10/12/08

ESCARBANDO...LQ somos.

¡Yo no quiero ser católico!
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No es fácil salir del armario confesional. Ya hasta estamos empezando a acostumbrarnos, a pesar de nuestro rechazo a tal actitud viendo los impedimentos que hay que soportar y el “vía crucis” que nos tiene montado el clero católico para hacer más “calvario”, el proceso de apostasía y en el fin para escuchar lo también habitual: “¿tú, por qué no te callas…”? Eso es lo que viene ocurriendo en España, pero al otro lado del charco ocurre lo mismo. Recordemos por unos instantes que estos países fueron conquistados por el recalcitrante catolicismo español y portugués, pero aquellos ciudadanos nativos no conocían al personaje de Jesús, la Virgen María y las abundantes apariciones de esa misteriosa señora hasta su evangelización impuesta con la cruz y la espada.

Hoy traemos unos hechos relacionados con esa segunda cuna del catolicismo que fue a partir del mismo siglo de sus conquistas, y ahora en la actualidad las personas que quieren apostatar de esa religión sufren y se encuentran en una sucesión de adversidades, eso sí, para mayor gloria de que en este país, concretamente en Brasil, lleven a gala ser el mayor en números de católicos en el mundo.

De todas las maneras, aquí por lo que se puede percibir, no es como en España donde el movimiento ateísta y en este caso el apostatar tienen más ímpetu. Veamos pues un resumen contado a su manera por el amigo Oliveira que se encuentra en esa situación de querer apostatar. Dice así:

“Todo empezó cuando mis padres me bautizaron en la religión católica, si bien ellos para entonces no lo practicaban, pero la tradición lo exigía; por otro lado sí lo eran los abuelos por ambas partes. Desde entonces soy un número más entre los católicos. Pero lo que más me fastidia es que me hicieron pertenecer a una determinada religión sin haberme consultado. Por otro lado la iglesia católica usa esa cantidad de personas, aunque mejor diría números, que ya no quieren pertenecer a su redil, para hacer valer sus expansionismo evangélicos, pues aquí y que se sepa por el momento el clero brasilero no recibe la descomunal cuantía de dineros por parte del gobierno. Sobre todo esto y lo que se me pudiera quedar en el tintero, desearía saber quien me pudiera orientar o seguir los pasos hasta llegar a la apostasía. ¿Dónde hay que firmar? Como es sabido, la iglesia católica, desde el momento en que te echan el agua pasas automáticamente a ser católico, no importa quién lo haya hecho, y por supuesto, a esas edades no tienes criterios. Ahí está el quid de la cuestión, que no podemos impedirlo”.

El aquí interesado, por medio de personas entendidas en la cuestión recibió las siguientes respuestas:

“Queda bien definido que para la iglesia al bautizado pertenece al catolicismo y consta en las estadísticas de sus archivos.

El apóstata (abandono de la fe de una religión, especialmente la católica), se puede pedir formalmente para ser retirado de los registros eclesiásticos y por lo tanto dejar así de ser contabilizado para todos los efectos legales. Se trata de tú voluntad y por eso, en este caso, te tienes que presentar, con todos los datos y documentos, filiación, fecha de nacimiento, de bautismo, iglesia en que fuiste bautizado, nombre de los padrinos y después hacer una declaración oficial de tu disposición de que nunca más quiere pertenecer a la iglesia católica romana, no recibir más las gracias y bendiciones de esta iglesia ni en vida ni tampoco después de la muerte. Tú haces esta declaración y la entregas en el obispado que la recogerá y mandará al entonces proceder o registro en los libros de bautismo. Posiblemente tengas que pagar alguna tasa o “limosna”, en ese punto no te puedo informar concretamente, pero conociendo la ambición que la iglesia le tiene al dinero, no ha de extrañar.

En Brasil, para que estos tipos de documentos puedan ser válidos es necesario entes firmarlos de puño y letra y registrarlos en Cartório (registro público), y todos los documentos deben ser reconocidos como auténticos. Conviene aún sacar de todos ellos foto-copias de los originales para evitar sorpresas, como más frecuente es el extravió de documentos.

Parece fácil, pero no lo es. Los miembros que componen la iglesia católica van a crucificar mucho la paciencia del apóstata antes de aceptar definitivamente la demanda. Si ellos no te concedieren ese derecho, consulta a un abogado y entras con una denuncia contra la iglesia solicitando la apostasía. As de tener presente que es exponerse a consecuencias desbastadoras, pero puedes quedar tranquilo, no te llevaran ante un tribunal eclesiástico inquisitorial, ya no pueden. Es recomendable resolver el litigio de forma discreta para no transformar tu vida en un infierno, que es lo que pretenden al ya no ‘poder mandarnos al paraíso’”.

A lo ya expuesto, tratándose de unos sabios consejos, opiniones y para mayor información al respecto, el interesado recibió aún lo siguiente:

INFORMACIÓN PARA LA ABNEGACIÓN DE LA FE CATÓLICA
(Movimiento por la apostasía)

Si tú fuiste bautizado en una iglesia católica y ya no practicas más esa religión, usa entonces el modelo “Documento de apostasía” para que los católicos se puedan separar oficiosamente de la iglesia. Por medio de este modelo de “Documento de apostasía” debe ser enviado al obispo de la diócesis donde fuiste bautizado. Estimulamos a los católicos que se oponen a la línea de pensamientos de la iglesia a tener el coraje de separarse oficialmente del catolicismo.

El “Documento de apostasía” de la iglesia católica se basa en el Código de Derecho Canónico, que previene en su artículo 751 la condición de apóstata a los bautizados que reniegan del dogma católico. Apostatar, según el diccionario “Aurelio”, es el católico que renuncia solemnemente de la religión romana, siendo Martín Lutero el fundador del protestantismo, es él uno de los principales apostatas de la historia del cristianismo.

En el “Documento de apostasía”, el ex católico alega ser un derecho fundamental y humano la libertad de escoger su propia fe o convicciones religiosas, que fue bautizado cuando era casi recién nacido, sin su expreso consentimiento y que en oposición al dogmatismo, intolerancia, homofobía y autoritarismo de la iglesia, reniegas de la fe católica, exigiendo que sea escrito en el Libro de Bautismo en la iglesia donde recibió este sacramento, su condición de apóstata.

Considerando contradictorio e inmoral continuar como miembro de una institución dogmática y anacrónica que prohíbe el uso del preservativo y píldoras anticonceptivas, que condena el divorcio y que en los últimos años ha sido el principal portavoz de la intolerancia contra los gays y lesbianas. Basta de esperar caridad y buen censo del Vaticano; preferimos ser apostatas a ser conniventes de la des humanidad que practica la jerarquía católica.

No es justo, no es de razón, no es humano que bajo el pretexto de protegerse el Estado del Vaticano tenga representatividad y poder de voto en la ONU, oponiéndose a todo aquello que signifique libertad, modernidad y derechos iguales para todos. Él continúa obstaculizando investigaciones en áreas de la genética y uniéndose a los fundamentalistas musulmanes en las manutenciones de privilegios inaceptables en un mundo cada vez más laico.

¡Inquisición nunca más!

LQSomos. Zerimar Ilosit. Diciembre de 2008
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