7/9/07

Vamos camino a la regresión

07/09/2007
Opinión
Reforma electoral
Eduardo R. Huchim
En un reciente seminario internacional sobre el financiamiento a los partidos políticos, celebrado en la ciudad de México, quedó de manifiesto que, con matices, países como Brasil, Chile, España y Alemania no afrontan el dispendio que para las arcas públicas representa el enorme gasto que en este país se destina a la propaganda electoral.
Organizado por el Congreso de la Unión, con la activa promoción de Arturo Núñez —en cuyo currículo figuran destacadas tareas en la materia—, las ponencias de los expertos de varios países, coordinados por Daniel Zovatto, llegaron en un momento muy oportuno porque en el Congreso mexicano se está negociando la próxima reforma electoral, que puede acercarse en importancia a la de 1996, o bien naufragar en un océano de tibiezas y desacuerdos.
El eje rector para lograr una reforma trascendente es el freno a la presencia excesiva del dinero en las campañas, tema hermanado con el de los medios de comunicación.
Porfirio Muñoz Ledo ha alertado sobre el riesgo de que las prisas por concretarla, malogren la reforma electoral, y sin duda ésta será intrascendente si no incluye a profundidad esos dos asuntos estrechamente vinculados.
Los casos Amigos de Fox y Pemexgate no se deben repetir y tampoco debe haber un marco propicio, como ahora, para que la sospecha salga a volar cuando presuntos delincuentes como Zhenli Ye Gon vinculan dinero sucio con la actividad comicial.
Un complemento imprescindible en ésos y otros temas es que su regulación prevea penas severas a los transgresores. ¿Qué les pasará a quienes desde los sectores público, privado o partidario incumplan las disposiciones? Si no se las quiere inútiles, las leyes deben tener “dientes”, y en materia electoral mejor si son “colmillos” como indicó Zovatto en el mencionado evento, y yo agregaría: mucho mejor será si tienen la dentadura completa, con incisivos, caninos y molares.En este sentido, como he señalado más de una vez, se precisa que el uso excesivo e ilegal del dinero para atraer votos sea penado no sólo con sanciones económicas, que terminan por ser asumidas como parte del gasto partidario, sino con la nulidad de la elección respectiva, incluida la presidencial. No veo una sanción más disuasiva que ésa.
Puntos esenciales
Un análisis somero de las diferentes ponencias en el mencionado seminario permite distinguir tres puntos esenciales en materia de dinero y medios masivos de comunicación:
a) En la mayoría de los casos examinados, los partidos no gastan dinero en radio y televisión, sino que se limitan a usar los que el Estado pone a su disposición. Para lograr esto en México, se tendría que prohibir de forma absoluta la contratación y uso de tiempos para fines políticos y electorales.
b) En varios países las campañas comiciales se hacen más bien a ras del suelo y, a cambio del desaseo que supone la propaganda en las calles, las pantallas de televisión no se saturan con anuncios políticos, porque éstos están limitados.
c) Es indeseable la llamada spotización de la política, es decir, las alabanzas o los denuestos de 20 ó 30 segundos por radio y TV, muy identificados con la mercadotecnia comercial, con la diferencia de que en el marketing se exaltan las virtudes de un producto y sólo de manera disimulada se ataca a la competencia.
En México —pese a la prohibición legal expresa de la propaganda negativa—, en la campaña presidencial de 2006 y en las estatales que le han seguido, aquélla ha estado muy ominosa y excesivamente presente.
d) La limitación a los spots políticos debe alcanzar también a los entes públicos y privados de todo tipo y nivel y en todo tiempo.
A juzgar por las propuestas partidarias para la reforma del Estado, estos puntos están siendo examinados por quienes habrán de determinar las próximas innovaciones en materia de comicios. Frente a las consecuencias nocivas de la spotización de la política, es clara la necesidad de frenarla.
Por lo pronto, si bien con matices, siete partidos coinciden en modificar las disposiciones actuales en ese rubro: los tres del Frente Amplio Progresista (PRD, Convergencia y PT), PRI, PVEM, Panal y Alternativa. También figura en la agenda del Comité Conciudadano para la Reforma Electoral, animado con entusiasmo por Clara Jusidman, en tanto que el PAN sólo postula el acceso equitativo de los partidos a la radio y la televisión, pero no se sabe que se oponga radicalmente a las posturas de las otras siete bancadas parlamentarias.
Frente al gran litigio electoral de 2006, cuyos vientos todavía erosionan la vida política de la nación, la actual legislatura tiene la grave responsabilidad de diseñar una reforma trascendente.Pronto sabremos —como dijo el ministro Sergio Salvador Aguirre Anguiano actualizando el dicharajo— de qué están hechos nuestros legisladores. Omnia Las definiciones sobre la reforma electoral van avanzando, hasta ahora y hasta donde se sabe, en lo concerniente a modificaciones constitucionales, que posteriormente se reflejarán en las leyes.
Entre los asuntos que se han planteado figura sustituir a la actual Comisión de Fiscalización del IFE por un órgano técnico. Tal cosa, que ya se intentó anteriormente en el Distrito Federal, entraña una regresión.
Es deseable que la importante tarea fiscalizadora continúe siendo conducida por consejeros electorales y realizada, eso sí, por técnicos en la materia.— México,
D.F.omnia08@gmail.com

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