Rato no es un neocon ni parece tener apego a la derecha extrema
Rodrigo de vuelta, a seis meses de marzo, dice: “No haré política”
-
Vuelve Rodrigo Rato. Adiós al Fondo Monetario Internacional (FMI), cuyo cargo de director gerente tiene rango internacional de Jefe de Estado. “No va a hacer política en ningún caso”, repiten desde su entorno. Va a dedicarse a la empresa privada. Todo es posible, sin duda. Pero regresará formalmente en septiembre. A poco más de medio año de las elecciones generales.
-
El mejor número 2 de la lista por Madrid, en las presentes circunstancias del PP, es Rato, a quien José María Aznar humilló designando como sucesor a Mariano Rajoy. Rato es mucho Rato, y Aznar pretendía continuar gobernando desde la FAES, a través de su primer ministro que iba a ser Rajoy. No le salió, sin embargo, la operación diseñada.
-
Al margen de los avatares
Las urnas del 14 de marzo de 2004 vedaron el paso de Rajoy al palacio de la Moncloa. Fue José Luis Rodríguez Zapatero –como narra en su libro Javier Valenzuela y como lo adelantamos desde elplural.com- quien facilitó su encumbramiento al FMI. Y ahora –tras tres años de otear la política española al margen de los avatares de la batalla- retorna a Madrid.
-
Rumbo encarrilado
Si el regreso se produjera en 2009 –cumplido el quinquenio de su mandato-, cabe suponer que las circunstancias serían muy distintas. Por esas fechas, o Rajoy será presidente del Gobierno, o se habrá ido a casa, a pesar de sus recientes declaraciones negando esta hipótesis, o habrá sobrevivido a su segunda derrota. En todo caso, el PP para entonces tendrá su rumbo -bueno, malo o regular- encarrilado.
-
Ni Gallardón ni Aguirre
En septiembre de 2007 no será así. La olla política estará en su presión máxima. ¿Qué diría una encuesta que preguntara a los votantes, simpatizantes y militantes genoveses sobre si prefieren de candidato presidencial a Rajoy o a Rato? El favorito sería Rato. ¿Qué diría una encuesta, también entre gentes del PP, acerca de la sucesión de Rajoy, en el caso de que pierda –como parece más que verosímil- los comicios de marzo? Ni Ruiz Gallardón ni Esperanza Aguirre. Rato.
-
Falta coraje
¿Será capaz el PP de reintegrar a Rato ofreciéndole no un puesto en la lista por Madrid, como ha anunciado ya Gabriel Elorriaga, portavoz de Rajoy, sino el número 2, que no es lo mismo? Da la impresión de que no. Falta coraje y sobran ambiciones personales. Cuesta pensar, además, que un PP con Rato se mantuviera en la funesta deriva actual. El aún director gerente del FMI no es un neocon, dijo no a la guerra de Irak, aunque no públicamente, ni parece tener apego por la derecha extrema. Es un conservador pragmático, con cintura para los pactos y con sentido de Estado.
-
Las especulaciones
Rato puede cortar de raíz todas las especulaciones que ya se están produciendo y que van a agitar –para desgracia de Rajoy- las aguas de Génova 13. Puede anunciar rotundamente que se retira de la política y revelar la empresa en donde prestará sus servicios. O puede rectificar las primeras filtraciones y seguir con su compromiso político.
-
Grave riesgo
Todo cuanto haga para acabar con el estado de dislate y de crispación enloquecida en el que se ha instalado el PP será bienvenido. Me temo, no obstante, que o no querrá él meterse en semejante aventura, en la que volarán los cuchillos con grave riesgo, o que no le dejarán sus queridos amigos, a muchos de los cuales se les ha cortado súbitamente la digestión al conocer la noticia y se les ha cambiado el rictus de la cara. A Rajoy, el primero.
E.S.
-
elplural-España/Política/29/06/2007
-
Vuelve Rodrigo Rato. Adiós al Fondo Monetario Internacional (FMI), cuyo cargo de director gerente tiene rango internacional de Jefe de Estado. “No va a hacer política en ningún caso”, repiten desde su entorno. Va a dedicarse a la empresa privada. Todo es posible, sin duda. Pero regresará formalmente en septiembre. A poco más de medio año de las elecciones generales.
-
El mejor número 2 de la lista por Madrid, en las presentes circunstancias del PP, es Rato, a quien José María Aznar humilló designando como sucesor a Mariano Rajoy. Rato es mucho Rato, y Aznar pretendía continuar gobernando desde la FAES, a través de su primer ministro que iba a ser Rajoy. No le salió, sin embargo, la operación diseñada.
-
Al margen de los avatares
Las urnas del 14 de marzo de 2004 vedaron el paso de Rajoy al palacio de la Moncloa. Fue José Luis Rodríguez Zapatero –como narra en su libro Javier Valenzuela y como lo adelantamos desde elplural.com- quien facilitó su encumbramiento al FMI. Y ahora –tras tres años de otear la política española al margen de los avatares de la batalla- retorna a Madrid.
-
Rumbo encarrilado
Si el regreso se produjera en 2009 –cumplido el quinquenio de su mandato-, cabe suponer que las circunstancias serían muy distintas. Por esas fechas, o Rajoy será presidente del Gobierno, o se habrá ido a casa, a pesar de sus recientes declaraciones negando esta hipótesis, o habrá sobrevivido a su segunda derrota. En todo caso, el PP para entonces tendrá su rumbo -bueno, malo o regular- encarrilado.
-
Ni Gallardón ni Aguirre
En septiembre de 2007 no será así. La olla política estará en su presión máxima. ¿Qué diría una encuesta que preguntara a los votantes, simpatizantes y militantes genoveses sobre si prefieren de candidato presidencial a Rajoy o a Rato? El favorito sería Rato. ¿Qué diría una encuesta, también entre gentes del PP, acerca de la sucesión de Rajoy, en el caso de que pierda –como parece más que verosímil- los comicios de marzo? Ni Ruiz Gallardón ni Esperanza Aguirre. Rato.
-
Falta coraje
¿Será capaz el PP de reintegrar a Rato ofreciéndole no un puesto en la lista por Madrid, como ha anunciado ya Gabriel Elorriaga, portavoz de Rajoy, sino el número 2, que no es lo mismo? Da la impresión de que no. Falta coraje y sobran ambiciones personales. Cuesta pensar, además, que un PP con Rato se mantuviera en la funesta deriva actual. El aún director gerente del FMI no es un neocon, dijo no a la guerra de Irak, aunque no públicamente, ni parece tener apego por la derecha extrema. Es un conservador pragmático, con cintura para los pactos y con sentido de Estado.
-
Las especulaciones
Rato puede cortar de raíz todas las especulaciones que ya se están produciendo y que van a agitar –para desgracia de Rajoy- las aguas de Génova 13. Puede anunciar rotundamente que se retira de la política y revelar la empresa en donde prestará sus servicios. O puede rectificar las primeras filtraciones y seguir con su compromiso político.
-
Grave riesgo
Todo cuanto haga para acabar con el estado de dislate y de crispación enloquecida en el que se ha instalado el PP será bienvenido. Me temo, no obstante, que o no querrá él meterse en semejante aventura, en la que volarán los cuchillos con grave riesgo, o que no le dejarán sus queridos amigos, a muchos de los cuales se les ha cortado súbitamente la digestión al conocer la noticia y se les ha cambiado el rictus de la cara. A Rajoy, el primero.
E.S.
-
elplural-España/Política/29/06/2007
No hay comentarios:
Publicar un comentario