PRENSA LATINA
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LEE,PIENSA Y COMPRENDE
Llegado este punto y sin ánimo de herir sensibilidades ni establecer comparaciones, siempre odiosas, parece pertinente recordar -simple cuestión de memoria histórica algunos antecedentes, tristemente celebres, del sistema concentracionario. Emiliano Weyler, nombrado Capitán General de Cuba en 1896 para acabar con la insurgencia antiespañola, en su guerra contra los mambises (guerrilleros) utilizó ya la metodología represiva de la “reconcentración”. Experimentada en la guerra civil norteamericana, sus técnicas fueron perfeccionadas en la guerra anglo-boer y están en el origen de los campos nazis, el gulag soviético, los campos de ‘internamiento’ en la Francia de Vichy y las cárceles franquistas. Las actuales prisiones de Guantánamo en Cuba y Abu Ghraib en Irak, han conseguido, en este aspecto, un notable grado de modernización. Fue notorio y lo sigue siendo el celo desplegado por autoridades de ideologías diversas, a veces antagónicas (los fascismos, el estalinismo, el franquismo y la democracia estadounidense) para concentrar a sus enemigos reales o imaginarios. El hilo conductor es el mismo para todos; otro asunto son los objetivos, la duración e intensidad del experimento. Pero incluso en los muy cortos y de crueldad atenuada, hubo muertes. En el campo de ‘internamiento’ de Septfonds (suroeste de Francia), donde se hacinaron 15000 republicanos españoles, en pocos meses hubo 81 víctimas del tifus y la “miseria fisiológica”.