Cómo escapar más rápido de la recesión
Claves americanas
Por Andrés Oppenheimer
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CIUDAD DE MEXICO - Contrariamente a la opinión generalizada de que una posible recuperación económica de Estados Unidos en 2010 se extendería rápidamente a América latina, algunos expertos advierten que la región podría tardar algunos años más en recuperarse, debido a las tensiones políticas que generará el abultado calendario electoral del continente.
Javier Santiso, un destacado economista de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE, el club de los 30 países más ricos del mundo), me hizo notar en una entrevista algo que ha pasado casi inadvertido en la mayoría de los análisis económicos: el posible fin de la recesión en Estados Unidos podría coincidir con el principio de una temporada eleccionaria inusualmente agitada en la región.
Entre 2010 y 2012 se celebrarán 11 elecciones presidenciales, incluidas las de Brasil, México, Colombia, la Argentina y Perú. "Históricamente, las elecciones en América latina han provocado incertidumbre política y nerviosismo entre los inversores locales y extranjeros", me dijo Santiso, citando estudios de la OCDE sobre el impacto de las elecciones en el desempeño económico.
"Incluso si hay una recuperación en Estados Unidos el año próximo, muchos países latinoamericanos podrían demorar dos o tres años en iniciar su recuperación."
Rogelio Ramírez de la O, de la empresa de proyecciones económicas Ecanal, de México, coincide. Me dijo que el nerviosismo preelectoral podría ser mayor esta vez porque la crisis global hará que muchos candidatos critiquen las políticas de libre mercado seguidas por la mayoría de los países de la región durante las dos últimas décadas. "Definitivamente, va a haber más ruido electoral y eso va a retrasar el repunte de la inversión", señaló De la O.
Según un estudio de la OCDE, las principales crisis financieras latinoamericanas de los últimos 15 años sucedieron en años electorales. Es el caso de las crisis financieras mexicanas de 1980 y 1994; de la megadevaluación en Brasil, en 1999, y de la crisis económica argentina de 2001. Hay tres fenómenos recurrentes en las crisis financieras latinoamericanas, según revela el estudio:
Los gobiernos que se van aumentan el gasto público y postergan medidas de costo social, como devaluaciones, lo que frecuentemente obliga a los gobiernos entrantes a tomar medidas de ajuste. "El que sale no quiere ser el que devalúa. Y le transfiere el problema al siguiente", dice Santiso.
Los bancos internacionales tienden a decirles a sus clientes en años preelectorales que posterguen sus inversiones en países latinoamericanos hasta después de la votación presidencial. La OCDE estudió las recomendaciones de 10 grandes bancos internacionales entre 1997 y 2006 y encontró una clara tendencia de recomendaciones negativas en el año que precedió a las elecciones presidenciales. "Los bancos no saben qué va a ocurrir, y entonces recomiendan a sus clientes apartarse del país antes de las elecciones", dice Santiso.
Estas recomendaciones negativas, a su vez, suelen provocar fugas de capitales o caídas de los niveles de inversión en los países latinoamericanos antes de las elecciones, según revela el estudio.
La buena noticia es que, por primera vez, varios países latinoamericanos han logrado evitar esta tendencia al deterioro económico preelectoral, resistiéndose a la tentación de adoptar políticas económicas irresponsables antes de las elecciones. Santiso citó los ejemplos de Chile, Brasil, México y Perú, que no incurrieron en enormes aumentos del gasto público ni en otras medidas irresponsables. "Eso es una señal muy importante, y muy alentadora", dice Santiso. "Al mismo tiempo, debemos tomar en cuenta que las últimas elecciones se realizaron durante un período de bonanza económica."
Evitar la volatilidad
"¿Qué debería hacerse para impedir las recesiones económicas vinculadas con las elecciones?", le pregunté a Santiso. "Ahora que sabemos que los ciclos políticos pueden provocar crisis económicas, tanto los gobiernos como las oposiciones deberían impulsar pactos de credibilidad", dijo Santiso. "Eso sería muy importante para minimizar estos impactos antes de las elecciones."
Mi opinión: estoy de acuerdo. Para pasar a formar parte del Primer Mundo, los países emergentes deberían buscar acuerdos nacionales para dejar atrás la volatilidad preelectoral. Una de las principales definiciones de los países en vías de desarrollo es, precisamente, la frecuencia con la que la inestabilidad política se traduce en volatilidad financiera.
Algunos países, como Chile, Costa Rica y Brasil, se están acercando cada vez más al Primer Mundo gracias a acuerdos tácitos o a promesas explícitas de los principales candidatos presidenciales de adoptar políticas económicas responsables. Para otros países, como México, la Argentina y Perú, estos pactos son aún asignaturas pendientes.
Cuanto más rápido lleguen a "pactos de credibilidad" en torno de políticas de Estado en materia económica, tanto más se convertirán en imanes para las inversiones locales y extranjeras, y tanto más rápido saldrán de la actual recesión mundial una vez se recupere la economía estadounidense.
Por Andrés Oppenheimer
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CIUDAD DE MEXICO - Contrariamente a la opinión generalizada de que una posible recuperación económica de Estados Unidos en 2010 se extendería rápidamente a América latina, algunos expertos advierten que la región podría tardar algunos años más en recuperarse, debido a las tensiones políticas que generará el abultado calendario electoral del continente.
Javier Santiso, un destacado economista de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE, el club de los 30 países más ricos del mundo), me hizo notar en una entrevista algo que ha pasado casi inadvertido en la mayoría de los análisis económicos: el posible fin de la recesión en Estados Unidos podría coincidir con el principio de una temporada eleccionaria inusualmente agitada en la región.
Entre 2010 y 2012 se celebrarán 11 elecciones presidenciales, incluidas las de Brasil, México, Colombia, la Argentina y Perú. "Históricamente, las elecciones en América latina han provocado incertidumbre política y nerviosismo entre los inversores locales y extranjeros", me dijo Santiso, citando estudios de la OCDE sobre el impacto de las elecciones en el desempeño económico.
"Incluso si hay una recuperación en Estados Unidos el año próximo, muchos países latinoamericanos podrían demorar dos o tres años en iniciar su recuperación."
Rogelio Ramírez de la O, de la empresa de proyecciones económicas Ecanal, de México, coincide. Me dijo que el nerviosismo preelectoral podría ser mayor esta vez porque la crisis global hará que muchos candidatos critiquen las políticas de libre mercado seguidas por la mayoría de los países de la región durante las dos últimas décadas. "Definitivamente, va a haber más ruido electoral y eso va a retrasar el repunte de la inversión", señaló De la O.
Según un estudio de la OCDE, las principales crisis financieras latinoamericanas de los últimos 15 años sucedieron en años electorales. Es el caso de las crisis financieras mexicanas de 1980 y 1994; de la megadevaluación en Brasil, en 1999, y de la crisis económica argentina de 2001. Hay tres fenómenos recurrentes en las crisis financieras latinoamericanas, según revela el estudio:
Los gobiernos que se van aumentan el gasto público y postergan medidas de costo social, como devaluaciones, lo que frecuentemente obliga a los gobiernos entrantes a tomar medidas de ajuste. "El que sale no quiere ser el que devalúa. Y le transfiere el problema al siguiente", dice Santiso.
Los bancos internacionales tienden a decirles a sus clientes en años preelectorales que posterguen sus inversiones en países latinoamericanos hasta después de la votación presidencial. La OCDE estudió las recomendaciones de 10 grandes bancos internacionales entre 1997 y 2006 y encontró una clara tendencia de recomendaciones negativas en el año que precedió a las elecciones presidenciales. "Los bancos no saben qué va a ocurrir, y entonces recomiendan a sus clientes apartarse del país antes de las elecciones", dice Santiso.
Estas recomendaciones negativas, a su vez, suelen provocar fugas de capitales o caídas de los niveles de inversión en los países latinoamericanos antes de las elecciones, según revela el estudio.
La buena noticia es que, por primera vez, varios países latinoamericanos han logrado evitar esta tendencia al deterioro económico preelectoral, resistiéndose a la tentación de adoptar políticas económicas irresponsables antes de las elecciones. Santiso citó los ejemplos de Chile, Brasil, México y Perú, que no incurrieron en enormes aumentos del gasto público ni en otras medidas irresponsables. "Eso es una señal muy importante, y muy alentadora", dice Santiso. "Al mismo tiempo, debemos tomar en cuenta que las últimas elecciones se realizaron durante un período de bonanza económica."
Evitar la volatilidad
"¿Qué debería hacerse para impedir las recesiones económicas vinculadas con las elecciones?", le pregunté a Santiso. "Ahora que sabemos que los ciclos políticos pueden provocar crisis económicas, tanto los gobiernos como las oposiciones deberían impulsar pactos de credibilidad", dijo Santiso. "Eso sería muy importante para minimizar estos impactos antes de las elecciones."
Mi opinión: estoy de acuerdo. Para pasar a formar parte del Primer Mundo, los países emergentes deberían buscar acuerdos nacionales para dejar atrás la volatilidad preelectoral. Una de las principales definiciones de los países en vías de desarrollo es, precisamente, la frecuencia con la que la inestabilidad política se traduce en volatilidad financiera.
Algunos países, como Chile, Costa Rica y Brasil, se están acercando cada vez más al Primer Mundo gracias a acuerdos tácitos o a promesas explícitas de los principales candidatos presidenciales de adoptar políticas económicas responsables. Para otros países, como México, la Argentina y Perú, estos pactos son aún asignaturas pendientes.
Cuanto más rápido lleguen a "pactos de credibilidad" en torno de políticas de Estado en materia económica, tanto más se convertirán en imanes para las inversiones locales y extranjeras, y tanto más rápido saldrán de la actual recesión mundial una vez se recupere la economía estadounidense.
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La Nación - Argentina/31/03/2009
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