9/2/09

"Europa colaboró con Bush para crear Guantánamo"

ENTREVISTA A DICK MARTY
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La perseverancia de este fiscal le valió reconocimiento internacional en 2006 por hallar pruebas sobre las prisiones secretas de la CIA en países del Este europeo
Marty es muy crítico con los gobiernos. (AFP)
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DANIEL BASTEIRO
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Bruselas - En 14 años de experiencia como fiscal, Dick Marty (Sorengo, Suiza, 1945) aprendió a investigar concienzudamente. Su perseverancia le valió reconocimiento internacional en 2006 por hallar pruebas sobre las prisiones secretas de la CIA en países del Este europeo como Polonia y Rumanía. "Ese trabajo me ha cambiado mucho: ahora veo de manera más crítica la acción de los gobiernos: cada vez se esconden más en el secreto de Estado para ocultar sus vergüenzas".

¿Debe la Unión Europea acoger a los presos?

Europa tiene el deber moral de ayudar a los EEUU, por ser un país aliado que hace esfuerzos por volver a ser un Estado de Derecho. También porque colaboró con la Administración de Bush para crear Guantánamo. Bien activamente o por no querer saber sobre los vuelos hacia la prisión, que jamás quisieron controlar.

Por España han pasado algunos de esos vuelos.

"Obama debería hacer una comisión de investigación"
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En España, en Italia... Esos vuelos han pasado por casi toda Europa. Y es curioso que, en vez de esclarecer la verdad, gobiernos de izquierda y derecha invocan el secreto de Estado para esconder actos ilegales que además se sometieron a debate en organizaciones como la OTAN. Al final, nos enteramos siempre por otras fuentes.

El ministro Moratinos dice comprender que el Gobierno del PP aceptara esos vuelos por ignorar lo que acabaría siendo Guantánamo.

Un Gobierno nunca se puede contentar diciendo que no sabe. El Gobierno de España es, como los demás, responsable de lo que pasa en su territorio. El problema es cuando no se quiere saber y se hace todo lo posible para mirar hacia otro lado. Política y moralmente está al mismo nivel de los países que, siendo conscientes, no hicieron nada por evitarlos.

Diversos países pudieron haber acogido presos antes y no lo hicieron. ¿Por qué?

EEUU lleva tiempo deseando deshacerse de los presos contra los que no hay cargos. Los franceses volvieron a Francia hace cuatro años. El problema está en los que no se sabe a dónde enviar. Los chinos ya han anunciado que harán un proceso a los presos uigures que conducirá a penas de muerte. Yemen ha dicho que los va a reeducar, y creo que sabemos a qué se refieren.

Otros países parecen haber cambiado ahora de opinión.

Suiza rechazó a tres presos de Guantánamo cuyo asilo había sido avalado por Amnistía Internacional. Sólo tres días después de ser investido Obama, ese Gobierno dio marcha atrás y habló de contribución humanitaria. Otro caso: el ministro de Exteriores alemán, Walter Steinmeier, impidió la liberación de Murat Kurnaz, con permiso de residencia en Hamburgo, pese a la disposición de EEUU. Steinmeier dijo "no" y Kurnaz pasó dos años más de vacaciones en Guantánamo.

Tras el cierre, ¿cuál es el siguiente paso?

El primer paso es decir la verdad y después... quizás perdonar. Hay que reconocer que se han cometido errores y hablar con las víctimas. Me gustaría que Obama formase una Comisión de la Verdad y que comparecieran Cheney o Rumsfeld, pero no creo que pueda llegar a tanto. Lo que sí puede hacer es ingresar en la Corte Penal Internacional. Clinton propuso su ratificación parlamentaria en su último día de mandato, cuando se sabía que Bush no tenía intención de respetar la decisión.

¿Dará Obama ese paso?

No podemos pretender todo y muy rápido de Obama. Por ejemplo, él no está en contra de la pena de muerte. Lo que necesitamos es una presión social, mediática, de las ONG e intelectuales. Es imprescindible que la sociedad civil demuestre que no se puede vivir con la mentira de Estado. Obama ha hecho con Guantánamo una elección ética. Algo así deberíamos hacer en Europa sobre las prisiones secretas y los vuelos para no tener que enterarnos dentro de unos años por el New York Times.

Habla de presión social, pero Bush fue reelegido.

Bush explotó políticamente el miedo, como lo explotan nuestros sistemas legales contra ciudadanos del Este o árabes. Así nació Guantánamo. Tras el 11-S, la Casa Blanca explotó de una manera vergonzosa un hecho histórico dramático: la caída de las Torres Gemelas. De ahí llegamos después a la guerra de Irak, con ayuda de la prensa que unánimemente la apoyó. Esa misma prensa y la sociedad civil han hecho una autocrítica y han votado a un presidente que cree que gobernando sólo en función de las emociones podemos llegar al desastre.

Usted ha sido testigo en el proceso de Milán sobre el secuestro del imán Abú Omar y su envío a Egipto, donde fue torturado.

En todo este proceso, lo que más me preocupa es la actitud europea. Los norteamericanos hicieron una elección, que se demostró dramáticamente equivocada, pero nunca se escondieron. Obama reconoce ahora el error. No se puede secuestrar a gente y hacer el trabajo sucio en países sin justicia. Eso es deslocalizar la tortura y hacer gala de una gran hipocresía. "En suelo estadounidense no torturamos, pero dejamos que sean, por ejemplo, los egipcios quienes lo hagan".

Usted compara la crisis económica y Guantánamo.

Comparten la pérdida profunda de valores. Con Guantánamo comenzamos a defender la justicia y el derecho, pero no para los terroristas. "Es una guerra", pensamos, y ni siquiera respetamos las leyes que prohiben las detenciones secretas como la Convención de Ginebra. En las finanzas, la ausencia de normas casi destruyen al propio sistema. Parece que en los últimos años, quien hablaba de valores éticos, estaba loco. No es por casualidad que, tras un cambio de conciencia en EEUU, Obama sea su nuevo presidente.
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Público - España/09/02/2009

inSurGente

Las comunas: El Poder Popular
Chávez explicó la estrategia de la revolución basada en las comunas y el desarrollo del poder popular. El Presidente Chávez dio una contundente advertencia a grupos supuestamente revolucionarios que han realizado acciones violentas de forma independiente, e indicó que se comunicó con la Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz, para pedir acciones en contra del líder del grupo La Piedrita, Valentín Santana, quien en una entrevista en el semanario Quinto Día aseguró que su grupo es el responsable de distintas acciones violentas contra personas y medios de comunicación ligados con la oposición.
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Haga clic en el titular para acceder a la noticia completa
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inSurGente/aporrea/09/02/2009

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Rebelión/09/02/2009

Los zapatos de Zapatero

OPINIÓNPor Martín Granovsky*
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En España, a los brutos les dicen catetos. Hay que ser muy cateto del mundo para imaginar que la causa número uno del sufrimiento español se llama Argentina. El presidente del gobierno que recibe hoy a Cristina Fernández es un político preocupado por la crisis económica mundial, por la crisis propia y por un fenómeno paradójicamente poco observado desde aquí: el proyecto integrista de frenar la modernización de la vida cotidiana de los españolitos de a pie.

Elegido por primera vez en marzo de 2004 y revalidado en 2008, José Luis Rodríguez Zapatero retomó la modificación de la legislación social para permitir la unión civil de personas del mismo sexo, comenzó a debatir la educación religiosa en las escuelas e introdujo la posibilidad de quitar a las instituciones españolas todo vestigio de franquismo.

En 2007, las Cortes (congreso) aprobaron la Ley de la Memoria Histórica. Uno de sus artículos, el 15, dice que “las administraciones públicas tomarán todas las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o mención conmemorativa, personal o colectiva, de exaltación de la sublevación militar de 1936, la Guerra Civil y la represión de la dictadura”. La ley también prevé la identificación de cadáveres sepultados en fosas comunes, la rehabilitación jurídica de las víctimas de la dictadura de Francisco Franco (desde 1939, tras su victoria en la Guerra Civil, hasta su muerte en 1975) y el derecho a la nacionalidad de los descendientes de españoles que se exiliaron luego de la derrota de los republicanos.

El debate español es denso, complejo. Polifacético. Las víctimas, ¿son víctimas de un genocidio? ¿Es un genocidio la guerra civil? ¿Corresponde jurídicamente judicializar los asesinatos? ¿Corresponde políticamente? ¿Hasta dónde llegar? ¿Cómo reparar sin crear una Memoria de Estado, que por definición se opone a la democracia? La ley, que votó en contra el Partido Popular de Mariano Rajoy y del ex presidente del gobierno José María Aznar, ¿es una revisión de los pactos, escritos y no escritos, de la transición española posterior a la muerte de Franco? Y si lo es, ¿acaso hay un problema en revisar una política cuando ya pasaron más de 30 años y la democracia no corre riesgo alguno?

Los críticos de Zapatero dicen que en 2004, durante la campaña electoral, el entonces candidato socialista ni habló de la Ley de Memoria Histórica. Curiosa crítica, no exclusiva de España, la que apunta a un gobierno por lo que hace de más y no de menos.

En rigor, Zapatero incluyó un anuncio de su política futura, pero simbólicamente. Uno de sus gestos de 2004 fue honrar a su abuelo paterno en la tumba del municipio leonés de La Pola de Gordón. Se trata del capitán Juan Rodríguez Lozano, republicano fusilado en 1936. Felipe González, el anterior primer ministro socialista, no había ido tan lejos en ninguno de sus catorce años de gobierno, entre el ’82 y el ’96.

Hasta que algún día los historiadores se encarguen de investigar el panorama completo de estos tiempos, queda espacio para anotar unas conjeturas como al costado de un libro que ni siquiera empezó a escribirse.

Quizá la acusación del PP según la cual Zapatero quiere hacer un “uso partidista” del pasado sea una reacción a los aspectos laicos –no más anticlericales: más laicos, e incluso modestamente laicos– de la política socialista.

A tono con el antilaicismo, la decisión oficial de colocar la materia Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos en todas las escuelas fue calificada de “Estadolatría” e “intrusión estatal absolutamente ilegítima” por parte de Angelo Amato, prefecto de la Congregación Pontificia para Causas de los Santos.

La número dos de Zapatero, María Teresa Fernández de la Vega, acaba de reunirse con el secretario de Estado vaticano, Tarcisio Bertone. De la Vega reivindicó un fallo del tribunal supremo español: no se puede ejercer la objeción de conciencia ante la materia sobre Ciudadanía porque no es un problema de conciencia sino de universalización del conocimiento político. Hubo entre ellos un punto más ríspido: España discute en este momento una mayor despenalización del aborto para proteger a los médicos y reducir la cantidad de embarazos no deseados.

Bertone sonrió para las fotos y luego, el último sábado, criticó el aborto, la unión de personas del mismo sexo y la materia Ciudadanía, a la vez que defendió la educación religiosa.

La polémica no es tan distante para la Argentina. Salta asiste en estos días a una discusión no sólo sobre la educación religiosa en las escuelas sino sobre el derecho del Estado a revisar los contenidos de la enseñanza de la religión aun en los colegios privados. El propio ministro de Educación, Juan Carlos Tedesco, dijo el domingo 1o de febrero en Página/12 que le hubiera gustado “una propuesta más republicana”.

El debate sobre secularización y relaciones entre Iglesia y Estado es tan global, sobre todo en los países latinos, como qué hacer ante la caída de la producción automotriz y la situación del mercado financiero después de las hipotecas basura.

Italia vibra con el caso de Eluana Englaro, a quien los médicos acaban de cortar la nutrición y la hidratación para oficializar una muerte que ya se produjo. Un tribunal respaldó la medida humanitaria, que el mismo padre de Eluana reclamaba. El primer ministro Silvio Berlusconi, de acuerdo con la Santa Sede, aprobó un decreto-ley contra el tribunal y a favor de la continuación de la existencia vegetativa de Eluana. Si no hay negociación de último momento y el presidente, Giorgio Napolitano, mantiene su promesa de no firmar el decreto por ilegal, hoy mismo comenzará una crisis institucional entre el presidente y el premier. También será el fin de la convivencia, hasta ahora plácida, entre Napolitano y el papa Benedicto XVI.

La opinión de un filósofo católico, Giovanni Reale, parece probar que el debate verdadero gira sobre la esfera legítima de cada institución y no sobre la libertad de conciencia. Al contestar al diario romano Il Corriere della Sera, que lo publicó el sábado, Reale criticó la “politización del caso”. Dijo que prolongar artificialmente una existencia sin posibilidad científica de reversión obedece a un paradigma cultural: “El abuso proveniente de una tecnología con vocación totalizante que quiere sustituir a la naturaleza”.

Es muy pronto para saber por qué se producen al mismo tiempo la presión de Bertone sobre la vicepresidenta De la Vega, la presión de Joseph Ratzinger sobre sus vecinos italianos y la decisión de rehabilitar a los obispos seguidores de Marcel Lefebvre, el obispo francés que combatió al Concilio Vaticano II y fue honrado por la dictadura argentina y la jerarquía eclesiástica de los años de plomo. La rehabilitación abrió una compuerta por la que se filtró una corriente poderosa de negacionismo sobre el Holocausto, cuya caricatura fueron las declaraciones del obispo Richard Williamson a la televisión sueca: “Las pruebas históricas están seriamente, enormemente, en contra de que se gaseara deliberadamente a seis millones de judíos en las cámaras de gas, como política deliberada de Adolf Hitler”. Williamson vive en La Reja, provincia de Buenos Aires.

Tal vez los debates sobre el pasado sean eso mismo –debates históricos– y un efecto paralelo que saca el velo de falsos sentidos comunes sobre tragedias antiguas e indica que ese velo impide hoy una vida mejor.

Julián Casanova, un historiador español que escribió el libro La Iglesia de Franco, dijo al diario Público que la saña del Generalísimo incluso luego de su triunfo (llegó a fusilar a 50 mil personas) se debe a “tres componentes ideológicos y culturales. Primero: el concepto militarista de aniquilación del contrario que viene del africanismo, que Franco, Yagüe y Millán Astray tienen muy metido. Aquello de tratar a los rojos como tribus, gente que no merece vivir. Además, pasado por el matiz del exterminio fascista, pero fundamentalmente, militar español. En segundo lugar, es un componente religioso de limpieza, porque hay una gran legitimación de la muerte de gente que no tiene derecho a la vida porque no tiene fe. Son infieles y es un reverdecimiento del mito de la Cruzada. Y un tercer elemento que viene de la Falange, que sí que tiene claramente sustancia nazi”.

Hoy, en España se cumplen 70 años exactos de la Ley de Responsabilidades Políticas que Franco firmó en Burgos contra quienes “contribuyeron a crear o agravar la subversión de todo orden de que se hizo víctima a España”, y también contra quienes, cuando Franco desató la guerra civil al alzarse el 18 de julio de 1936, “se hayan opuesto o se opongan al Movimiento Nacional con actos concretos o con pasividad grave”. Según escribió el mismo Casanova en el diario El País del domingo anterior, la Iglesia con Franco se convirtió en “una agencia de investigación parapolicial” sobre el pasado de miles de sospechosos y sus familias.

Más aún: “Los odios, las venganzas y el rencor alimentaron el afán de rapiña sobre los miles de puestos que los asesinados y represaliados habían dejado libres en la administración del Estado, en los ayuntamientos e instituciones provinciales y locales. Un porcentaje elevadísimo de las plazas ‘vacantes’, hasta el 80 por ciento, se reservaba para ex combatientes, ex cautivos, familiares de los mártires de la Cruzada, y para tener acceso al resto había que demostrar una total lealtad a los principios de los vencedores. Ahí residía una de las bases de apoyo duradero a la dictadura de Franco, la ‘adhesión inquebrantable’ de todos aquellos beneficiados por la victoria”.

Trabajo duro estar hoy en los zapatos del presidente del gobierno español. Ese cuadro de nostalgia política como alimento de la disputa actual del poder por parte del integrismo antimoderno es el que enfrenta Zapatero. A ese cuadro, no apto para catetos, asiste la Presidenta en Madrid. Lleva el bagaje de un país que, también en sus preocupaciones, queda cerca de España.
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* Analista internacional. Presidente de la agencia argentina de noticias Télam.
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Por Daniel Miguez
Aerolíneas y Telefónica
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Página/12 Web - Argentina/09/02/2009

UN LUGAR EN EL MUNDO

EN LOS ULTIMOS TRES AÑOS, 700 MIL PERSONAS PIDIERON LA RESIDENCIA
INFORME EXCLUSIVO: En los últimos tres años 700 mil personas pidieron la residencia en el país. La gran mayoría viene de los países vecinos, aunque en relación con Bolivia fueron más los que volvieron. También se duplicó la cantidad de norteamericanos. Los mitos xenófobos sobre la inmigración
Desde Paraguay y Bolivia, y también de Estados Unidos
Entre el blanqueo y los nuevos arribos, Argentina sigue siendo un país receptor, según Migraciones. El proceso derriba los mitos que se crean alrededor de la inmigración sobre empleo, escolaridad y diferencias culturales.

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El trámite de radicación sólo cuesta 200 pesos y no necesita que lo realicen intermediarios.
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Imagen: Rafael Yohai

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Por Raúl Kollmann
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En los últimos tres años pidieron su radicación en la Argentina nada menos que 700.000 personas, multiplicando por diez las cifras de los primeros años de la década. Es cierto que el crecimiento económico hizo atractivo el país, sobre todo para quienes provienen de países vecinos menos prósperos, pero la explosión de radicaciones no tiene tanto que ver con entrada de extranjeros al país sino con un inmenso blanqueo que permitió salir de la clandestinidad a centenares de miles de personas que estaban ilegalmente en la Argentina. Por primera vez en décadas, la cantidad de paraguayos que se instalan en la Argentina supera a la de los bolivianos, lo que también se explica porque la llegada de Evo Morales al gobierno del vecino país decidió a muchos hombres y mujeres del Altiplano a quedarse en Bolivia e incluso a varios miles que vivían en la Argentina a retornar a su país. Los datos demuestran un llamativo crecimiento de la radicación de colombianos –que parecen dejar su patria por el conflicto político-social–, sigue en aumento continuo la llegada de peruanos y también asciende la cantidad de chinos. Asombrosamente, también se duplicó la cifra de norteamericanos que piden la radicación. La política de regularización y puertas abiertas se exhibe también en otro dato: en 2008 apenas 40 personas fueron expulsadas de la Argentina, casi todas por antecedentes en materia de tráfico de drogas.

En los últimos tres años, se produjo la siguiente escalada:

- De 2900 paraguayos que pidieron la radicación en 2000, se pasó a 176.000 en 2006, 84.000 en 2007 y 35.000 en 2008. En los tres primeros años de la década se radicaron 7000 paraguayos en la Argentina, en los últimos tres años, casi 290.000.

- La cantidad de bolivianos en la Argentina siempre duplicó y hasta triplicó a los paraguayos. En los últimos tres años se radicaron dos paraguayos por cada boliviano, aunque en 2008 pareció empezar a revertirse esa tendencia.

- El tercer grupo nacional es el de los peruanos, que quintuplicaron su presencia en la Argentina. Ya se radicaron 140.000.

- La presencia de chinos, casi todos ellos de la provincia más pobre de ese país, Fujian, siguió aumentando en forma constante, aunque parece cambiar la tendencia en los últimos meses. Ya hay más de 35.000 con la situación regularizada, pero se supone que muchos otros se mantienen en la clandestinidad, tal vez atemorizados por quienes lucran con la trata de personas. Hay un dato de este mismo año que llama la atención: entre los asiáticos que llegaron y los que salieron hubo 467 egresos por encima de los ingresos, lo que significa que la tendencia a radicarse en la Argentina se está revirtiendo.

- Los colombianos pasaron de presentar 500 radicaciones por año, a 5500 en 2008, record histórico absoluto. En Migraciones hay una nítida percepción de que la cantidad aumenta en forma notoria. La lógica indica que se trata de personas que se refugian frente a la situación que se vive en Colombia. El dato que mejor ilustra este cuadro es que la cantidad de colombianos que piden la radicación aumentó 203 por ciento, comparado con toda la década, el máximo aumento de porcentaje registrado entre todas las nacionalidades.

- Llama la atención el dato de que la cantidad de norteamericanos que pidieron su radicación trepó al doble en los últimos años. No se trata obviamente de un fenómeno masivo, pero en 2008 pidieron quedarse en el país 4173 oriundos del país del Norte, también un record histórico. En el consulado de Estados Unidos en Buenos Aires resolvieron estudiar el fenómeno.

- En las calles parece haber una proporción alta de senegaleses. Las cifras desmienten esa impresión. Apenas llegaron unos 350 en 2008, aunque en Migraciones sospechan que existe algún tipo de organización que los trae para sumarlos a la venta de artesanías.

- Hubo un momento, a principio de la década, en que fue notoria la presencia de ucranianos. En 2000 y 2001, por ejemplo, iniciaron procesos de radicación casi 5000 personas originarias de Ucrania. Ahora esa oleada terminó: apenas llegaron 180 en 2008.

- Teniendo en cuenta que son países vecinos, no hay corrientes fuertes de inmigración desde Uruguay, Brasil o Chile.

Más allá de estas cifras, lo que está claro para las autoridades de Migraciones es que la Argentina sigue siendo un país de recepción. En el total de los que salen y entran del país en un año, aproximadamente son un tres por ciento más los ingresos que los egresos.

“La decisión de regularizar la situación de los inmigrantes fue esencialmente política –explica Martín Arias Duval, director nacional de Migraciones, que depende del ministro del Interior, Florencio Randazzo–. Si la apuesta en el Mercosur es a formar un bloque en serio, como la Comunidad Europea, es fundamental que todo ciudadano pueda vivir en cualquiera de los países integrantes del bloque. Esto se estaba demorando por trabas en algunos países del Mercosur, pero el gobierno nacional decidió avanzar igual. Además, el objetivo fue sacar a la gente de la clandestinidad, evitar que sean víctimas de los traficantes de personas, del trabajo esclavo y del enorme temor a que se los expulse y los manden de regreso a situaciones difíciles por las que, justamente, dejaron su país y vinieron a la Argentina. En toda la política migratoria, además, tienen un lugar primordial los derechos humanos.”

Respecto de las objeciones que usualmente se ponen a los inmigrantes, desde el Gobierno se señalan elementos objetivos:

- En todo el proceso de regularización, siguió bajando el desempleo en el país, es decir que la supuesta competencia por los puestos de trabajo no cambió para nada la tendencia. “Hemos visto, por ejemplo, en La Rioja, publicaciones en los diarios sobre la necesidad de personas que vengan a levantar la cosecha de aceitunas. Lo mismo pasa con el ajo, la cebolla y un montón de otros cultivos. Hay aportes fundamentales de inmigrantes en la construcción y así podríamos seguir enumerando”, señala Arias Duval.

- “Hemos estudiado también la cuestión de la criminalidad y de ninguna manera los inmigrantes influyen en los índices existentes en el país”, completa el titular de Migraciones.

- A raíz del programa Patria Grande, que permitió regularizar la situación de quienes vienen del Mercosur ampliado, es decir los cuatro países del bloque y los que adhirieron, se hizo una encuesta entre todos los que pidieron la radicación. La inmensa mayoría son jóvenes, con buena instrucción y capacitación. Sólo el 17 por ciento registra estudios primarios incompletos, un porcentaje que se parece bastante a quienes, del total, trabajan en el servicio doméstico: 23 por ciento.

- Tampoco es cierto el estereotipo de que los inmigrantes viven en villas: únicamente el seis por ciento vive en ranchos o casillas. El resto, en casas.

A diferencia de lo que ocurre en países europeos, en la Argentina no existe el concepto de “procedimiento para cazar inmigrantes ilegales”. En las últimas semanas, por ejemplo, se hicieron inspecciones en los llamados supermercados chinos. En los que se detectaron a personas sin documentación en regla, se sancionó a los dueños, pero hubo asesoramiento y ayuda para que los indocumentados regularicen su situación. “Por supuesto que sigue habiendo extranjeros que se mantienen en la clandestinidad –señala Arias Duval–. Es por falta de información y, sobre todo, porque existen organizaciones que los atemorizan. Les dicen que si van a Migraciones serán encarcelados y expulsados. En todo 2008 iniciamos ante la Justicia apenas 120 trámites de expulsión, fundamentalmente por antecedentes en materia de venta de drogas. De esos 120 trámites judiciales, los jueces les dijeron que sí a 40 y están en proceso. Y esa fue la totalidad de los fallos judiciales de expulsión de 2008. Sí es cierto que todos los días rechazamos personas en las fronteras. Eso es esencialmente porque vienen con documentos falsos o porque registran antecedentes penales. Por último, hay que advertir contra los que atormentan a los extranjeros que están en situación ilegal con la idea de que se necesita mucho dinero para hacer el trámite. La realidad es que la radicación se hace por 200 pesos y no necesita de intermediarios. Ese es otro de los elementos que juegan a favor: el haber blanqueado a tantos extranjeros que vivían en la clandestinidad jugó en contra de la corrupción. Antes, todo se les hacía difícil, y entonces aparecían los que a cambio de dinero conseguían la radicación. Eso se terminó.”

Uno de los grandes interrogantes es cómo jugará la crisis global en las corrientes migratorias desde y hacia la Argentina. La impresión es que las personas tienden a arriesgar poco en situaciones como la actual y no hay grandes movimientos porque no existe certeza de que el lugar al que se pretende ir está mejor que el país en el que uno nació. Los primeros datos de enero no muestran cambios de tendencia significativos en la Argentina. Por lo menos hasta ahora.
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Los que pidieron quedarse desde el 2000
Llegaron y algunos se fueron

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Página/12 Web - Argentina/09/02/2009

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