Doscientos sitios arqueológicos subsisten bajo la Ciudad de México
Por primera vez se ofrece una idea clara de la distribución de los asentamientos prehispánicos
A través de nuevas metodologías se puede establecer la ubicación exacta de las edificaciones que formaron parte de la Gran Tenochtitlan
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México-Unos 200 sitios arqueológicos están bajo el suelo de la capital mexicana, donde estuvo el centro del poder del imperio azteca, asegura un experto de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en un comunicado enviado hoy por la entidad."Aunque en la actualidad solo se advierten estructuras que muestran cómo fue el centro religioso y administrativo de la capital, toda la metrópoli está oculta", afirmó Luis Barba Pingaron, miembro del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM.Con la aplicación de técnicas geofísicas recientes, por primera vez se ofrece una idea clara de la distribución de los asentamientos prehispánicos que, al parecer, coinciden en muchos casos con los desniveles encontrados en los barrios y colonias tradicionales de Ciudad de México.A través de nuevas metodologías se puede establecer la ubicación exacta de las edificaciones que formaron parte de la Gran Tenochtitlan a la llegada de los conquistadores españoles, dijo el especialista.Una vez que se conozca la situación exacta de las mismas, se hará un inventario para que se tenga en cuenta dentro de los planes de desarrollo de la capital mexicana, señaló."Toda ciudad debe disponer de un mapa que señale la localización de estructuras arqueológicas, porque en el momento de introducir drenaje o Metro puede afectarse algún vestigio", alertó el experto en geología arqueológica.En 1978 unos obreros de la Compañía de Luz hallaron en el centro de la capital durante unos trabajos de cableado subterráneo un monolito gigante de varias toneladas dedicado a la diosa de la Luna azteca Coyolxauhqui.Los especialistas del equipo de Barba registraron los desniveles en la ciudad con base a un estudio documental para producir mapas que destacaran elevaciones que podrían presumir islotes antiguos, explicó.Esta concentración verifica la existencia de asientos prehispánicos, y, en una segunda etapa de la investigación, se estudiarán las características particulares de cada localización con técnicas geofísicas.Algunos experimentos ya se están llevando a cabo en el barrio capitalino de Coyoacán, al sur de la ciudad, con equipos topográficos, magnéticos, eléctricos y de radar.Se está estudiando el uso también de la resistencia electrostática, que sin necesidad de contacto con la tierra permite tomar lecturas sobre el pavimento.Según Barba, la acción del georradar "ha permitido conocer la profundidad y forma aproximada de las acumulaciones de materiales derrumbados, que producen claras reflexiones y confirman sin lugar a dudas la existencia de restos arquitectónicos enterrados".La Gran Tenochtitlán fue fundada en 1325 por los aztecas, quienes dos siglos después fueron vencidos por los conquistadores españoles, encabezados por Hernán Cortés.
-A través de nuevas metodologías se puede establecer la ubicación exacta de las edificaciones que formaron parte de la Gran Tenochtitlan
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México-Unos 200 sitios arqueológicos están bajo el suelo de la capital mexicana, donde estuvo el centro del poder del imperio azteca, asegura un experto de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en un comunicado enviado hoy por la entidad."Aunque en la actualidad solo se advierten estructuras que muestran cómo fue el centro religioso y administrativo de la capital, toda la metrópoli está oculta", afirmó Luis Barba Pingaron, miembro del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM.Con la aplicación de técnicas geofísicas recientes, por primera vez se ofrece una idea clara de la distribución de los asentamientos prehispánicos que, al parecer, coinciden en muchos casos con los desniveles encontrados en los barrios y colonias tradicionales de Ciudad de México.A través de nuevas metodologías se puede establecer la ubicación exacta de las edificaciones que formaron parte de la Gran Tenochtitlan a la llegada de los conquistadores españoles, dijo el especialista.Una vez que se conozca la situación exacta de las mismas, se hará un inventario para que se tenga en cuenta dentro de los planes de desarrollo de la capital mexicana, señaló."Toda ciudad debe disponer de un mapa que señale la localización de estructuras arqueológicas, porque en el momento de introducir drenaje o Metro puede afectarse algún vestigio", alertó el experto en geología arqueológica.En 1978 unos obreros de la Compañía de Luz hallaron en el centro de la capital durante unos trabajos de cableado subterráneo un monolito gigante de varias toneladas dedicado a la diosa de la Luna azteca Coyolxauhqui.Los especialistas del equipo de Barba registraron los desniveles en la ciudad con base a un estudio documental para producir mapas que destacaran elevaciones que podrían presumir islotes antiguos, explicó.Esta concentración verifica la existencia de asientos prehispánicos, y, en una segunda etapa de la investigación, se estudiarán las características particulares de cada localización con técnicas geofísicas.Algunos experimentos ya se están llevando a cabo en el barrio capitalino de Coyoacán, al sur de la ciudad, con equipos topográficos, magnéticos, eléctricos y de radar.Se está estudiando el uso también de la resistencia electrostática, que sin necesidad de contacto con la tierra permite tomar lecturas sobre el pavimento.Según Barba, la acción del georradar "ha permitido conocer la profundidad y forma aproximada de las acumulaciones de materiales derrumbados, que producen claras reflexiones y confirman sin lugar a dudas la existencia de restos arquitectónicos enterrados".La Gran Tenochtitlán fue fundada en 1325 por los aztecas, quienes dos siglos después fueron vencidos por los conquistadores españoles, encabezados por Hernán Cortés.
El Financiero-Mexico/Inicio/26/07/2007
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