Kosovo puede seguir el ejemplo de la extinta Alemania del Este
Elena Shesternina
RIA Novosti
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"Con nuestra victoria comienza una nueva época, Kosovo está listo para emprender la vía hacia su independencia. Hemos demostrado al mundo que somos un país democrático y que estamos dispuestos a unirnos a la familia europea", declaró hace pocos días Hashim Thaci, líder del partido democrático de Kosovo (PDK) proclamado vencedor en las recientes elecciones celebradas en esa provincia serbia controlada por la ONU.
Con esas declaraciones, Thaci, puso los puntos sobre las íes en lo que respecta al futuro de esa región. Además, precisó que la independencia de Kosovo comenzará a partir del próximo 10 de diciembre, cuando la "Troika" de mediadores internacionales (Rusia, Estados Unidos y la Unión Europea (UE)", informe a la ONU sobre los resultados del proceso negociador para establecer el estatuto de esa provincia multiétnica de mayoría albanesa. Por ahora, esos resultados no presagian nada bueno para los serbios de Kosovo, y tampoco para Belgrado y Moscú.
En realidad, desde un comienzo los comicios no pudieron cambiar la postura secesionista de Pristina. La independencia figuraba prácticamente en todos los programas electorales. La independencia fue el punto central del programa de los vencedores de la votación, el PDK (que surgió del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) liderado por Thaci en 1990).
La independencia también era el objetivo del partido gobernante que quedó segundo en los comicios, la Liga Democrática de Kosovo, encabezada por el presidente albano-kosovar Fatmir Sejdiu, que una tras otra, rechazó las propuestas de compromiso ofrecidas por Belgrado.
El partido que obtuvo el tercer lugar, la Alianza para el Nuevo Kosovo dirigida por el empresario Baghjet Pascolli también apoyó la independencia.
Considerado el hombre más acaudalado de la comunidad albano-kosovar con una fortuna valorada en 400 millones de dólares, Pascolli es conocido en Rusia por sus vínculos con la célebre empresa Mabetex, que realizó la reconstrucción del Kremlin.
Cabe resaltar que Occidente además de reconocer que los comicios en Kosovo fueron legítimos, subrayó también que se correspondieron con las normas democráticas.
A pesar de que la participación del electorado fue la más baja en toda la historia de los comicios celebrados en esa región (la tercera desde 1999).
La mayoría de comunidad serbia que vive en Kosovo una vez más se abstuvo de participar en los comicios atendiendo las recomendaciones dictadas por Belgrado.
Como resultado de esa abstención, permanecerán vacantes diez escaños del parlamento de Kosovo destinados a los serbios (de 20 escaños destinados para el resto de las minorías étnicas). Rusia demostró su actitud al proceso electoral en Kosovo al no enviar a Pristina ningún observador.
Por su puesto que esas elecciones pudieron ignorarse y pudieron declararse ilegítimas, pero no se pude dejar de reconocer algo evidente. Para antes del 10 de diciembre prácticamente no queda ninguna oportunidad de mover las conversaciones sobre el estatuto de Kosovo del punto muerto en que se encuentran.
Al mismo tiempo, en los últimos meses, Belgrado ha demostrado de todas las formas que está dispuesta a ceder al máximo con el fin de conservar al menos la ilusión de que de alguna forma controlará la provincia rebelde.
Las variantes de compromiso propuestas ahora por los serbios que hace tiempo parecían imposibles, ahora se formulan casi cada semana, y su geografía es cada vez más amplia desde la "variante de Hong Kong" hasta "la fórmula alemana".
La idea de repetir la experiencia china fue propuesta por el primer ministro serbio, Vojislav Kostunica. De acuerdo a esta variante, durante un período suficientemente largo Kosovo sería un protectorado de la Unión Europea (UE) y los órganos locales del gobierno tendrían amplios poderes. Los serbios pretender presentar esta variante en la ronda de conversaciones prevista en Bruselas el día 20 de noviembre, lo que le permitirá a Belgrado defender su postura. Ante la imposibilidad de descartar definitivamente la independencia de Kosovo de la agenda de negociaciones, al menos postergar hasta donde sea posible la fecha de su proclamación.
El representante de la UE en la Troika Wolfgang Ischinger propuso a los serbios y los albano-kosovares repetir la experiencia alemana. Profundizando la historia de su propio país, Ischinger recordó el Tratado Básico (Grundlagenvertrag) suscrito por la República Federal Alemana (RFA) y la República Democrática Alemana (RDA) en 1972. Este documento que normalizó las relaciones bilaterales y estableció canales de consulta política, también perfiló posibilidades encaminadas a una integración de los dos países en muchos aspectos. Según el diplomático alemán, la perspectiva ilusoria de una integración amplia entre Serbia y Kosovo puede ser una propuesta atractiva para Belgrado.
A pesar de las reiteradas declaraciones del presidente de Estados Unidos, George W. Bush y la secretaria de Estado Condoleezza Rice, sobre la inevitable independencia de Kosovo, es posible que ocurran ciertos cambios en la postura de Washington. Algunas fuentes cercanas a la Casa Blanca afirman que paralelamente a la "variante sin alternativa" (de la independencia), EEUU estudia una segunda variante que prevé congelar el asunto de Kosovo hasta el año 2020. Pero hasta el momento, ningún funcionario del Departamento de Estado y tampoco de la Casa Blanca oficialmente ha confirmado esa posibilidad.
Por lo visto, a pesar de las radicales declaraciones de los vencedores en los comicios, no se puede descartar que la independencia de Kosovo se aplazará si Occidente, bajo la presión de Rusia decide postergar este asunto. En este caso el 10 de diciembres dejará de ser la fecha de "inicio de la independencia" como declaró recientemente Thaci. Entre otras cosas, esta será la tercera "fecha X" que anuncian los albano-kosovares para el logro de sus aspiraciones separatistas. Todavía el verano boreal pasado, se habló de la necesidad de proclamar la independencia antes de los comicios legislativos porque los políticos necesitaban al menos algún logro positivo que demostrar a los electores, en medio de la aguda situación económica. Después se habló del 28 de noviembre, día de la bandera albanesa, y por lo visto para esa fecha tampoco se podrá proclamar la independencia de Kosovo.
Ahora, habrá que esperar el anuncio de una nueva fecha. Otra expectativa para la comunidad mundial será conocer hasta dónde están dispuestos a llegar los albano-kosovares y Occidente. Quedará pendiente si de nuevo se cuestionarán las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, y probablemente, el futuro de la integridad territorial de España, Francia, Bélgica, Reino Unido, Georgia y Moldavia...
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RIA Novosti - Russia22/11/2007
RIA Novosti
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"Con nuestra victoria comienza una nueva época, Kosovo está listo para emprender la vía hacia su independencia. Hemos demostrado al mundo que somos un país democrático y que estamos dispuestos a unirnos a la familia europea", declaró hace pocos días Hashim Thaci, líder del partido democrático de Kosovo (PDK) proclamado vencedor en las recientes elecciones celebradas en esa provincia serbia controlada por la ONU.
Con esas declaraciones, Thaci, puso los puntos sobre las íes en lo que respecta al futuro de esa región. Además, precisó que la independencia de Kosovo comenzará a partir del próximo 10 de diciembre, cuando la "Troika" de mediadores internacionales (Rusia, Estados Unidos y la Unión Europea (UE)", informe a la ONU sobre los resultados del proceso negociador para establecer el estatuto de esa provincia multiétnica de mayoría albanesa. Por ahora, esos resultados no presagian nada bueno para los serbios de Kosovo, y tampoco para Belgrado y Moscú.
En realidad, desde un comienzo los comicios no pudieron cambiar la postura secesionista de Pristina. La independencia figuraba prácticamente en todos los programas electorales. La independencia fue el punto central del programa de los vencedores de la votación, el PDK (que surgió del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) liderado por Thaci en 1990).
La independencia también era el objetivo del partido gobernante que quedó segundo en los comicios, la Liga Democrática de Kosovo, encabezada por el presidente albano-kosovar Fatmir Sejdiu, que una tras otra, rechazó las propuestas de compromiso ofrecidas por Belgrado.
El partido que obtuvo el tercer lugar, la Alianza para el Nuevo Kosovo dirigida por el empresario Baghjet Pascolli también apoyó la independencia.
Considerado el hombre más acaudalado de la comunidad albano-kosovar con una fortuna valorada en 400 millones de dólares, Pascolli es conocido en Rusia por sus vínculos con la célebre empresa Mabetex, que realizó la reconstrucción del Kremlin.
Cabe resaltar que Occidente además de reconocer que los comicios en Kosovo fueron legítimos, subrayó también que se correspondieron con las normas democráticas.
A pesar de que la participación del electorado fue la más baja en toda la historia de los comicios celebrados en esa región (la tercera desde 1999).
La mayoría de comunidad serbia que vive en Kosovo una vez más se abstuvo de participar en los comicios atendiendo las recomendaciones dictadas por Belgrado.
Como resultado de esa abstención, permanecerán vacantes diez escaños del parlamento de Kosovo destinados a los serbios (de 20 escaños destinados para el resto de las minorías étnicas). Rusia demostró su actitud al proceso electoral en Kosovo al no enviar a Pristina ningún observador.
Por su puesto que esas elecciones pudieron ignorarse y pudieron declararse ilegítimas, pero no se pude dejar de reconocer algo evidente. Para antes del 10 de diciembre prácticamente no queda ninguna oportunidad de mover las conversaciones sobre el estatuto de Kosovo del punto muerto en que se encuentran.
Al mismo tiempo, en los últimos meses, Belgrado ha demostrado de todas las formas que está dispuesta a ceder al máximo con el fin de conservar al menos la ilusión de que de alguna forma controlará la provincia rebelde.
Las variantes de compromiso propuestas ahora por los serbios que hace tiempo parecían imposibles, ahora se formulan casi cada semana, y su geografía es cada vez más amplia desde la "variante de Hong Kong" hasta "la fórmula alemana".
La idea de repetir la experiencia china fue propuesta por el primer ministro serbio, Vojislav Kostunica. De acuerdo a esta variante, durante un período suficientemente largo Kosovo sería un protectorado de la Unión Europea (UE) y los órganos locales del gobierno tendrían amplios poderes. Los serbios pretender presentar esta variante en la ronda de conversaciones prevista en Bruselas el día 20 de noviembre, lo que le permitirá a Belgrado defender su postura. Ante la imposibilidad de descartar definitivamente la independencia de Kosovo de la agenda de negociaciones, al menos postergar hasta donde sea posible la fecha de su proclamación.
El representante de la UE en la Troika Wolfgang Ischinger propuso a los serbios y los albano-kosovares repetir la experiencia alemana. Profundizando la historia de su propio país, Ischinger recordó el Tratado Básico (Grundlagenvertrag) suscrito por la República Federal Alemana (RFA) y la República Democrática Alemana (RDA) en 1972. Este documento que normalizó las relaciones bilaterales y estableció canales de consulta política, también perfiló posibilidades encaminadas a una integración de los dos países en muchos aspectos. Según el diplomático alemán, la perspectiva ilusoria de una integración amplia entre Serbia y Kosovo puede ser una propuesta atractiva para Belgrado.
A pesar de las reiteradas declaraciones del presidente de Estados Unidos, George W. Bush y la secretaria de Estado Condoleezza Rice, sobre la inevitable independencia de Kosovo, es posible que ocurran ciertos cambios en la postura de Washington. Algunas fuentes cercanas a la Casa Blanca afirman que paralelamente a la "variante sin alternativa" (de la independencia), EEUU estudia una segunda variante que prevé congelar el asunto de Kosovo hasta el año 2020. Pero hasta el momento, ningún funcionario del Departamento de Estado y tampoco de la Casa Blanca oficialmente ha confirmado esa posibilidad.
Por lo visto, a pesar de las radicales declaraciones de los vencedores en los comicios, no se puede descartar que la independencia de Kosovo se aplazará si Occidente, bajo la presión de Rusia decide postergar este asunto. En este caso el 10 de diciembres dejará de ser la fecha de "inicio de la independencia" como declaró recientemente Thaci. Entre otras cosas, esta será la tercera "fecha X" que anuncian los albano-kosovares para el logro de sus aspiraciones separatistas. Todavía el verano boreal pasado, se habló de la necesidad de proclamar la independencia antes de los comicios legislativos porque los políticos necesitaban al menos algún logro positivo que demostrar a los electores, en medio de la aguda situación económica. Después se habló del 28 de noviembre, día de la bandera albanesa, y por lo visto para esa fecha tampoco se podrá proclamar la independencia de Kosovo.
Ahora, habrá que esperar el anuncio de una nueva fecha. Otra expectativa para la comunidad mundial será conocer hasta dónde están dispuestos a llegar los albano-kosovares y Occidente. Quedará pendiente si de nuevo se cuestionarán las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, y probablemente, el futuro de la integridad territorial de España, Francia, Bélgica, Reino Unido, Georgia y Moldavia...
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RIA Novosti - Russia22/11/2007
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