En Francia, la izquierda acusa a Sarkozy de connivencia “malsana” con grupos y magnates mediáticos

El papel perverso de la cadena radiofónica de los obispos

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Por: Enric Sopena

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El diario Le Monde publicaba ayer la noticia de que el Partido Socialista francés había denunciado el martes 1 de enero un editorial de Serge Dassault, presidente de Le Figaro, aparecido el día primero del año en la página primera del veterano periódico parisino, orientado desde su fundación hacia posiciones conservadoras.
En un comunicado, uno de los dirigentes del PSF, Faouzi Lamdaoui, sostiene que Dassault es patrón de prensa (es el propietario actual de Le Figaro), vendedor de armas y senador-alcalde en nombre de la UMP, el partido de la derecha que encabeza Nicolás Sarkozy. Y acusa a Dassault de haber utilizado la portada de su diario para lanzar, a cuatro columnas, sus votos hacia “la Francia, que ha escogido un presidente dinámico y corajudo”.

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“Un nuevo episodio”

Los socialistas franceses subrayan que el referido es “un nuevo episodio”, después de “los viajes repetidos de Nicolás Sarkozy, a bordo del jet o avión de Vincent Bolloré, otro multimillonario patrón de prensa”. Todo ello, a juicio de Lamdaoui, ilustra la connivencia malsana de los grandes grupos mediáticos con el poder Sarkozy”.

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El modelo Berlusconi

El modelo Berlusconi parece imponerse en Francia con la irrupción del intrépido Sarkozy. El control -cuanto más intenso mejor- de los medios de comunicación es casi condición sine qua non para que los políticos conservadores logren gobernar o para desgastar a sus adversarios con ocasión y sin ella.

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Para la política, pero también…

Esta lección sirve desde luego para la política -entendida en su sentido más estricto- pero también para organizaciones religiosas, por ejemplo, que aspiran a mantener una cuota relevante de influencia y, en suma, de poder. Después del reciente show o mitin antigubernamental de los obispos y cardenales con la coartada de defender la familia -como si el resto de los ciudadanos vivieran cual ermitaños-, resulta difícil soslayar el papel “malsano” de la cadena radiofónica de la Iglesia católica española.

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En horas de audiencia

La mayor parte de sus programas en horas de gran audiencia constituyen auténticos obuses dirigidos, a diario y sin escrúpulos de ningún género, a la línea de flotación del actual Gobierno. Como en su día se hizo contra los Gobiernos de Felipe González.

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¿Por qué?

¿Por qué las autoridades eclesiásticas disponen de una cadena de radio –también de televisión- cuyo objetivo principal es destrozar a la izquierda o a todos aquellos que marcan distancias de la ortodoxia más reaccionaria?

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Una explicación

No hay más que una explicación plausible ante tal fenómeno de perversidad mediática en manos de los jerarcas católicos. Si antes, en siglos pretéritos, los papas y los cardenales tenían ejércitos armados a su servicio, en el presente cuentan en España con un poderoso brazo armado mediático. Contribuye al blindaje y protección de los jefes religiosos y es utilizado asimismo como peligrosa munición ofensiva.

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En absoluto, para nada

Desde su emisora, los obispos ayudan a sus amigos políticos –prácticamente todos ellos ultramontanos- en su lucha por derrotar a la izquierda y, de paso, a los centristas. ¿Tiene algo que ver todo esto con el mensaje evangélico? En absoluto, para nada. Sólo tiene que ver con el poder terrenal, que es lo que les importa. Como Sarkozy o Berlusconi, los prelados españoles también saben que el poder mediático resulta imprescindible para conquistar el poder político. Y para consolidarse en él. E.S.

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elplural.com - España/04/01/2008