PODRIDUMBRE
Teodoro Santana
Según el Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE), y comprobado desde satélite, en diez años el boom urbanístico en Canarias ha devorado la décima parte del litoral canario.
Nuestro primer kilómetro de costa ha sucumbido a las maravillas fiscales de la Reserva para Inversiones en Canarias (RIC), cuyos efectos positivos no se ven por ningún lado. Salvo que se considere “positivo” que un puñado de capitostes se engorden más y más y más sus bolsillos a costa de los impuestos que los demás pagamos a punta de salario.
La llamada “moratoria turística” sólo ha servido para desplazar del mercado a los pequeños empresarios y aumentar los lazos, nudos y enredos entre ayuntamientos, cabildos y gobierno autonómico, con ese grupito de grandes capitalistas.
Con los 18.000 millones de euros de la RIC circulando libremente y con la “moratoria” y sus excepciones, hemos asistido al incremento de casos de corrupción urbanística. Los pocos que han salido y los muchos que no.
A su vez, la expansión de las urbanizaciones genera nuevas infraestructuras, tanto comerciales, industriales como de transportes. Y donde no llega la iniciativa privada, lo hacen las instituciones, que hay que licitar, contratar y subvencionar, y hormigonar todo lo hormigonable: tranvías, carreteras, puertos, centrales de gas líquido (y explosivo)…
Lo que sea para generar negocio a los amigos, y si es innecesario mejor (¿innecesarias estas pirámides?). Y el dinero de la RIC (¡impuestos no pagados!) para prestar a las instituciones en forma de deuda pública.
Mientras tanto, misteriosa unanimidad de todo el arco parlamentario en apoyar la RIC, que hay que financiar las campañas electorales. Y la Administración de Justicia considerando normal que algunos llamen directamente a los prebostes políticos para preguntar “qué hay de lo mío”.
Ya lo explicaba Platón: “La justicia no es otra cosa que la conveniencia del más fuerte”. Todo el aparato del Estado como una enorme maquinaria al servicio de unos pocos.
Podemos mirar para otro lado, despreocuparnos, no amargarnos, vivir felices como animalitos. O podemos luchar como seres humanos porque, como decía Joan Baez, “si no peleas para acabar con la corrupción y la podredumbre, acabarás formando parte de ella”. O sea.
(*) Teodoro Santana es Secretario Nacional de UNIDAD DEL PUEBLO
No hay comentarios:
Publicar un comentario