África austral: los recientes acontecimientos en materia de defensa y seguridad común
Los nuevos retos políticos y económicos surgidos tras el fin de la disputa por el continente africano entre las dos viejas grandes potencias, han abierto un proceso de redefinición de las competencias de las instituciones regionales con el objetivo de promover la democratización y el desarrollo del continente, con un especial interés en la gestión de la seguridad, tratando de alcanzar la estabilidad política y militar. Dentro del marco del African Standby Force (ASF), a su vez bajo la dirección de la Unión Africana (UA), los países miembros de la Comunidad para el Desarrollo de África han anunciado recientemente la creación del primer contingente de la SADC Standby Force.
Massimo Corsini
Introducción
Con la caída del Muro de Berlín los jefes de estado africanos, reunidos en la antigua Organización para la Unidad de África (OUA), subrayaron la necesidad de poner en marcha los mecanismo regionales necesarios para la prevención, gestión y resolución de conflictos, bajo el presupuesto de que la paz es imprescindible para poder alcanzar el pleno desarrollo económico y social del África subsahariana. Se discutió la creación de fuerzas de paz africanas (tanto a nivel regional como continental) dotadas de contingentes autónomos y con las competencias políticas y diplomáticas necesarias para la resolución pacífica de los conflictos. Sin embargo no se ha llegado aún a un acuerdo sobre sus características estructurales y el procedimiento de intervención. De hecho, por un lado países como Libia defienden desde hace tiempo la teoría de crear una fuerza permanente de intervención continental; por otro lado, países como Sudáfrica consideran más oportuno crear fuerzas regionales a las que recurrir en en caso de necesidad.
A pesar de las muchas dificultades se han registrado importantes logros a nivel regional, sobre todo por parte del ECOWAS, del IGAD y del SADC, mientras que gracias a sus esfuerzos para poner en marcha instrumentos capaces de llevar a cabo operaciones de paz, la Unión Africana hoy cuenta con un gran apoyo a nivel internacional. Por ello, a partir de los años noventa, los gobiernos occidentales y las instituciones internacionales fomentaron la idea de encontrar “soluciones africanas a problemas africanos”, apoyando la puesta en marcha de mecanismos autónomos de prevención y resolución de conflictos, además de financiar una serie de programas dirigidos a potenciar la capacidad de las fuerzas armadas africanas. Durante la reunión del G8 en Evián se presentó el plan conjunto G8-África de apoyo a la capacidad operativa del continente en misiones de paz, el cual contó con la aprobación de la Unión Africana. Dicho plan contempla la creación antes de 2010, con el apoyo logístico y financiero de Occidente, de una fuerza de paz panafricana capaz de llevar a cabo operaciones de paz con una duración máxima de 18 meses, y dotada de un componente tanto civil como militar.
Desde el 2002, y coincidiendo con el nacimiento de la Unión Africana, ha aumentado la voluntad de los gobiernos africanos para colaborar en la elaboración de una política común de defensa y en la estandarización de las labores de mantenimiento de la paz, imposición de la paz y de construcción de la paz. Son dos los objetivos: por un lado, afrontar de manera autónoma y mediante el uso de sus propios medios las numerosas crisis africanas; por otro, evitar las interferencias exteriores. El 31 de enero del 2005 se firmó el borrador del modelo de política común de seguridad, junto al compromiso mutuo de no agresión. De este modo el Consejo para la Paz y la Seguridad, órgano con el objetivo de controlar las iniciativas de la Unión en materia de seguridad, instituyó oficialmente el African Standby Force (ASF), mientras que en julio del mismo año se enviaron las primeras tropas con funciones de paz a la República Democrática del Congo. Se prevé que para el 30 de junio del 2010 la Unión Africana haya adquirido la capacidad necesaria para la gestión de las operaciones de mantenimiento de la paz. Serían seis los posibles escenarios en los que el ASF podría llevar a cabo operaciones que podrían ir desde el asesoramiento u observación, mantenimiento o imposición de la paz, hasta la intervención directa de la Unión en los contextos críticos en los que se retrase la respuesta o acción por parte de comunidad internacional, con un plazo para el despliegue de las fuerzas que oscilaría entre los 14 y los 90 días. Hoy en día los plazos se consideran un tanto ambiciosos, ya que la posibilidad de desplegar una brigada en 14 días requiere el entrenamiento previo, además de un complejo sistema logístico y financiero capaz de mantener a dicha brigada al menos 30 días.
Sin embargo actualmente son pocas las brigadas que, como la sudafricana SANDF, responden a estos requisitos. Con el fin del Apartheid la South African National Defence Force se transformó gradualmente en una de las mayores y más activas fuerzas de paz en África y de mediación en grandes conflictos, participando en complicadas operaciones como la African Union Mission en Burundi (AMIB), la MONUC en la República Democrática del Congo y la AMIS, la Misión de la Unión Africana en Sudán.
Massimo Corsini
Introducción
Con la caída del Muro de Berlín los jefes de estado africanos, reunidos en la antigua Organización para la Unidad de África (OUA), subrayaron la necesidad de poner en marcha los mecanismo regionales necesarios para la prevención, gestión y resolución de conflictos, bajo el presupuesto de que la paz es imprescindible para poder alcanzar el pleno desarrollo económico y social del África subsahariana. Se discutió la creación de fuerzas de paz africanas (tanto a nivel regional como continental) dotadas de contingentes autónomos y con las competencias políticas y diplomáticas necesarias para la resolución pacífica de los conflictos. Sin embargo no se ha llegado aún a un acuerdo sobre sus características estructurales y el procedimiento de intervención. De hecho, por un lado países como Libia defienden desde hace tiempo la teoría de crear una fuerza permanente de intervención continental; por otro lado, países como Sudáfrica consideran más oportuno crear fuerzas regionales a las que recurrir en en caso de necesidad.
A pesar de las muchas dificultades se han registrado importantes logros a nivel regional, sobre todo por parte del ECOWAS, del IGAD y del SADC, mientras que gracias a sus esfuerzos para poner en marcha instrumentos capaces de llevar a cabo operaciones de paz, la Unión Africana hoy cuenta con un gran apoyo a nivel internacional. Por ello, a partir de los años noventa, los gobiernos occidentales y las instituciones internacionales fomentaron la idea de encontrar “soluciones africanas a problemas africanos”, apoyando la puesta en marcha de mecanismos autónomos de prevención y resolución de conflictos, además de financiar una serie de programas dirigidos a potenciar la capacidad de las fuerzas armadas africanas. Durante la reunión del G8 en Evián se presentó el plan conjunto G8-África de apoyo a la capacidad operativa del continente en misiones de paz, el cual contó con la aprobación de la Unión Africana. Dicho plan contempla la creación antes de 2010, con el apoyo logístico y financiero de Occidente, de una fuerza de paz panafricana capaz de llevar a cabo operaciones de paz con una duración máxima de 18 meses, y dotada de un componente tanto civil como militar.
Desde el 2002, y coincidiendo con el nacimiento de la Unión Africana, ha aumentado la voluntad de los gobiernos africanos para colaborar en la elaboración de una política común de defensa y en la estandarización de las labores de mantenimiento de la paz, imposición de la paz y de construcción de la paz. Son dos los objetivos: por un lado, afrontar de manera autónoma y mediante el uso de sus propios medios las numerosas crisis africanas; por otro, evitar las interferencias exteriores. El 31 de enero del 2005 se firmó el borrador del modelo de política común de seguridad, junto al compromiso mutuo de no agresión. De este modo el Consejo para la Paz y la Seguridad, órgano con el objetivo de controlar las iniciativas de la Unión en materia de seguridad, instituyó oficialmente el African Standby Force (ASF), mientras que en julio del mismo año se enviaron las primeras tropas con funciones de paz a la República Democrática del Congo. Se prevé que para el 30 de junio del 2010 la Unión Africana haya adquirido la capacidad necesaria para la gestión de las operaciones de mantenimiento de la paz. Serían seis los posibles escenarios en los que el ASF podría llevar a cabo operaciones que podrían ir desde el asesoramiento u observación, mantenimiento o imposición de la paz, hasta la intervención directa de la Unión en los contextos críticos en los que se retrase la respuesta o acción por parte de comunidad internacional, con un plazo para el despliegue de las fuerzas que oscilaría entre los 14 y los 90 días. Hoy en día los plazos se consideran un tanto ambiciosos, ya que la posibilidad de desplegar una brigada en 14 días requiere el entrenamiento previo, además de un complejo sistema logístico y financiero capaz de mantener a dicha brigada al menos 30 días.
Sin embargo actualmente son pocas las brigadas que, como la sudafricana SANDF, responden a estos requisitos. Con el fin del Apartheid la South African National Defence Force se transformó gradualmente en una de las mayores y más activas fuerzas de paz en África y de mediación en grandes conflictos, participando en complicadas operaciones como la African Union Mission en Burundi (AMIB), la MONUC en la República Democrática del Congo y la AMIS, la Misión de la Unión Africana en Sudán.
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La SAC Standby Force
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La Unión Africana también ha adoptado y creado instituciones como el Consejo Africano para la Paz y la Seguridad, compuesto por un Comité de Estados Mayores Africanos Reunidos y por la African Standby Force, de la que forman parte cinco brigadas regionales vinculadas al ECOWAS, a la CEEAC, al IGAD y a la Comunidad para el Desarrollo del África Meridional (SADC), las cuatro organizaciones subregionales competentes en la materia. Actualmente se está potenciando y reforzando rápidamente el aparato de defensa de las fuerzas armadas de la SADC, una organización regional que está considerada, también gracias al impulso de la Sudáfrica de Mbeki, como uno de los principales motores de la integración africana capaz de obtener la paz y la estabilidad política en el continente. Nacida con el objetivo de promover el desarrollo socio-económico sostenible de la región, garantizando la erradicación de la pobreza, la consolidación de la democracia, el buen gobierno, la paz y la seguridad, también a través de la creación de una Task Force (Destacamiento de Fuerzas) común, la SADC obtuvo su primer logro en 1996 con la creación del Organ on Politics, Defence and Security (OPDS). EL Protocol on Defence and Security Cooperation ha asignado al OPDS la prevención y la resolución de los conflictos dentro del SADC, junto a la colaboración en el desarrollo de instituciones democráticas dentro de los estados miembros. El Strategic Indicative Plan adoptado en agosto del 2003 se basaba por primera vez en la en la colaboración en el ámbito de la seguridad en actividades de confidence building y de prevención de conflictos. Durante la cumbre también se adoptó un Mutual Defence Pact que contempla la posibilidad de recurrir a la autodefensa común en el caso agresión.
Durante la última cumbre regional de Lusaka, en la que participaron los 14 miembros de la Comunidad, se dio a conocer la creación de la SADC Standby Force, como prevé el artículo 13 del protocolo constitutivo del Consejo para la Paz y la Seguridad de la Unión Africana. Se trata de un contingente de paz con el cometido, entre otros, de contribuir al desarme de las regiones afectadas por la guerra civil y de promover iniciativas de ayuda a las poblaciones de las zonas más devastadas, incluso antes de un posible despliegue de tropas de la ONU. Por lo tanto se encarga de la prevención, de la gestión de las operaciones de mantenimiento y construcción de la paz. La SADC Standby Force será completamente operativa antes del 31 de octubre del 2007, mientras que cada uno de los componentes de la brigada se desplegará bajo petición en su país de origen.
De este modo el pasado 17 de agosto se puso en marcha la creación del primer contingente, que servirá de apoyo a la fuerza híbrida, aprobada en la resolución 1769 del Consejo de Seguridad, compuesta por tropas de las Naciones Unidas y de la Unión Africana destacadas en Sudán donde, a pesar de las operaciones AMIS (AU Mission in Sudan) y UNMIS (US Mission in Sudan), continúa la crisis en la región de Darfur, en la que está involucrado de manera no oficial el gobierno de Khartoum. Durante estos próximos días el Secretario general de las Naciones Unidas Ban ki-Moon tratará de convencer al Presidente de Sudán, Omar el Beshir, de aceptar el despliegue de la nueva fuerza internacional de paz para encontrar una solución definitiva a un conflicto que dura ya cuatro años. Se trata de un modelo innovador en cuanto a la gestión de la seguridad internacional, de dimensiones de los contingentes y de guía conjunta de las operaciones entre la ONU y la Unión Africana, donde la resolución de los conflictos se encomienda a las fuerzas de carácter subregional y en la que la nueva SADC Standby Force llevará a cabo un papel fundamental. El contingente multilateral que se desplegará antes de finales del presente año, debería estar formado por una fuera híbrida de 26.000 hombres, en la que se dividirán las competencias de de manera clara y coordinada. Recientemente se ha discutido en el seno del Consejo de Seguridad el posible despliegue de una fuerza mixta ONU-UE en el este del Chad y en el nordeste del Congo con el objetivo de proteger a la población civil afectada por el conflicto en la vecina Darfur. El diálogo entre las Naciones unidas y la Unión Africana podría ser determinante para la ampliación de los acuerdos de paz.
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Conclusiones
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Paz, seguridad, democracia, buen gobierno, derechos humanos y una gestión económica saneada, son las condiciones para el desarrollo sostenible del New Partnership for Africa's Developmente (NEPAD), el partnership concebido por la Organización para la Unidad Africana (OUA) con el objetivo de contribuir al desarrollo económico y social del continente. La necesidad de poner en marcha mecanismos capaces de asegurar la estabilidad política y militar en el África austral donde el fantasma de la involución está permanentemente presente, ha llevado a los países de la Comunidad para el Desarrollo del África meridional a acelerar la creación del SADC Standby Force, también en previsión a la posible intervención de la comunidad internacional en el País de Mugabe.
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Equilibri.net - Italy/06/09/2007
La SAC Standby Force
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La Unión Africana también ha adoptado y creado instituciones como el Consejo Africano para la Paz y la Seguridad, compuesto por un Comité de Estados Mayores Africanos Reunidos y por la African Standby Force, de la que forman parte cinco brigadas regionales vinculadas al ECOWAS, a la CEEAC, al IGAD y a la Comunidad para el Desarrollo del África Meridional (SADC), las cuatro organizaciones subregionales competentes en la materia. Actualmente se está potenciando y reforzando rápidamente el aparato de defensa de las fuerzas armadas de la SADC, una organización regional que está considerada, también gracias al impulso de la Sudáfrica de Mbeki, como uno de los principales motores de la integración africana capaz de obtener la paz y la estabilidad política en el continente. Nacida con el objetivo de promover el desarrollo socio-económico sostenible de la región, garantizando la erradicación de la pobreza, la consolidación de la democracia, el buen gobierno, la paz y la seguridad, también a través de la creación de una Task Force (Destacamiento de Fuerzas) común, la SADC obtuvo su primer logro en 1996 con la creación del Organ on Politics, Defence and Security (OPDS). EL Protocol on Defence and Security Cooperation ha asignado al OPDS la prevención y la resolución de los conflictos dentro del SADC, junto a la colaboración en el desarrollo de instituciones democráticas dentro de los estados miembros. El Strategic Indicative Plan adoptado en agosto del 2003 se basaba por primera vez en la en la colaboración en el ámbito de la seguridad en actividades de confidence building y de prevención de conflictos. Durante la cumbre también se adoptó un Mutual Defence Pact que contempla la posibilidad de recurrir a la autodefensa común en el caso agresión.
Durante la última cumbre regional de Lusaka, en la que participaron los 14 miembros de la Comunidad, se dio a conocer la creación de la SADC Standby Force, como prevé el artículo 13 del protocolo constitutivo del Consejo para la Paz y la Seguridad de la Unión Africana. Se trata de un contingente de paz con el cometido, entre otros, de contribuir al desarme de las regiones afectadas por la guerra civil y de promover iniciativas de ayuda a las poblaciones de las zonas más devastadas, incluso antes de un posible despliegue de tropas de la ONU. Por lo tanto se encarga de la prevención, de la gestión de las operaciones de mantenimiento y construcción de la paz. La SADC Standby Force será completamente operativa antes del 31 de octubre del 2007, mientras que cada uno de los componentes de la brigada se desplegará bajo petición en su país de origen.
De este modo el pasado 17 de agosto se puso en marcha la creación del primer contingente, que servirá de apoyo a la fuerza híbrida, aprobada en la resolución 1769 del Consejo de Seguridad, compuesta por tropas de las Naciones Unidas y de la Unión Africana destacadas en Sudán donde, a pesar de las operaciones AMIS (AU Mission in Sudan) y UNMIS (US Mission in Sudan), continúa la crisis en la región de Darfur, en la que está involucrado de manera no oficial el gobierno de Khartoum. Durante estos próximos días el Secretario general de las Naciones Unidas Ban ki-Moon tratará de convencer al Presidente de Sudán, Omar el Beshir, de aceptar el despliegue de la nueva fuerza internacional de paz para encontrar una solución definitiva a un conflicto que dura ya cuatro años. Se trata de un modelo innovador en cuanto a la gestión de la seguridad internacional, de dimensiones de los contingentes y de guía conjunta de las operaciones entre la ONU y la Unión Africana, donde la resolución de los conflictos se encomienda a las fuerzas de carácter subregional y en la que la nueva SADC Standby Force llevará a cabo un papel fundamental. El contingente multilateral que se desplegará antes de finales del presente año, debería estar formado por una fuera híbrida de 26.000 hombres, en la que se dividirán las competencias de de manera clara y coordinada. Recientemente se ha discutido en el seno del Consejo de Seguridad el posible despliegue de una fuerza mixta ONU-UE en el este del Chad y en el nordeste del Congo con el objetivo de proteger a la población civil afectada por el conflicto en la vecina Darfur. El diálogo entre las Naciones unidas y la Unión Africana podría ser determinante para la ampliación de los acuerdos de paz.
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Conclusiones
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Paz, seguridad, democracia, buen gobierno, derechos humanos y una gestión económica saneada, son las condiciones para el desarrollo sostenible del New Partnership for Africa's Developmente (NEPAD), el partnership concebido por la Organización para la Unidad Africana (OUA) con el objetivo de contribuir al desarrollo económico y social del continente. La necesidad de poner en marcha mecanismos capaces de asegurar la estabilidad política y militar en el África austral donde el fantasma de la involución está permanentemente presente, ha llevado a los países de la Comunidad para el Desarrollo del África meridional a acelerar la creación del SADC Standby Force, también en previsión a la posible intervención de la comunidad internacional en el País de Mugabe.
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Equilibri.net - Italy/06/09/2007
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