Todos contra el más rico: Carlos Slim
Quienes se encuentran bajo la sombra de su poderosa dinastía y se empeñan en promover una frustrante competencia hacia las empresas más visibles de su imperio, afirman que su dominio se basa en una serie de complacencias de parte de todas las administraciones federales pasadas que se han mostrado ajenas al constante enriquecimiento de este empresario mexicano.
Quienes lo conocen de una manera más directa reconocen el desarrollado “olfato” para distinguir las excelentes oportunidades de negocio que se le presentan ya sea comprando o rescatando empresas bajo el conocido modelo de “comprar cuando todos venden y vender cuando todos compran”.
Lo que es un hecho es que Carlos Slim Helú, uno de los dos hombres más ricos del mundo ha levantado una serie de controversias y envidias que se sustentan con una serie de argumentos éticos, empresariales, bursátiles, pro-competitivos y de justicia social.
Sin embargo, todo ese “mal ambiente” que comienza a fortalecerse alrededor de Carlos Slim no sólo se concentra en México pues además de todos sus competidores nacionales, cada vez surgen más contrincantes de talla internacional que se han propuesto combatir “frente a frente” contra el empresario que tiene la trayectoria más exitosa de la década.
El más ricoTodo parece indicar que la presión sobre el famoso Ingeniero se fortificó en abril cuando la revista Forbes informó que ya ocupaba el segundo lugar dentro de la lista de los más ricos del mundo, solo 3 mil millones de dólares debajo de Bill Gates, el presidente de Microsoft.
La controversia creció cuando el pasado 3 de julio la agencia Reuters recuperó una nota de la revista electrónica mexicana Sentido Común en la cual se aseguraba que Carlos Slim se había convertido en el hombre más rico del mundo al atribuirle una fortuna personal de 67 mil 838 millones de dólares, superando los 56 mil millones de dólares atribuidos a Bill Gates por Forbes.
El informe de Sentido Común explicaba el movimiento de las fortunas de Slim y de Gates al tomar como base el desempeño en bolsa de las acciones de los portafolios personales de ambos empresarios; sin embargo, un día después, la revista electrónica aclaró que tal vez la estimación de las ganancias de Slim fueron sobrestimadas, pero advierte que difícilmente Gates podría alcanzar una fortuna mayor a los 62 mil 900 millones de dólares alcanzados por Slim Helú.
Asimismo, entre los círculos financieros corre la versión de que algunas publicaciones internacionales harán un ejercicio similar en el cual se confirmaría la supremacía de Slim.
Para los que quieren escucharlo, Carlos Slim siempre ha dicho que su llegada a las grandes ligas de Forbes no comenzó con la privatización de Teléfonos de México (Telmex) en 1991 pues ubica su éxito entre 1981 y 1982 cuando además de haber comprado a la compañía Cigarrera y Tabacalera Mexicana (Cigatam) pudo comprar otras empresas endeudadas a raíz de la crisis de 1982 y de la nacionalización bancaria.
Sin embargo, en reciente entrevista con el diario español El País, Carlos Slim afirmó que “no todo es Telmex” pues afirma que su fortuna no se basa únicamente en la rentabilidad de la empresa telefónica.
Es más, durante su más reciente conferencia de prensa celebrada en marzo de este mismo año, el mismo Carlos Slim afirmó que a partir de la crisis de 1982 comenzó la adquisición de varias empresas que iban desde fábricas de aluminio y llantas, hasta refresqueras, cadenas de restaurantes o bancos. De paso, dijo que el gobierno de Carlos Salinas de Gortari no lo benefició en el proceso de privatización de Telmex.
La caballería
No son pocos los que piensan que el empresario ha sacado provecho de una débil regulación y una tolerancia por parte de las autoridades mexicanas en torno a las prácticas anticompetitivas de diversas empresas de Slim en territorio nacional.
Uno de los principales críticos ha sido el ex secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, quien desde su paso por Avantel y ahora como presidente de Telefónica Móviles México ha luchado por abrir la competencia en el mercado de telecomunicaciones.
El pasado mes de marzo, en su única reunión formal con la prensa desde su regreso al sector privado, Gil Díaz dijo que “el problema no es el ingeniero Carlos Slim”, sino “la falta de una política pública que apoye la competencia”; pues además comentó que “mal haría si no aprovechará esas condiciones”.
Otro crítico a las empresas telefónicas de Slim en México es el actual subsecretario de Comunicaciones de la SCT, Rafael del Villar, quien desde su paso por el Banco de México ha insistido en que las tarifas telefónicas son muy altas pues no hay una competencia intensiva y que deberían haber bajado por lo menos 10 por ciento en los últimos ocho años. Además, en febrero de este mismo año, Del Villar resaltó la necesidad de que se permita incrementar la inversión extranjera en telefonía fija, para tratar de aumentar la competencia y reducir las tarifas del sector.
En otro frente, el presidente de la Comisión Federal de Competencia (CFC), Eduardo Pérez Motta, dijo hace unas semanas que antes de que concluya este año la institución podría iniciar una investigación para poder declarar la dominancia de Telmex y de América Móvil en sus respectivos mercados.
Al respecto, algunos legisladores han hecho eco de estos señalamientos pues los diputados José Luis Aguilera Rico de Convergencia, Miguel Ángel Jiménez Godínez de Nueva Alianza, Mauricio Ortiz Proal y Víctor Manuel Palma del PRI presentaron el pasado 13 de junio de 2007 una iniciativa de reforma a la Ley de Inversión Extranjera, la cual pretende aumentar la competencia en telefonía fija y servicios relacionados.
Según la exposición de motivos de la iniciativa, se afirma que se busca “crear un ambiente de verdadera competencia en la red fija de telefonía” pues “la eliminación de la barrera a la inversión en el sector busca evitar la insana concentración de mercado, cuyos efectos en los últimos años han afectado al amplio público usuario de los servicios telefónicos”.
En ese sentido, el diputado José Luis Aguilera Rico afirma en breve entrevista que la iniciativa presentada no tiene patrocinador empresarial pues fue redactada totalmente por los legisladores mencionados quienes además esperan que termine con éxito en una reforma legal.
Aguilera añade que “se deben dar más facilidades a la inversión extranjera y no ser tan rigurosos” con ese tipo de inversionistas pues además los diputados justifican su iniciativa con la misma opinión de Carlos Slim quien en la citada conferencia de marzo dijo que “debería ser abierta la inversión extranjera (en telefonía), ojalá y nos dieran reciprocidad, es decir; si viene una empresa china que se abra en ese país, si viene una española también”.
Añadió Slim entonces que aun sin que exista la apertura recíproca “es mejor que la ley lo permita a que le den la vuelta manipulando todo a través del fondo de inversión neutra, es absurdo que se maneje en esa forma, debería haber una autorización”.
La expedición al sur
En la entrevista con El País, Carlos Slim afirmó estar a favor de la competencia pues es un estímulo y “lo hace a uno mejor”; sin embargo, lamenta que le hayan permitido entrar en España y que le acusen de no ser un promotor de prácticas competitivas pues afirma que “los ataques arrecian cuando vienen etapas de competencia”.
Slim puntualizó en la entrevista que “hoy vuelve la crítica porque viene la convergencia tecnológica, y, a diferencia de lo que pasa en el mundo, quieren que Telmex en México se atrase en desarrollo tecnológico”; aun y cuando sus empresas como Telmex y América Móvil están “entrando en toda América Latina como terceros o cuartos operadores”.
América Móvil, tiene presencia en Estados Unidos, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Puerto Rico, República Dominicana, Colombia, Ecuador, Perú, Brasil, Chile, Argentina, Paraguay y Uruguay. Por su parte, Telmex tiene operaciones en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Estados Unidos, México, Perú y Uruguay.
Para la revista electrónica Sentido Común: “México sí es el mercado más importante de las operaciones internacionales de sus compañías” pues “el año pasado las ventas en México de América Móvil representaron 46.6 por ciento de los ingresos totales de la empresa, mientras que Brasil representó 16.9 por ciento; Colombia 9.1 por ciento; Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay juntas 8.5 por ciento”. Afirma que por cuanto al número de usuarios, el 34.6 por ciento de sus más de 124 millones de clientes estaba en México.
Pero la fama anticompetitiva del empresario le ha generado algunos traspiés en su excursión hacia otros mercados como lo prueba la fallida compra de la empresa estatal colombiana Telecom, pues aun cuando se había firmado un acuerdo preeliminar entre Telmex y el gobierno de ese país, las presiones internas y externas echaron abajo el acuerdo.
Asimismo, el año pasado, tanto América Móvil como Telmex habían firmado un acuerdo con la estadunidense Verizon para quedarse con 28.5 por ciento de las acciones de la venezolana CANTV, no obstante, el presidente de ese país, Hugo Chávez, decidió nacionalizar la empresa antes de entregársela a las empresas de Carlos Slim.
Otro dique a la expansión de Slim se verificó este mismo año en territorio europeo cuando Telefónica de España anunció la firma de un convenio para comprar a la empresa italiana Olimpia, controladora del 23.6 por ciento de las acciones de Telecom Italia. Según versiones de prensa, los accionistas de Olimpia habían llegado a un acuerdo previo con AT&T, América Móvil y Telmex para venderle el control de la empresa italiana, pero la presión de grupos empresariales locales frustraron la operación.Batalla en la Amazonia
Para las empresas de Slim, la entrada al continente europeo vía Telecom Italia también significaba una importante oportunidad de tener mayor control sobre el mercado brasileño al tener una participación en la matriz de Telecom Italia Mobile (TIM), de Brasil.
Desde hace tiempo las empresas del empresario han querido controlar el mercado brasileño pues en febrero de este año América Móvil había presentado una oferta a TIM en Brasil, la cual fue rechazada.
Es por eso que algunos analistas del mercado consideran que la verdadera fortaleza tendrá su prueba de fuego en Brasil país donde existe una cerrada batalla por el mercado, sobre todo en telefonía móvil, pues ninguno de los ocho operadores tiene más de 30 por ciento del mercado.
De acuerdo con datos de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) de Brasil, hasta el pasado mes de marzo, la telefónica Vivo, firma a riesgo compartido entre Telefónica y Portugal Telecom tiene una participación de 28.4 por ciento del mercado, siendo la más grande de Brasil con 29 millones de clientes.
En segundo lugar se encuentra TIM, filial de Telecom Italia en Brasil, empresa que tiene 25.5 por ciento del mercado equivalente a 26 millones de usuarios; y en tercer lugar esta Claro, la filial de América Móvil con 24 por ciento del mercado, equivalente a 24 millones de clientes.
Las empresas más pequeñas —y consideradas como de nicho— Oi, Telemig, BrT GSM, CTBC y Sercotel tienen el resto del mercado.
Mientras tanto, en lo que podría considerarse como la revancha desde que Telmex compró la operadora local Embratel, su principal rival, Telefónica de España, sigue los rastros dejados por Slim y hace unas semanas se informó que la empresa habría presentado una oferta de 3 mil millones de dólares a su socio Portugal Telecom por 50 por ciento de sus acciones que tiene en la empresa Vivo.
Aun no se sabe si esta expansión de Telefónica en Brasil pueda tener efectos en las operaciones de Carlos Slim en ese país, pero lo que sí es un hecho es que la cruzada en contra de la expansión de Slim Helú no se limita al territorio nacional y llega hasta el sur del continente.
Muy pocos le creen pero dentro del proyecto de vida de Carlos Slim Helú no está ser el hombre más rico del mundo sino tratar de buscar que haya mejor salud, mejor educación y mejor empleo en América Latina y está convencido que para ello es necesario hacer crecer sus empresas, pues afirma que la pobreza no se combate con proyectos de caridad y asistencia.
Quienes lo conocen de una manera más directa reconocen el desarrollado “olfato” para distinguir las excelentes oportunidades de negocio que se le presentan ya sea comprando o rescatando empresas bajo el conocido modelo de “comprar cuando todos venden y vender cuando todos compran”.
Lo que es un hecho es que Carlos Slim Helú, uno de los dos hombres más ricos del mundo ha levantado una serie de controversias y envidias que se sustentan con una serie de argumentos éticos, empresariales, bursátiles, pro-competitivos y de justicia social.
Sin embargo, todo ese “mal ambiente” que comienza a fortalecerse alrededor de Carlos Slim no sólo se concentra en México pues además de todos sus competidores nacionales, cada vez surgen más contrincantes de talla internacional que se han propuesto combatir “frente a frente” contra el empresario que tiene la trayectoria más exitosa de la década.
El más ricoTodo parece indicar que la presión sobre el famoso Ingeniero se fortificó en abril cuando la revista Forbes informó que ya ocupaba el segundo lugar dentro de la lista de los más ricos del mundo, solo 3 mil millones de dólares debajo de Bill Gates, el presidente de Microsoft.
La controversia creció cuando el pasado 3 de julio la agencia Reuters recuperó una nota de la revista electrónica mexicana Sentido Común en la cual se aseguraba que Carlos Slim se había convertido en el hombre más rico del mundo al atribuirle una fortuna personal de 67 mil 838 millones de dólares, superando los 56 mil millones de dólares atribuidos a Bill Gates por Forbes.
El informe de Sentido Común explicaba el movimiento de las fortunas de Slim y de Gates al tomar como base el desempeño en bolsa de las acciones de los portafolios personales de ambos empresarios; sin embargo, un día después, la revista electrónica aclaró que tal vez la estimación de las ganancias de Slim fueron sobrestimadas, pero advierte que difícilmente Gates podría alcanzar una fortuna mayor a los 62 mil 900 millones de dólares alcanzados por Slim Helú.
Asimismo, entre los círculos financieros corre la versión de que algunas publicaciones internacionales harán un ejercicio similar en el cual se confirmaría la supremacía de Slim.
Para los que quieren escucharlo, Carlos Slim siempre ha dicho que su llegada a las grandes ligas de Forbes no comenzó con la privatización de Teléfonos de México (Telmex) en 1991 pues ubica su éxito entre 1981 y 1982 cuando además de haber comprado a la compañía Cigarrera y Tabacalera Mexicana (Cigatam) pudo comprar otras empresas endeudadas a raíz de la crisis de 1982 y de la nacionalización bancaria.
Sin embargo, en reciente entrevista con el diario español El País, Carlos Slim afirmó que “no todo es Telmex” pues afirma que su fortuna no se basa únicamente en la rentabilidad de la empresa telefónica.
Es más, durante su más reciente conferencia de prensa celebrada en marzo de este mismo año, el mismo Carlos Slim afirmó que a partir de la crisis de 1982 comenzó la adquisición de varias empresas que iban desde fábricas de aluminio y llantas, hasta refresqueras, cadenas de restaurantes o bancos. De paso, dijo que el gobierno de Carlos Salinas de Gortari no lo benefició en el proceso de privatización de Telmex.
La caballería
No son pocos los que piensan que el empresario ha sacado provecho de una débil regulación y una tolerancia por parte de las autoridades mexicanas en torno a las prácticas anticompetitivas de diversas empresas de Slim en territorio nacional.
Uno de los principales críticos ha sido el ex secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, quien desde su paso por Avantel y ahora como presidente de Telefónica Móviles México ha luchado por abrir la competencia en el mercado de telecomunicaciones.
El pasado mes de marzo, en su única reunión formal con la prensa desde su regreso al sector privado, Gil Díaz dijo que “el problema no es el ingeniero Carlos Slim”, sino “la falta de una política pública que apoye la competencia”; pues además comentó que “mal haría si no aprovechará esas condiciones”.
Otro crítico a las empresas telefónicas de Slim en México es el actual subsecretario de Comunicaciones de la SCT, Rafael del Villar, quien desde su paso por el Banco de México ha insistido en que las tarifas telefónicas son muy altas pues no hay una competencia intensiva y que deberían haber bajado por lo menos 10 por ciento en los últimos ocho años. Además, en febrero de este mismo año, Del Villar resaltó la necesidad de que se permita incrementar la inversión extranjera en telefonía fija, para tratar de aumentar la competencia y reducir las tarifas del sector.
En otro frente, el presidente de la Comisión Federal de Competencia (CFC), Eduardo Pérez Motta, dijo hace unas semanas que antes de que concluya este año la institución podría iniciar una investigación para poder declarar la dominancia de Telmex y de América Móvil en sus respectivos mercados.
Al respecto, algunos legisladores han hecho eco de estos señalamientos pues los diputados José Luis Aguilera Rico de Convergencia, Miguel Ángel Jiménez Godínez de Nueva Alianza, Mauricio Ortiz Proal y Víctor Manuel Palma del PRI presentaron el pasado 13 de junio de 2007 una iniciativa de reforma a la Ley de Inversión Extranjera, la cual pretende aumentar la competencia en telefonía fija y servicios relacionados.
Según la exposición de motivos de la iniciativa, se afirma que se busca “crear un ambiente de verdadera competencia en la red fija de telefonía” pues “la eliminación de la barrera a la inversión en el sector busca evitar la insana concentración de mercado, cuyos efectos en los últimos años han afectado al amplio público usuario de los servicios telefónicos”.
En ese sentido, el diputado José Luis Aguilera Rico afirma en breve entrevista que la iniciativa presentada no tiene patrocinador empresarial pues fue redactada totalmente por los legisladores mencionados quienes además esperan que termine con éxito en una reforma legal.
Aguilera añade que “se deben dar más facilidades a la inversión extranjera y no ser tan rigurosos” con ese tipo de inversionistas pues además los diputados justifican su iniciativa con la misma opinión de Carlos Slim quien en la citada conferencia de marzo dijo que “debería ser abierta la inversión extranjera (en telefonía), ojalá y nos dieran reciprocidad, es decir; si viene una empresa china que se abra en ese país, si viene una española también”.
Añadió Slim entonces que aun sin que exista la apertura recíproca “es mejor que la ley lo permita a que le den la vuelta manipulando todo a través del fondo de inversión neutra, es absurdo que se maneje en esa forma, debería haber una autorización”.
La expedición al sur
En la entrevista con El País, Carlos Slim afirmó estar a favor de la competencia pues es un estímulo y “lo hace a uno mejor”; sin embargo, lamenta que le hayan permitido entrar en España y que le acusen de no ser un promotor de prácticas competitivas pues afirma que “los ataques arrecian cuando vienen etapas de competencia”.
Slim puntualizó en la entrevista que “hoy vuelve la crítica porque viene la convergencia tecnológica, y, a diferencia de lo que pasa en el mundo, quieren que Telmex en México se atrase en desarrollo tecnológico”; aun y cuando sus empresas como Telmex y América Móvil están “entrando en toda América Latina como terceros o cuartos operadores”.
América Móvil, tiene presencia en Estados Unidos, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Puerto Rico, República Dominicana, Colombia, Ecuador, Perú, Brasil, Chile, Argentina, Paraguay y Uruguay. Por su parte, Telmex tiene operaciones en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Estados Unidos, México, Perú y Uruguay.
Para la revista electrónica Sentido Común: “México sí es el mercado más importante de las operaciones internacionales de sus compañías” pues “el año pasado las ventas en México de América Móvil representaron 46.6 por ciento de los ingresos totales de la empresa, mientras que Brasil representó 16.9 por ciento; Colombia 9.1 por ciento; Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay juntas 8.5 por ciento”. Afirma que por cuanto al número de usuarios, el 34.6 por ciento de sus más de 124 millones de clientes estaba en México.
Pero la fama anticompetitiva del empresario le ha generado algunos traspiés en su excursión hacia otros mercados como lo prueba la fallida compra de la empresa estatal colombiana Telecom, pues aun cuando se había firmado un acuerdo preeliminar entre Telmex y el gobierno de ese país, las presiones internas y externas echaron abajo el acuerdo.
Asimismo, el año pasado, tanto América Móvil como Telmex habían firmado un acuerdo con la estadunidense Verizon para quedarse con 28.5 por ciento de las acciones de la venezolana CANTV, no obstante, el presidente de ese país, Hugo Chávez, decidió nacionalizar la empresa antes de entregársela a las empresas de Carlos Slim.
Otro dique a la expansión de Slim se verificó este mismo año en territorio europeo cuando Telefónica de España anunció la firma de un convenio para comprar a la empresa italiana Olimpia, controladora del 23.6 por ciento de las acciones de Telecom Italia. Según versiones de prensa, los accionistas de Olimpia habían llegado a un acuerdo previo con AT&T, América Móvil y Telmex para venderle el control de la empresa italiana, pero la presión de grupos empresariales locales frustraron la operación.Batalla en la Amazonia
Para las empresas de Slim, la entrada al continente europeo vía Telecom Italia también significaba una importante oportunidad de tener mayor control sobre el mercado brasileño al tener una participación en la matriz de Telecom Italia Mobile (TIM), de Brasil.
Desde hace tiempo las empresas del empresario han querido controlar el mercado brasileño pues en febrero de este año América Móvil había presentado una oferta a TIM en Brasil, la cual fue rechazada.
Es por eso que algunos analistas del mercado consideran que la verdadera fortaleza tendrá su prueba de fuego en Brasil país donde existe una cerrada batalla por el mercado, sobre todo en telefonía móvil, pues ninguno de los ocho operadores tiene más de 30 por ciento del mercado.
De acuerdo con datos de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) de Brasil, hasta el pasado mes de marzo, la telefónica Vivo, firma a riesgo compartido entre Telefónica y Portugal Telecom tiene una participación de 28.4 por ciento del mercado, siendo la más grande de Brasil con 29 millones de clientes.
En segundo lugar se encuentra TIM, filial de Telecom Italia en Brasil, empresa que tiene 25.5 por ciento del mercado equivalente a 26 millones de usuarios; y en tercer lugar esta Claro, la filial de América Móvil con 24 por ciento del mercado, equivalente a 24 millones de clientes.
Las empresas más pequeñas —y consideradas como de nicho— Oi, Telemig, BrT GSM, CTBC y Sercotel tienen el resto del mercado.
Mientras tanto, en lo que podría considerarse como la revancha desde que Telmex compró la operadora local Embratel, su principal rival, Telefónica de España, sigue los rastros dejados por Slim y hace unas semanas se informó que la empresa habría presentado una oferta de 3 mil millones de dólares a su socio Portugal Telecom por 50 por ciento de sus acciones que tiene en la empresa Vivo.
Aun no se sabe si esta expansión de Telefónica en Brasil pueda tener efectos en las operaciones de Carlos Slim en ese país, pero lo que sí es un hecho es que la cruzada en contra de la expansión de Slim Helú no se limita al territorio nacional y llega hasta el sur del continente.
Muy pocos le creen pero dentro del proyecto de vida de Carlos Slim Helú no está ser el hombre más rico del mundo sino tratar de buscar que haya mejor salud, mejor educación y mejor empleo en América Latina y está convencido que para ello es necesario hacer crecer sus empresas, pues afirma que la pobreza no se combate con proyectos de caridad y asistencia.
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Hugo González
Hugo González
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Milenio-Mexico/Inicio/24/07/2007
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