10/7/07

Lo que los medios de comunicación occidentales no quieren que sepamos de Putin

10/07/2007
Conferencia de prensa íntegra con Vladimir Putin en el G8
The Globe and Mail
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Traducido por Germán Leyens, Diana de Horna, Ana María Acosta y Adela del Olmo. Revisado por Horacio Garetto y Caty R.
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Introducción
Ofrecemos a nuestros lectores el texto íntegro de la conferencia de prensa realizada por la flor y nata de la prensa atlantista con el Presidente ruso Vladimir Putin en la reunión del G8 en Alemania el pasado mes de junio, que ha sido silenciada por los medios de comunicación occidentales dominantes y publicada por el sitio presidencial ruso en la Red el 4 de junio de 2007.
Pensamos que esta traducción completa de las palabras y el pensamiento del Presidente de Rusia constituye un imperativo ético, puesto que se trata nada más y nada menos que de registrar en los documentos históricos en nuestra lengua la postura pública de la Federación Rusa frente a la temeraria e imprudente búsqueda de Estados Unidos de la supremacía nuclear, lo que, pensamos, pone en riesgo el precario equilibrio estratégico nuclear y con ello la paz y seguridad mundiales. Por lo que pudiera pasar, veamos quién es quién en esta historia y la responsabilidad de cada uno.- Horacio Garetto.
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Vladimir Putin: ¡Buenas tardes señores y señoras!
Reciban mis calurosos saludos.
Quisiera decir unas pocas palabras al comienzo de nuestro encuentro. Creemos que el foro G8 es un evento útil e interesante que nos permite sincronizar nuestros enfoques ante problemas cruciales relacionados con el desarrollo de la economía global y sobre la agenda internacional. Y eso no simplemente para, diríamos, sincronizar nuestros relojes sino también para coordinar nuestras posiciones, que pueden luego formalizarse en documentos del G8 y más adelante en los documentos de otras organizaciones internacionales, incluyendo a la ONU. Esto ya se ha hecho en el pasado.
Estoy muy contento de ver que los acuerdos a los que llegamos en San Petersburgo el año pasado no se han olvidado. Muchos de esos acuerdos están siendo implementados. Además la presidencia alemana del G8 no ha olvidado los principales puntos de nuestras discusiones en San Petersburgo. Hay una evidencia de lo que discutimos en Rusia en los documentos que ahora se están preparando por expertos y colaboradores. Desde luego, me refiero en primer lugar y sobre todo a la energía. Pero no sólo a eso. También incluye la ayuda al desarrollo, especialmente a los países africanos, incluida la lucha contra las enfermedades infecciosas. Naturalmente, esto también incluye nuestros esfuerzos conjuntos respecto al cambio climático.

Encararemos todo esto y, como ya dije, otros problemas internacionales serios para Europa como los Balcanes y otros asuntos. Y confío en que una discusión abierta y honesta entre socios sobre todos estos problemas –no importa cuán difícil sea resolverlos– será una discusión útil.

Quisiera agradecerles el interés que han mostrado por nuestro trabajo. Y ciertamente no tengo la audacia ni la responsabilidad de hablar en nombre de todos mis colegas del G8, pero estoy dispuesto a explicar con más detalle la posición de Rusia sobre los asuntos que ustedes consideren de interés para el público.

Es todo lo que quería decir al comienzo, no voy a perder tiempo en un monólogo. Les escucho. Empecemos el trabajo.

Der Spiegel: Señor Presidente, parece que Rusia no siente mucho cariño por Occidente. Nuestras relaciones se han deteriorado. Podemos también mencionar el deterioro de sus relaciones con EEUU. ¿Nos acercamos nuevamente a una Guerra Fría?

VP: Difícilmente se puede utilizar la misma terminología en las relaciones internacionales, en las relaciones entre países, que la que se aplica a relaciones entre la gente, especialmente durante su luna de miel o cuando se preparan para ir al Registro Civil.
A lo largo de la historia los intereses han sido siempre el principio organizador de las relaciones entre los estados y en la arena internacional. Y cuanto más civilizadas se hacen esas relaciones más claro queda que los propios intereses deben ser equilibrados con los intereses de los demás países. Y uno tiene que ser capaz de hallar compromisos para solucionar los problemas y asuntos más difíciles.
Una de las principales dificultades de la actualidad es que ciertos miembros de la comunidad internacional están absolutamente convencidos de que su opinión es la única correcta. Y desde luego eso difícilmente lleva a crear la atmósfera de confianza que considero crucial para encontrar soluciones que sean mutuamente aceptables. Para encontrar soluciones óptimas. Sin embargo también pienso que no deberíamos dramatizar nada demasiado. Si expresamos abierta, honrada y directamente nuestras opiniones, no significa que estemos buscando la confrontación. Además estoy profundamente convencido de que todos se beneficiarían si fuésemos capaces de restablecer la discusión honrada y la capacidad de hallar compromisos en la arena internacional. Y estoy convencido de que ciertas crisis que enfrenta actualmente a la comunidad internacional no existirían y no tendrían un impacto tan calamitoso en la situación política interna de ciertos países. Por ejemplo, los sucesos de Iraq no representarían un semejante dolor de cabeza en EEUU. Es el ejemplo más vívido y agudo, pero, sin embargo, quiero que me comprendan. Como recordarán, nos opusimos a la acción militar en Iraq. Y ahora consideramos que si hubiésemos encarado los problemas que nos enfrentaban en la época por otros medios, el resultado habría sido –a mi juicio– mejor de lo que tenemos hoy en día.
Por este motivo no queremos confrontación; queremos entablar el diálogo. Pero queremos un diálogo que reconozca la paridad de los intereses de ambas partes.

Wall Stret Journal: Una continuación de la pregunta anterior. Uno de los problemas recientes más agudos entre Washington y Moscú han sido los planes estadounidenses de instalar elementos de un sistema de defensa de misiles en Europa. Ya que Rusia se opone de modo muy radical a este sistema y la Casa Blanca confirma que seguirá adelante a pesar de ello, la confrontación se hace más pronunciada...

VP: A propósito, ésa es la respuesta a la pregunta anterior. Lo siento. Por favor, continúe.

Wall Street Journal: ... y los otros países que desean participar en este sistema. ¿Qué gana Rusia al oponerse de modo tan feroz a este sistema? ¿Espera que Washington termine por abandonar sus planes de instalar un sistema de defensa contra misiles o tiene otros objetivos puesto que Washington ya ha dicho que no permitirá que Rusia vete este programa?

VP: Comenzaría por el Tratado Adaptado de Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (ACAF). No hemos declarado simplemente que estamos dispuestos a cumplir con el Tratado, como han hecho algunos otros. Lo estamos implementando realmente: hemos removido todas nuestras armas pesadas de la parte europea de Rusia y las hemos colocado detrás de los Urales. Hemos reducido nuestro ejército en 300.000 hombres. Hemos tomado una serie de otros pasos requeridos por el ACAF. ¿Y qué hemos recibido como respuesta? Europa Oriental recibe nuevas armas, establecen dos nuevas bases militares en Rumania y Bulgaria y hay dos nuevas áreas de lanzamiento de misiles -un radar en la República Checa y sistemas de misiles en Polonia-. Y nos hacemos la pregunta: ¿Qué está pasando? Que Rusia se desarma unilateralmente. Si nos desarmamos unilateralmente quisiéramos ver que nuestros socios están dispuestos a hacer lo mismo en Europa. Y al contrario, Europa está siendo colmada de nuevos sistemas de armas. No podemos dejar de preocuparnos.
¿Qué deberíamos hacer en esas circunstancias? Por supuesto hemos declarado una moratoria.
Esto se aplica al sistema de defensa de misiles. Pero no sólo al propio sistema, ya que si este sistema de misiles se instala, funcionará automáticamente con toda la capacidad nuclear de EEUU. Será una parte integrante de la capacidad nuclear de EEUU.
Llamo su atención y la de sus lectores sobre el hecho de que, por primera vez en la historia –y quiero subrayar esto–, hay elementos de la capacidad nuclear de EEUU en el continente europeo. Y simplemente cambia toda la configuración de la seguridad internacional. Es el segundo aspecto.
Finalmente, en tercer lugar, ¿cómo lo justifican? Con la necesidad de defenderse contra misiles iraníes. Pero esos misiles no existen. Irán no tiene misiles con un alcance de 5.000 a 8.000 kilómetros. En otras palabras, nos quieren convencer de que necesitan defenderse de algo que no existe. ¿Piensan que esto tiene cierta gracia? Pero sólo sería gracioso si no fuera formulado como lo hacen. No nos satisfacen las explicaciones que escuchamos. No hay ninguna justificación para la instalación de un sistema de defensa de misiles en Europa. Nuestros expertos militares creen ciertamente que este sistema afecta el territorio de la Federación Rusa delante de los Urales. Y por cierto tenemos que reaccionar ante este hecho.
Y ahora quisiera dar una respuesta definitiva a su pregunta: ¿Qué queremos? Ante todo, queremos que nos escuchen, que comprendan nuestra posición. No excluimos que nuestros socios estadounidenses puedan reconsiderar su decisión. No imponemos nada a nadie. Pero procedemos partiendo del sentido común y pensamos que todos los demás también deben utilizar su sentido común. Pero si eso no tiene lugar, nos absolveremos de la responsabilidad por nuestras represalias, porque no somos nosotros quienes iniciamos lo que ciertamente se convierte en una nueva carrera armamentista en Europa. Y queremos que todos comprendan de modo muy claro que no vamos a ser los responsables de esa carrera armamentista. Por ejemplo, cuando tratan de responsabilizarnos en conexión con nuestros esfuerzos por mejorar nuestras armas nucleares estratégicas. No fuimos nosotros los que empezamos con el retiro del Tratado prohibitivo de Misiles Antibalísticos. ¿Pero qué respuesta dimos cuando discutimos este problema con nuestros socios estadounidenses? Dijimos que no teníamos los recursos ni el deseo de establecer un sistema semejante. Pero como profesionales ambos comprendemos que un sistema de defensa de misiles a un lado y ningún sistema semejante al otro, crea una ilusión de seguridad y aumenta la posibilidad de un conflicto nuclear.
Hablo de un modo puramente teórico –esto no tiene una dimensión personal-. Es destruir el equilibrio estratégico en el mundo. A fin de restaurar ese equilibrio sin establecer un sistema de defensa de misiles, tendremos que crear un sistema para superar la defensa de misiles; y es lo que estamos haciendo ahora.
En ese momento nuestros socios dijeron: “no hay nada malo, no somos enemigos, no vamos a trabajar el uno contra el otro”. Destacaríamos que les respondemos simplemente: “Les advertimos, hablamos al respecto, ustedes nos respondieron de una cierta manera. Así que estamos haciendo lo que dijimos que haríamos.” Y si ellos colocan un sistema de defensa de misiles en Europa –y se lo advertimos hoy– habrá represalias. Tenemos que garantizar nuestra seguridad. No somos los propugnadores de este proceso.
Y por último, de nuevo no quisiera que cayeran en la ilusión de que nos hemos cansado de alguien. Pero a veces pienso en mi interior: ¿Por qué hacen todo eso? ¿Por qué nuestros socios estadounidenses tratan de un modo tan obstinado de desplegar un sistema de defensa de misiles en Europa cuando –y es perfectamente obvio– no es necesario para defenderse contra misiles iraníes ni –y es aún más evidente– norcoreanos? (Todos sabemos dónde está Corea del Norte y el alcance que requerirían esos misiles para poder llegar a Europa). Así que es evidente que es algo que no va contra ellos y es evidente que no va contra nosotros porque es obvio para todo el mundo que Rusia no se prepara para atacar a nadie. ¿Por qué entonces? ¿Será tal vez para asegurarse de que tomemos esas represalias? ¿Y para impedir un mayor acercamiento entre Rusia y Europa? Si fuera el caso (y no afirmo que así sea, pero es una posibilidad), entonces creo que sería un error más porque no es la manera de mejorar la paz y seguridad internacionales.

Der Spiegel: Una breve pregunta adicional: ¿Estaría dispuesto a considerar el despliegue de un sistema de defensa de misiles ruso similar en algún sitio cerca de EEUU, por ejemplo en Cuba?

VP: Sabe, iba a hablar de eso, pero usted lo dijo antes. No planeamos nada semejante y, como es bien conocido, sólo hace poco desmantelamos nuestras bases en Cuba. Al mismo tiempo que los estadounidenses construyen nuevas en Europa, Rumania y Bulgaria. Las desmantelamos porque después de la caída de la Unión Soviética nuestra política exterior cambió mucho ya que la propia sociedad rusa cambió. No queremos confrontación, queremos cooperación. Y no necesitamos bases cerca de nadie y no planificamos nada de ese tipo. Es lo primero.
Segundo. Básicamente, los sistemas modernos de armas, normalmente, no precisan de tales bases. Son generalmente decisiones políticas.

Nikkei: Soy aquí el único representante de Asia. Quisiera preguntar sobre su política asiática. ¿Cuál es su posición general hacia los países asiáticos?
Es posible que no le guste la pregunta pero tengo que preguntar a pesar de eso respecto a los Territorios del Norte y la disputa entre Japón y Rusia. Acabo de ser informado por colegas de Tokio de que Japón y Rusia van a celebrar una cumbre el 7 de junio de 2007. Y es seguro que el primer ministro Abe va a presentar el tema de los Territorios del Norte. Ya ha dicho de modo muy claro que quiere tomar una decisión final sobre este tema con usted, señor Putin. Y eso significa que antes del fin de su período usted tendrá que encarar este problema de alguna manera. ¿Cuál es su reacción ante sus intenciones políticas?

VP: Como usted sabe, una parte importante del territorio ruso está en Asia. El continente asiático se desarrolló de modo extremadamente rápido y nos interesa mucho, especialmente en términos económicos. No es sólo interesante porque tenemos muchos recursos energéticos, algo de lo que carecen los países asiáticos, y por ello la posibilidad de cooperar en el sector de la energía. También hay posibilidades más amplias de cooperación. Creemos que tenemos cosas de las que hablar y sitio para cooperar en el sector de la alta tecnología. Esperamos que esta cooperación nos ayude a desarrollar la parte asiática de Rusia. Durante los últimos 15 años hemos tenido dificultades en esa región, incluyendo la despoblación de esos territorios. Ahora estamos adoptando programas para desarrollar esas regiones rusas y tenemos la intención de prestarles la mayor atención posible. Todo esto está asociado con nuestro interés en nuestros socios asiáticos.
Probablemente usted sabe que nuestro comercio, tanto con China como con Japón, está creciendo. Pienso que el año pasado creció en casi un 60%. Inversionistas japoneses vienen al mercado ruso y no sólo en el Lejano Oriente, también en la parte europea de Rusia. Saludamos ese interés en desarrollar la cooperación entre nuestros países.
En cuanto a las llamadas “islas en disputa” que usted mencionó, no las consideramos en disputa porque esta situación fue el resultado de la Segunda Guerra Mundial y fue confirmado en el derecho internacional y en documentos internacionales. Pero comprendemos los motivos de nuestros socios japoneses. Queremos descartar todos los alegatos del pasado y buscar un camino hacia adelante sobre este tema junto con Japón.
Quisiera señalar que mi propia impresión es que recientemente ha habido menos retórica sobre este tema y la discusión se ha hecho más seria y profunda. Lo celebramos. Y quisiera decir una vez más que incluso la Unión Soviética mostró mucha flexibilidad respecto a este problema en su época y que en 1956 firmó una declaración según la cual dos islas permanecerían dentro de la Unión Soviética y dos irían a Japón. El Consejo Supremo ratificó esa declaración, como lo hizo Japón. Y en realidad el documento debería haber entrado en vigor. Pero nuestros socios japoneses renunciaron repentinamente al documento a pesar de que ya lo habían ratificado. Sobra decir que en condiciones semejantes es difícil encontrar una solución mutuamente aceptable. Sin embargo estamos decididos a trabajar con ustedes en la búsqueda de una. Y espero reunirme con mi colega japonés en Heiligendamm. Espero que podamos hablar sobre ese asunto especialmente en vista de que no se han detenido las consultas a nivel de trabajo, de expertos. Al contrario, se han intensificado recientemente.

The Times: En la actualidad los medios británicos están sobre todo interesados en dos temas relacionados con Rusia. El primero es el caso Litvinenko. Y el segundo es la experiencia de BP y Shell en Rusia.
Quisiera hacerle dos preguntas. Primero, ¿existen circunstancias bajo las cuales Rusia aceptaría el pedido británico de extraditar a Lugovoi?
Y la segunda pregunta. A la luz de la experiencia de BP y Shell en Rusia ¿deberían invertir las compañías británicas en Rusia?

VP: ¿Existen circunstancias bajo las cuales Rusia extraditaría a Lugovoi? Existen. Habría que modificar la Constitución de la Federación Rusa. Es lo primero.
Segundo. Incluso si la Constitución se fuese a modificar se necesitarían, desde luego, razones válidas para hacerlo. Sobre la base de la información que he recibido del Fiscal General, la parte británica todavía no nos ha suministrado suficientes motivos para hacerlo. Existe una solicitud de extradición del señor Lugovoi, pero no hay materiales que documenten los motivos por los que deberíamos hacerlo. Como dicen los diplomáticos, esa solicitud no tiene sustancia: no está apoyada por los materiales que constituyen la base sobre la cual nuestros colegas británicos nos solicitaron la extradición de Lugovoi.
Finalmente el tercer punto. Como usted sabe, existe una investigación criminal de la muerte de Litvinenko en Gran Bretaña. Y si nuestras agencias de cumplimiento de la ley reúnen suficiente evidencia para llevar a alguien ante un tribunal, si hay suficiente material en conexión con algún ciudadano de la Federación Rusa para llevar esa evidencia ante el tribunal, ciertamente se hará. Y espero sinceramente que nuestros colegas británicos nos ayuden efectivamente. No sólo solicitando la extradición de Lugovoi sino enviándonos suficiente evidencia para que presentemos el caso a un tribunal. Lo haremos en Rusia y condenaremos a cualquier persona que sea culpable del asesinato de Litvinenko.
Y ahora en cuanto a la solicitud en sí. Tengo sentimientos encontrados sobre esa solicitud. Si la gente que envió esa solicitud no sabía que la Constitución Rusa prohíbe la extradición de ciudadanos rusos a países extranjeros, se debería cuestionar su nivel de competencia, por cierto. En general los jefes de agencias de cumplimiento de la ley de tan alto nivel deberían saberlo. Y si no lo saben, su lugar no está en las agencias de cumplimiento de la ley sino en otro sitio. En el parlamento, por ejemplo, o en el periodismo. Pero por otra parte, si lo sabían e hicieron esa solicitud a pesar de todo, entonces no pasa de ser un truco publicitario. En otras palabras, se puede considerar este problema de cualquier manera pero en todos los casos se ve estupidez. Y no veo ningún aspecto positivo en lo que han hecho. Si no lo sabían son incompetentes y dudamos de lo que han estado haciendo. Y si lo sabían y lo hicieron a pesar de todo entonces es pura política. Las dos opciones son malas.
Un último punto. Pienso que cuando el gobierno británico permitió que una cantidad importante de criminales, ladrones y terroristas se reuniera en Gran Bretaña, creó un entorno que pone en peligro las vidas y la salud de los ciudadanos británicos. Y toda la responsabilidad por ello está del lado británico.
Shell. Quisiera aclarar el tema. ¿En qué está interesado respecto a Shell y BP? ¿En Shell en Sakhalin, es así?

The Times: Sí, es una pregunta sobre Sakhalin, sobre el permiso de BP. ¿Será necesario que renuncien a ese permiso o podrán conservarlo a pesar de todo?

VP: ¿Ha visto el acuerdo original? ¿Lo ha leído alguna vez?

The Times: Sí.

VP: ¿Le gustó lo que estaba escrito? Sabe, es un tratado colonial que no tiene absolutamente nada que ver con los intereses de la Federación Rusa. Sólo puedo lamentar que a comienzos de los años noventa los funcionarios rusos permitieran que incidentes semejantes tuvieran lugar, incidentes por los cuales deberían haber ido a la prisión. La implementación de ese tratado resultó una situación en la cual, durante mucho tiempo, Rusia permitió que sus recursos naturales fueran explotados y no recibió nada a cambio. Casi nada. Pero si nuestros socios hubieran cumplido correctamente sus obligaciones, ciertamente no habríamos tenido una posibilidad de rectificar la situación. Pero son culpables de la violación de leyes medioambientales y ese es un hecho generalmente aceptado que se basa en datos objetivos. Y tengo que decir que ni siquiera nuestros socios lo niegan. Expertos medioambientales han corroborado esa evidencia. A propósito, Gazprom recibió varias proposiciones de sus socios para unirse aún antes al proyecto, antes de cualquier escándalo ecológico, pero se negó a hacerlo. Pero después de los problemas medioambientales y la amenaza de multas, creo que el ingreso de Gazprom simplemente salvó el proyecto.
Y finalmente, un último punto. Gazprom no actuó simplemente como resultado de nuestra presión y se apoderó de algo. Gazprom pagó una inmensa suma de dinero para ingresar en el proyecto (8.000 millones de dólares). Es un precio de mercado. Y, que yo sepa, los socios que trabajaban en el proyecto se sintieron satisfechos porque se estaba cumpliendo con todos los términos y condiciones del tratado y nadie cuestiona el propósito de ese tratado. Nuestros socios extranjeros están recibiendo todos los recursos que esperaban recibir de este proyecto. Y pienso que es un buen ejemplo de cooperación y de nuestra responsabilidad incluso ante situaciones que se presentaron a comienzos de los años noventa, situaciones que eran claramente intolerables desde el punto de vista legal.
En cuanto a BP, usted sabe que todo país tiene ciertas reglas sobre el trabajo en su subsuelo. Esas reglas también existen en Rusia. Si alguien cree que no necesita respetar esas reglas en Rusia, se equivoca. Y eso no tiene que ver sólo con BP. Si usted se refiere al depósito de Kovyktinskoye –y evidentemente está pensando en eso– además de BP hay también compañías rusas participando en el proyecto. Y eso no sólo afecta a BP sino también a la compañía del señor Wechselberg y a la del señor Potanin. Son todos residentes económicos rusos. Y por ese motivo el asunto no se limita a BP, a un socio extranjero, sino a todos los accionistas que están comprometidos con el desarrollo de ese depósito y, por desgracia, no han cumplido con los términos de su permiso. No han comenzado todavía a desarrollarlo. Según las condiciones del permiso ya deberían haber comenzado con la extracción el año pasado. Y no sólo haber comenzado sino haber extraído una cierta cantidad de gas. Por desgracia no lo han hecho.
Y se puede encontrar una inmensa cantidad de razones para esto, incluyendo que era necesario formar parte de un sistema de gasoductos. Pero ellos ya lo sabían cuando solicitaron el permiso. Conocían esos problemas y las limitaciones potenciales. Y a pesar de eso lo hicieron y consiguieron un permiso. Ni siquiera voy hablar de cómo obtuvieron ese permiso. Dejaremos que pese sobre la conciencia de los que lo hicieron a principios de los años noventa.
Pero quisiera llamar su atención sobre el hecho de que las reservas de gas en el campo ascienden a unos 3 billones de metros cúbicos. Para comprender el volumen y la importancia para Rusia, se podría decir que es equivalente a casi todas las reservas de Canadá. Pero si los participantes en el consorcio no hacen nada para utilizar su permiso, ¿cuánto tendríamos que esperar?
Obviamente, el Ministerio de Recursos Naturales planteó la cuestión de la posibilidad del retiro del permiso. Como puede ver, aunque las negociaciones continúan, no sé cómo terminarán. No sé que decisión tomarán el Ministerio de Recursos Naturales y los accionistas de la compañía. Digo deliberadamente los accionistas de la compañía porque si usted se refiere a la compañía BP, y no sólo a la parte rusa de la compañía que se preparaba para desarrollar el depósito de Kovyktinskoye, entonces sus depósitos están aumentando en gran medida o de manera considerable a escala mundial. Si usted habla con los directivos anteriores o actuales de BP, lo confirmará.
Además, el 25 por ciento de los ingresos de BP proviene de sus actividades en la Federación Rusa. Acogemos con beneplácito la participación de la compañía en la economía rusa y seguiremos apoyando y ayudando a las compañías, pero queremos que sus actividades se ejecuten en el marco de la legislación vigente.

Kommersant: Vladimir Vladimirovich, a mi juicio, últimamente, las relaciones de Rusia con Occidente se están desarrollando a una velocidad catastrófica. Si usted las examina verá que todo anda muy mal, de mal en peor: el diálogo sobre la energía se ha detenido, nadie habla siquiera de la Carta Energética, la carrera armamentista continúa. Usted mismo lo reconoce. Ayer dijo que sí, que se está desarrollando una carrera armamentista. Usted empleó precisamente esas palabras. Además, en su vocabulario hay una nueva palabra que antes no estaba: la palabra imperialismo. Esa es una palabra de la era soviética. El imperialismo estadounidense y el militarismo israelí son términos que, usted debe recordar, sólo fueron refutados por las iniciativas de paz soviéticas, en la misma medida en que ahora son rebatidos por las iniciativas de paz rusas. Quisiera preguntar: ¿No cree que es posible hablar sobre ciertos arreglos, incluso llegar a soluciones de avenencia para tratar de atraer ocasionalmente la atención de la opinión pública en Europa, en Estados Unidos y, finalmente, en Rusia? ¿No cree usted que la situación actual no nos conduce a ningún sitio, que incluso se agudiza aún más con la carrera armamentista y nuestros misiles? ¿Qué fin se persigue?

VP: Sinceramente considero que se trata de una pregunta muy extraña e imprevista. En realidad se está desarrollando una carrera armamentista. Bueno, ¿fuimos nosotros quienes nos retiramos del Tratado ABM (Tratado sobre la limitación de los sistemas de proyectiles antibalísticos)? Debemos reaccionar ante la actuación de nuestros asociados. Ya les dijimos hace dos años: “No lo hagan, no tienen porqué hacerlo. ¿Qué están haciendo? Están destruyendo el sistema de seguridad internacional. Deben comprender que nos están obligando a tomar represalias. Ellos respondieron: “Está bien, no hay problema, continúen. No somos enemigos. Hagan lo que quieran” Creo que esa respuesta se basaba en la ilusión de que Rusia no tendría con qué responder. Sin embargo les advertimos, pero no nos escucharon. Luego supimos que estaban desarrollando armas nucleares de baja potencia y siguen desarrollando ese tipo de armamento. Entendemos que en las rocas donde se esconde Bin Laden pudiera ser necesario, digamos, destruir algunos de sus refugios. Sí, probablemente existe un objetivo de esa índole.
No obstante, tal vez sería mejor buscar otros medios de resolver el problema en lugar de crear armas nucleares de baja potencia, reducir el umbral para utilizar las armas nucleares y, por consiguiente, poner a la humanidad al borde de una catástrofe nuclear. Sin embargo, ellos no nos escuchan. Estamos diciendo: No desplieguen armas en el espacio. No queremos hacer eso. Pero siguen. “Quien no está con nosotros está contra nosotros”. ¿Qué es eso? ¿Es un diálogo o la búsqueda de un arreglo? En conjunto, el diálogo puede resumirse de la manera siguiente: Quien no está con nosotros, está contra nosotros.
Hablé sobre la forma en que aplicamos el ACAF (Tratado sobre Fuerzas Armadas Convencionales en Europa). De hecho lo hemos aplicado; yo no estaba inventando nada. Hay grupos de inspección que vienen, van a los emplazamientos, nuestros asociados occidentales inspeccionan y ven todo. Aplicamos el Tratado. En respuesta, tenemos bases y un sistema de defensa antimisiles en Europa. Entonces, ¿qué deberemos hacer?
Usted habló de la opinión pública. En Rusia, la opinión pública está a favor de garantizar nuestra seguridad. ¿Ve usted por algún lado la existencia de público que sea partidario de la idea de que debemos desarmarnos unilateralmente, y luego, quizás, también, para complacer a gente como Zbignew Brzezinski, además deberíamos dividir nuestro territorio en tres o cuatro partes?
Si realmente existiera esa clase de público, discutiría con él. No me eligieron Presidente de Rusia para poner a mi país al borde del desastre. Si este equilibro mundial finalmente se rompe, entonces no sólo será una catástrofe para Rusia, sino también para el mundo entero.
Algunas personas tienen la ilusión de que uno puede hacerlo todo de la forma que quiere independientemente de los derechos de otras personas. Y es precisamente por esta razón por lo que la situación internacional empeora y, como usted señaló, a la larga, da lugar a una carrera armamentista. Sin embargo nosotros no somos los instigadores. No queremos una carrera armamentista. ¿Por qué íbamos a querer desviar recursos a ese fin? No estamos comprometiendo nuestras relaciones con nadie, pero debemos responder.
Mencione por favor al menos una medida que hayamos tomado o una acción que hayamos emprendido con miras a empeorar la situación. Ninguna. No estamos interesados en eso. Estamos interesados en entablar en toda Rusia un diálogo satisfactorio sobre la atmósfera, el medio ambiente y la energía.
Ya hablamos sobre la forma en que subvencionamos a los países, las ex repúblicas de la Unión Soviética, suministrándoles energía barata durante 15 años. ¿Por qué debíamos actuar de esa manera, dónde está la lógica, qué justifica ese proceder? Subvencionamos a Ucrania durante 15 años con una suma de 3.000 a 5.000 millones de dólares anuales. ¡Piense en eso! ¿Quién más en el mundo hace esto? Nuestras acciones no están politizadas. No son acciones de carácter político.
El mejor ejemplo y prueba de todo esto –me referí a este aspecto en una conferencia de prensa reciente- son los países del Báltico a los que también subvencionamos durante todos esos años. Cuando nos percatamos de que los Estados del Báltico sostenían relaciones económicas honradas con nosotros y estaban dispuestos a llevar a cabo la transferencia hacia precios mundiales, hacia precios europeos, entonces llegamos a una solución intermedia, dijimos: "Muy bien Seguiremos suministrándoles energía a precios con descuento. Acordemos un calendario para emprender la transición a los precios europeos.
Nos pusimos de acuerdo con ellos y firmamos los documentos pertinentes. Al cabo de tres años habían llevado a cabo gradualmente la transición a los precios europeos. Aun considerando el hecho de que no teníamos un acuerdo fronterizo con Letonia y que había una discrepancia política al respecto, hasta el año pasado Letonia recibió gas ruso a bajo precio. En conjunto, el precio del gas que Letonia recibió en 2006 era aproximadamente un tercio más bajo de lo que era, por ejemplo, para Alemania. Pregúntele al Primer Ministro letón y él podrá confirmarlo.
Cuando se suscitó el problema de Ucrania, según nos dijeron, se trataba de una decisión política y nos acusaron de apoyar el régimen de Lukashenko, un régimen que no agrada mucho a los países occidentales. Dijimos: “Escuchen. Ante todo, sencillamente no podemos declarar la guerra contra todos los frentes. En segundo lugar, estamos planeando hacer una transferencia hacia el precio de mercado con todos nuestros asociados. Llegará el momento en que hagamos esto también con Bielorrusia. Así lo hicimos. No obstante, una vez que lo hicimos, comenzaron los comentarios, incluso en los medios occidentales: ¿Qué estamos haciendo allí, por qué estamos perjudicando a la pequeña Bielorrusia? ¿Es esta una actitud justa y admirable hacia Rusia? Cambiamos hacia un régimen de precios con todos los países del Cáucaso: con Georgia, país con el que no tenemos muy buenas relaciones políticas y con Armenia, nación con la que tenemos excelentes relaciones y una alianza estratégica. Sí, hemos oído muchas críticas, incluso de nuestros asociados armenios, pero al final logramos un entendimiento mutuo y encontramos un camino. Esos países no podían pagar todo el precio con activos líquidos y, por ende, están pagando con activos físicos, con activos verdaderos, reales, todo lo cual está formalizado por escrito. Nadie puede acusarnos de politizar estas cuestiones. No estamos dispuestos a gastar enormes sumas de dinero subvencionando las economías de otros países. Estamos dispuestos a desarrollar la integración en el territorio de la ex Unión Soviética, pero deberá ser una integración en pie de igualdad, pero, usted sabe, el acercamiento de esos países a nuestros intereses es creciente y todo el mundo espera cada vez más que no defenderemos esos intereses. Si queremos que prevalezcan el orden y el derecho en el plano internacional, entonces debemos respetar este derecho y los intereses de todos los miembros de la comunidad internacional. Eso es todo.

Kommersant: Cuando mencioné la opinión pública en Rusia, me refería al hecho de que, a mi juicio, la opinión pública en Rusia se opondría enérgicamente a una nueva carrera armamentista después de la que la Unión Soviética perdió.

VP: Yo también estoy en contra de una carrera armamentista. Me opongo a todo tipo de carrera armamentista, pero quisiera señalar a su atención rápidamente algo que dije en el discurso que pronuncié el año pasado [ante la Asamblea Federal]. Hemos aprendido de la experiencia de la Unión Soviética y no nos conducirán a una carrera armamentista que alguien nos imponga. No responderemos de forma simétrica; responderemos con otros métodos y medios no menos eficaces. Esto se denomina respuesta asimétrica.
Estados Unidos está creando un enorme y costoso sistema de defensa antimisiles, que costará muchos miles de millones de dólares. Dijimos: “No. No nos conducirán a una carrera armamentista. Construiremos sistemas que serán mucho más baratos, aunque suficientemente eficaces para superar el sistema de defensa antimisiles y, por tanto, mantener el equilibrio de fuerzas en el mundo”. Procederemos de esa forma en el futuro.
Además quiero señalar el hecho de que, pese a nuestras represalias, el volumen de nuestros gastos de defensa, como porcentaje del PIB, no está creciendo. Dichos gastos representan el 2,7% del PIB y se mantendrán en ese nivel. Estamos planificando el mismo volumen de gastos de defensa para los próximos 5 a 10 años. Esto es plenamente compatible con el promedio de gastos de los países de la OTAN. Esta cantidad no excede de su promedio de gastos de defensa y, en algunos casos, es incluso inferior al de los países de la OTAN. Podemos aprovechar nuestras ventajas competitivas, por ejemplo las capacidades militares-industriales avanzadas y las capacidades intelectuales del personal de nuestro complejo militar. Hay buenos resultados y buen personal. En cualquier caso se han preservado muchas cosas y no escatimaremos esfuerzos no sólo a fin de mantener, sino también de desarrollar este potencial.

Corriere della Sera: Señor Presidente, dos aspectos más sobre el equilibrio estratégico en Europa. Quisiera preguntar si usted considera que el Tratado de las fuerzas nucleares de alcance intermedio (INF) está actualmente en riesgo y si éste podría debilitarse, a juzgar por lo ocurrido al Tratado FACE.
Segundo aspecto. Según dijo, usted no quiere participar en una carrera armamentista. Sin embargo, si Estados Unidos continúa construyendo un escudo estratégico en Polonia y la República Checa, ¿no regresaremos a la situación y los tiempos en que las fuerzas nucleares de la ex Unión Soviética se concentraban en ciudades europeas, en objetivos europeos?

VP: Con toda seguridad. Por supuesto regresaremos a esos tiempos. Es evidente que si parte de la capacidad nuclear de Estados Unidos se sitúa en Europa y nuestros expertos militares consideran que Estados Unidos representa una amenaza potencial, entonces tendremos que tomar las represalias pertinentes. ¿Qué medidas? Naturalmente, debemos tener nuevos objetivos en Europa. Además, determinar precisamente qué medios se utilizarán para destruir las instalaciones que, a juicio de nuestros expertos representan una amenaza potencial para la Federación Rusa, es una cuestión de tecnología.

Corriere della Sera: ¿Y con respecto al Tratado INF?

VP: El Tratado sobre fuerzas nucleares de alcance intermedio es un problema más amplio que no guarda relación directa con el sistema de defensa antimisiles de Estados Unidos.
El asunto en cuestión es que sólo a Estados Unidos y a Rusia se les impide desarrollar misiles de alcance intermedio y entretanto muchos otros países lo están haciendo. Ya hablé sobre esto. Entre esos países cabe citar Israel, Paquistán, Irán y Corea del Norte, entre otros.
Si se tratara de un acuerdo global, entonces es evidente que todos debemos acatarlo. No obstante, cuando casi todos los países del mundo están desarrollando o proyectando desarrollar estos misiles, no comprendo del todo por qué debería haber límites para Estados Unidos o Rusia.
Tenemos acuerdos de no proliferación. Eso está. Estos acuerdos son globales. Eso nos resulta difícil, pero hemos impedido que el mundo adopte medidas que pudieran exacerbar la situación o, ¡Dios nos libre!, acarrear un desastre.
Reitero que estos acuerdos no son globales en lo referente a los misiles de alcance intermedio, de modo que sin duda pensamos en lo que debemos hacer para garantizar nuestra seguridad. Insisto en que muchos países lo están haciendo, incluso nuestros vecinos.
Además quiero recalcar nuevamente que esto no guarda ninguna relación con los planes de Estados Unidos de desplegar un sistema de defensa antimisiles en Europa. Sin embargo, encontraremos respuestas para ambas amenazas.

Le Figaro: Señor Presidente, en la cumbre del G8 usted se reunirá con Sarkozy, el nuevo Presidente de Francia. Usted mantuvo estrechas relaciones de trabajo con el ex Presidente Chirac. ¿Cómo imagina usted el desarrollo de las relaciones entre Rusia y Francia durante la presidencia de Sarkozy, habida cuenta de que Sarkozy está considerado como amigo de Estados Unidos y se prevé que centre su política exterior en los derechos humanos?

VP: Sepa usted que me sentiría muy feliz si alguien se centrara en el problema de los derechos humanos. Acabo de leer el informe de Amnistía Internacional y hay muchas cuestiones que no sólo se aplican a Rusia, sino también a nuestros asociados, incluidos los países miembros del G8. Las críticas son muy severas: cuestiones como las violaciones de los derechos de los medios de comunicación, la tortura, el maltrato a los detenidos por parte de la policía, la legislación sobre emigración. Creo que debemos prestar atención a todas esas cuestiones.
Sólo puedo sentirme feliz si alguien es amigo de Estados Unidos, porque también nos consideramos amigos de Estados Unidos. Digo eso sin exageración, aun cuando tal vez usted encuentre una contradicción teniendo en cuenta el hecho de que ahora estamos analizando con tanta vehemencia problemas como la defensa antimisiles, el Tratado FACE y otros. Tal vez no sea convincente pero es así. Nuestras relaciones eran muy diferentes hace, digamos, 20 o incluso 15 años. Cuando el Presidente de Estados Unidos dice que ya no somos enemigos no sólo le creo, sino que siento lo mismo, porque el asunto no se limita a quién es amigo de quién y qué amistad es más sólida. La cuestión que nos ocupa es cómo fortalecer el sistema de seguridad internacional actual, qué debemos hacer para lograrlo y qué nos lo impide. A este respecto tenemos posiciones diferentes y opiniones distintas. Tenemos un punto de vista, nuestros socios estadounidenses tienen otro.
Por lo que pude apreciar cuando el señor Sarkozy hizo una de sus primeras declaraciones públicas, recalcó que era un verdadero amigo de Estados Unidos. Sin embargo, dijo también que eso no significaba que iban a estar de acuerdo en todo y nuestros amigos tienen que admitir que, en una diversidad de cuestiones, podemos tener nuestras propias opiniones. Acojo esto con satisfacción porque, desde el punto de vista personal, he adoptado exactamente el mismo enfoque. No veo nada inusual en este caso, si expresamos nuestras opiniones y defendemos una posición respecto a una cuestión determinada. ¿En qué sentido es esto inusual?
Con respecto a nuestras relaciones con Francia, éstas son profundas, hay intereses políticos mutuos, intereses comunes. Tenemos posiciones similares en un cúmulo de cuestiones internacionales. Hay una gran cooperación económica y, lo que es más importante, una posible gran cooperación en el futuro. Todo esto sienta bases sólidas para el desarrollo de las relaciones futuras.
Confío en que así será. En cualquier caso, durante la conversación telefónica que sostuve con el nuevo Presidente de Francia, hablamos sobre la forma en que la dirección rusa pretendía llevar a cabo una labor positiva similar. Hemos programado una reunión con el Presidente de Francia en Alemania, en el marco de la cumbre del G8, en la cual llegaremos a conocernos. Creo que estableceremos buenas relaciones personales y de trabajo. En cualquier caso, me gustaría mucho que así fuera y trabajaremos con ahínco para ese fin.

Le Figaro: Permítame hacerle una pregunta sobre el gas. Se refiere al desarrollo del depósito de Shtokman con la compañía Gazprom, que ha decidido desarrollar dicho depósito de manera independiente, sin la participación del consorcio. Además, como usted sabe, esto constituye una prueba del clima de inversiones existente en Rusia. ¿Cree usted que hay alguna posibilidad de que las compañías petroleras occidentales participen en este proyecto?

VP: Gazprom no dijo que no habría consorcio. Sí anunció que desarrollaría el depósito de manera independiente.
Aún hay cuestiones que tenemos que separar. Gazprom será la única promotora y ejercerá la propiedad única, pero ello no significa que Gazprom no tenga la intención de colaborar con asociados extranjeros en esferas como la minería. Además, si nos dedicamos a la licuefacción de gas, entonces Gazprom estará dispuesta a llevar a cabo una cooperación amplia con los asociados extranjeros, incluso en el diseño y la construcción de una planta de licuefacción, distribución y venta de gas.

The Globe and Mail: Siguen corriendo los rumores en el sentido de que Rusia ya no debería ser miembro del G8. Según dicen, su país se está apartando de los valores de la democracia liberal, no ha conseguido aumentar sus logros en materia de libertad política, transparencia, desarrollo de los derechos humanos y así sucesivamente. La gente dice que parte de la economía rusa se ha alejado de los principios de la libre economía, la cual ha vuelto a parar a manos del Estado. De acuerdo con este punto de vista, tal vez ya no pudiera considerarse que su país forme parte de los países industrializados que constituyen el G8. ¿Cuál es su respuesta para esas afirmaciones?

VP: Diría que esta es la estupidez habitual, quizás motivada por el deseo de atraer la atención, tal vez de alcanzar algunos objetivos políticos, agravar problemas o atraer especial atención hacia estas cuestiones. Nosotros no pedimos ingresar en el G8. Se nos hizo un ofrecimiento y nos complace sobremanera ser miembros de ese grupo.
Como usted sabe, Rusia está cambiando continuamente y con gran rapidez. En términos económicos, en la actualidad ocupamos el noveno lugar en el ámbito mundial y, de acuerdo con algunos indicadores, hemos superado a algunos países miembros del G8.
Rusia tiene enormes reservas monetarias y de oro que ocupan el tercer lugar del mundo. Rusia tiene políticas macroeconómicas sólidas que influyen en el mercado financiero mundial. Tal vez en la actualidad esa influencia no es muy significativa pero no deja de ser importante.
Rusia es uno de los principales actores en la política energética internacional. El año pasado dije que Rusia había tomado la delantera al pasar a ocupar el primer lugar como país productor de petróleo. Además durante mucho tiempo se nos ha considerado como el mayor productor de gas natural. El papel y la importancia de Rusia en el sector energético aumentan y seguirán aumentando.
En definitiva, Rusia es una de las más grandes potencias nucleares. Por lo demás, no nos olvidemos de que Rusia es uno de los miembros fundadores de las Naciones Unidas y miembro permanente del Consejo de Seguridad.
Si alguien quiere convertir al G8 en un club exclusivo para unos pocos miembros, que tratarán de resolver entre sí, creo que el resultado no será en absoluto satisfactorio.
Al contrario, en la actualidad examinamos la idea de ampliar el club del G8 con vistas a incorporar a otros países más sistemáticamente, a saber, China, India, Brasil, México y la República de Sudáfrica.
Hay afirmaciones similares sobre Gran Bretaña, Francia o la República Federal de Alemania. Lo mismo podría ser válido para Rusia. Sin embargo no olvidemos que otros países miembros del G8 no han experimentado las notables transformaciones que se han producido en la Federación Rusa. No han enfrentado una guerra civil como la que, de hecho, nosotros tuvimos en el Cáucaso.
No obstante hemos preservado muchos de los llamados valores comunes aún mejor que algunos otros países miembros del G8. Pese a los graves conflictos que tuvieron lugar en el Cáucaso, no hemos abandonado nuestra moratoria relativa a la pena de muerte. Como sabemos, en algunos países miembros del G8, esta condena se aplica sistemática y rigurosamente.
De modo que creo que, por supuesto, esos debates son posibles, pero estoy seguro de que no tienen una justificación seria.
Permítanme reiterar que, hasta donde sé, la presidencia alemana del G8 quiere formular reglas que rijan las transacciones con algunas de las principales economías del mundo de forma permanente. Ya enumeré a esos países y con seguridad podemos apoyar a nuestros asociados alemanes. A mi juicio, esta iniciativa es absolutamente válida.

The Globe and Mail: Una pregunta adicional. Usted habló de los problemas de un mundo unipolar. ¿Ha analizado usted la posibilidad de crear algún tipo de alianza, algunas relaciones formales entre los países, que podrían considerarse como un polo alternativo en el sistema de relaciones internacionales?

VP: En mi opinión eso sería un callejón sin salida, la forma errónea de abordar el desarrollo. Abogamos por un mundo multipolar. Creemos que ese mundo debe ser diverso y respetar los intereses de la inmensa mayoría de la comunidad internacional. Debemos crear esas normas y aprender a respetarlas.

Der Spiegel: Señor Presidente, sepa que el ex canciller de Alemania Federal, Gerhard Schroeder, lo calificó a usted como un “demócrata puro”. ¿Considera que lo es?

VP: (risas) ¿Que si soy un “demócrata puro”? Por supuesto que lo soy. Sin ninguna duda. Pero, ¿sabe usted cuál es el problema? Ni siquiera el problema, peor, ¿una verdadera tragedia? El problema estriba en que estoy completamente solo, soy el único de mi especie en todo el mundo. Analice lo que está sucediendo en Estados Unidos, es sencillamente terrible: tortura, personas sin hogar, Guantánamo, gente detenida sin juicio e investigación.
Analice lo que está ocurriendo en Europa: El trato cruel a los manifestantes, balas de goma y gases lacrimógenos se utilizaron por primera vez en una capital y luego en otra, los manifestantes son asesinados en las calles; todo ello sin siquiera mencionar la región después de la era soviética. Sólo los ucranianos seguían dando alguna esperanza, pero ahora están completamente desacreditados y todo apunta hacia una tiranía total, la violación total de la Constitución y las leyes y así sucesivamente. No hay con quien hablar desde que murió Mahatma Gandhi.

Der Spiegel: ¿Su país retrocede hacía un régimen totalitario?

VP: Eso no es cierto. No crea lo que oiga.

Der Spiegel: Usted tenía relaciones muy estrechas con Gerhard Schroeder. ¿Cree que Angela Merkel se inclina más a procurar establecer relaciones con Estados Unidos que con Rusia?

VP: Todas las personas y todos los políticos escogen su propio estilo de comportamiento y establecen sus prioridades. No tengo la impresión de que nuestras relaciones con Alemania se hayan agravado. Pese a mis buenas relaciones con Gerhard Schroeder, puedo decir que también he entablado relaciones muy buenas y prácticas con la señora Merkel. Sí, ella muestra más persistencia en algunos aspectos.
Por ejemplo, se siente muy feliz de luchar por la carne polaca. Como ya dije, no quiere comerla: todos sabemos que en Berlín fue confiscada una entrega de carne polaca. Sin embargo, con respecto a cuestiones clave, las cuestiones de principio, no existen problemas entre nosotros que pudieran interferir en el desarrollo de los vínculos entre nuestros países. Tenemos relaciones muy pragmáticas y coherentes y en lo tocante a las relaciones con Rusia, vemos que hay continuidad con respecto a la política del gobierno anterior.

Kommersant: Vladimir Vladimirovich, tal vez se trata de una cuestión de carácter más local que específico, no obstante, creo que el asunto es importante. En los últimos días, nuestro periódico ha venido escribiendo sobre el hecho de que, hace dos días, el Servicio Federal de Aduana prohibió que se sacaran del país los materiales biológicos. Es muy sencillo no permitir que los saquen del país.

VP: ¿Cuáles son esos materiales biológicos?

Kommersant: Muestras de materiales biológicos, como muestras de sangre, trozos de tejido humano, materiales necesarios para realizar análisis de calidad en Occidente, donde hay bases de datos a gran escala. Esto es necesario a fin de establecer el diagnóstico más exacto de las personas de Rusia que tienen, por ejemplo cáncer, y en última instancia, para poder operarlos y ayudarlos. Sin embargo, el servicio de aduana no permite sacar esas muestras del país. Se divulgan muchas explicaciones en cuanto a la razón por la que eso es así, pero los hechos siguen siendo hechos. Hoy el Servicio Federal de Aduanas incluso emitió una declaración, en la que dice que pronto se elaborarán normas sobre el particular. No obstante, en la actualidad se prohíbe sacar las muestras del país. ¿Cuál es su opinión al respecto?

VP: Me resulta difícil dar una opinión exacta porque no sé mucho sobre la materia. Creo que no se deberían formular normas y que el Ministerio de Salud debería participar en esta labor. Según dijo esas muestras se envían al exterior a fin de ayudar a la gente, pero en este caso, mi pregunta es: ¿A quiénes ha ayudado este procedimiento y realmente qué ayuda han recibido? ¿Hay estadísticas? No tengo esas estadísticas y, en conjunto, tengo mis dudas en cuanto a si alguien ha recibido ayuda específica como resultado del envío de muestras biológicas al exterior.

Kommersant: Hoy día, obtener un diagnóstico correcto es una forma de ayuda, y las bases de datos internacionales son las que se utilizan para establecer el diagnóstico correcto.

VP: ¿Dónde está ese diagnóstico? Muéstrenme estadísticas que prueben que alguien ha recibido el diagnóstico correcto como resultado de ese trabajo.

Kommersant: Podemos mostrarle esas estadísticas.

VP: Entonces envíenmelas. Sin embargo, se debería cooperar con el Ministerio de Salud en este sentido. Todos los países tienen normas sobre cuestiones como el envío al exterior de los órganos, los tejidos y así sucesivamente. Se trata de una cuestión delicada y cualquier país civilizado debería adoptar normas a ese respecto; Rusia también. No conozco todos los detalles de esta cuestión, pero se instituirán normas y todos trabajaremos en este marco.

Kommersant: ¿Tal vez se podría abrir la frontera nuevamente mientras se redacten las normas? ¿Tal vez se podrían seguir aplicando las normas anteriores durante este período?

VP: No hay normas anteriores. Si hubiese habido un conjunto de normas, se podría decir si han tenido lugar o no violaciones, pero sencillamente no había un conjunto de normas. Ahora es preciso que adoptemos medidas para corregir esta situación y los especialistas del Ministerio de Salud deben participar en esta labor y establecer su posición.

Nikkei: Los asiáticos ven a Rusia desde el prisma de las relaciones con Estados Unidos y Europa. Creo que debemos analizar a Rusia directamente como una nación asiática porque es un país grande y una parte considerable de su territorio se encuentra en Asia. Ahora bien, vemos que en Asia el crecimiento económico marcha a un ritmo que habría sido difícil de imaginar en el pasado.
Todos los países asiáticos acusan un crecimiento muy rápido. Japón ha entrado en un nuevo período de crecimiento y China, por supuesto, es uno de los países que muestran un crecimiento más acelerado. Conjuntamente con los acuerdos multilaterales, en Asia se han firmado diversos acuerdos bilaterales sobre preferencias comerciales y así sucesivamente. Rusia también muestra un rápido crecimiento económico. ¿Cómo proyecta participar en el dinámico desarrollo de la región asiática y cómo planea trabajar en el grupo sixpartito? ¿Por qué no aprovechar las posibilidades que ofrece la cooperación mediante inversiones como forma de cooperación?

VP: ¿Podría usted especificar a qué grupo sixpartito se refiere?

Nikkei: Me refiero a las conversaciones sixpartitas sobre la solución de la situación imperante en Corea del Norte. Rusia es una de las partes en estas negociaciones, cuyo objetivo es resolver el problema de Corea del Norte. ¿Cómo prevé desempeñar un papel más activo en este proceso?

VP: Estamos participando activamente en las negociaciones sixpartitas sobre el problema nuclear de Corea del Norte. Probablemente usted haya podido apreciar por sí mismo que nuestra posición respecto de esta compleja cuestión es muy productiva y de hecho nuestra posición ha contribuido a lograr resultados positivos en esta región. Siempre hemos considerado que debemos evitar todo lo que pudiera llevar las negociaciones al estancamiento, y debemos tener en cuenta los intereses de Corea del Norte y contribuir a la concertación de acuerdos que todas las partes puedan aceptar. China ha trabajado muy duro, por supuesto, para contribuir al logro de un resultado positivo. Creo que todas las partes en este proceso han mostrado buena voluntad y demostrado que, pese a la gravedad del problema, todas tratan de llegar a un acuerdo y están dispuestas a procurar siempre soluciones de avenencia, que siempre pueden encontrarse. Proseguiremos nuestro trabajo en esta región.
Con relación a Asia en conjunto, ya dije que Asia es una de nuestras prioridades. Colaboraremos con las organizaciones internacionales y en la actualidad participamos en numerosos foros asiáticos y seguiremos participando en su labor.
Respecto a las cuestiones económicas, si consideramos la cuestión energética, uno de los problemas más apremiantes, usted sabe que ya estamos construyendo un oleoducto hacia la costa del Pacífico y estamos analizando la posibilidad de construir también un gasoducto. Se trabaja activamente en los planes con miras a construir un gasoducto hacia China y también hacia la costa del Pacífico.
Asimismo seguiremos colaborando en otros sectores, en el sector de la alta tecnología y en la cooperación técnico-militar.
Desarrollaremos la cooperación multilateral con Asia.

The Times: Tony Blair finalmente decidió apoyar a Gordon Brown para que se convierta en el nuevo Primer Ministro. ¿Cree usted que esa es la decisión correcta? Por su parte, ¿quién le gustaría que fuera el próximo presidente de Rusia?

VP: Si usted está insinuando que se trata de Gordon Brown, con todo el respeto que me merece, es poco probable que él llegue a ser el Presidente de Rusia. (Risas).
La decisión del partido laborista no es asunto nuestro. Sabemos que Gordon Brown es un eminente especialista y espero que si de hecho llega a ser primer ministro, se tendrán en cuenta los resultados obtenidos en los últimos años y podremos fomentar todavía más nuestras relaciones con el Reino Unido. Tenemos muchos intereses comunes en diversas esferas. Tony y yo hemos analizado esta cuestión en muchas ocasiones. Hemos analizado nuestra cooperación y las perspectivas de trabajo conjunto entre los gobiernos de Rusia y Gran Bretaña.
Recuerdo la cálida acogida que me dispensaron cuando hice una visita de estado al Reino Unido. Todas estas cosas tienen muchísimos elementos positivos que pueden ayudarnos a seguir avanzando. En cuanto a las decisiones adoptadas en el seno del Partido Laborista, por supuesto estaremos de acuerdo con su decisión y colaboraremos con nuestros nuevos asociados, independientemente de quienes sean.
En cuanto a Rusia, a diferencia del Reino Unido donde el Primer Ministro se elige en el seno de un partido político, aquí el presidente es elegido por los electores rusos mediante el voto directo y secreto.

The Times: Aun así, ¿qué tipo de persona quisiera ver como presidente, y qué cualidades debería tener?

VP: Quisiera ver, sobre todo, a alguien que sea decente y honrado, alguien con un alto grado de profesionalidad y experiencia, que haya demostrado su valía y alcanzado resultados positivos a nivel regional o federal. En otras palabras, quisiera que sea alguien que pueda inspirar confianza a la gran mayoría de los electores rusos mediante la campaña y el proceso electorales.

Der Spiegel: ¿Esa persona podría ser alguien que ya haya ocupado el cargo de presidente?

VP: En Rusia sólo ha habido un presidente anterior: Boris Yeltsin. Hoy es un día de recuerdo a Boris Yeltsin, pues se cumplen cuarenta días de su deceso. No ha habido otros presidentes de la Federación Rusa. Mi mandato está llegando a su fin. Ni siquiera comprendo a qué se refiere.

Wall Street Journal: Ahora que su mandato está llegando a su fin, ¿cómo quisiera que la historia recuerde su presidencia? ¿Cuáles son los principales logros de su presidencia por los que quisiera ser recordado? En este sentido, ¿con el gobierno de qué líder ruso o mundial quisiera que se comparara su presidencia?

VP: Empezando por el final, ¿por qué hacer comparaciones? La situación en cada período histórico y en cada país siempre es única en su forma, y no veo la necesidad de hacer comparaciones. El tiempo transcurrirá y los especialistas, el público y los expertos evaluarán con objetividad lo que yo pude lograr durante estos ocho años como Presidente de la Federación Rusa.
Creo que hay cosas de las cuales yo y las personas que han trabajado conmigo podemos sentirnos merecidamente orgullosos. Cabe citar la recuperación de la integridad territorial de Rusia, el fortalecimiento del Estado, el progreso hacia el establecimiento de un sistema multipartidista, el fortalecimiento del sistema parlamentario, el restablecimiento del potencial del ejército y, por supuesto, el desarrollo de la economía. Como usted sabe, durante este período, nuestra economía ha venido experimentando un crecimiento del 6,9% anual como promedio y sólo en el primer cuatrimestre de este año nuestro PIB subió el 7,7%.
Cuando empecé mi trabajo en el año 2000, el 30% de nuestra población vivía por debajo del umbral de la pobreza. Desde entonces, ha tenido lugar una gran disminución y en la actualidad la cifra es del 15% aproximadamente. En el período comprendido entre 2009 y 2010, reduciremos esta cifra por debajo del 10% y esto nos colocará al mismo nivel del promedio europeo.
Teníamos deudas enormes, sencillamente catastróficas para nuestra economía, pero ya las saldamos en su totalidad. No sólo hemos pagado nuestras deudas, sino que ahora tenemos el mejor índice de deuda externa con respecto al coeficiente del PIB de Europa. Las cifras de nuestras reservas monetarias y de oro son conocidas: en 2000, se mantuvieron a sólo 12.000 millones de dólares y teníamos una deuda de más del 100% del PIB, pero ahora nuestro volumen de reservas de oro ocupa el tercer lugar a escala mundial y sólo en el primer cuatrimestre del año en curso aumentaron en 90.000 millones de dólares.
En el transcurso del decenio de 1990 e incluso en el período comprendido entre 2000 y 2001, se produjo una considerable fuga de capital de Rusia. El país perdía cada año 15.000, 20.000 ó 25.000 millones de dólares. El año pasado, por primera vez invertimos esta situación y tuvimos una entrada de capital de 41.000 millones de dólares. En el primer cuatrimestre de este año ya hemos tenido una entrada de capital de 40.000 millones de dólares. El año pasado la capitalización del mercado bursátil de Rusia mostró un inmenso crecimiento de más del 50%. Este es uno de los mejores resultados en el plano mundial, tal vez incluso el mejor. Nuestra economía estuvo casi al final de la lista que indicaba el tamaño de las economías mundiales, pero en el presente ha subido al noveno lugar y en algunas esferas incluso ha superado a algunas de las economías de otros países miembros del G8. Ello demuestra que hoy por hoy podemos enfrentar los problemas sociales. Los ingresos reales aumentan el 12% aproximadamente. En los primeros cuatro meses de este año el índice de crecimiento del ingreso real llegó a poco más del 18%, mientras que los salarios aumentaron el 11 ó 12%.
Al analizar los problemas que aún tenemos que resolver, uno de los más grandes es la enorme diferencia de ingresos entre las personas que se encuentran en el extremo superior e inferior de la escala. Combatir la pobreza es, obviamente, una de nuestras principales prioridades en el período inmediato y aún nos falta mucho por hacer para mejorar nuestro sistema de pensiones también porque la correlación entre las pensiones y el salario medio sigue siendo más baja aquí que en Europa. En Rusia la diferencia entre los ingresos que se indican en el extremo superior e inferior de la escala sigue siendo considerable, entre 15,6 y 15,7. Actualmente esta correlación es menor que en Estados Unidos (su cifra es de 15,9), pero no mayor que en el Reino Unido o Italia (cuya cifra es de 13,6 - 13,7). Sin embargo persiste una gran disparidad para nosotros y combatir la pobreza es una de nuestras mayores prioridades.
La situación demográfica es otra prioridad. Debemos hacer todo lo posible para cambiar la situación demográfica. Hemos adoptado un programa especial en esta esfera. Ahora no repetiré todos los detalles del programa, pero estamos asignando importantes recursos para su ejecución y estoy seguro de que se lograrán resultados en este sentido.
En cuanto a la construcción del Estado, a menudo somos objeto de críticas por centralizar el poder estatal, pero pocos prestan atención al hecho de que hemos adoptado numerosas decisiones para descentralizar el poder estatal y hemos transferido un número considerable de poderes a las autoridades regionales y, lo que es más importante, a las autoridades municipales.
Seguí con asombro el debate que tuvo lugar en Alemania sobre los poderes que se conferirían con respecto a los terrenos. Seguí todo ese debate con asombro y comprobé que ya habíamos hecho todo esto desde hacía tiempo. En la actualidad, en Rusia sería sencillamente cómico escuchar un debate sobre el otorgamiento a las autoridades municipales o regionales de la facultad de decidir, por ejemplo, sobre la apertura y el cierre de los establecimientos y así sucesivamente. Las municipalidades rusas tienen poderes mucho más amplios que en muchos países europeos y creemos que esta es la política correcta. Lamentablemente teníamos una situación en la que no se disponía de recursos financieros para respaldar esos poderes, pero estamos cambiando ese panorama de manera gradual. Esta es la situación general actual en esta esfera en Rusia, aunque aún tenemos mucho trabajo por hacer.

Corriere della Sera: Señor Presidente, prometí a mis colegas que guardaría silencio, pero tengo que hacerle una pregunta más, muy breve. Soy consciente de que son los electores rusos quienes elegirán al próximo presidente, pero tal vez usted podría decir algo sobre lo que hará usted, Vladimir Putin, tras la conclusión de su mandato.

VP: Trabajaré, que no quepa la menor duda, pero en este momento no puedo decir dónde ni en qué condiciones. Sí tengo algunas ideas al respecto, pero es prematuro todavía hablar sobre éstas. Incluso con arreglo a las leyes vigentes en Rusia, aún falta mucho tiempo para mi edad de jubilación y no tendría sentido sentarme en casa y estar ocioso.
Sin embargo en este momento no quiero hablar sobre mis posibles planes de futuro. Para ser sincero no creo que en este preciso momento sea correcto perturbar a la opinión pública con respecto a esta cuestión. Tenemos que esperar para ver cómo se perfila esta situación, cómo avanza el proceso en Rusia durante este año y el comienzo del próximo. Hay varias posibilidades diferentes.

Corriere della Sera: Tengo una segunda pregunta sobre la política exterior de Rusia. Me parece que la política exterior de Rusia no ofrece una alternativa real para, digamos, la política exterior estadounidense o europea.
Un ejemplo es Irán. Por supuesto Rusia no quiere que Irán se convierta en un estado nuclear. Al fin y al cabo Irán está muy cerca de las fronteras rusas. Pero, ¿qué alternativa hay para la política de sanciones de Occidente, para la política que Occidente ha aplicado, incluida la participación de Rusia en las Naciones Unidas? ¿Ve usted la posibilidad de que Rusia proponga alguna alternativa?
Kosovo es otro ejemplo. Conozco su posición con respecto a Kosovo, su posición hacia las negociaciones directas entre los serbios y los kosovares. ¿No cree usted que la posición que ha adoptado contra el señor Ahtisaari y las Naciones Unidas realmente podría alentar a Kosovo a declarar la independencia unilateralmente?

VP: En cuanto a lo que Rusia puede proponer mediante soluciones a problemas complejos o insolubles a primera vista me remito a lo que acabo de hablar con su colega, el señor Ota, sobre la cuestión de Corea del Norte. Sabemos que pese a la complejidad de este problema se ha encontrado una solución y que es posible solucionar los problemas cuando, en lugar de dramatizar la situación y conducir las cosas hacia un callejón sin salida, las partes deciden buscar las formas de salir del estancamiento y aceptar una solución conciliatoria. Los problemas pueden solucionarse sin tener que recurrir a las amenazas y la fuerza armada y apoyamos este método de resolver los problemas.
Con respecto a Kosovo, usted mencionó que apoyamos la idea del diálogo entre la población albanesa de Kosovo y los serbios. Sin embargo eso no resume cabalmente nuestra posición. Quisiera profundizar un poco más sobre este aspecto.
En primer lugar nuestra posición se basa en los principios del derecho internacional y uno de esos principios básicos es el de la integridad territorial de un Estado.
En segundo lugar nuestra posición también se basa en la Resolución 1244 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, la cual, quiero recalcar, fue aprobada por unanimidad y nadie ha revocado. Esta resolución establece claramente, por escrito, que Kosovo es parte integrante de Serbia.
Si queremos hacer prevalecer el principio del derecho de un pueblo a la libre determinación –el principio que sustentó la política de la Unión Soviética durante la lucha de los pueblos para liberarse del colonialismo- sobre el principio de la integridad territorial, esta política y esta decisión deben ser universales y aplicarse en todas partes del mundo y al menos en todas partes de Europa. De acuerdo con las declaraciones de nuestros asociados, no estamos convencidos de que Kosovo sea un caso único. No hay nada que sugiera que el caso de Kosovo difiera del de Osetia del Sur, Abjasia o Trans-Dniéster. En un caso se derrumbó el imperio comunista yugoslavo y en el segundo se desmoronó el imperio comunista soviético. Ambos casos tenían su sucesión de guerras, víctimas, criminales y víctimas de crímenes. Osetia del Sur, Abjasia y Trans-Dniéster han estado viviendo esencialmente como estados independientes durante 15 años y han elegido parlamentos y presidentes y adoptado constituciones. No hay ninguna diferencia.
No comprendemos porqué debemos apoyar un principio en una parte de Europa y observar otros principios en otras partes del continente negando a los pueblos del Cáucaso, digamos, el derecho a la libre determinación.
No descarto la posibilidad de que esa labor gradual con respecto a Serbia a la larga transforme su opinión sobre Kosovo. No quiero hablar por los serbios, pero un trabajo continuo y sensato podría traducirse en el logro de algún tipo de solución de avenencia.
No comprendo la necesidad actual de obligar a todo un pueblo europeo a doblegarse y humillarse de modo que entonces toda una nación considere como enemigos a quienes hayan provocado esta situación. Estos tipos de problemas sólo deben solucionarse mediante un proceso de acuerdo y soluciones conciliatorias y creo que aún no hemos agotado nuestras posibilidades en este sentido.
Según nos dicen, hay que apurarse, pero, ¿apurarse para qué? ¿Qué está pasando para que tengamos que agitarnos como una pulga que la llevan por una soga?, y disculpe la expresión.

Corriere della Sera: ¿Podría decir algunas palabras sobre Irán?

VP: Ya dije que logramos solucionar la cuestión de Corea sin hacer amenazas específicas ni recurrir a la fuerza. ¿Por qué no vamos a encontrar una solución al problema iraní? Debemos seguir buscando y ser pacientes.
Acepto que se trata de una cuestión compleja. El señor Solana se reunió en Madrid, creo que con representantes iraníes y los países participantes en el diálogo. Quiero que eso continúe en el futuro. Como puede ver, estamos colaborando con todos los miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a fin de buscar soluciones mutuamente aceptables y consideramos que tenemos un alto grado de responsabilidad en esta labor.

The Times: En este sentido, ¿puedo preguntarle si usted coincide con el Presidente Bush en que sería inaceptable que Irán tenga armas nucleares?

VP: Estoy totalmente de acuerdo.

Le Figaro: Quisiera responder sus comentarios sobre Kosovo. No veo ninguna posibilidad de lograr una solución de avenencia. ¿Podría explicarme qué tipo de arreglo sería posible? Un país es independiente o no. ¿Qué tipo de compromiso es posible en este caso?

VP: Si lo supiera, hace tiempo que lo habría propuesto. Necesitamos seguir buscando. Es un trabajo difícil y complejo. No lo sé. No lo sé en este momento. Pero Montenegro y Serbia, por ejemplo, alcanzaron un compromiso durante un período de su historia y todo el mundo estuvo de acuerdo con eso. Es sólo un ejemplo. ¿Pero no piensan ustedes que defender el principio del derecho a la autodeterminación podría provocar procesos negativos del tipo de los que afronta Rusia y no sólo en el área pos soviética? Sería difícil para nosotros explicarles a los distintos pueblos del Norte del Cáucaso por qué las gentes de una parte de Europa tienen este derecho y ellos no. Se da, por ejemplo, la situación de que parte del pueblo osetiano vive en Rusia y parte vive en territorio de Georgia y se considera a sí misma un estado independiente y ¿cómo les explicamos a los osetianos que ellos no pueden disfrutar de los mismos derechos que otras gentes de Europa?, ¿por qué a los albaneses se les permite disfrutar esos derechos pero no a los osetianos? Esto sería imposible de explicar.
Por añadidura, esta decisión alentaría movimientos separatistas en la misma Europa. Escocia, por lo que sé, tiene planes de celebrar un referéndum sobre su independencia dentro de tres años. Existen movimientos similares en Cataluña y este proceso ha estado desarrollándose desde hace tiempo en el País Vasco. Si profundizamos en la situación de los Balcanes, veremos que la República Srpska (1) querría unirse a Serbia. El sur de Europa tiene otros problemas también. No quiero ni siquiera mencionar todos estos problemas para no provocar este tipo de movimientos, pero si hablan con los expertos se darán cuenta de que hay muchos problemas de este tipo y, ¿por qué provocar la situación? Creo que es muy dañino y peligroso. Si alguien quiere seguir el juego a unas personas que están apuradas y que dicen que no hay tiempo, aunque no está claro para qué no hay tiempo, entonces, por favor, háganlo, pero nosotros no podemos estar de acuerdo.

Le Figaro: Tengo otra pregunta acerca de economía, acerca del deseo de Rusia de participar en empresas europeas, en EADS en concreto, la empresa aeroespacial europea. ¿Cuál es el objetivo de Rusia al respecto? ¿Qué puede decirle a la gente de Europa Occidental que está algo inquieta por los objetivos de Rusia al participar en el capital de las empresas europeas?

VP: ¿Hay algo que temer si las empresas rusas invierten en otros países europeos que tienen gran necesidad de ello? Esto es algo que habría que recibir con agrado, algo que habría que agradecer. Nuestras empresas están operando en condiciones de mercado. No están intentando quitarle nada a nadie; están invirtiendo, creando empleos, contribuyendo al desarrollo económico. Usted mencionó EADS. Sabemos que EADS se enfrenta a una serie de problemas y si hubiéramos alcanzado un acuerdo sobre la entrada de un inversor ruso, quizás habría sido posible conservar puestos de trabajo en Airbus. Quizás habría sido posible evitar el despido de cientos de personas. Sólo cito este caso como un ejemplo. ¿Qué hay que temer? Yo no veo ningún peligro. Sólo veo la posibilidad de unir nuestros potenciales, tanto más cuando tenemos algo que ofrecer al sector aeronáutico. Tenemos nuestros propios problemas en este sector pero estamos en proceso de desarrollar un gran consorcio y sí tenemos algo que ofrecer, proyectos y avances interesantes. Por ejemplo, tenemos el Be-200, un avión anti-incendios que es único en su categoría. No existe un avión igual en todo el mundo. Hemos visto cómo los bosques del sur de Europa se han visto tan gravemente afectados por incendios en los últimos años. ¿Por qué no emplear este avión?
Soy consciente de que los fabricantes rusos se harían con ciertos segmentos del mercado, pero no tengo duda de que el sector europeo en general sólo saldría beneficiado de ese proceso.
Seamos francos: la competición es dura. El mercado global está monopolizado por dos o tres jugadores –de EEUU y Europa- que compiten ferozmente entre sí. Pero si los europeos no quieren que trabajemos con ellos buscaremos socios en otra parte. En algunas áreas de la industria aeronáutica siempre trabajaremos con unos u otros. Boeing ya posee una oficina en Moscú que llevó a cabo una cantidad enorme de trabajo en el desarrollo del último avión de Boeing. Hay cosas en las que podríamos trabajar juntos y, como he dicho, este trabajo podría ser productivo y podría ayudarnos a todos a ser más competitivos.
En cuanto a otras inversiones, en el sector energético por ejemplo, si Gazprom o cualquiera otra de nuestras compañías energéticas se posicionara en las redes de distribución de gas, estaría en línea con sus intereses asegurar que por dichas redes circulara gas, ¿y qué habría de malo en eso? Todo el mundo se beneficiaría.
Hemos acordado con nuestros socios alemanes construir el gasoducto noreuropeo. Por algún motivo la gente cree que con esto se está dando un rodeo para evitar a otros países, pero no se trata en absoluto de evitar a otros países, sino más bien de establecer una ruta adicional para transportar recursos energéticos a Europa. No estamos aislando a nadie ni recortando nada, sólo estamos construyendo una ruta de transporte adicional. Ambas partes tienen intereses del 49 y 51% en este gasoducto. Alemania nos permite introducir las redes en su territorio y nosotros le permitimos participar en la actividad productiva en el nuestro. Esto significa que los consumidores alemanes pueden estar tranquilos acerca de la producción futura, el volumen de suministro y sobre la calidad del trabajo que se realiza. Esto eleva el nivel de seguridad energética en Europa y garantiza a los inversores que todo funcionará con precisión fiable, como un reloj.
Sí, nos interesa la cooperación en los sectores de alta tecnología. Las antiguas listas COCOM se abolieron pero en la actualidad siguen vigentes muchas restricciones y creemos que esto es un obstáculo para el desarrollo económico global, un obstáculo dañino que no refleja en absoluto el estado actual de las relaciones internacionales. Estas restricciones son una reliquia del pasado y hay que eliminarlas. Nuestros hombres de negocios adquirieron participaciones del 25-30% en una de las principales empresas constructoras de Austria, digamos, y ahora han introducido esta empresa en nuestro mercado de la construcción. Tienen la posibilidad de realizar negocios conjuntos por un total de 25.000 millones de dólares a lo largo de los próximos 14 años y sólo en un lugar de Rusia, ¿qué habría de malo en eso para la empresa en cuestión? Se ha asegurado trabajo para los próximos 14 años y se construirá un nuevo distrito residencial en Yekaterinburgo.

Corriere della Sera: ¿Podría decir lo mismo de Aeroflot?

VP: Si Aeroflot como empresa comercial alcanza un acuerdo de cooperación con Alitalia y ésta considera que es ventajoso, lo recibiremos con agrado. Pretendemos ayudar a Aeroflot a mejorar su posición en Rusia, pero la compañía operará en igualdad de condiciones en el mercado y no le daremos preferencias especiales. Si nuestros socios en Italia creen que sería económicamente congruente unir fuerzas con Aeroflot en los mercados, en el transporte de pasajeros y de carga, la distribución de billetes y otros servicios, lo aceptaremos de muy buen grado.

Wall Street Journal: ¿Cree que existe una discriminación de las empresas rusas en Occidente? ¿Cree que no son bienvenidas por razones políticas?

VP: Su colega mencionó temores e inquietudes, aunque no sé qué fundamento pudieran tener. Creo sencillamente que esto es una situación nueva y que la gente no está acostumbrada aún. Se está acostumbrado a ver cómo Rusia recibe ayuda humanitaria y ahora de repente está invirtiendo o preparándose para invertir miles de millones de dólares. Creo que la opinión pública aún se está habituando a esta idea, pero esto es una realidad hoy y el proceso sólo va a ganar impulso.
En la cooperación con Rusia, no existe ningún riesgo, ni siquiera a largo plazo, de que llegue una avalancha de artículos de consumo, como ocurre con algunos países asiáticos.

Wall Street Journal: Creo que la gente siente más temor de que pueda utilizarse la influencia política o la presión económica.

VP: Eso es ridículo y tiene su origen simplemente en la ignorancia de lo que está ocurriendo realmente en el mundo de hoy. Cuando estuve en Bulgaria el Presidente Prvanov me dijo: “Vuestra compañía, Lukoil, ha invertido 300 millones de dólares aquí y ha comprado una red de estaciones de servicio”. Yo me enteré a través de él. No sé lo que está haciendo Lukoil en Bulgaria. CONOCO-Philips ya tiene una participación del 10% en Lukoil. Es ya una compañía de participación internacional. Si hablamos de Gazprom, a la que todo el mundo parece temer, la alemana Ruhrgas tiene actualmente una participación mayor del 10% en esta compañía y tiene un representante en el consejo de dirección. Muchas otras de nuestras compañías se han abierto a la inversión extranjera.
Uno de sus colegas, o quizás usted mismo, dijo que estamos desarrollando un capitalismo de estado, pero no es así. Sí estamos siguiendo políticas de consolidación y movilización en algunas áreas, en la construcción de barcos y aviones, por ejemplo, áreas en las que hemos decidido establecer corporaciones estatales, pero mire lo que hacen otros países. Mire lo que hizo Corea del Sur en el sector naval a mediados de los sesenta, por ejemplo. Fíjese en las decisiones que tomaron y las preferencias que dieron a sus compañías, recogidas en la legislación, y todo quedará claro. Algunas cosas ya se han ensayado en el mundo. Lo mismo se aplica a la fabricación de aviones. Desgraciadamente, sin apoyo estatal, la fabricación de aviones en Rusia, especialmente la de aviones civiles, se halla en una situación muy difícil.
No estamos incrementando el número de activos de propiedad estatal con la creación de estas empresas y quiero hacer hincapié en esto. Simplemente estamos abarcando activos de propiedad estatal existentes bajo un mismo techo legal con el fin de que operen de manera más eficiente. No le hemos quitado nada a nadie. Tan sólo hemos creado una compañía naval a partir de activos estatales existentes y estamos haciendo lo mismo en el sector aeronáutico. Estamos haciendo más eficientes estos sectores, abandonando proyectos ineficaces y no descartamos la posibilidad de que, una vez que estas empresas funcionen eficientemente, parte de las acciones que actualmente son propiedad del estado pudieran salir a la venta. Esta es la línea de desarrollo que estamos siguiendo.
En cuanto al sector energético, a diferencia de los países de la OPEP, hemos privatizado por completo nuestro sector petrolero y ahora tenemos sólo dos compañías con participación estatal. Gazprom ya ha sacado a la venta el 49% de sus acciones y, de acuerdo con nuestros cálculos, más del 20% está ahora en manos extranjeras. Ruhrgas tiene una participación formal del 10%, y los expertos dicen que más del 10% está en manos extranjeras. La otra compañía, Rosneft, ha llevado a cabo una IPO (Oferta Pública de Acciones, OPA), como saben, y ha vendido parte de sus acciones.
Las otras compañías son todas privadas y muchas de ellas tienen participación extranjera. BP, sobre la que preguntó su colega de The Times, está incrementando sus reservas principalmente a través de sus actividades en Rusia y el gobierno ruso lo acepta y está incrementando las reservas de BP cada año, lo que también sube su capitalización, incluso si la compañía no desarrolla estos depósitos. En este sentido hace tiempo que Rusia se integró en la economía mundial. No tiene sentido que una parte de la economía global discrimine a otra parte y tema abrirse a ella. Todo este proceso ya se está llevando a cabo y creo que, con el tiempo, y si llegamos a los acuerdos adecuados y presentamos las cosas de manera objetiva, no deberían surgir problemas. A un nivel corporativo, por supuesto, puede surgir el temor a la competencia y demás, pero son aquellas personas que temen la competencia justa y abierta las que están provocando estas inquietudes en la sociedad occidental.

Wall Street Journal: Volviendo a BP, cuando se creó TNK-BO, a los accionistas rusos se les preguntó cómo se ejercería el control en el caso de que la participación fuera del 50-50. Ahora Rusia conserva una participación del 51% en sus principales empresas y esto significa que el estado retiene el control.
Desde el punto de vista de los intereses estratégicos de Rusia, ¿piensa que TNK-BP, que es ahora la principal empresa del país en cuanto a producción, puede seguir operando sobre esta base 50-50, o sería mejor tener el control…?

VP: No es una pregunta para mí. No soy accionista de BP ni de TNK. Es una pregunta para los accionistas. No estoy capacitado ni personalmente ni como funcionario del gobierno para hablar en nombre de los accionistas de BP y TNK. Dije en un principio, cuando decidieron operar sobre una base 50-50, que recuerdo por mi trabajo en San Petersburgo que esto no siempre es efectivo, pero ellos aseguraron que llegarían a un acuerdo. Les dije que era asunto suyo. De momento parece que han logrado alcanzar acuerdos y por lo que sé no tienen ningún problema.

Wall Street Journal: ¿De forma que el estado no opina que sería mejor tener una participación del 51% en estas compañías?

VP: Dejemos a los extranjeros comprar el cien por cien, si lo desean.

Kommersant: Vladimir Vladimirovich, dijo usted que hoy Boris Yeltsin está en la memoria de todos. Recordamos que él le dijo: “Cuide de Rusia”. En aquel momento, esas palabras fueron especialmente pertinentes y se trataba quizás no tanto de cuidar de Rusia sino de salvarla. Usted, a su vez, también tendrá que decir algunas palabras a quien tome el relevo. ¿Ha pensado qué dirá cuando llegue el momento?

VP: No, no lo he pensado.

Kommersant: ¿No es hora de empezar a hacerlo?

VP: No, aún hay tiempo. No tengan tanta prisa. Aún estoy trabajando en un desierto y ustedes ya están… (risas).

Kommersant: Otra pregunta pues: mucha gente dice “Soy el hombre de Putin”, gente que ha trabajado con usted mucho tiempo, desde hace años.

VP: ¿Quienes en concreto?

Kommersant: Alexei Gromov, por ejemplo.
VP: Gracias, pero nunca he dicho eso.

Kommersant: Vladislav Surkov e Igor Sechin, por ejemplo. Podría darle un listado con todos sus ayudantes y subdirectores de la oficina presidencial. ¿Ha pensado qué será de estas personas después de 2008? ¿Se retirarán con usted o permanecerán? Esto es un problema para mucha gente.

VP: No creo que sea un problema para la gente honrada. Si alguien ha servido al estado de forma honrada no hay ningún problema, sólo está el problema de encontrar un nuevo empleo y ése, por supuesto, es un asunto importante para cualquier persona. Pero para los ciudadanos honrados que han trabajado honradamente por el bien de su país, no puede ni debe haber ningún problema político.
The Times: Querría hacerle una pregunta personal acerca de su mujer y su familia. Las esposas de los primeros ministros y presidentes son siempre un foco de atención. ¿Ha disfrutado su esposa siendo la esposa de un presidente o está esperando ansiosa que termine la legislatura?

VP: Espera ansiosa que termine. En general, esta situación supone una carga para nuestra familia, por supuesto. Mi trabajo en sí mismo compensa hasta cierto punto esta situación, pero mi familia no recibe esa compensación y existen muchas restricciones. Mi esposa nunca esperó que yo me convirtiera en presidente y no lamenta que la legislatura llegue a su fin. Mis hijos estudian y, afortunadamente, les va todo bien. En conjunto no hay ningún problema y espero que no surja ninguno.
Mi esposa está ocupada en su trabajo favorito; es filóloga y ha encontrado su lugar en esta área, así que todo va bien en ese sentido.

Der Spiegel: Cuando Gerhard Schroeder se convirtió en…

VP: ¿Realmente le gusta tanto Schroeder?

Der Spiegel: Él también parece impresionado por usted. Dijo que sería bueno para Alemania que la Constitución permitiera al canciller permanecer sólo dos legislaturas al frente del gobierno, pero más tarde cambió de opinión. ¿Está de acuerdo con él en que un presidente o cabeza de estado debería ejercer sólo dos legislaturas consecutivas?

VP: Como sabemos, distintos países toman diferentes decisiones en sus diversos estadios de desarrollo. Estados Unidos, por ejemplo, no ponía límites en el pasado al número de legislaturas consecutivas de un presidente, mientras que Francia ahora no tiene límites en este sentido. Allí un presidente puede ser elegido tantas veces como los votantes estén dispuestos a darle su apoyo. Pero creo que algún tipo de límite es necesario.
En las repúblicas parlamentarias, como sabemos, no es una persona concreta la que gana unas elecciones, sino un partido que accede al poder y elige de entre sus filas a la persona que liderará el gobierno. Las repúblicas presidenciales siguen otro sistema.
Creo que es mejor tener algún tipo de restricciones sobre el número de legislaturas. El sistema de gobierno cuatrienal de Rusia quizás se tomara del modelo estadounidense y no tuvo tanta importancia en el momento en que se adoptó la nueva Constitución. Sergei Mironov, el presidente de la cámara alta, dijo en una ocasión que en Rusia sería más adecuado tener legislaturas de cinco o incluso de siete años. No quiero decir cuál sería la duración más conveniente, cinco o quizás siete años, pero creo que cuatro años no es, desde luego, mucho tiempo.
Antes de ser presidente fui primer ministro, ya era consciente de los acontecimientos que se estaban produciendo en el país y participé en el proceso de toma de decisiones, pero si, digamos, un gobernador regional fuera elegido presidente, necesitaría un año o dos sólo para familiarizarse con todos los asuntos de nivel federal e internacional y entonces ya sería hora de iniciar una nueva campaña electoral. Creo que hoy en día, para Rusia, una legislatura de cinco, seis o siete años en el gobierno sería completamente aceptable, pero el número de legislaturas consecutivas debería limitarse.

Globe and Mail: ¿Cree que Rusia se encuentra ahora en un período de transición en lo que se refiere a la nacionalización de algunos sectores de la economía y que ésta es sólo una medida temporal en el camino hacia el desarrollo económico? ¿Podría este período denominarse un periodo de transición en un sentido económico y político? ¿Cuál es el objetivo último de Rusia en los próximos cinco años? Por supuesto usted dirá que existe una situación similar en otros países pero, ¿diría que la situación actual en Rusia no es la ideal en lo que se refiere a libertad política y de prensa? ¿Es este período una transición hacia otra cosa, hacia algo que convertirá a Rusia en una verdadera democracia liberal con una economía totalmente privada, como otros países europeos?

VP: Incluso en sectores económicos vitales como el sector energético, el capital privado tiene una mayor presencia aquí que en otros países que son considerados incuestionablemente como economías de mercado. México, por ejemplo, se considera un país con una economía de mercado, pero allí el estado posee el monopolio absoluto del sector petrolero. En Rusia el sector petrolero está casi en su totalidad en manos privadas y el capital extranjero tiene una gran presencia en el sector. Ya les dije a sus colegas del Wall Street Journal que en los casos en que estamos creando grandes corporaciones estatales, como el sector naval o el aeronáutico, no estamos nacionalizando empresas anteriormente privadas, sino simplemente unificando los activos estatales disgregados bajo un mismo techo, en una única corporación. En cuanto al desafortunado y notorio caso Yukos, los activos de esta compañía se están vendiendo con el fin de saldar deudas, incluyendo las deudas con accionistas extranjeros. Algunos de estos activos han sido adquiridos por empresas de propiedad parcialmente estatal y otros por empresas privadas.
No tenemos intención de incrementar el número de activos estatales más allá de su tamaño actual. Como ya dije, en el caso de los sectores naval y aeronáutico, estamos mejorando la eficiencia de los activos estatales y haciéndolos más viables y competitivos y no descartamos la venta de acciones de estas corporaciones en el futuro, operaciones IPO, pero estos planes futuros implicarán entonces a empresas viables y competitivas de ámbito y relevancia europeos. No queremos perder estos sectores, queremos desarrollarlos y además queremos hacerlo con la ayuda del capital privado.
Como saben hemos establecido una serie de fondos diferentes, el fondo de capital de empresa y el fondo de desarrollo. Estamos asignando recursos considerables a través de estos fondos para desarrollar un trabajo conjunto con empresas privadas a través de sociedades público-privadas. Ya contamos con un gran número de proyectos importantes, sobre todo de proyectos de infraestructuras, listos para ponerse en marcha. Por primera vez no estamos sólo hablando de ambiciosos proyectos de infraestructuras, sino realmente llevándolos a cabo: proyectos para la construcción de aeropuertos, carreteras y puentes con la ayuda del capital privado y haremos lo mismo en el sector de la alta tecnología.
Tenemos el compromiso de desarrollar el mercado y los valores liberales de mercado, pero al mismo tiempo queremos conservar y desarrollar nuestra industria. Sabemos que ha habido casos en algunos países europeos en que una empresa ha adquirido otra empresa competidora, incluso empresas boyantes, y las ha cerrado con el fin de librarse de la competencia. Pero esto podría hacerse, quizás, dentro de un estado, porque había algo en que apoyarse. Pero si perdemos varias industrias no tendremos nada en que apoyarnos.
Tenemos que tomar todo esto en consideración pero, como dije, tenemos el compromiso de desarrollar una economía liberal.

Corriere della Sera: Señor Presidente, tengo una pregunta un tanto provocadora.
Cualquiera que conozca Rusia sabe que el Presidente Putin es popular y que hay gran consenso a este respecto. Y cualquiera que vea la televisión rusa puede observar que no aparecen críticas al Presidente Putin o a las autoridades rusas en general. ¿No es contradictorio que la mayor libertad de expresión, como la libertad de emitir críticas, especialmente en televisión, podría tener un efecto positivo en la sociedad rusa y al mismo tiempo, dada su genuina popularidad, no le causaría a usted ningún perjuicio?

VP: Ante todo, dudo de que usted verdaderamente tenga información sobre todo lo que dicen los medios de comunicación rusos. La red por cable está creciendo muy rápido. Pienso que se han creado 19.000 medios electrónicos durante los últimos años, incluyendo estaciones de televisión y radio: entre 17.000 y 19.000 medios electrónicos y 40.000 nuevas publicaciones de medios impresos. Como he dicho en el pasado, incluso si quisiéramos controlar todos esos medios sería imposible, y la gente dice en ellos lo que piensa y lo que quiere decir.
Ya he hablado de lo que hemos logrado en estos últimos años. Sin duda usted habrá notado los principales proyectos sociales que estamos implementando actualmente. Esto incluye nuestros programas para combatir la pobreza, mejorar la situación demográfica, incrementar la atención sanitaria, construir nuevas viviendas y desarrollar la agricultura, uno de los sectores más vulnerables de nuestra economía. La cobertura mediática positiva que usted menciona y la reacción pública ante el trabajo del presidente son, parecería, resultado del trabajo que realizan las autoridades para resolver problemas específicos. Obviamente también cometemos errores, podríamos ser más efectivos en algunas áreas y todavía hay muchos problemas que encarar, problemas que todavía no hemos podido resolver, la lucha contra la corrupción, por ejemplo. Son temas dolorosos que preocupan a todos. Pero no somos los únicos en este aspecto. No voy a enumerar todos los diferentes casos, pero somos conscientes de los problemas en otras partes, el arresto de los alcaldes de casi todas las ciudades del sur de España, por ejemplo. No son nuestros problemas y no queremos culpar a nadie. Hemos cometido nuestros propios errores de cálculo, en el caso de la introducción de la sustitución de pagos monetarios para las prestaciones sociales, por ejemplo. Considere la cobertura mediática durante ese período y verá de inmediato si hubo o no críticas a las autoridades. No pasó ni un día y no se mostró un solo programa sin críticas, me parece. Si cometemos un error, la crítica aparece rápidamente. Pero si realmente resolvemos problemas, tal vez también hay menos críticas. Probablemente podría haber más críticas. Ahora la tecnología digital se desarrolla rápidamente y pronto habrá tantas maneras y canales diferentes para llevar la información al público que será imposible imponer algún tipo de control.
Esta idea de que los medios en mi país están bajo control es en gran parte un mito. Pero existen tres canales de televisión considerados como canales estatales. En realidad la situación es un poco diferente. Formalmente hay sólo un canal estatal: Rossia. El Estado también tiene una participación en un segundo canal: Canal Uno. NTV es un canal corporativo, propiedad de Gazprom que, como usted sabe, es una compañía de acciones limitada con una gran cantidad de accionistas extranjeros. Mirando hacia Francia, por ejemplo, no sé exactamente qué canal de televisión es de propiedad de Bouygues, pero el Estado tiene una participación de control en Bouygues y no parece tener importancia. No hay nada raro en la situación de Rusia.

Nikkei: Mi pregunta podrá parecer un poco extraña, pero es pertinente a la economía de mercado de la que usted habló. Le sorprenderá oír que los titulares de la mayoría de los periódicos japoneses de ayer trataron de Rusia, de la decisión de su país de dejar de exportar cangrejos. Esto sorprendió a los japoneses. No pueden hacer sushi sin carne de cangrejo y necesitan la carne de cangrejo rusa para hacer sushi. ¿Tiene Rusia realmente la intención de dejar de exportar cangrejos?
Y una segunda pregunta de gran preocupación para el señor Abe, que tiene la intención de visitar Rusia. ¿Va a invitar al señor Abe a que vaya y lo vea?

VP: Sí, será un placer invitar al señor Abe a Rusia y estaremos muy contentos de verlo. Mientras más a menudo los funcionarios estatales y hombres de negocios japoneses visiten Rusia, tanto mejor. Usted sabe que importantes fabricantes de coches japoneses han decidido invertir en Rusia. Toyota ya ha comenzado a construir una planta y el trabajo avanza rápidamente. Nissan también ha comenzado a construir una fábrica y el trabajo ciertamente avanza de modo muy eficiente. Otras compañías han empezado a invertir recientemente y estamos muy contentos de verlo.
En general la inversión aumenta. El año pasado aumentó en un 13%, creo, y ya ha aumentado en más de un 20% durante los primeros cuatro meses de este año. En cifras absolutas, la inversión totalizó 26.000 millones de dólares el año pasado y este año, evidentemente, llegará a más de 30.000 millones.
Respecto a la carne de cangrejo, no dejaremos de exportar este producto, por cierto, pero queremos terminar con el contrabando y esperamos que nuestros colegas japoneses nos ayuden. Lamento profundamente que hasta ahora no hayamos visto esa ayuda y que la cantidad de carne de cangrejo y de otros productos de mariscos y pescado descargada en los puertos japoneses sobrepase de lejos el volumen que reflejan nuestros documentos de aduana. Por supuesto la propia Rusia tiene una gran parte de la culpa en esta situación y tenemos que poner orden en este sector en el interior, asegurar que todo pase por las formalidades aduaneras apropiadas y que las cargas no sean simplemente transferidas de un barco a otro fuera del área aduanera y de la zona económica de Rusia. Pero necesitamos una cooperación honrada y una verdadera cooperación en este sector. Espero que el primer ministro japonés y yo podamos discutir este problema y encontrar soluciones aceptables. Si no actuamos en esta área, terminaremos enfrentando la misma situación que ya ha sucedido en partes de los océanos del mundo donde los japoneses realizan tradicionalmente actividades pesqueras y donde actualmente ya no hay recursos que pescar. Algunos bancos de pesca tradicionales jamás se recuperarán. Tenemos que recordar los errores del pasado y no repetirlos en el presente y en el futuro. Nuestra cooperación es muy importante en este asunto.
También me gusta mucho el sushi, pero prefiero el atún.

Wall Street Journal: Sigo con la pregunta de mi colega: considerando el nivel de apoyo público a las autoridades, no puede dejar de sorprender la dura reacción de las autoridades ante las fuerzas opositoras que participan en las “marchas de los disidentes” (y usted mismo dijo que esas fuerzas de la oposición son sólo un elemento marginal de la sociedad). Esta reacción sólo parece alentar la simpatía para esos grupos de la oposición. ¿Por qué adoptan las autoridades una línea tan dura?

VP: Mire cómo se comporta la policía en los países europeos: porras, gases lacrimógenos, artefactos de choque eléctrico (en Alemania 70 personas han muerto como el resultado del uso de esos instrumentos), balas de goma. Tenemos un proverbio en Rusia, usted habla ruso y lo comprenderá: “no culpes al espejo si tu cara es deforme”.
Todos debieran comprender que tenemos que vivir de acuerdo con la ley. Las autoridades locales son responsables de la decisión de dónde la gente puede celebrar reuniones, manifestaciones, etcétera. La gente ciertamente tiene que tener el derecho de expresar su opinión y es deber del Estado asegurar que todos tengan el derecho a expresar sus opiniones, no importa si están o no de acuerdo con la política estatal o con las autoridades locales. La gente generalmente organiza manifestaciones para expresar su desacuerdo y ciertamente hay que proteger ese derecho. Pero el ejercicio de ese derecho no debería crear obstáculos para otros ciudadanos y no debería afectar al transporte, impedir que la gente llegue a tiempo al trabajo y crear situaciones que pongan en peligro la salud o la seguridad de otros. Cuando la gente provoca deliberadamente a las agencias de mantenimiento de la ley y van deliberadamente a sitios en los que causará alteraciones de la vida normal de la ciudad, las autoridades tienen que reaccionar e imponer el orden. Por suerte nunca hemos tenido que utilizar los métodos extremos usados en algunos países europeos occidentales. Como dije, todo el que quiera manifestarse en Rusia tiene el derecho de hacerlo, pero tiene que hacerlo en los sitios determinados para ese fin por las autoridades locales. Los manifestantes pueden manifestarse desde la mañana hasta la noche si así lo desean, ruidosa o silenciosamente, con pancartas, como les guste. Y por supuesto los medios también deberían estar presentes y pienso que debería haber cobertura de tales eventos para que la gente pueda ver lo que sucede y expresar sus puntos de vista, expresar su acuerdo o desacuerdo con el grupo y sus consignas etcétera. En general esto es positivo para el país, para las autoridades locales y regionales, pero como ya dije, todo se debe hacer con respeto a la ley.

Der Spiegel: Usted verá una inmensa cantidad de policía en Heiligendamm durante la próxima semana. ¿Recordará a la señora Merkel que ella habló hace poco de la libertad de manifestarse?

VP: El asunto no fue la libertad de manifestarse. Cuando Angela [Merkel] y yo hablamos sobre los eventos en Hamburgo, por ejemplo, el problema fue que no decidieron simplemente manifestarse sin motivo, sino que salieron a las calles como reacción ante arrestos preventivos y allanamientos realizados por la policía. Fueron esos arrestos y allanamientos preventivos los que provocaron la decisión de manifestarse. Fue lo que señalé en esa ocasión. Los participantes en la conferencia de prensa prefirieron guardar silencio sobre ese asunto y como anfitrión del evento, consideré que era erróneo acentuar la importancia de ese punto y lo dejé pasar sin más comentarios, pero lo que señalé fue precisamente la naturaleza preventiva de la acción emprendida.
En cuanto al tema de garantizar la seguridad en importantes eventos internacionales como la cumbre del G8, cuando un país actúa de anfitrión para tanta gente y no sólo funcionarios estatales de otros países sino también de periodistas y especialistas, todos los miles de personas que participan en tales eventos, el país en cuestión tiene el deber de garantizar su seguridad. Al mismo tiempo, también debe garantizar los derechos de los que desean expresar sus puntos de vista y criticar. Tienen que reunirse donde la prensa pueda verlos, deben tener cobertura televisiva, de manera que millones de personas también puedan ser informadas sobre sus puntos de vista. Pero si no están contentos con eso, si lo que buscan es un enfrentamiento, si quieren enfrentarse, estoy seguro de que lo tendrán.

Kommersant: Vladimir Vladimirovich, el Presidente de Kazajstán, Nursultan Nazarbayev, ha dicho hace tiempo que debería crearse una Unión Euroasiática en lugar de la antigua Unión Soviética. Me parece que usted también apoya esa idea. Sobre este asunto quisiera preguntar si sería posible darle forma a esta idea antes de que expire su período presidencial. ¿Qué papel podrían jugar, los nuevos “ductos” (oleoductos y gasoductos), incluyendo el conducto centroasiático, en este proyecto?

VP: No creo que debamos tratar que eventos serios e importantes en los asuntos internacionales y en la era postsoviética coincidan con fechas en particular. Solía estar de moda en la Unión que los eventos coincidieran con el 7 de noviembre o con el 1 de mayo y cuando se nos dice que una decisión sobre Kosovo también debería coincidir con un cierto marco calendario u otro, es también el estilo soviético de hacer las cosas. No deberíamos tratar de ajustar los eventos a marcos rígidos en el tiempo, sino dejar que la vida siga su curso natural. Existe una gran necesidad de integración en la era postsoviética. Beneficiaría no sólo a todos los que viven en el área postsoviética sino también a nuestros principales socios en Europa y en todo el mundo porque los beneficios potenciales para nuestros socios dependen directamente de la efectividad con la que podamos cooperar mutuamente y lo equilibrada que sea esa cooperación.
Usted mencionó nuestros últimos acuerdos sobre Asia Central en cuanto a la producción de petróleo y gas, incluyendo el acuerdo de construir un gasoducto adicional que pasara de Turkmenistán a Kazajstán y continuase hacia Rusia. Me sorprenden las reacciones de nuestros colegas estadounidenses que sugieren que Europa o EEUU han salido perdiendo y que eso es en cierto modo un gran error. Todo eso es una estupidez. Se trata de una ruta de transporte tradicional de Asia Central y desde Rusia hacia nuestros principales consumidores tradicionales. Hemos dicho bien claro a todo el mundo que estamos aumentando la producción, construyendo más capacidad de transporte y que garantizaremos mayores suministros. Es un motivo para celebrar. ¿Qué puede haber de malo? Pero esos proyectos de transportes están lejos de ser el único factor que contribuirá a la integración.
Teníamos y todavía tenemos actualmente un sistema de ferrocarril unificado. Existe una infraestructura de transporte unificada que opera en toda el área postsoviética. También hemos desarrollado estrechas relaciones en la cooperación regional.
Usted mencionó al Presidente de Kazajstán. Un setenta por ciento de la cooperación comercial y económica entre Rusia y Kazajstán tiene lugar en el ámbito regional, y lo mismo vale para nuestras relaciones con casi todos los países de la CEI [Comunidad de Estados Independientes]. En otras palabras, nuestros lazos económicos han logrado un nivel de interpenetración desde los años soviéticos que incluso es difícil medir a primera vista la dimensión total de esos vínculos.
Algunas veces encuentro simplemente ridículo cuando escucho declaraciones absolutamente poco profesionales de algunos de nuestros socios en Europa o EEUU sobre lo que sucede en mi país y lo que deberíamos hacer, digamos, para resolver los problemas energéticos. Todos saben leer y deberían por lo menos comenzar por echar una mirada a los documentos disponibles.
La integración económica en la era pos soviética es también inmensamente importante en cuanto a asegurar la estabilidad de la región. Todo el mundo está interesado en un desarrollo estable en esta parte de Eurasia, pero eso sólo puede avanzar como un proceso natural, sobre la base de intereses mutuos y trabajando dentro de este proceso, considerando los intereses de cada cual. Encontramos intereses mutuos con muchos de nuestros socios y el proceso de integración avanza incluso en casos en los que no ha sido convertido en ley. Estoy seguro de que este proceso continuará.

The Times: ¿Estaría dispuesto a aceptar que Ucrania se convierta en miembro de la Unión Europea? ¿Cómo lo vería?

VP: Lo veo de modo positivo. Generalmente apoyo el fortalecimiento de la Unión Europea. Si usted se ha dado cuenta, nunca hemos dicho nada negativo sobre ese proceso. Pero no estoy seguro de lo preparada que está la propia Unión Europea para aceptar nuevos miembros, incluyendo a Ucrania. Sin embargo, no es cosa nuestra. Tal como lo veo, la UE no está preparada en este momento. Si ha de haber más expansión, los países del sur de Europa, sobre todo algunos de los países balcánicos que aún no se han unido, deberían ser los primeros en la lista de nuevos miembros. Ucrania es un país de 45 millones de personas y, tal como lo vemos, tiene grandes problemas económicos y políticos. Pero si llega el momento en el que Ucrania pueda unirse a la UE, no tendríamos nada contra la idea.
Siempre me sorprenden las discusiones provocadoras sobre los procesos de integración en camino en el área pos soviética. Hablamos, por ejemplo, de crear un espacio unificado incorporando a Rusia, Ucrania, Belarus y Kazajstán, y comienzan a preguntar si Ucrania está vinculando su futuro desarrollo a Europa o a Rusia, pero ¿se han detenido a pensar en el hecho de que Rusia y la UE tienen acuerdos para crear cuatro espacios comunes en la economía, la seguridad y en lo humanitario? Y si Rusia y Europa establecen ese marco común y Rusia al mismo tiempo crea un marco común con Ucrania, Belarus y Kazajstán, ¿no conduciría a la armonización en toda el área euroasiática? Y luego, si en algún momento de su desarrollo Ucrania decidiera que ha llegado a establecer diversas preferencias y relaciones especiales y que se convertirá en candidato para la membresía en la UE e incluso se une a la UE, todo ese proceso seguramente sólo facilitaría éste y ayudaría a mejorar las posibilidades de Ucrania.
No puedo comprender la lógica detrás del tipo de discusión que acabo de mencionar. Me parece que son sólo consignas políticas chillonas, consignas provocadoras que muestran una falta de voluntad de considerar de cerca la sustancia de lo que ocurre. Los proyectos de integración que estamos impulsando en el área pos soviética no crean obstáculos para nadie, no fijan restricciones y no levantan ninguna barrera para el desarrollo propio de los países.
La idea principal tras el proyecto de crear un espacio económico unificado de los cuatro países que mencioné es establecer un organismo de aranceles comunes, nada más que eso. Lo que es interesante es que sobre todo se pide a Rusia que aplique esos aranceles comunes. ¿Por qué fue el Presidente de Kazajstán, Nursultan Nazarbayev, el iniciador de este proyecto? Porque Kazajstán quiere que Rusia aplique aranceles comunes en los sectores de la energía y el transporte. Fue su iniciativa, pero estamos dispuestos a secundarla en función del interés común.
Pero ahora han tratado de presentar todo como si fuera Rusia quien inició este proyecto y que se trata sobre todo de nuestro propio interés. No se está obligando a nadie a nada. En la UE, que yo sepa, un 85% de todas las leyes aprobadas por los parlamentos nacionales repiten lo que fue aprobado por el parlamento europeo. En otras palabras, el nivel de independencia nacional en la UE disminuye continuamente y la soberanía desaparece gradualmente. Nosotros en el área pos soviética hemos decidido ponernos de acuerdo en aranceles comunes de energía y transporte y esto provoca una tormenta de emoción, debate, rumores y provocaciones políticas. Y sin embargo esto obviamente no beneficia a la propia Europa. ¿Por qué sucede? No lo entiendo. Pero pienso que, como en el caso de la inversión rusa, el tiempo pasará, todo se calmará y esta agitación política será reemplazada por el pragmatismo y la confianza.

Corriere Della Sera: ¿Qué pasa en cuanto a la OTAN?

VP: Consideramos que la expansión de la OTAN es diferente, porque la OTAN es un bloque político-militar y esta expansión crea fricción en las relaciones con Rusia. No vemos la necesidad de que Ucrania se una a la OTAN porque nadie tiene planes para atacarla y pensamos que el argumento de que la expansión de la OTAN pueda hacer más efectiva la lucha contra el terrorismo no es más que charla vacía y no tiene nada que ver con el sentido común. La OTAN en sí no ayuda a la lucha contra el terrorismo; la cooperación multilateral nos ayuda a combatir el terrorismo. Actualmente enfrentamos amenazas y desafíos como el terrorismo, la trata de personas, el narcotráfico, el crimen organizado y la proliferación nuclear, ¿cómo puede ayudar en esto la política de bloques?
Y hay más que agregar. Hemos hablado de lo que sucede realmente en los asuntos internacionales, de los motivos para el aumento de la tensión, etc. Esto sucede porque nuestros socios adoptan ahora una línea más agresiva en algunas áreas. Usted cita el caso de la OTAN y Ucrania. Pero los sondeos de la opinión pública muestran que entre un 60 y un 70%, tal vez incluso un 80%, de la gente se opone a que Ucrania se sume a la OTAN. A pesar de eso, el Congreso de EEUU aprueba el financiamiento del acceso de Ucrania a la OTAN, pero, ¿le han preguntado al pueblo ucraniano lo que quiere? ¿Por qué no tienen en cuenta los puntos de vista del público ucraniano?

Globe and Mail: Si la OTAN tuviera ventajas en cuanto a la defensa de misiles, ¿sería tal vez útil? EEUU está tomando acción unilateral, pero si estuviera involucrada la OTAN en su lugar parecería un paso imperialista. Todo podría parecer diferente si la OTAN o Rusia se involucraran en esos planes de defensa de misiles.

VP: Si la OTAN participara no cambiaría nada, fundamentalmente porque sabemos cómo se adoptan las decisiones en la OTAN. Se adoptan de la misma manera que en el Pacto de Varsovia. Había un chiste en Alemania Oriental: ¿Cómo puedes decir cuál de los teléfonos del escritorio de Honecker es la línea directa con Moscú? ¿Conoce el chiste?

Der Spiegel: No.

VP: La respuesta es: el que tiene un auricular y no tiene micrófono (risas). Lo mismo vale para la OTAN, excepto que la línea telefónica no va a Moscú en este caso, sino a Washington y por lo tanto no habría diferencia alguna para nosotros si la OTAN dirigiera este proyecto.
En cuanto al tema de la participación de otros países, sí, no estamos contra esa idea, pero nadie nos ha preguntado. A menudo oímos hablar de solidaridad europea, etcétera, pero ¿de qué solidaridad hablamos? Dos países, Polonia y la República Checa, han decidido permitir que instalen sistemas de defensa de misiles en sus territorios. Se nos dice que es necesario para la defensa de Europa. Pero, ¿le ha preguntado alguien a Europa? ¿Fue realmente una decisión común europea? La decisión tendría que tomarse, por los menos, a través de la OTAN, aunque fuera sólo como fachada. Pero nadie lo ha pedido. Estoy seguro de que si le hubieran preguntado a Europa lo habría aprobado, pero EEUU ni siquiera se molestó en consultar a sus aliados al respecto.
En cuanto a Rusia no estamos contra la idea de reflexionar sobre este proyecto. Por cierto, por extraño que pueda sonar, lo propusimos desde el principio. Sugerimos colaborar desde el comienzo pero nos rechazaron de inmediato. Más adelante, ante la oposición a sus planes en Europa y en todo el mundo, nuestros colegas y socios dijeron que en realidad querían hablar con nosotros. Pero, ¿sabe lo que significan sus propuestas de cooperación? Quieren que suministremos nuestros misiles como objetivos para utilizarlos en el entrenamiento. ¡Qué tipos más inteligentes, que gran idea! Algunos de mis colegas, amigos estadounidenses, gente con mucha experiencia en política y asuntos internacionales, reaccionaron de la misma manera que ustedes y se rieron. Me refiero a importantes personalidades políticas de EEUU.
Pero no hemos recibido ninguna proposición sustancial verdadera, ninguna proposición de cooperación exhaustiva y sabemos que no se hará ninguna proposición semejante porque el sistema se está creando como parte de las fuerzas nucleares de EEUU. Desde luego, sería extraño que de repente dejaran que Rusia ingresara en el más sagrado de sus lugares sagrados. No hay nada de qué hablar. Es un asunto serio. Pero si viéramos que se realizan esfuerzos por considerar nuestros puntos de vista, de pensar también en nuestra seguridad, de preservar algún tipo de equilibrio, y si viéramos que este sistema no nos amenaza y que no debilita nuestro propio potencial, entonces estaríamos ciertamente dispuestos a colaborar. Pienso sin embargo que no es muy probable. Como digo, esto significaría otorgarnos acceso al más sagrado de sus lugares sagrados, el de las fuerzas nucleares estratégicas y obviamente se trata de una decisión seria.
Gracias por su atención, hasta la próxima.
Germán Leyens, Diana de Horna, Ana María Acosta, Adela del Olmo, Horacio Garetto y Caty R. pertenecen a los colectivos de Rebelión y Cubadebate. Diana de Horna y Caty R. también son miembros de Tlaxcala.
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Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar a los traductores y la fuente.

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