estado pequeño, frágil y muy debilitado. Simultáneamente creemos que hay un conjunto de temas que se abren y que están relacionados con la defensa irrestricta de los derechos humanos, con los derechos de la minorías de diversidad sexual en el país; consideramos que la agenda básica pasa por una transformación en profundidad del país y de las propias instituciones políticas del país.
- Respecto a la minería que es el problema principal, ¿cuál es el planteamiento de ustedes?
Bueno, en relación a la minería consideramos que, en primer lugar, deben mejorarse las regulaciones ambientales que ya existen en el país, hay muchas regiones donde la minería está asentada ya desde hace varias décadas, en esos lugares debe mejorarse los controles ambientales para asegurar la salud de los trabajadores, la salud de las comunidades, la calidad del agua, del aire y del suelo, en el momento no está ocurriendo eso en el país. En segundo lugar, debe controlarse la expansión de las actividades mineras, estos proyectos no pueden seguir creciendo por donde encuentran mineral, tienen que ajustarse a planes de desarrollo y de ordenamiento territorial. En tercer lugar todos los nuevos proyectos mineros deberían entrar en un proceso de moratoria para evaluar si las concesiones han sido bien dadas, qué tipo de tecnología emplean, donde se va a ubicar la actividad minera, qué niveles de ingreso fiscal van a representar para el país, cómo van a beneficiar o eventualmente reparar los daños que puede provocar en la población, Y un tema que no es menos importante y que en realidad reviste una característica central en los territorios donde aún no hay actividad minera y son terrenos de asentamiento de comunidades campesinas e indígenas es que debe reglamentarse el Convenio 169 de la OIT sobre el consentimiento previo, libre e informado. Y en ese sentido hay que revisar el capítulo económico de la Constitución del país e introducir las reformas económicas que hagan falta a ese nivel.
- ¿Todo esto implica replantearse la relación con las transnacionales?
Sin duda. En el Perú, en realidad, el tema de la relación Estado – transnacionales, transnacionales – comunidades, ni siquiera ha sido planteado. Las trasnacionales han llegado presentándose como las salvadoras y la solución a los problemas de la pobreza de la gente y luego de 20 años del llamado boom minero en el Perú, lo que estamos viendo son la vulneración de derechos, la vulneración y contaminación de los ecosistemas, la creciente criminalización de las protestas, centenares de líderes campesinos denunciados, decenas de ellos incluso presos, otros tantos asesinados. En esas circunstancias, sin duda, tiene que irse a un replanteamiento profundo que, en algunos casos, ya está ocurriendo. Hace unos pocos días, la Newman fue obligada a revisar sus políticas comunitarias y lo que se ha obtenido es un conjunto de recomendaciones que la propia empresa tendría que hacer, sin embargo desde el Perú consideramos y desde Tierra y Libertad pensamos que la auto regulación de las empresas no es suficiente, es necesario que el Estado cumpla un rol regulador en la actividad económica y que el Estado en realidad sea rescatado del proceso de privatización al que ha sido sometido para defender intereses particulares y no defender los derechos de la mayoría de los pueblos como es su función.
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ALAI/19/07/2009