25/9/09

DN!: Informe Especial Honduras + Columna de Amy Goodman

Boletín Especial / Crisis en Honduras
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Jueves, 24 de septiembre de 2009
Al envío habitual de la columna, esta semana sumamos otros dos artículos referidos al tema que Amy Goodman aborda en su columna de opinión semanal, la crisis en Honduras y el regreso del Presidente Zelaya a su país. Andrés T. Conteris, de Democracy Now! en Español, se encuentra en la Embajada de Brasil en Tegucigalpa, cubriendo todas las instancias de la vuelta de Zelaya a Honduras. Desde allí envía el informe que copiamos abajo. Mark Weisbrot trabaja en el Centro de Investigaciones Económicas y Políticas de Estados Unidos y es un especialista en asuntos latinoamericanos. En la entrevista que incluimos aquí da su visión sobre el papel de Estados Unidos en esta crisis y las posibilidades que se abren con la vuelta de Zelaya a Honduras. Este envío contiene tres artículos de libre publicación y emisión producidos por DN!es.

Rogamos citar la fuente e informarnos del uso de estos materiales. Los medios que publiquen y/o emitan estas producciones pueden comunicarse con nosotros a spanish@democracynow.org
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Democracy Now! -- “El Informe de Guerra y Paz”
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Columna Semanal de Amy Goodman, presentadora de Democracy Now! Se autoriza la publicación y emisión. Por favor escríbanos a spanish@democracynow.org para avisarnos donde se publica y también si hay estaciones de radio que quieran emitir el audio.
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El Presidente Zelaya y la valentía de una acción
Por Amy Goodman
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Manuel Zelaya, el presidente democráticamente electo de Honduras, está de regreso en su país tras haber sido derrocado por un golpe militar el 28 de junio. Zelaya apareció allí de forma inesperada el lunes por la mañana, anunciando su presencia en la capital, Tegucigalpa, desde la Embajada de Brasil, donde se refugió. Los hondureños comenzaron de inmediato a dirigirse a la embajada a mostrar su apoyo. La valiente acción de Zelaya se produce en una semana muy importante, en la que los líderes mundiales se encuentran en Nueva York para participar de la Asamblea General de las Naciones Unidas, a la que le seguirá la reunión de presidentes y ministros de economía del G-20 en Pittsburgh. El gobierno de Obama podría verse obligado, finalmente, a sumarse a la opinión mundial de oponerse decisivamente al golpe.

Aún no queda claro cómo ingresó Zelaya a Honduras. Le dijo a la prensa el lunes: “Tuve que recorrer durante quince horas, unas veces caminando, otras veces marchando, en diferentes lugares, a medianoche, porque yo quería celebrar el cumpleaños de la patria con el pueblo hondureño." Una fuente de la Embajada de Brasil dijo que es probable que se haya ocultado en el baúl de un auto, atravesando hasta 20 puestos de control en forma exitosa.

Cerca de la madrugada del martes, los seguidores que desobedecieron el toque de queda impuesto por el gobierno y que se encontraban frente a la Embajada de Brasil fueron dispersados en forma violenta con gases lacrimógenos y cañones lanza agua. Se cortaron los servicios de electricidad, las líneas telefónicas y el agua de la embajada, y las fuerzas armadas hondureñas pusieron un camión con altoparlantes allí, con el himno nacional hondureño a todo volumen. El lunes, la Organización de Estados Americanos (OEA) reiteró su reclamo por “la firma inmediata del Acuerdo de San José”, el acuerdo negociado por el Presidente de Costa Rica Oscar Arias, que reclama el regreso de Zelaya como presidente, con miembros del régimen golpista dentro del gobierno y amnistía para todos los que participaron en el golpe. Zelaya estuvo de acuerdo con los términos propuestos, pero el presidente del régimen golpista, Roberto Micheletti, los rechazó.

Luego del golpe del 28 de junio, la OEA suspendió de inmediato a Honduras del sistema de derechos de la OEA y solicitó la restitución inmediata de Zelaya. El 30 de junio, la Asamblea General de la ONU emitió un pedido unánime para “el reestablecimiento inmediato e incondicional de Zelaya en el poder”.

De modo similar, la Unión de Naciones Sudamericanas, UNASUR, en su cumbre en Quito, Ecuador, denunció formalmente el golpe. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA viajó a Honduras a fines de agosto e informó que las manifestaciones a favor de Zelaya “fueron interrumpidas por las fuerzas de seguridad pública, tanto la policía como las fuerzas armadas, provocando muertes, casos de tortura y maltrato, cientos de heridos y miles de detenciones arbitrarias”.

El 29 de junio, el Presidente Barack Obama dijo claramente: “El Presidente Zelaya fue electo democráticamente. Aún no había cumplido su mandato. Creemos que el golpe no fue legal y que el Presidente Zelaya continúa siendo el presidente de Honduras, el presidente electo democráticamente allí”. Pero las subsiguientes acciones -o la inacción- de Obama y de la Secretaria de Estado Hillary Clinton enviaron señales confusas. Mientras Obama utilizó en un principio la palabra golpe, los pronunciamientos oficiales sobre el tema evitaron el término, que, de ser utilizado, provocaría la suspensión obligatoria de la ayuda extranjera. En cambio, el gobierno de Obama desplegó una estrategia de castigo selectivo al régimen golpista, rescindiendo las visas a Micheletti y a otras figuras clave del golpe, y deteniendo el envío de la suma relativamente simbólica de 30 millones de dólares en ayuda.

La Secretaria de Estado, Clinton, dijo el lunes en una reunión con el presidente de Costa Rica, Oscar Arias: “Es imperativo que comience el diálogo, que haya un canal de comunicación entre el Presidente Zelaya y el régimen de facto en Honduras. Y también es imperativo que el regreso del Presidente Zelaya no provoque ningún conflicto ni violencia, sino que todos actúen en forma pacífica para tratar de hallar los puntos en común”. Las Naciones Unidas probablemente tomen medidas esta semana en apoyo a Zelaya. Zelaya dijo el martes desde la Embajada de Brasil en Tegucigalpa acerca de lo que espera ahora de Estados Unidos: “Que hagan respetar la Carta Democrática de la OEA. Que se convoque de manera urgente al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y que se preparen para actuar con todas las actividades comerciales y económicas para hacer que esta dictadura entienda el mensaje”.

Está previsto que el Presidente Obama presida una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, siendo esta la primera vez que un Presidente de Estados Unidos preside la sesión. Costa Rica actualmente tiene un lugar en el Consejo de Seguridad, y podría, en teoría, plantear el tema de Honduras. Luego en Pittsburgh, donde se reúne el G-20 para evaluar y actuar sobre la crisis financiera mundial, el apoyo de Brasil a Zelaya podría ser un factor clave. Brasil, uno de los miembros del G-20, es por lejos la mayor economía de América del Sur y es un aliado y socio comercial clave de Estados Unidos. Con los gases lacrimógenos flotando en la Embajada de Brasil en Tegucigalpa y un posible ataque armado contra la embajada por parte del régimen golpista para arrestar a Zelaya, esta semana Obama y Clinton finalmente podrían verse obligados a ayudar al pueblo hondureño a revertir el golpe.
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Denis Moynihan colaboró en la producción periodística de esta columna.
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© 2009 Amy Goodman
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Texto en inglés traducido por Mercedes Camps y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org
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*Amy Goodman es la presentadora de “Democracy Now!”, un noticiero internacional diario de una hora que se emite en más de 550 emisoras de radio y televisión en inglés y en 200 emisoras en español. Es coautora del libro “Standing Up to the Madness: Ordinary Heroes in Extraordinary Times,” recientemente publicado en edición de bolsillo.
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23 de septiembre de 2009
Andrés Conteris, del Programa Noviolencia Internacional y Democracy Now! en Español, se encuentra en la embajada de Brasil y está cerca del Presidente Zelaya. Escuchamos su segundo informe, en español:
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Les informa Andres Thomas Conteris desde la embajada de Brasil en Tegucigalpa, Honduras. Aquí, en esta sede diplomática, esta el señor presidente José Maual Zelaya Rosales. Desde hace dos días ha estado aquí con su familia, con su equipo de seguridad y apoyo y con la prensa nacional e internacional. Aquí en la embajada se ha sentido la represión de este régimen golpista. Justo ayer, el martes a las cinco y media de la mañana, después de una noche de celebración en las calles acá en frente de la embajada, se sintió la represión después del regocijo. O sea, un jubileo increíble en las calles que enfrenta un abuso total por parte de este régimen de facto. Acatacaron en la calle al frente de la embajada, con gases lacrímogenos y esos gases entraron y llenaron completamente toda la sede de la embajada de Brasil, aquí en Tegucigalpa. Todos nosotros y nosostras sufrimos ese ataque de gases, pero en la calle sufrieron mucho más, porque ahí les golpearon, les hirieron con balas, también gente hospitalizada, cientos de personas detenidas y cientos de personas heridas también. Lo que pasa es que este régimen golpista esta completamente desesperado y ya ven que están en un camino sin salida. O sea, mañana día jueves, se va a reunir el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para tocar el tema de Honduras de manera de emergencia. El Canciller de Brasil solicitó esta reunión de emergencia y fue aceptada para que se convoque mañana jueves. Van a tratar el tema del hecho que este régimen golpista ha atacado no solamente la sede, pero en particular han atacado más intensamente al pueblo de Honduras. Pero lo que ha pasado aquí es que el pueblo se ha levantado, obedeciendo el tercer artículo de la Constitución, que cuando un gobierno es usurpador del poder, el pueblo tiene derecho a la insurrección. Y el presidente Zelaya ha dicho que esa insurrección tiene que ser de manera pacífica, y él pone mucho énfasis en el hecho de que tiene que ser de la no violencia activa.
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DN!es: Andrés, y desde dentro de la embajada, desde lo que se comenta en el entorno del presidente Zelaya, ¿ellos están teniendo contacto con representantes del régimen de facto? ¿Está habiendo negociaciones o todavía no hay ningún tipo de contacto?
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El presidente Zelaya vino a Honduras y aquí está en la embajada del Brasil, y el ha dicho muy muy claramente, está super abierto al diálogo. El esté queriendo que esta crisis termine en una negociación, para que no se tenga que derramar más sangre. Sangre que se ha derramdo tantas veces en estos días [inaudible]. El presidente ha dicho que está abierto al diálogo y solamente ayer se escuchó por primera vez en palabras que el señor Roberto Micheletti quiere entrar en un diálogo, pero bien sabemos que todo el proceso que ocurrió por semanas, en el proceso de San José Costa Rica, no terminó en nada. El señor presidente Zelaya aceptó todos los puntos de esta negociación y el régimen golpista con Micheletti no pudieron aceptar que el presidente, electo democráticamente por el pueblo de Honduras, regrese al poder, como él tiene el derecho de hacer. Entonces, no se sabe lo que quiere signifcar el hecho de que por fin Micheletti esta diciendo que está abierto al diálogo. Pero lo que estamos viendo son las acciones, las acciones de este régimen de facto son muy claras, o sea, la represión contra esta embajada de Brasil y la gente que está aca adentro, cortando la luz eléctrica, cortando el agua, previniendo que traigan medicina y comida. Estas son medidas de guerra psicológica en contra del presidente Zelaya, su familia, del equipo que está aquí y la prensa que también estamos presentes.
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22 de Septiembre, 2009
Vamos en directo a la embajada de Brasil en Tegucigalpa, capital de Honduras, donde Manuel Zelaya ha pedido refugio. Tras el dramático regreso de Zelaya, el gobierno de facto ordenó un toque de queda, pero miles de seguidores de Zelaya desafiaron la prohibición y se manifestaron ante la embajada de Brasil. La policía lanzó esta mañana gases lacrimógenos en los alrededores de la embajada para dispersar a la multitud. Escuchamos las palabras de Zelaya desde el interior de la embajada y hablamos con Andrés Conteris y Mark Weisbrot.
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SHARIF ABDEL KOUDDOUS: El presidente hondureño Manuel Zelaya ha tenido un dramático regreso a su país casi tres meses después del golpe militar que lo obligó a exiliarse. El lunes, Zelaya reapareció en la capital de Honduras, Tegucigalpa, refugiándose en la embajada de Brasil. Hablando desde el techo de la embajada, Zelaya dijo que había llegado después de un largo viaje, viajando a veces a pie para evitar que lo detectaran.

PRESIDENTE MANUEL ZELAYA: “Tuve que recorrer durante quince horas, unas veces caminando, otras veces marchando, en diferentes lugares, a medianoche, porque yo quería celebrar el cumpleaños de l apatria con el pueblo hondureño. Los que creyeron que gobernar es cosa fácil, se equivocaron. Gobernar no es tarea de iracundos ni de irascibles. Gobernar es cosa seria. Gobernar requiere talento, dedicación y amor al pueblo”.

SHARIF ABDEL KOUDDOUS: Zelaya no dio detalles, pero es poco probable que hubiera podido regresar sin la ayuda de funcionarios del ejército hondureño o de los servicios de inteligencia. Esa posibilidad podría significar un nuevo revés para el régimen de facto de Honduras, que venía contando con el apoyo militar para resistir los disturbios internos y desafiar al aislamiento global.

El jefe del régimen golpista, Roberto Micheletti, en un principio tildó las noticias sobre el retorno de Zelaya como, cito, “terrorismo mediático”. Pero a medida de que miles de seguidores de Zelaya comenzaron a acercarse a la embajada de Brasil, Micheletti, impuso un toque de queda nacional y habló por cadena de radio y televisión. Acompañado por su gabinete y los altos mandos militares, Micheletti le pidió a Brasil que entregue a Zelaya para su detención.

ROBERTO MICHELETTI: No queda claro por qué ha regresado ahora a Honduras el Sr. Zelaya. Sólo él lo sabe. Pero yo no puedo arribar a otra conclusión más que está aquí para continuar obstaculizando la celebración de nuestras elecciones el próximo 29 de noviembre, como lo han venido haciendo él y sus seguidores desde hace varias semanas. Hago un llamado al gobierno de Brasil a que respete la orden judicial dictada contra el Sr. Zelaya, entregándolo a las autoridades competentes de Honduras. El Estado de Honduras está comprometido a respetar los derechos del Sr. Zelaya al debido proceso. Los ojos del mundo están puestos sobre Brasil y también sobre Honduras. No dejemos que las pasiones de unos pocos manchen la reputación e imagen de nuestra gente.

AMY GOODMAN: Los partidarios de Zelaya han informado sobre la intención de marchar hacía el palacio presidencial durante la tarde de hoy. Aquí en EE.UU., la Secretaria de Estado, Hillary Clinton, instó a ambas partes a entablar el diálogo.

HILLARY CLINTON: Es imperativo que el diálogo comience, que exista un canal de comunicación entre el Presidente Zelaya y el régimen de facto en Honduras. Y también es imprescindible que el regreso del Presidente Zelaya no conduzca a ningún conflicto o violencia, sino que todos actúen de manera pacífica para tratar de encontrar algún terreno común. Una vez más, los costarricenses van a utilizar sus buenos oficios para tratar de promover que eso ocurra.

AMY GOODMAN: Clinton habló en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde se reunió con el presidente de Costa Rica, Oscar Arias. Después de la reunión, Arias dijo que estaría dispuesto a viajar a Honduras con el objetivo de reanudar los esfuerzos para conseguir una solución negociada.

PRESIDENTE OSCAR ARIAS: Creo que esta es la mejor oportunidad, el mejor momento, ahora que Zelaya ha vuelto a su país, para que las dos partes firmen el acuerdo de San José. Es todo lo que tenemos sobre la mesa. No hay un plan B. Y cuando se escribió este acuerdo de San José, fue después de escuchar a todo el mundo. Tomamos las sugerencias de cada una de las partes. Yo estaría dispuesto a ir, pero si ambas partes… si ambas partes me piden ir a Tegucigalpa, sin duda estaría más que complacido de ir a ver lo que puedo hacer.

AMY GOODMAN: Escuchamos recién al Premio Nobel de la Paz, el presidente costarricense Oscar Arias. Ahora vamos directamente a la embajada de Brasil en Tegucigalpa. Andrés Conteris, que trabaja con nosotros en Democracy Now! y es el director del Programa para las Américas de la organización No Violencia Internacional, se encuentra en el interior de la embajada. Te damos la bienvenida a Democracy Now!, Andrés. ¿Qué está pasando ahora mismo?

ANDRES CONTERIS: Amy, que bueno hablar contigo. Hace unos cuarenta minutos, militares y policías dispersaron muy violentamente a los más de 500 manifestantes que se encontraban fuera de la embajada, que habían estado danzando y celebrando con alegría toda la noche. Pude ver su increíble, increíble espíritu de júbilo, ya que se expresaron de ese modo desde que se conoció la noticia de que el presidente Zelaya había regresado al país. Luego, hace cuarenta minutos, hubo un masivo ataque con gases lacrimógenos y un desalojo violento de las más de 500 personas que se encontraban frente a la embajada.

Estoy dentro de la embajada, con cerca de 150 personas que están dentro. No hubo un ataque directo contra la propia embajada, pero el gas lacrimógeno se introdujo, y ha afectado a todos y cada uno de nosotros que estamos dentro de la embajada. Ahora estoy en la habitación donde duerme el Presidente, y estoy cerca de la Primera Dama. Todos estamos afectados por este ataque con gases lacrimógenos. Pero, afortunadamente, no hay lesiones permanentes. No estamos al tanto de los heridos, pero estoy seguro de que debe haber muchos entre los que protestaban y celebraban fuera de la embajada.

AMY GOODMAN: Andrés, ¿puedes decirnos cómo hizo el presidente Zelaya para regresar a Honduras?

ANDRES CONTERIS: Las noticias son… Amy, se le preguntó eso directamente y contestó de una manera muy general, pero las noticias son que voló desde Nicaragua a El Salvador y luego llegó a la frontera en un lugar llamado El Amatillo y se ocultó en el maletero de un coche y cruzó unos cincuenta, disculpen, una veintena de barricadas de la policía y nunca fue detectado. Se dirigió directamente…su chofer lo llevó directamente a la embajada de Brasil.

Los primeras informaciones eran que el Presidente estaba en Honduras y que estaba en la sede de las Naciones Unidas. Así que la marcha inicial de celebración fue a las Naciones Unidas. Había miles y miles de personas celebrando su retorno. Y luego se supo que estaba en la embajada de Brasil, y entonces esa celebración se trasladó aquí.

SHARIF ABDEL KOUDDOUS: Y Andrés, ¿por qué los brasileños se le han dado refugio en la
Embajada de Brasil en Tegucigalpa?

ANDRES CONTERIS: Está muy claro que Brasil ha sido un defensor muy fuerte del Presidente Zelaya durante toda esta crisis. Y por el poder y el simbolismo de la fuerza de América del Sur y de Brasil, que es el más fuerte y más grande de esos países, está claro, creo, que el Presidente Zelaya decidió que este era el mejor lugar. Y cuando él llegó, por supuesto, le abrieron las puertas. Las autoridades brasileñas han informado que no sabían de antemano que iba a venir aquí, pero fue bien recibido cuando llegó. Y su familia se reunió aquí con él, en la embajada, por primera vez después de ochenta y seis días de estar separados.

SHARIF ABDEL KOUDDOUS: Y el Presidente, el jefe del régimen golpista, Roberto Micheletti, ha continuado con su llamado para la detención de Zelaya. ¿Qué dice el Presidente Zelaya ahora de todo esto?

ANDRES CONTERIS: El Presidente Zelaya habla muy positivamente, en un modo muy conciliador. Ni siquiera se toma en serio lo que el líder del régimen golpista, Micheletti, está diciendo. Micheletti dice que hay un espacio en la cárcel esperando por el Presidente Zelaya. Sin embargo, el Presidente Zelaya está realmente centrado en la manera de cómo resolver realmente esta crisis a través de la mediación.
Se espera que hoy arribe el Sr. Insulza, el Secretario General de la OEA. Sin embargo, se han cerrado los aeropuertos y no es seguro que vayan a permitir el aterrizaje del avión con el señor Insulza de la OEA.

AMY GOODMAN: Andrés Conteris se comunica con nosotros desde el interior de la embajada brasileña en Tegucigalpa. Roberto Micheletti dice que quiere que Brasil entregue al presidente destituido. Andrés, ¿Hay alguna respuesta de Zelaya sobre esa petición?

ANDRES CONTERIS: En términos de esa petición, no, no hubo una respuesta directa. Él, realmente, trata a este régimen golpista como si no existiese, en la medida de lo posible, y no reconoce su autoridad. Muchos de los que estaban en las calles oyeron hablar del toque de queda que fue impuesto a las 4:00 de la tarde de ayer, y que se mantuvo durante toda la noche, y no respondieron a esa orden porque creen que el Presidente Zelaya es el presidente y es el único que puede dar la orden para un toque de queda. Y por eso siguieron celebrando en las calles.

SHARIF ABDEL KOUDDOUS: Andrés se comunica con nosotros desde el interior de la embajada de Brasil en Tegucigalpa. También tenemos desde Washington, DC a Mark Weisbrot. Él es co-director del Centro de Investigaciones Económicas y Políticas y presidente de Just Foreign Policy. Ha escrito extensamente sobre la crisis de Honduras y es un veterano analista de asuntos latinoamericanos. Mark, ¿podría explicar la importancia del retorno de Zelaya, en particular en vísperas de la Asamblea General de las Naciones Unidas?

MARK WEISBROT: Si. Bueno, creo que marca una gran diferencia. Ha habido una gran diferencia desde el principio, desde el golpe de Estado del 28 de junio. Ha habido una gran brecha entre Estados Unidos y el resto del mundo desde el principio acerca de esta situación. La Asamblea General de las Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos, la Unasur, la Unión de Naciones Suramericanas, todos dijeron desde el primer momento que querían el retorno inmediato e incondicional del presidente electo, Zelaya. Y Estados Unidos nunca ha dicho eso, en realidad. De hecho, el acuerdo propuesto por Arias puso todo tipo de condiciones a su regreso, incluyendo la incorporación de las personas que encabezaron el golpe a su gobierno y el adelantamiento de las elecciones. Y de hecho, como Andrés ha mencionado, Brasil ha sido un fuerte defensor de Zelaya, y el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil dijo un par de meses atrás…se quejó ante Hillary Clinton de que estas condiciones fueran incluidas en el acuerdo de Arias, ya que, como se sabe, ni la Organización de Estados Americanos, ni las Naciones Unidas o cualquier otra persona querían un acuerdo de ese tipo. Así lo dijo públicamente. Esto quiere decir que siempre ha habido esta gran diferencia, pero el gobierno de Obama ha sido capaz de pasar el tema sin más, porque no ha habido mucha atención sobre Honduras.

Y así, ahora, con la Asamblea General y con la atención centrada en el retorno dramático de Zelaya, Obama va a tener que inclinarse por una de las partes más de que lo ha hecho hasta ahora. El gobierno de Obama ha sido muy ambivalente. Fueron y vinieron, primero sostuvieron la postura de que debe ser restituido en su cargo y luego llegaron a decir casi lo contrario. Y el 4 de agosto, el gobierno envió una carta, por ejemplo, al Presidente Lugar [Senador Lugar], en la que retrocedían bastante en su apoyo a Zelaya. Y Zelaya ha estado aquí seis veces desde que fue derrocado, aquí en Washington, y el presidente Obama no se ha reunido con él ni una vez, a pesar de haber recibido solicitudes de personas que son amigos cercanos y aliados de él y también de miembros demócratas del Congreso.

Este es el tipo de señales, señales mixtas, que este gobierno ha enviado a los líderes del golpe de Estado y que han fortalecido su voluntad a lo largo de todo este tiempo. Y tienen mucha razón ahora, por ejemplo. Habrá que hacer mucha más presión para sacarlos de allí, mucha más, tanto internacional como nacional, dentro de Estados Unidos. Habrá que hacer mucha más presión sobre el gobierno de Obama para que realmente los fuerce a dejar el gobierno.

AMY GOODMAN: ¿Y exactamente qué podría hacer la administración Obama si se compromete a sostener el apoyo al líder democráticamente electo, Manuel Zelaya? ¿Cuál es la relación que EE.UU. tiene con Honduras?

MARK WEISBROT: Oh, ellos podrían hacer bastante más. En primer lugar, el 11 de agosto, dieciséis miembros del Congreso enviaron una carta al Presidente Obama y a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, en la que pidieron que se congelen los activos de los líderes del golpe, e incluso del gobierno–también pueden congelar los activos del gobierno. Cuando Aristide, el Presidente Aristide de Haití, fue derrocado por primera vez, George Bush padre congeló algunos de los activos de la dictadura y se los dio al gobierno en el exilio, al Presidente Aristide. Y esto fue, bueno, durante una presidencia republicana que, en realidad, inicialmente había apoyado o había estado involucrado en el golpe. Y esto es lo mínimo que podrían hacer ahora.

Podrían poner todo tipo de presiones, algo que no han hecho hasta ahora. Y, de nuevo, vemos a nuestra Secretaria de Estado que está tratando de decir, “bueno, ambas partes deben hacer esto, ambas partes”, incluso anoche dijo que apoyaba el toque de queda que este gobierno impuso para evitar que las personas se manifiesten de forma pacífica. Y así pues, todo este tipo de cosas.

Además, no ha habido una sola palabra de este gobierno sobre las múltiples violaciones a los derechos humanos cometidas por la dictadura, los miles de arrestos y detenciones arbitrarias, las golpizas. Han disparado contra los manifestantes y ha habido muertos. Estos abusos de derechos humanos han sido denunciados por Human Rights Watch, Amnistía Internacional, por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos, por grupos de derechos humanos de Honduras, por Europa. Y nada, nada ha salido de este gobierno. Creo que realmente dice mucho. Que le dice lo mucho que este gobierno no ha querido debilitar a la dictadura en Honduras. Eso es lo que va a tener que cambiar. Y creo que va a haber más presión internacional, y esperamos más presión interna, también, para cambiar eso.

AMY GOODMAN: Mark Weisbrot, ante la sorpresa del régimen golpista, Zelaya ha regresado a Honduras, que está ahora en la embajada de Brasil en Tegucigalpa. Pero si estuviera en Nueva York y quisiera hablar, dirigirse a la Asamblea General de las Naciones Unidas, ¿que ocurriría? ¿Quién lo reconocería?

MARK WEISBROT: Bueno, lo reconecerían a él y recibiría un enorme apoyo. Y ese era, estoy seguro, su otro plan: si no hubiera regresado a Honduras, habría hablado allí. Pero esto, creo yo, es mucho más potente. Quiero decir, que habría tenido tal vez unas pocas líneas aquí y allá en las noticias. Esto atrae ahora a la atención del mundo. Vamos a ver un montón de apoyo en las Naciones Unidas y de varios jefes de estado a Zelaya, mucha más presión, y aquí en el Congreso, también, por cierto.

Y si los espectadores quieren hacer algo, pueden ponerse en contacto con miembros del Congreso, y ya sabe, habrá otra carta de los miembros del Congreso que indica que Zelaya debe volver. Y también el Observatorio de la Escuela de las Américas ha pedido a las personas que escriban y llamen al Departamento de Estado. Así que, va a ver mucha más presión sobre ellos.

Y la pregunta es, ¿realmente harán lo que hay que hacer para librarse de este gobierno? Porque el gobierno todavía tiene amigos aquí. bueno, ustedes han entrevistado a Lanny Davis. Ellos conocen personas influyentes. Tienen a los republicanos, y tienen a favor, ustedes saben, grandes intereses en este gobierno, incluidos los militares, que quieren mantener su base allí. Y hay muchas fuerzas aquí que realmente no quieren que Zelaya vuelva, o si están dispuestos a que vuelva, no quieren que sea como un triunfador. Usted sabe, eso es otra cosa por la que están muy preocupados, que él salga ganando y sus amigos en el gobierno, en el régimen de facto, terminen perdiendo. Así que, de nuevo, va a tener que haber mucha presión, pero sin duda la presión se ha incrementado bastante con el regreso de Zelaya.

AMY GOODMAN: Mark Weisbrot, quiero volver a Andrés en la embajada de Brasil en Tegucigalpa. Andrés Conteris, de Democracy Now! en Español, que está justo al lado del presidente ahora, que está hablando con los periodistas. Andrés, describe lo que está sucediendo.

ANDRES Conteris: Sí, Amy, estoy aquí con el Presidente, y él está hablando. Voy a dejar oír su voz y tratar de hacer la traducción.

PRESIDENTE ZELAYA: …y obliguemos a la dictadura a que entre en diálogo para solucionar estos problemas cuanto antes. […] …cuando invadieron mi casa, provocando este Estado de facto y represivo que tiene hoy al pueblo hondureño sometido y secuestrado.

ANDRES CONTERIS: El Presidente está tomando un vaso de agua ahora, y vamos a hacerle una pregunta. No es posible hacer una pregunta en este momento, pero vamos a escuchar su respuesta a otras preguntas.

AMY GOODMAN: Andrés Conteris le está haciendo al Presidente Zelaya una pregunta.

ANDRES CONTERIS: De EE.UU., Sr. Presidente, quieren saber qué es lo que Ud. le pide al pueblo y al gobierno de EE.UU.

PRESIDENTE ZELAYA: Que hagan respetar la Carta democrática de la OEA. Que se convoque de manera urgente al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y que se preparen para actuar con todas las actividades comerciales y económicas para hacer que esta dictadura entienda el mensaje.

ANDRES CONTERIS: Esta es la pregunta que logramos hacerle al Sr. Presidente.

AMY GOODMAN: Andrés Conteris, muchas gracias por estar con nosotros. Vamos a seguir de cerca esta historia, le aportaremos más información mañana. Una vez más, la última noticia es que el Presidente, el presidente democráticamente electo de Honduras, Manuel Zelaya, ha regresado a Honduras después de tres meses, no está exactamente claro cómo lo hizo, cómo cruzó la frontera, pero dijo que caminó, viajó, no está claro quién lo ayudó en esto, y luego terminó dentro de la embajada de Brasil. El líder de los golpistas, Roberto Micheletti, exige a Brasil la entrega de Zelaya para poder detenerlo.
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Democracy Now! - USA/25/09/2009

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