¿Y qué hacemos con el dólar?
Estratega de Citi en España
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En los últimos meses hemos escuchado todo un conjunto de sugerencias, interesantes en algunos casos y pintorescas en otros, para la evolución de la moneda norteamericana.
Dentro del último grupo alguien me sugirió hace tiempo la posibilidad de que se creara una moneda para "América del Norte, considerando a Canadá y a Estados Unidos. Ya no recuerdo bien las razones de semejante propuesta... ¡bendita memoria!. En otros casos, forzar la caída del dólar se ha convertido para algunos en la única forma de corregir la acumulación de deuda de la economía norteamericana. Bien, creo que los inversores internacionales en dólares, en buena parte los fondos soberanos asiáticos, no estarán muy de acuerdo con una depreciación brutal de sus activos (al menos están invertidos en renta fija, con tipos de interés ahora de la deuda pública cerca de mínimos históricos). Sin embargo, en este caso una sugerencia desde algunos gobiernos, sí hemos escuchado peticiones para detener la escalada del dólar. ¡Qué lejos quedan las peticiones meses atrás para detener su caída! ¿recuerdan como algunos gobiernos pedían cambiar la moneda en la negociación de commodities? pero en la mayoría de los casos se trataba de cuestiones políticas más que económicas. Precisamente, la subida de la moneda norteamericana ahora refleja que sigue siendo la moneda de referencia de valor y transacción.
"Es importante reducir la volatilidad en los mercados financieros...."; estoy convencido que esta propuesta ya habitual en cada Cumbre internacional (también en el G20 del fin de semana) se centra especialmente en los mercados de divisas. Y se enfoca en el dólar: en apenas 3 meses su cambio frente al euro ha pasado de amenazar con descensos más allá de 1,6 dólares a apreciarse superando la barrera de 1,20 dólares. Una confesión: yo creo que el euro seguirá a la baja en los próximos meses, cuando su suelo deberá ser fijado a través de intervenciones en los mercados de divisas. Quizás, es cierto, a través del yen. En el proceso inacabado de liquidación de activos (hablemos simplemente de reducir el riesgo en un contexto de creciente aversión al riesgo) la moneda japonesa ha resultado especialmente fortalecida, con su cambio frente al dólar en estos momentos en 96,56 (121,6 euro/yen). Una apreciación no deseada por las autoridades japonesas, cuando los últimos datos confirman tanto la vuelta a la recesión como el riesgo muy real de deflación. Sí, la intervención de la que hablaba antes posiblemente tendrá que ser liderada por el BOJ.
¿Es lógico que el dólar se aprecie en estos momentos? lo ilógico, en el fondo no deseable, sería precisamente lo contrario. Hay cuatro grandes argumentos detrás de la continuidad de un dólar fuerte:
* Repatriación de capitales: se estima en más de 1 billón de dólares la inversión en el exterior, deuda y bolsas, de los inversores estadounidenses en los últimos cinco años. Inversión que ya estamos observando como vuelve al dólar a medida que aumenta la aversión al riesgo
* Reducción del déficit por cuenta corriente en EEUU: nosotros estimamos que podría caer en 2009 hasta niveles de 3,3% del PIB. Es cierto: sigue siendo demasiado elevado. Pero el dólar ya habría cumplido con su papel para corregirlo, cuando en estos momentos una mayor caída del dólar podría llevar a tensionar aún más la ya deteriorada relación comercial internacional. Precisamente, una de las prioridades del G20 fue descartar una vuelta al proteccionismo. Ahora simplemente hay que ponerlo en la práctica
* Diferencial de tipos: los tipos de interés en EEUU, oficiales y mercado, se mantienen bajos pero con un importante descenso en el diferencial con respecto al de otros países. El caso más llamativo ha sido el euro, con diferencial negativo en la deuda a 10 años. Ayer el presidente del Buba auguraba tipos de interés oficiales cercanos al 2% (¿por debajo quizás?) en 2009 en un contexto de moderación de la inflación. Sinceramente, a la Fed le queda mucho menos margen para mover sus tipos de interés oficiales.
* La confianza en la flexibilidad y el papel de la economía norteamericana. Sí, parece evidente que sólo la recuperación demanda en EEUU puede volver a retomar un escenario de crecimiento mundial en los próximos años. Las medidas establecidas por sus autoridades, criticables o no, ciertamente suponen una apuesta valiente la recuperación. El mercado, los inversores necesitan confiar en que esto se va a producir.
Sin duda, la fuerte apreciación experimentada por el dólar después del verano ha comenzado a ofrecer señales de agotamiento. Consolidación sería la palabra adecuada. Pero esto no significa que pueda perder terreno ganado, cuando más bien supone afianzarlo. En el fondo, las críticas internacionales para el mercado de divisas se centran más bien en su volatilidad y no la fuerte subida del dólar. De esta forma, consolidar es totalmente compatible con una moderación de la volatilidad, su comportamiento reciente no debería levantar suspicacias. Sin duda, su continuidad pasaría por un ajuste más ordenado al alza de la moneda norteamericana. Y como ya he comentado antes, las autoridades internacionales estarán dispuestas a facilitarlo.
Por cierto, hoy será un día interesante para valorar precisamente los flujos de repatriación hacia el dólar. Conoceremos los flujos crossborder entre mercados financieros correspondientes a septiembre publicados por el Tesoro (TIC). Esperamos entradas en mercados estadounidenses por un importe superior a los 30.000 millones frente a los 14.000 millones del mes de agosto. Una cifra, por otro lado, inferior al déficit comercial del mismo mes de 56.000 millones. Realmente hasta el mes de junio los flujos de entrada hacia los mercados en dólar superaron con creces el déficit comercial mensual, para quedarse bien por debajo en los últimos tres meses. La caída de la actividad en renta fija privada y la propia caída de los mercados, han podido estar detrás de esta evolución. Veremos.
Dentro del último grupo alguien me sugirió hace tiempo la posibilidad de que se creara una moneda para "América del Norte, considerando a Canadá y a Estados Unidos. Ya no recuerdo bien las razones de semejante propuesta... ¡bendita memoria!. En otros casos, forzar la caída del dólar se ha convertido para algunos en la única forma de corregir la acumulación de deuda de la economía norteamericana. Bien, creo que los inversores internacionales en dólares, en buena parte los fondos soberanos asiáticos, no estarán muy de acuerdo con una depreciación brutal de sus activos (al menos están invertidos en renta fija, con tipos de interés ahora de la deuda pública cerca de mínimos históricos). Sin embargo, en este caso una sugerencia desde algunos gobiernos, sí hemos escuchado peticiones para detener la escalada del dólar. ¡Qué lejos quedan las peticiones meses atrás para detener su caída! ¿recuerdan como algunos gobiernos pedían cambiar la moneda en la negociación de commodities? pero en la mayoría de los casos se trataba de cuestiones políticas más que económicas. Precisamente, la subida de la moneda norteamericana ahora refleja que sigue siendo la moneda de referencia de valor y transacción.
"Es importante reducir la volatilidad en los mercados financieros...."; estoy convencido que esta propuesta ya habitual en cada Cumbre internacional (también en el G20 del fin de semana) se centra especialmente en los mercados de divisas. Y se enfoca en el dólar: en apenas 3 meses su cambio frente al euro ha pasado de amenazar con descensos más allá de 1,6 dólares a apreciarse superando la barrera de 1,20 dólares. Una confesión: yo creo que el euro seguirá a la baja en los próximos meses, cuando su suelo deberá ser fijado a través de intervenciones en los mercados de divisas. Quizás, es cierto, a través del yen. En el proceso inacabado de liquidación de activos (hablemos simplemente de reducir el riesgo en un contexto de creciente aversión al riesgo) la moneda japonesa ha resultado especialmente fortalecida, con su cambio frente al dólar en estos momentos en 96,56 (121,6 euro/yen). Una apreciación no deseada por las autoridades japonesas, cuando los últimos datos confirman tanto la vuelta a la recesión como el riesgo muy real de deflación. Sí, la intervención de la que hablaba antes posiblemente tendrá que ser liderada por el BOJ.
¿Es lógico que el dólar se aprecie en estos momentos? lo ilógico, en el fondo no deseable, sería precisamente lo contrario. Hay cuatro grandes argumentos detrás de la continuidad de un dólar fuerte:
* Repatriación de capitales: se estima en más de 1 billón de dólares la inversión en el exterior, deuda y bolsas, de los inversores estadounidenses en los últimos cinco años. Inversión que ya estamos observando como vuelve al dólar a medida que aumenta la aversión al riesgo
* Reducción del déficit por cuenta corriente en EEUU: nosotros estimamos que podría caer en 2009 hasta niveles de 3,3% del PIB. Es cierto: sigue siendo demasiado elevado. Pero el dólar ya habría cumplido con su papel para corregirlo, cuando en estos momentos una mayor caída del dólar podría llevar a tensionar aún más la ya deteriorada relación comercial internacional. Precisamente, una de las prioridades del G20 fue descartar una vuelta al proteccionismo. Ahora simplemente hay que ponerlo en la práctica
* Diferencial de tipos: los tipos de interés en EEUU, oficiales y mercado, se mantienen bajos pero con un importante descenso en el diferencial con respecto al de otros países. El caso más llamativo ha sido el euro, con diferencial negativo en la deuda a 10 años. Ayer el presidente del Buba auguraba tipos de interés oficiales cercanos al 2% (¿por debajo quizás?) en 2009 en un contexto de moderación de la inflación. Sinceramente, a la Fed le queda mucho menos margen para mover sus tipos de interés oficiales.
* La confianza en la flexibilidad y el papel de la economía norteamericana. Sí, parece evidente que sólo la recuperación demanda en EEUU puede volver a retomar un escenario de crecimiento mundial en los próximos años. Las medidas establecidas por sus autoridades, criticables o no, ciertamente suponen una apuesta valiente la recuperación. El mercado, los inversores necesitan confiar en que esto se va a producir.
Sin duda, la fuerte apreciación experimentada por el dólar después del verano ha comenzado a ofrecer señales de agotamiento. Consolidación sería la palabra adecuada. Pero esto no significa que pueda perder terreno ganado, cuando más bien supone afianzarlo. En el fondo, las críticas internacionales para el mercado de divisas se centran más bien en su volatilidad y no la fuerte subida del dólar. De esta forma, consolidar es totalmente compatible con una moderación de la volatilidad, su comportamiento reciente no debería levantar suspicacias. Sin duda, su continuidad pasaría por un ajuste más ordenado al alza de la moneda norteamericana. Y como ya he comentado antes, las autoridades internacionales estarán dispuestas a facilitarlo.
Por cierto, hoy será un día interesante para valorar precisamente los flujos de repatriación hacia el dólar. Conoceremos los flujos crossborder entre mercados financieros correspondientes a septiembre publicados por el Tesoro (TIC). Esperamos entradas en mercados estadounidenses por un importe superior a los 30.000 millones frente a los 14.000 millones del mes de agosto. Una cifra, por otro lado, inferior al déficit comercial del mismo mes de 56.000 millones. Realmente hasta el mes de junio los flujos de entrada hacia los mercados en dólar superaron con creces el déficit comercial mensual, para quedarse bien por debajo en los últimos tres meses. La caída de la actividad en renta fija privada y la propia caída de los mercados, han podido estar detrás de esta evolución. Veremos.
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Finanzas.com - España/18/11/2008
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