23/9/09

inSurGente

Resistencia contra represión



El regreso de Zelaya, impulsado y conducido por una indoblegable resistencia popular, ha colocado las cosas en su sitio, los contendientes en sus posiciones de enfrentamiento. De un lado, Micheletti, la oligarquía golpista, la Iglesia, los mandos militares y policiales, los planificadores del Pentágono, y los aliados de EEUU en América Latina y en el resto del mundo; del otro el pueblo que ha definido en casi tres meses de resistencia su intransigencia democrática y su primer objetivo estratégico: la convocatoria de una Asamblea Constituyente que redefina el sistema de poder en Honduras en beneficio de las clases populares. Entre uno y otro frente juegan varias posiciones de “compromiso” que intentarán mediar y “resolver” el conflicto con un retorno a “la legalidad vigente” y la celebración inmediata de elecciones. Olvidan que el enfrentamiento es ya antagónico y que no hay negociación posible. Los próximos acontecimientos en Honduras escenificarán un momento de la lucha por la liberación de América Latina contra el Imperio y un momento de la lucha de clases en el mundo.
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inSurGente/23/09/2009

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