13/5/09

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Democracy Now! - USA/13/05/2009

Lo individual no quita lo masivo

Por Juan Gelman
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EE.UU. perpetra desde 1980 su propio Plan Cóndor, que ha aplicado ya en una docena de países, incluso de América latina. El prestigioso periodista norteamericano Seymour Hersh, famoso por sus investigaciones del EE.UU. oculto, soltó la bomba en una mesa redonda realizada en la Universidad de Minnesota: existe una “red de ejecución de asesinatos” que cometen tropas de elite y que en su momento concertaba sus operativos directamente con el vicepresidente Dick Cheney, sin pasar por sus mandos naturales. Se ignora si continúa en funciones desde la asunción de Barack Obama.

El Comando Conjunto de Operaciones Especiales (JSOC, por sus siglas en inglés), nombre oficial de la red, se dedica a lo que piadosamente se llama “ejecuciones extrajudiciales”, y un silencio de plomo rodea sus actividades. A veces se agrieta: el New York Times (10-3-09) informó que el vicealmirante William H. McRaven, jefe del JSOC en Afganistán, había ordenado suspender los asesinatos de presuntos talibán en razón del elevado número de inocentes muertos en cada uno de la docena de operativos semanales que llevaba a cabo. En diciembre del año pasado –un ejemplo–, sus efectivos habían pasado a mejor vida a seis policías afganos y a un civil en la provincia sureña de Zabul. Talibán muertos, ninguno. Y la suspensión duró poco.

Interrogado sobre el tema, John Hannah, ex asesor nacional de seguridad de Bush-Cheney, explicó que el JSOC apuntaba a quienes habían cometido “actos de guerra contra EE.UU., que están en guerra contra EE.UU. o son sospechosos de planear operaciones de guerra contra EE.UU.” (Democracy Now, 4-3-09). Esto no explica por qué, además de Irak y Afganistán, países donde efectivamente EE.UU. está en guerra, el JSOC ha intervenido en Perú, Colombia, Centroamérica, Yemen, Eritrea, Madagascar o Kenia, según las investigaciones de Hersh. Nadie ha encontrado evidencias de que los talibán anden por esos lares.

La independencia de acción del JSOC es tal que no informa de sus actividades, no digamos ya a los gobiernos extranjeros del caso, tampoco a los embajadores norteamericanos ni a las estaciones locales de la CIA, generalmente encargadas de las operaciones encubiertas. “Se supone que matan a personas que figuran en una lista de sospechosos de pertenecer a Al Qaida, o de tener vínculos con ésta, o de ser antiestadounidenses”, precisó Hersh. El presidente Gerald Ford firmó una orden ejecutiva en los ’70 prohibiendo esta clase de crímenes. Pero los ’70 están lejos y W. Bush siempre pensó que no tenía por qué rendir cuentas al Congreso de estos y otros actos anticonstitucionales.

Se recuerda que en el Mensaje sobre el estado de la Unión que emitiera en el 2003, W. Bush habló de los progresos logrados en la lucha “antiterrorista” y mencionó que se había capturado a más de tres mil miembros de Al Qaida y/o sospechosos de serlo. El entonces presidente de los EE.UU. agregó, con la sonrisita que lo caracteriza: “Y permítanme decirles que algunos de ellos no estarán en condiciones de operar nunca más. Lo puedo asegurar” (www.cnn.com, 29-1-03). ¿Cuántos ejecutados habrán sido de Al Qaida, cuántos no? A saber. Un informe interno de la CIA del año 2002 estimaba que la mitad de los detenidos en Guantánamo, y posiblemente más, nada tenía que ver con acciones contra EE.UU.

El ex vicepresidente norteamericano Walter Mondale compartió con Seymour Hersh la mesa redonda en la Universidad de Minnesota. Ambos se refirieron a las características de la intoxicación que el ejercicio del poder ejecutivo causa en los presidentes norteamericanos, teóricamente limitados por el Congreso y la opinión pública, que los lleva a ordenar acciones encubiertas que exceden el mandato que les otorga la Constitución (www.alternet.org, 6-5-09). Mondale y Hersh no ahorraron duras críticas al gobierno anterior. “Fue extraordinario el desprecio que la Casa Blanca de Bush-Cheney propinó al Congreso”, opinó Hersh. “Lo bueno de nuestro sistema –agregó– es que eventualmente elegimos nuevos gobernantes (pero) lo que me resulta asombroso es cómo conseguimos líderes tan malos de manera constante.” En efecto, es asombroso.

Más de 100 afganos murieron el miércoles pasado a consecuencia de un bombardeo de la fuerza aérea estadounidense en la provincia de Farah (AFP, 6-5-03): se afirmó que unas 25 de las víctimas serían talibán. Se trata de la mayor matanza de civiles desde agosto del 2008, cuando –según investigó la ONU– otro ataque aéreo en la provincia de Herat terminó con la existencia de más de 90 pobladores. EE.UU. negó esta denuncia durante meses y terminó admitiendo que era cierta, pero subrayó que la acción fue legítima. El JSOC hace su trabajo y los ocupantes de Afganistán, también. Cada cual a su manera y a su escala.
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Página/12 Web - Argentina/13/05/2009

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Rebelión/13/05/2009

Londres reclamó más lecho marino en Malvinas: protesta argentina

DISPUTA POR EL CONTROL DE LOS RECURSOS ECONOMICOS DEL ATLANTICO SUR
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Pidió a una comisión de la ONU extender su control de 200 a 350 millas náuticas.
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Por: Natasha Niebieskikwiat
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Como lo hizo la Argentina el 21 de abril pasado, el Reino Unido presentó ayer ante las Naciones Unidas su reclamo para extender sus pretendidos derechos sobre la plataforma continental de las Malvinas, las Georgias y las Sandwich del Sur.

La presentación británica busca que se le reconozca una prolongación del lecho marino de las islas del Atlántico Sur de las 200 millas naúticas que ya ocupa unilateralmente, a 350 millas, que el tope que determina el artículo 76 de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR).

La presentación que representantes del gobierno Gordon Brown hicieron ayer a la mañana ante la CONVEMAR fue refutada a la tarde por el gobierno argentino. A través de un comunicado, el canciller Jorge Taiana expresó el "más enérgico rechazo" a la misma. Se informó además que el Gobierno argentino objetará el reclamo, como ya lo había anunciado. "La insistencia británica en pretender arrogarse competencias sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, resulta inaceptable e inadmisible por corresponder el ejercicio de tales competencias únicamente al Estado soberano: la República Argentina", clamó Taiana.

En la práctica, el reclamo británico presentado ayer significará que la presentaciones que hicieron ambos países en torno a las islas del Atlántico Sur se verán congeladas según estipula la CONVEMAR para los casos en que existen disputas de soberanía.

Ambos países cumplieron con la fecha límite de mayo dada por ONU para todos los países que quieran extender su plataforma continental, siempre y cuando lo puedan demostrar con estudios geológicos y de otro tipo.

Para una fuente británica consultada, lo que hizo el Reino Unido ayer fue "un proceso normal" que se debía hacer, en virtud de que Londres "no tiene dudas" de que la soberanía de las islas les pertenece.

Contó también que en 2004 hubo reuniones entre lo dos gobiernos sobre estos temas. Es evidente que no llegaron a nada.

"La exitosa culminación de este proceso confirmará los límites de la jurisdicción británica sobre la plataforma continental, asegurando para las generaciones futuras nuestro derecho soberano a administrar la plataforma", explicitó Lord Malloch-Brown, Secretario de Estado de la cancillería británica, quien fue el enviado de Brown a Buenos Aires en los días previos a la cumbre del G-20, del 2 de abril

Pero ninguno de los países podía evitar el gesto del otro porque son los que para el derecho internacional sientan precedente.

En abril, Argentina hizo un reclamo completo por toda su plataforma continental, incluyendo a Malvinas, Georgias y Sandwich más el llamado Territorio Antártico Argentino. En total, dicha extensión, le sumaría 1,7 millones kilómetros cuadrados a los 4,8 millones existentes. Un aumento del 35% del lecho y del subsuelo marino con sus anhelados recursos naturales, que van de la pesca a los hidrocarburos.

A diferencia de Argentina, Gran Bretaña presentó una nota ante ONU por Antártida pero se reservó el derecho a reclamar su lecho marino en el futuro.

La de ayer fue su cuarta presentación sobre extensión de la plataforma continental en distintas partes del mundo
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"Nueva violación de nuestra soberanía"
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Clarin - Argentina/13/05/2009

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