29/4/07

Estados Unidos: Las pérdidas superan a las posibles ganancias estadounidenses en la disputa comercial con China

ARGENPRESS.info/27/04/2007
XINHUA

Estados Unidos ha presentado recientemente a la Organización Mundial del Comercio (OMC) dos quejas formales contra China por la insuficiente protección de la propiedad intelectual y las restricciones a la venta de películas, música y libros procedentes de los mercados estadounidenses.

Es la tercera vez este año que el Gobierno de EEUU se querella contra China en la OMC y la mayoría de los medios de comunicación estadounidenses y de los expertos en la materia consideran insensata la acción de Washington, que a su juicio, saldrá perjudicado en el futuro.

Las acciones emprendidas por EEUU surgen tanto de una necesidad del Ejecutivo central, que no ha considerado su relación comercial con China, como de la situación general entre los dos países.

En una entrevista reciente concedida por el profesor de la Universidad de Harvard Ezra Vogel, éste predijo que es muy posible que miembros del Congreso estadounidense muestren esta primavera su desacuerdo sobre el comercio con China.

Por su parte, algunos medios estadounidenses apuntaron que las quejas presentadas por Washington ante la OMC constituyen una reacción del Gobierno del presidente George W. Bush ante la creciente presión del Parlamento, controlado por los demócratas.

También se comenta que la decisión de la Administración de Bush persigue buscar el apoyo del Parlamento al Tratado de Libre Comercio (TLC) con Corea del Sur, ratificado por ambos a comienzos de este mes, así como extender su Autoridad para la Promoción Comercial (TPA, por sus siglas en inglés), que expira a finales de junio.

Se podría decir, asimismo, que la disputa interna producida en EEUU ha llevado a Bush a adoptar en los últimos dos meses políticas comerciales muy estrictas con China.

En realidad, en los últimos años el Gobierno chino ha conseguido resultados visibles en la protección de los derechos de propiedad intelectual y, en el acceso de las publicaciones al mercado, China y EEUU siempre han mantenido una buena comunicación y un intercambio de ideas favorable para las dos partes.

Incluso la representante estadounidense de Comercio, Susan C. Shwab, reconoció que las autoridades chinas, que otorgan prioridad a la protección de los derechos de propiedad intelectual, han tomado medidas muy activas en este campo.

No obstante, con la apelación a la OMC, EEUU actúa en contra del consenso alcanzado por los líderes de ambos países sobre la promoción de las relaciones comerciales y económicas en cuanto al tratamiento adecuado de los problemas comerciales bilaterales, lo que podría dañar los lazos ya establecidos y ejercer una mala influencia en sus respectivas economías.

Por ello, se insiste en que este enfrentamiento comercial acabará perjudicando más a EEUU que a China.

A modo de ejemplo, el periódico estadounidense The New York Times señaló en un editorial del 10 de abril que si esta acción desemboca en una guerra comercial a gran escala contra China, no habrá ganador alguno, ni siquiera los trabajadores estadounidenses, cuyos intereses se han comprometido a proteger la Casa Blanca y los congresistas.

El rotativo añadió igualmente que dados los crecientes sentimientos en contra del país asiático en EEUU, se debe evitar la aparición de un malentendido mayor, que se reflejaría en el mercado y llegaría a tomarse represalias en el pago de los aranceles.

Según indicó la agencia de prensa Associated Press (AP), la denuncia del Gobierno de Bush tal vez conduzca a una división interna de las empresas estadounidenses, pues si bien la industria audiovisual y editorial puede apoyar tal iniciativa, existe la posibilidad de que haya otras que no lo hagan.

Así, la solución más correcta de las disputas económicas y comerciales, tal y como ha subrayado el Gobierno chino, debería ser la que partiera de la base de la igualdad y de la ampliación de la colaboración mutuamente beneficiosa.

El Ejecutivo chino ha manifestado en más de una ocasión su voluntad de mantener su compromiso con la OMC y su deseo de que EEUU adopten acciones concretas a favor del desarrollo de las relaciones comerciales bilaterales.

De hecho, el origen de la mayoría de los productos piratas en China es estadounidense, pero para llevar a cabo acciones contra la piratería y la violación de la propiedad intelectual a escala internacional hacen falta negociaciones y cooperación, pues ampararse en la censura no es suficiente.

Expertos estadounidenses se han mostrado convencidos de que ' China y EEUU están dispuestos a solucionar estas disputas mediante la vía del diálogo', pero si el juicio ante la OMC prosigue, China mantendrá una postura optimista, ya que se ha esforzado mucho en los últimos años por proteger los derechos de propiedad intelectual.

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