- Tres crisis en una: la de  sustentabilidad, la social y la del clima
     - El drama de la eco-miopía
     - El actual caos es creativo y  generativo
     - Sólo la sociedad civil internacional  puede salvar el planeta
  
 Ginebra, Suiza.- La crisis ambiental irrumpe  en primer plano mediático de cara a la Conferencia del Clima de Copenhague,  Dinamarca, a realizarse el 13 de diciembre próximo. Las perspectivas no son  optimistas por falta de un consenso previo para alcanzar un acuerdo definitivo.  “A pesar de los pronósticos sombríos tengo confianza que la esperanza vencerá al  miedo y que la vida es más fuerte que la muerte”, asegura el teólogo brasilero  Leonardo Boff al iniciar esta entrevista exclusiva durante su reciente visita a  Suiza. Boff, uno de los padres fundadores de la teología de la liberación  recibió el 7 de noviembre el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de  Neuchâtel. Previamente, la misma semana, animó un debate público organizado por  las ONG de cooperación solidaria E-CHANGER, y Misión de Belém Immensee en la  Casa de Solidaridad Romero (RomeroHaus) en Lucerna donde participaron 200  personas.
  
 P: Todo el mundo habla hoy de la  problemática ecológica que vive el planeta. Usted fue uno de los primeros, ya en  los años ochenta, en alertar sobre este tema. ¿Cuál es su análisis de la actual  situación medioambiental?
  
 Leonardo Boff: Hay muchos indicadores  científicos que apuntan a la irrupción de una tragedia ecológica y humanitaria.  Nada esencial ha cambiado desde la redacción de la Carta de la Tierra en 2003  que elaboramos un grupo de personalidades del mundo entero. Decíamos en ese  maravilloso documento: “Estamos en un momento crítico de la Tierra en el cual la  humanidad debe escoger su futuro. Y la elección es ésta: o se promueve una  alianza global para cuidar a los otros y la Tierra o arriesgamos nuestra  destrucción y la devastación de la diversidad de la vida”.
  
 “SE CONSUME MÁS DE LO QUE LA TIERRA  SOPORTA”
  
 P: Una afirmación tajante que no acepta  términos medios ¿Cómo se sustenta?
  
 Boff: En la confluencia actual de tres crisis  estructurales. La crisis debido a la falta de sustentabilidad del planeta  Tierra; la crisis social mundial; y la crisis del calentamiento  creciente.
  
 P: ¿Puede ejemplificar esa  afirmación?
  
 Boff: A nivel social, casi la mitad de la  humanidad vive hoy por debajo del nivel de miseria. Las cifras son aterradoras.  El 20% más rico consume el 82.49 % de todas la riqueza de la Tierra y el 20 %  más pobre, se tiene que contentar con un minúsculo 1.6%.
  
 En cuanto al calentamiento de la Tierra, la  FAO (Organización de la ONU para la Alimentación) ha advertido que en los  próximos años habrá entre 150 y 200 millones de refugiados climáticos. Las  previsiones más dramáticas hablan de un aumento para 2035 de 4°C. Y se especula  para final del siglo un aumento de 7°C. Si esto realmente se produce, ningún  tipo de vida hoy conocido podrá sobrevivir. En cuanto a la crisis de  sustentabilidad, doy un ejemplo ilustrativo: la humanidad está hoy consumiendo  un 30% más de la capacidad de reposición. Es decir un 30% más de lo que la  Tierra misma puede reponer.
  
 P: Sin embargo esta tendencia consumista  del planeta no es nueva...
  
 Boff: No. Pero lo que es nuevo son los  niveles acelerados de ese deterioro. Según estudios de todo crédito, en 1961  precisábamos de la mitad de la Tierra para dar respuesta a las demandas humanas.  En 1981 se daba un empate, es decir ya necesitábamos a la Tierra entera. En  1995 sobrepasamos en un 10 % la capacidad de reposición, aunque todavía era  soportable. En 2008, superamos el
  
 30 %. La Tierra está dando señales  inequívocas de que ya no aguanta más.
  
 “EN ALGUNOS AÑOS SE NECESITARÍAN DOS  TIERRAS”
  
 P: ¿Con perspectivas futuras todavía más  preocupantes?
  
 Boff: Si se mantiene el crecimiento del  Producto Interno Bruto (PIB) mundial entre 2-3% por año, como está previsto, en  2050 necesitaríamos dos planetas Tierra para dar respuesta al consumo, lo que es  imposible porque contamos con sólo una.
  
  P: ¿Eso obliga a comenzar a pensar en  otro paradigma de civilización?
  
 Boff: En efecto. No podemos producir como lo  venimos haciendo hasta ahora. El actual modelo de producción, el capitalista,  parte del falso presupuesto que la tierra es como un gran baúl del cual se  pueden sacar recursos indefinidamente para obtener beneficios con la mínima  inversión posible en el tiempo más corto. Hoy queda claro que la Tierra es un  planeta pequeño, viejo y limitado que no soporta una explotación ilimitada.  Tenemos que dirigirnos hacia otra forma de producción y asumir hábitos de  consumo distintos. Producir para responder a las necesidades humanas en armonía  con la Tierra, respetando sus límites, con un sentido de igualdad y de  solidaridad con las generaciones futuras. Eso es el nuevo paradigma de  civilización.
  
 COPENHAGUE: LA INFLUENCIA DEL PODER  ECONÓMICO
  
 P: Para volver al hoy y al aquí...En pocas  semanas se realiza en Copenhague la Conferencia sobre el Clima. ¿Hay  perspectivas de un acuerdo?
  
 Boff:   Hay una premisa clave. Debemos hacer  todo lo posible para estabilizar el clima evitando que el calentamiento de la  tierra sea mayor a 2 o 3 grados y que la vida pueda continuar. Comprendiendo que  ya ese calentamiento implicaría una devastación de la biodiversidad y el  holocausto de millones de personas, cuyos territorios no serán más habitables,  especialmente en África y en el sudeste asiático. Me preocupa, en ese escenario,  la irresponsabilidad de muchos Gobiernos, especialmente de los países ricos, que  no quieren establecer metas consistentes para la reducción de las emisiones de  gases de efecto invernadero y salvar el clima. ¡Una verdadera  ecomiopía!
  
  P: ¿Eso proviene de una falta de voluntad  política para llegar a acuerdos?
  
 Boff: Sobre todo de un conflicto de  intereses. Las grandes empresas, por ejemplo las petroleras, no quieren cambiar  porque perderían sus enormes ganancias actuales. Hay que entender la  interdependencia del poder político y el económico. El gran poder es el  económico. El político es una derivación del económico. Los Estados, en muchos  casos, no representan los intereses de los pueblos sino de los grandes actores  económicos.
  
 P: ¿En caso de un fracaso de Copenhague,  cuál sería el escenario posterior en lo que hace a la ya grave situación  climática?
  
 Boff: A mi entender, si hay una frustración  política, eso puede significar un reto enorme para la sociedad civil. Para que  se movilice, presione y promueva los cambios que vienen siempre de abajo. Confío  en eso: la razón, la prudencia, la sabiduría vendrá de la sociedad civil. Será,  también, en cuanto al clima, el principal sujeto histórico. Ningún cambio real  viene de arriba, sino de abajo.
  
 Y a pesar de lo difícil del presente, tengo  la confianza que no se trate de una tragedia que acabará mal sino de una crisis  que purifica y que nos permita dar un salto en la dirección de un futuro  mejor.
  
 P: ¿Con un programa común para salvar la  Tierra?
  
 Boff: Impulsando una bio-civilización que  deberá promover cuatro ejes esenciales. El uso sustentable, responsable y  solidario de los limitados recursos y servicios de la naturaleza. El control  democrático de las relaciones sociales, especialmente sobre los mercados y los  capitales especulativos. Un ethos mínimo mundial que debe nacer del intercambio  multicultural, enfatizando en la compasión, la cooperación y la responsabilidad  universal. Y la espiritualidad, como dimensión antropológica y no como un  monopolio de las religiones. Debe desarrollarse como expresión de una  conciencia que se siente parte de un Todo mayor, que percibe una Energía  poderosa y que representa el sentido supremo de todo.
  
 VIDA DE COMPROMISO
  
 Leonardo Boff nació en Concordia,  Estado brasilero de Santa Catarina.
  
 En diciembre del 2008 cumplió los 70 años  (nació el 14 de diciembre de 1938).
  
 Para esa ocasión se publicó en Suiza el  libro: “Leonardo Boff: abogado de los pobres”, en homenaje a su trabajo pastoral  y de acompañamiento de los movimientos populares y sociales de Latinoamérica. Y  en reconocimiento a su producción literaria. Ha escrito hasta el momento 82  libros, muchos de ellos traducidos a decenas de lenguas.
  
 En los años setenta, fue uno de los “padres”  fundadores de la Teología de la Liberación. Lo que le valió una primera sanción  del Vaticano en 1985. Ante una nueva amenaza de sanción Boff renunció a sus  actividades sacerdotales en 1992 y se autoproclamó al estado laico.
  
 Además del Doctorado Honoris Causa que recibe  en noviembre de este año de la Universidad de Neuchâtel, obtuvo igual título  honorífico, entre otras, de las universidades de Lund (Suecia); Londres (Gran  Bretaña); Turín (Italia) y San Leopoldo (Brasil).
  
 En diciembre del 2001 recibió el Premio Nóbel  Alternativo de la Paz por sus aportes a la lucha por la defensa del clima y su  compromiso social.
  
 En la actualidad continúa sus aportes  teológicos, con un particular acento en la temática ecológica. Es asesor del  Movimiento de los Trabajadores rurales sin Tierra (MST) y de las Comunidades  Eclesiales de Base (CEBs) de Brasil.
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 *Sergio Ferrari
 Colaboración de prensa de E-CHANGER, ONG  suiza de cooperación solidaria
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ALAI/10/11/2009