Gobierno de Hugo Chávez fortalece su presencia política y económica en Bolivia
Bolivia dio otro paso para afianzar sus relaciones políticas y económicas con el Gobierno de Hugo Chávez, abriendo a Caracas la posibilidad de participar en la explotación de un fabuloso yacimiento de hierro en el este del país, del que 50% ya fue adjudicado a la empresa india Jindal.
Los presidentes de Venezuela Hugo Chávez y de Bolivia Evo Morales suscribieron el domingo un acuerdo para la explotación del cerro Mutún, una de las reservas ferrosas más grandes del mundo, ubicada en Puerto Suárez, sobre la hidrovía Paraná-Paraguay, en la frontera con Brasil.
Morales afirmó este lunes en una declaración de prensa en el presidencial palacio Quemado de La Paz que la carta de intenciones permitirá estudiar la posibilidad para explorar un 50% del reservorio.
La empresa india Jindal Steel and Power se adjudicó en julio pasado la explotación de la otra mitad del rico reservorio que almacena unos 40.000 millones de toneladas de hierro y 10.000 millones de manganeso, según cálculos oficiales, y comprometió una inversión de 2.100 millones de dólares.
"Estos recursos (naturales) deben aprovecharse para bien de la nación y como gobierno tenemos la obligación de acelerar no solamente la inversión, sino acuerdos que permitan garantizar el desarrollo del pueblo boliviano", afirmó el mandatario.
Además del asunto minero, los presidentes suscribieron otras tres cartas de intención para la construcción de un complejo petroquímico binacional en la región cocalera del Chapare (centro), para la instalación de dos plantas de cemento y para el desarrollo de proyectos forestales y madereros.
Desde que llegó al poder en enero de 2006, Morales se ha convertido en un estrecho aliado del presidente Chávez, quien ha facilitado recursos económicos para municipios pobres rurales y para el fortalecimiento institucional de las Fuerzas Armadas y la Policía boliviana.
Si bien no existen cifras oficiales, se estima que la ayuda financiera otorgada por Caracas, la mayoría en calidad de donación, oscila entre los 60 y 80 millones de dólares.
Sin embargo, los recursos no sólo se han limitado a apoyar municipios, policías o militares, también han apuntado a fortalecer la política hidrocarburífera del mandatario boliviano, urgido de inversiones para desarrollar su rico reservorio, segundo de la región después de Venezuela.
Chávez y Morales firmaron el 10 de agosto último en La Paz una serie de acuerdos para el ingreso de la petrolera venezolana PDVSA en la exploración y explotación de los reservorios de petróleo en los Andes de Bolivia y de gas natural en el sudeste del país.
Para esas zonas hidrocarburíferas, los dos países prometieron una inversión de 600 millones de dólares.
Además, el gobierno venezolano apoyará con 80 millones de dólares la construcción de una planta termoeléctrica en la región del Chapare boliviano, el bastión político del presidente Morales.
El pie económico que ha logrado colocar el presidente Chávez en el Mutún, sin embargo, ha generado el rechazo inmediato en partidos de la oposición y líderes civiles de la región de Germán Bush, en el departamento de Santa Cruz, donde se halla el magnífico yacimiento ferroso.
El diputado de la agrupación política Podemos (derecha), Juan Carlos Urenda, anunció que no viabilizarán en el Congreso el acuerdo boliviano-venezolano y dijo que "avergüenza el sometimiento de Morales hacia Chávez".
El líder civil de la región, Antonio Tudela, aseguró que no se va "a permitir un acuerdo que no tenga transparencia".
Los presidentes de Venezuela Hugo Chávez y de Bolivia Evo Morales suscribieron el domingo un acuerdo para la explotación del cerro Mutún, una de las reservas ferrosas más grandes del mundo, ubicada en Puerto Suárez, sobre la hidrovía Paraná-Paraguay, en la frontera con Brasil.
Morales afirmó este lunes en una declaración de prensa en el presidencial palacio Quemado de La Paz que la carta de intenciones permitirá estudiar la posibilidad para explorar un 50% del reservorio.
La empresa india Jindal Steel and Power se adjudicó en julio pasado la explotación de la otra mitad del rico reservorio que almacena unos 40.000 millones de toneladas de hierro y 10.000 millones de manganeso, según cálculos oficiales, y comprometió una inversión de 2.100 millones de dólares.
"Estos recursos (naturales) deben aprovecharse para bien de la nación y como gobierno tenemos la obligación de acelerar no solamente la inversión, sino acuerdos que permitan garantizar el desarrollo del pueblo boliviano", afirmó el mandatario.
Además del asunto minero, los presidentes suscribieron otras tres cartas de intención para la construcción de un complejo petroquímico binacional en la región cocalera del Chapare (centro), para la instalación de dos plantas de cemento y para el desarrollo de proyectos forestales y madereros.
Desde que llegó al poder en enero de 2006, Morales se ha convertido en un estrecho aliado del presidente Chávez, quien ha facilitado recursos económicos para municipios pobres rurales y para el fortalecimiento institucional de las Fuerzas Armadas y la Policía boliviana.
Si bien no existen cifras oficiales, se estima que la ayuda financiera otorgada por Caracas, la mayoría en calidad de donación, oscila entre los 60 y 80 millones de dólares.
Sin embargo, los recursos no sólo se han limitado a apoyar municipios, policías o militares, también han apuntado a fortalecer la política hidrocarburífera del mandatario boliviano, urgido de inversiones para desarrollar su rico reservorio, segundo de la región después de Venezuela.
Chávez y Morales firmaron el 10 de agosto último en La Paz una serie de acuerdos para el ingreso de la petrolera venezolana PDVSA en la exploración y explotación de los reservorios de petróleo en los Andes de Bolivia y de gas natural en el sudeste del país.
Para esas zonas hidrocarburíferas, los dos países prometieron una inversión de 600 millones de dólares.
Además, el gobierno venezolano apoyará con 80 millones de dólares la construcción de una planta termoeléctrica en la región del Chapare boliviano, el bastión político del presidente Morales.
El pie económico que ha logrado colocar el presidente Chávez en el Mutún, sin embargo, ha generado el rechazo inmediato en partidos de la oposición y líderes civiles de la región de Germán Bush, en el departamento de Santa Cruz, donde se halla el magnífico yacimiento ferroso.
El diputado de la agrupación política Podemos (derecha), Juan Carlos Urenda, anunció que no viabilizarán en el Congreso el acuerdo boliviano-venezolano y dijo que "avergüenza el sometimiento de Morales hacia Chávez".
El líder civil de la región, Antonio Tudela, aseguró que no se va "a permitir un acuerdo que no tenga transparencia".
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Globovisión - Venezuela/11/09/2007
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