10/3/09

“LA CRISIS NO DEBE SER PAGADA POR LOS PAISES EMERGENTES”

LA PRESIDENTA CRISTINA FERNANDEZ INAUGURO UN SEMINARIO ANTE UNOS CIEN EMBAJADORES PARA AFIANZAR A LA ARGENTINA ANTE LA CRISIS
En el marco de la inédita reunión general de embajadores, convocada para orientar el trabajo diplomático ante la crisis mundial, la presidenta Cristina Kirchner y el canciller Taiana anticiparon la posición que llevará la Argentina a la próxima reunión del G-20, donde se busca reformular la economía internacional
“Europa del Este podría ser la Argentina de 2001”
-
Los embajadores de la Argentina empezaron ayer en la Cancillería un encuentro para debatir sobre el rol del país en el marco de la debacle financiera. CFK los instó a convertirse “en lobbistas” y postuló la reformulación de los organismos de crédito.
-
El canciller Jorge Taiana y la presidenta Cristina Fernández de Kirchner ante los embajadores.
-
Por Daniel Miguez
-
En una inédita reunión con más de cien embajadores argentinos en el mundo, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner los convocó a “ser lobbystas” para mantener el nivel de actividad comercial con el exterior ante la crisis económica global. El encuentro se realizó a tres semanas de la cumbre del G-20 que tendrá lugar en Londres y donde Argentina planteará modificar las asimetrías en materia comercial y reformular los organismos de crédito internacional. “El mundo comienza a parecerse a la Argentina del 2001, según algunos diarios. Europa del Este podría ser la Argentina de ese año. Tenemos que explicar lo que ha sido el proceso nacional, cómo abordamos los desafíos y discutir los organismos multilaterales, el comercio mundial”, subrayó la Presidenta. Antes el canciller Jorge Taiana había advertido que “la salida de la crisis internacional no la deben pagar los países emergentes”.

Al inaugurar el seminario “El rol de la Cancillería en el desarrollo de nuevos mercados para la producción argentina”, la Presidenta les pidió a los embajadores que tomen “la gestión comercial de nuestros bienes, de nuestros productos, como una actividad central en el desempeño de las representaciones diplomáticas” y dijo que “deben ser lobbystas” para impulsar el comercio argentino en el exterior.

“Se trata de vender a la Argentina, pero no como se la vendió en épocas pasadas, sino en el buen sentido de la palabra”, expresó la Presidenta que repasó los números del comercio exterior, en una charla que duró veinte minutos, casi el mismo tiempo que se quedó saludando a los diplomáticos antes de retirarse del palacio San Martín.

La Presidenta sostuvo además que “el mundo atraviesa severas dificultades y esto va a exigir una gran apertura para sostener el nivel de crecimiento y la actividad”. Y a continuación les solicitó a los diplomáticos que “redoblen esfuerzos para impulsar nuestros productos y ayudar a nuestras empresas”.

“Las acciones deben ser multilaterales y se deben explorar las necesidades de acuerdos bilaterales”, agregó. También les abrió las puertas a que más allá de sus canales institucionales con la Cancillería dialoguen con empresarios y con los gobernadores para tener de primera mano las posibilidades de oferta argentina ante las necesidades de cada potencial país comprador.

Al hablar sobre la ronda de Doha y el G-20 la Presidenta afirmó que “debemos concurrir para plantear que se corrijan las asimetrías existentes y no que haya modificaciones cosméticas que terminen desbarrancado los procesos de industrialización de las economías emergentes”.

“Creo en la necesidad de reformular los organismos multilaterales de crédito y abordar una negociación diferente en Doha porque son claves para abordar el mundo que viene y para que ustedes expliquen cuál es la verdadera postura de Argentina”, señaló.

También afirmó que los países desarrollados hablan “de libre comercio, pero en realidad fronteras adentro ejercen todo tipo de subsidios que tienen poco que ver con la pregonada libertad de comercio”.

“Necesitamos un comercio internacional más equitativo y la regulación del capital financiero. Menos mal que tuvimos la idea de colocar determinadas exigencias para el ingreso de capitales, por la experiencia de lo que había constituido el ingreso de esos capitales hasta el 2001”, recordó al referirse a los encajes de la inversión financiera también a las críticas que recibió el gobierno de Néstor Kirchner.

Al recordar la crisis del 2001, la Presidenta destacó a uno de los embajadores presentes, Jorge Remes Lenicov, representante ante la Unión Europea, que tuvo que lidiar con la economía durante 2002 como ministro de Eduardo Duhalde.

Además de Remes Lenicov, entre los embajadores más conocidos pudo verse a Héctor Timerman (Estados Unidos), Ginés González García (Chile), Carlos Bettini (España), Juan Pablo Lohlé (Brasil), Jorge Yoma (México), Guillermo Nielsen (Alemania), Juan Pablo Cafiero (Vaticano), Martín Balza (Colombia), Rafael Romá (Paraguay), Alicia Castro (Venezuela), Darío Alessandro (Perú) y Carlos Piñeiro Iñíguez (Ecuador).

Antes la Presidenta había destacado los buenos números de las ventas al exterior del país. “Nuestras exportaciones baten records y junto a las importaciones significan 47 puntos del porcentajes de crecimiento”, dijo.

“El crecimiento en materia de bienes con valor agregado, como la informática que pasó de 166 millones de dólares en 2003 a exportar por valor de 700 millones en 2008”, enumeró para luego agregar que en 2008 se superaron los 70 mil millones de dólares de exportación.

Sin embargo, ante el panorama crítico que se avecina y para que esos números no se transformen en buenos recuerdos, les remarcó a los embajadores que “el tema de la gestión comercial debe ser una de las cuestiones centrales del rol diplomático”.

Previamente en su exposición, el canciller Jorge Taiana había tenido definiciones fuertes. Dijo que “la salida de la crisis internacional no la deben pagar los países emergentes” y señaló que la Cancillería necesita “funcionarios polivalentes” y “no burócratas que hagan las cosas formalmente, sino que estén comprometidos con el país”.

“No es tiempo de burócratas, porque la crisis requiere de inteligencia comercial, esfuerzo y creatividad. Es un momento excepcional. Tenemos que tener la cabeza despejada para defender los intereses del país”, exhortó Taiana los embajadores.

Taiana también se refirió a los conflictos por temas comerciales que se dan con países vecinos, y, aunque no mencionó a ninguno en particular, todos entendieron que en especial se estaba refiriendo a Brasil. En ese sentido puso énfasis en que hay que priorizar “la integración”.

“Las crisis ponen tensión, y lo mejor es tener disposición para buscar caminos que permitan enfrentar la crisis sin afectarnos entre nosotros”, fue la frase que definió que la línea de integración regional sigue por ahora inalterable.

Respecto de la próxima cumbre del G-20 los dos primeros días de abril, el canciller sostuvo que Argentina llevará “propuestas concretas” para reformar el FMI, que “ha demostrado una enorme incapacidad para conducir la situación y lidiar con la crisis internacional”.

“Cuando nuestros presidentes –recordó, desde 2003 para acá, señalaban en las Naciones Unidas, la necesidad de reforma del sistema financiero internacional, y lo imprescindible de esa reforma y la obsolescencia del sistema internacional, muchos pensaban o podían pensar que se trataba de definición principista, basada sólo en la experiencia argentina”.

Por último el canciller les dijo que “en este momento difícil, nuestra Cancillería y sus brazos operativos en el exterior, que son las embajadas, deben estar preparadas para cumplir su misión y asistir a la producción argentina en sus esfuerzos, como verdaderas oficinas comerciales “.

El seminario continuará hoy con disertaciones del ministro de Planificación, Julio De Vido; de la ministra de la Producción, Débora Giorgi, y de la presidenta del Banco Nación, Mercedes Marcó del Pont. Sus charlas serán parte de las múltiples sesiones de trabajo en las que los embajadores analizarán la evolución del comercio internacional argentino, las negociaciones económicas y comerciales y su impacto en el comercio exterior y las oportunidades para las pymes.
-
-
Página/12 Web - Argentina/10/03/2009

9/3/09

El agua como bien público y no como negocio de las transnacionales

Ante el 5to Foro Mundial del Agua en Turquía
Un derecho fundamental implícitamente reconocido por la ONU

-
Sergio Ferrari*
-
La falta de acceso al agua genera en casi todas las regiones del planeta diferentes tipos de confrontaciones. Las guerras del futuro serán cada vez más por el control del agua. Tesis ampliamente desarrollada durante el simposio “El agua: fuente de conflictos”, realizado el primer viernes de marzo en Berna, Suiza.

El mismo fue convocado por la Coordinación Suiza “El agua como bien público” y organizado por la Alianza Sur -plataforma que reúne a seis de las más importantes ONG helvéticas de cooperación con el Sur.

Dicho simposio intentó relanzar la reflexión de la opinión pública nacional a sólo cuatro días de la apertura en Estambul, Turquía, del 5to Foro Mundial del Agua titulado “Conciliar las Divisiones por el Agua”.

El “drama” del agua

“La conflictividad en el planeta a causa del agua tiende a agravarse con los actuales cambios climáticos”, subraya Rosemarie Bär, una de las responsables de la Coordinación y representante de la misma al evento turco.

Bär anticipa señales alarmantes. El África subsahariana sufrirá una disminución del 20 % de su disponibilidad de agua de aquí al fin del siglo. Y a nivel planetario cerca de 70 importantes ríos están amenazados de secarse por los cambios climáticos y el exceso de consumo

Con esta perspectiva, los conflictos violentos en torno a este recurso vital seguirán aumentando.

En un escenario ya dramático donde 1.200 millones de personas en el planeta no cuentan hoy con agua potable y 4000 niños menores de 5 años mueren diariamente a causa de dicha situación.

Y donde el modelo predominante produce víctimas y cifras escalofriantes. La producción de 1 litro de bio-etanol (combustible vehicular) necesita cerca de 5000 litros de agua. Un tomate de Marruecos que será luego exportado necesita 13 litros virtuales de agua. Mientras que la producción de un vaso de jugo de naranja demanda 170 litros de agua, y una camiseta de algodón necesita 20 mil litros.

Al mismo tiempo, cada habitante suizo utiliza por día (cocina, higiene etc.) 160 litros de agua. Cifra que llega a 4000 litros por día si se calcula el agua empleada en los alimentos, productos y vestidos importados al país.

Agua, derecho humano fundamental

“El acceso al agua es un derecho humano fundamental. De su aplicación dependen prácticamente todos los otros derechos humanos esenciales”, señala Bruno Riesen, responsable de campañas de Amnistía Internacional (AI) en Suiza.

Y si bien hoy se tiende a hablar constantemente de la crisis financiera, de la inestabilidad bancaria, de los graves problemas climáticos, “muchos olvidan que una parte esencial de los grandes problemas de futuro está ligada al agua”, enfatiza.

En caso de persistir la actual tendencia, subraya el representante de AI, las previsiones son terribles. “Dos tercios de la población mundial, es decir más de 3.5 millones de personas, no contará con agua potable en el 2025”.

La lógica predominante en la actualidad, explica Riesen, implica el desperdicio del vital líquido; el crecimiento desmedido del consumo de una parte pequeña de la población planetaria –en detrimento de la mayoría-; así como una producción agropecuaria que acapara el 70 % del consumo del agua a nivel planetario.

“Con el agravante que dicha producción está encaminada, por ejemplo, a los agro carburantes. Es decir a irrigar plantíos destinados luego a abastecer de combustible los vehículos de la población del norte”, denuncia.

La responsabilidad de la ONU

Concepto marco con el que coincide la abogada portuguesa Catarina de Albuquerque, experta independiente sobre el agua potable del Consejo de los Derechos del Hombre de las Naciones Unidas, con sede en Ginebra.

El no respeto a ese derecho fundamental, “implícitamente reconocido por las Naciones Unidas cuando reconoce el derecho a mejorar las condiciones de vida”, anticipa el riesgo de nuevos y mayores conflictos, señala Albuquerque.

Confrontaciones que “buscan controlar las fuentes de agua; o que conciben a éstas como instrumentos o blancos militares; en tanto que objetivos terroristas o incluso como medio de presión y chantaje entre naciones”, explica.

De ahí que la resolución de los problemas del agua, “está ligada a una verdadera voluntad política de los diferentes actores y Estados”, enfatiza Albuquerque .

Y de allí también, la responsabilidad y la importancia del sistema de “las Naciones Unidas, que con su diversidad de Estados miembros, de propuestas y actores, de preocupaciones en la diversidad, constituyen un verdadero milagro” y un marco esencial para resolver los problemas mundiales, entre ellos, el del agua, concluye.

El de Turquía, un Foro de las transnacionales

“En la propuesta de su Declaración final del 5to Foro, que deberá ser discutida y aprobada en Estambul, no encontré referencias explícitas al agua como derecho humano fundamental”, analiza Albuquerque, quien informa que no será presente en el mismo.

“Somos bastante escépticos de lo que pueda resultar de ese Foro controlado por las transnacionales del agua”, enfatiza por su parte el pastor Alberto Rieger, responsable de la Organización OEME (Ecumenismo, Misión, Cooperación al desarrollo), de las iglesias cristianas helvéticas.

En esos foros, “la sociedad civil internacional no es tenida realmente en cuenta”, y las reivindicaciones de los movimientos sociales, son subestimadas, enfatiza Rieger.

Por eso, importante redes internacionales que luchan por el agua como bien público y que participaron en el Foro Social Mundial de Belém de Pará -fin de enero pasado- , “han definido una estrategia de presión y enviarán representantes a Estambul para hacer escuchar su voz”.

Exigimos, tal como se definió en la Declaración del Agua de Belém, “que cualquier ser humano tenga acceso y derecho al agua de buena calidad y en cantidad suficiente para la higiene y la alimentación”, explica el coordinador de OEME, presente en el simposio de Berna.

Y que la gestión del agua “permanezca en el ámbito público y comunitario, con participación, equidad, control social, sin fin de lucro, sin generar violencia a los territorios, preservando el ciclo del agua”, concluye.
-
*Sergio Ferrari (Desde Berna - Suiza)
Colaboración E-CHANGER, ONG suiza de cooperación solidaria
-
Documentos Relacionados:
-
ALAI/09/03/2009

Banco asiático estima pérdida mundial de 50 billones de dólares

MANILA (AP) - La crisis financiera mundial esfumó la escalofriante cantidad de 50 billones (billones) de dólares en el valor de los activos financieros el año pasado, incluyendo 9,6 billones solamente en la Asia emergente y 2,1 billones en Latinoamérica, dijo el lunes el Banco Asiático de Desarrollo.
.
"Esta es hasta ahora la más grave crisis que ha golpeado a la economía mundial desde la Gran Depresión", afirmó el presidente del BAD, Haruhiko Kuroda. Pero predijo que Asia será "una de las primeras regiones que saldrá de la crisis".
.
De acuerdo a un estudio solicitado por la institución asiática de crédito sobre el impacto de la crisis financiera en las economías emergentes, el valor de los activos financieros en el mundo -mercados de dinero, acciones y bonos -disminuyó 50 billones de dólares en el 2008.
.
El trabajo señaló que los países en desarrollo de Asia, al perder el valor equivalente a un año de producto interno bruto, fue más azotada que otras economías emergentes porque la región ha crecido mucho más rápido.
.
Las pérdidas en América Latina fueron calculadas en 2,1 billones de dólares. No hay cifras comparativas con otras zonas.
.
El ex director del Fondo Monetario Internacional Michel Camdessus consideró necesario aplicar cuanto antes reformas financieras radicales y propuso la creación de un nuevo grupo de dirección mundial que esté formado por representantes nacionales, el secretario general de la ONU y titulares de agencias internacionales clave para definir soluciones a la crisis e impedir futuras perturbaciones.
-
AFP/09/03/2009

ESCARBANDO en LQ Somos.

Nada hay nuevo bajo el sol
-
En uno de los libros del Antiguo Testamento intitulado “Eclesiastés” –libro que leo a menudo y que en mi opinión encierra gran sabiduría-, puede leerse la frase “Nada hay nuevo bajo el sol”, frase que merecería ser acuñada como un axioma, sí, como una tautología, porque si observamos con detenimiento lo que ha sido la evolución de la humanidad y de los conocimientos que hemos ido adquiriendo, esa frase ha sido nuestra guía.

Todo conocimiento, toda sabiduría, todo fenómeno y toda explicación científica, toda ley física, se encuentra aquí, en nuestro universo, aguardando ser descubierta por nosotros. Cuando la descubrimos, tendemos a creer que hemos logrado hallar “algo nuevo”, pero no es así. Lo nuevo son nuestras miradas, nuestra comprensión de la realidad, y cómo esta comprensión se va ensanchando a medida que vamos generando tecnologías más sofisticadas y vamos flexibilizando los modos con que nos acercamos a la realidad y podemos dar cuenta de ella de una forma más integradora, menos sesgada y menos mágica o mitológica. De modo que, como dice el Eclesiastés, “nada hay nuevo bajo el sol…” Pero, ¡cuántas y cuántas cosas nos quedan por descubrir aún!.

Si seguimos el hilo de observación que hemos iniciado, podremos darnos cuenta de que los descubrimientos a los que llegamos se producen en una suerte de espiral, porque, de algún modo, siempre estamos dando vueltas sobre lo mismo, pero cada vuelta acontece en un plano más alto, en un plano superior de conocimiento; y de ese modo el descubrimiento va siendo más explicativo, más comprensivo, más profundo y más global.

Voy a tratar de explicar esto, tomando como ejemplo a uno de los presocráticos, ya saben, esos antiguos sabios filósofos griegos que tanto me gustan, y, que sin lugar a dudas, eran unos insuperables observadores de la realidad, de la suya, claro, de la que les tocó vivir, que en lo esencial y visto retrospectivamente, tampoco difería tanto de la nuestra:

Así, que me voy a servir, hoy, de Empédocles de Agrigento, quien vivió allá por los años 495/490 a 435/430 adC, en Grecia.

El hombre era un filósofo, demócrata y político griego, y, aunque le iba mucho lo de la filosofía y lo de la búsqueda de la verdad, en realidad no se dedicó en cuerpo y alma a ello hasta que perdió las elecciones y fue desterrado. Entonces, Empédocles, contrariamente a lo que ocurre en nuestros días y en nuestro país, que ni se destierra a nadie -afortunadamente- por perder las elecciones, ni, generalmente, los perdedores deciden emprender el camino del análisis de sus errores, ni de la rectificación, ni del conocimiento y la sabiduría -lamentablemente-, aprovechó su destierro para ahondar sobre los misterios de la naturaleza y de la vida, y se hizo sabio… (Para saber más sobre Empédocles y sobre los presocráticos en general,
cliquen aquí)

Ahora y en nuestro país, los que quieren ganar elecciones, para hacerse con el poder, se dedican a mirarse el ombligo y ver como pueden llegar otra vez a obtenerlo cueste lo que cueste y sin que les importe contra qué arremeten; se dedican, pues, a ser “moscas cojoneras” creadoras de infundios y falsas realidades que ni siquiera son divertidas y confunden bastante a la población, por lo que no estaría demás que imitaran a Empédocles y se dedicaran a analizar modesta y honestamente sus errores y adquirir sabiduría para poder seguir dedicándose al servicio del pueblo de un modo eficaz , honesto y limpio. Y mientras, los pueblos que hoy votarán, sus individuos ¿con qué reflexiones lo harán? Para mí es un misterio el cómo las corrupciones obtienen amplias mayorías y las malas gestiones siguen siendo votadas ,y salvo la explicación del borreguismo, la ignorancia y otras tales como la que desarrollé en "culos con orejas", no se me ocurre otras, de momento... o quizá sí: la de que la corrupción es un hecho tan generalizado en cada uno de nosotros mismos, empezando por las pequeñas cosas, que el negarla viene a ser un mecanismo de defensa generalizado. ¡Veremos!.

Volviendo a Empédocles, a fuerza de observar el mundo y a fuerza de ir haciéndose más sabio cada día, pensó que nada se destruye, sino que todo se transforma –la permanencia del Ser de Parménides que también era un monstruo pensando-. Pero no contento con aceptar ese principio de transformación y permanencia a la vez, quiso explicar como se realizaban las transmutaciones o transformaciones del “Ser” o de la naturaleza, que para aclararnos, era lo mismo, aunque no, pero bueno… Bien, pues para explicarse y explicarnos eso, postuló la teoría de las cuatro raíces, y lo metió todo en una esfera. Esfera que era un poco cómo la de Parménides –la verdad es que Parménides entusiasmaba mucho a Empédocles-, agregando la tierra de Jenófanesias del mismo modo en el que se encuentran y se mezclan en los distintos organismos vivos y no tan vivos en nuestro planeta. A Empédocles había una cosa que le disgustaba sobremanera, y ésta era lo de las apariencias y el carácter ilusorio de la realidad. Era un tipo pragmático que huía de eso de que “de ilusión también se vive”, de modo que no paró hasta que no se pudo explicar a sí mismo de un modo aceptable, el por qué de los cambios y transformaciones de la realidad sin recurrir a "las apariencias", claro que al final no lo consiguió del todo y no tuvo más remedio que aceptar lo de las ilusiones y las apariencias como parte integrante también de la realidad, pero sigamos.

“A ver, a ver, por qué diablos se mueve y se transforma mi esfera y lo que hay en ella”, debía decirse el buen griego mientras se rascaba la cocorota pensando… Hasta que un día gritó “Eureka” que en griego quiere decir algo así como "¡Lo he encontrado!" –bueno, eso lo grito, en realidad Arquímides, según nos cuenta la historia, al descubrir su famoso principio, pero ¿por qué no lo iba a gritar también Empédocles, eh? ¿Acaso alguien de nosotros estaba allí para saber lo que el hombre gritaba o no? Bueno, pues según Empédocles, lo que explicaba tanto las transformaciones y transmutaciones, como cualquier movimiento, eran dos fuerzas de las cuales dependían las raíces y la esfera: el amor y el odio. Que es lo mismo que decir que todo bicho viviente está sometido y depende del amor y del odio. Así se explicaba el sabio la generación y la corrupción de todo lo que se mueve en el mundo, ya sea visible o invisible; y sobre todo, pretendía explicar como y qué movía a su esfera, que es lo mismo que querer explicar qué era la realidad y por qué permanecía a golpes de transmutación.

Así que Empédocles -como pasa siempre en la evolución de la filosofía, la ciencia, las artes, y la historia, los conocimientos y en suma la sabiduría, que se va tomando lo anterior en un proceso dialéctico de tesis, antítesis y síntesis, hasta que esa síntesis va quedando obsoleta y se convierte a su vez en otra tantítesis y se vuelve a empezar-, toma prestado de Parménides, al Ser, sólo que le agrega el valor de las apariencias como formadoras de la realidad en tanto que se mueven y son plurales. A esta especie de Ser lo llama “esfera” y mete dentro, además de los cuatro elementos (el agua de Tales; el aire de Anaximenes; el fuego de Heráclito y la tierra de Jenófanesias,) a dos fuerzas: el amor y el odio, que son, en definitiva, los que lo moverán todo.

Para este griego estaba clarísimo que, insisto, estas dos fuerzas de movimiento, no podían ser otras que el Amor, que todo lo une, y el Odio, que todo lo separa. Como ven, no andaba muy desencaminado el hombre. Además, en mi opinión Empédocles aportó algo muy notorio que no fue visto y que ni siquiera ahora es visto, a saber que Amor y Odio no son extremos de un mismo continuo, sino dos cosas distintas que si bien son antagónicas –o al menos lo parecen- no son dos polos de una misma cosa; y esto es muy importante.

Hoy, cuando se habla de amor y odio, no se está hablando en realidad de “Amor” ni de “Odio” tal y como lo entendía Empédocles. Cuando se habla hoy de amor, parece que se está hablando de sexo o de pasión, o de sentimiento de afecto, o de posesividad y querencia, mientras que cuando se habla de odio, parece que se está hablando de la ira que surge tras el desengaño de un “desamor” del tipo referido antes…Pero para Empédocles, el Amor no era eso, sino más bien una fuerza generativa, de generación. No era un sentimiento, y, ni mucho menos una pasión o algo “posesivo”. Tampoco tenía que ver con la voluntad ni con la querencia ni con el cariño... ¿Qué cómo Lo sé? Bueno, es que este Griego me visita mucho en sueños… ¡No te fastidia!... Simplemente léanse a Empédocles y a lo que de él escribió Aristóteles -a quien no le tengo mucho apego, la verdad sea dicha- y lo sabrán igual que yo.

Bien, siguiendo, de igual forma que el amor de Empédocles era algo distinto a lo que se entiende por “amor” en la actualidad, el “odio” de Empédocles era también distinto. El odio era para él una fuerza distinta a la del amor –pero igualmente necesaria, ni mejor, ni peor- que explicaba “la corrupción” y también la muerte, por así decirlo. Para él, ni amor ni muerte eran positivos o negativos en un sentido moral, sino que ambas fuerzas eran necesarias para que la naturaleza y la vida siguieran su curso, ya que nada podía renacer si antes no se había podrido.

Para muchos estudiosos, este filósofo y sabio fue incluso un precursor de Darwin, ya que con sus hipótesis de transformación y recombinación de los elementos, estaba diciendo, ni más ni menos, que todo lo actual procede de lo anterior. También esta concepción cíclica del tiempo podría observarse, muchos siglos después, en Nietzsche y también en Pareto, con su “corsi y recorsi”, con lo que El Eclesiastés da en el clavo: nada es nuevo pero todo está por descubrir. Y esto es tan cierto que hasta la física cuántica con su principio de incertidumbre lo confirma, sí, confirma cómo las expectativas del observador alteran la realidad -o la descubren de otros modos, aunque tales modos siempre han estado presentes en la realidad, esperando ser descubierto. ¡Caramba que listo era Cohelet! -bueno, Cohelet parece que fuel autor del Eclesiastés, hace algunos miles de años.

Pero continuemos: miren si fue importante Empédocles que gracias a él, Luc Besson, director de cine de nuestros días, desarrolló la teoría del quinto elemento al que llamaba “vida” aunque más bien era “amor” y su anti-quinto-elemento, al que llamo “anti-vida” aunque más bien era el odio, y nos hizo una película divertidísima de ciencia ficción, que se estrenó en 1997, que si bien era mediocre, tenía su miga en tanto que actualizadora de las doctrinas presocráticas, y explicativas de nuestra futura actualidad. Porque, ¿Quién nos dice que la teoría de supercuerdas y multiuniversos no tiene también su origen en esas dos fuerzas de generación y corrupción?

Y volviendo al principio de mi artículo: ¿Les ha quedado claro esto de que nada hay nuevo bajo el Sol pero todo está por descubrir? Pues si necesitan más explicación lo intentaré otro día, que hoy, yo, ya me he liado bastante y necesito volver al silencio de la reflexión interna para aclararme… De momento sólo tengo claro una cosa: el amor mueve la vida, amar transforma, y vivir es bello a pesar de todo.
-
LQSomos. Hannah. Marzo de 2008
-
LQSomos/09/03/2009

ARTÍCULOS MUY INTERESANTES


Josetxo Escurra
-
Mundo
“¡Sólo cumplía órdenes!”

Cómo tomar, o no tomar, en serio la tortura
William Blum

-
Mundo
Primer aniversario del tándem Medvedev-Putin
Alexandre Tchoudodeïev

-
Palestina y Oriente Próximo
Avigdor Lieberman, un perfil del próximo ministro de Asuntos Exteriores de Israel
-

Mundo
La deriva de Pakistán en manos de extremistas
Tariq Ali

-
Cuba
La institucionalidad y la luz
Pascual Serrano

-
Mentiras y medios
Medios alternativos y crisis de credibilidad
Santiago Alba Rico

-
Colombia
Juan Manuel Santos, ministro de Defensa colombiano, a la ofensiva

La amenaza de un interés presidencial
Juan Alberto Sánchez Marín

-
Unión Europea
Crisis económica, cohesión social y proyecto europeo
Pedro Chaves y Fernando Luengo

-
Rebelión/09/03/2009

8/3/09

Entrevista a Aminata Traoré, madre del altermundismo africano

"En la realidad de la división sexual de las tareas, las mujeres son las primeras que sufren, en sus casas, en el campo y en los suburbios"
-
Fériel Berraies Guigny
Rebelión/New African
-
Traducido para Rebelión por Caty R.
-
Dramane Aminata Traoré es una política y escritora maliense que nació en 1947 en Bamako. Intelectual comprometida, fue ministra de Cultura y Turismo de Malí bajo la presidencia de Alpha Omar Konaré. Conocida como una de las principales figuras del altermundismo africano, la maliense lucha en todos los frentes: OGM, algodón, privatizaciones, conservación del patrimonio cultural, divulgación. Tras su obra Lettre au président des Français à propos de la Côte-d'Ivoire et de l'Afrique en général (Carta al presidente de los franceses sobre Costa de Marfil y África en general), publicada en 2005, donde analizaba las crisis africanas y más especialmente la que se desencadenó en septiembre de 2002 en su «pre-carré», L’Afrique humiliée (África humillada) es su último ensayo-denuncia que pone al descubierto las relaciones entre Francia y sus ex colonias. Igualmente destapa las heridas de una África magullada por la globalización salvaje. En L’Afrique humiliée, Aminata Traoré denuncia la especial responsabilidad de Francia frente a las crisis africanas y señala directamente el ya célebre
« discurso de Dakar » pronunciado por Nicolas Sarkozy, y también a Brice Hortefeux (ministro francés de Inmigración) y a Erik Orsenna, por su capítulo sobre Malí en su libro Voyage aux pays du coton. La obra de Aminata Traoré es un grito de amor e indignación por un continente siempre saqueado con el pretexto de la ayuda al desarrollo. Nos hemos entrevistado con ella para hablar de su lucha por África y su necesario levantamiento.

Entrevista

Incluso después de la descolonización, África sigue sufriendo una segunda violación que no es imaginaria en absoluto. ¿Para cuándo la emancipación frente al norte? ¿Es una utopía alcanzable?

El ensayo que titulé Le viol de l’imaginaire (La violación del imaginario) pretendía demostrar hasta qué punto nosotros (los africanos) estamos engañados y nos engañamos nosotros mismos mirándonos en el espejo que nos tienden las potencias occidentales y nos atragantamos de palabras. Un doble lenguaje y un doble rasero presiden la gestión de los negocios del mundo y les permiten a menudo imponer sus opiniones y sus reglas. Al interiorizar las imágenes que nos devuelven y los planteamientos que nos hacen, les echamos una mano en el saqueo del continente y en la transformación de nuestras sociedades en el sentido de sus intereses.

En definitiva los dos fenómenos, violación del imaginario y empobrecimiento del continente, van de la mano. Somos vulnerables porque somos flexibles y maleables debido a la falta de confianza en nosotros mismos y nuestros valores culturales. Pero la cuádruple crisis que sacude al mundo –financiera, energética, alimentaria y ecológica- demuestra que nuestros dirigentes se han equivocado de objetivos intentando imponer en todo el mundo su modelo de superproducción, devorador de energía, creador de desigualdades e insostenible. ¿Debemos seguir obedeciéndolos? ¿No deberíamos aprovechar esta crisis para renovar el pensamiento crítico y emanciparnos? Esta perspectiva no sólo es realizable sino, desde mi punto de vista, imprescindible. Sólo necesitamos valentía política, una visión estratégica y la voluntad de cambiar radicalmente la situación de subordinación de nuestro continente. Todos los aspectos de nuestra existencia –alimentación, educación, salud, alojamiento, vestimenta, urbanismo…- requieren un cuestionamiento, y también un ejercicio de creatividad y reconstrucción.

¿Usted dice que por un lado hay una Europa de los valores y por el otro una África de las tinieblas?

Estoy convencida de que la mayoría de los valores a los que se nos ha empujado a volver la espalda, especialmente la humildad y la sobriedad (en vez de la ostentación, el consumismo y el despilfarro), así como la solidaridad y el reparto, nos serán de una gran utilidad a lo largo de este siglo XXI, siglo de todos los peligros. No pretendo que esos valores nos sean específicos, pero sé por experiencia que la supervivencia sólo es posible en la mayoría de nuestras comunidades porque prevalecen esos valores frente a las dificultades. Por eso pienso que nuestro continente no debe perder la esperanza. Además de sus inmensas riquezas naturales, sus poblaciones reivindican los valores socioculturales que son otros remedios para los males infligidos a las relaciones sociales y al ecosistema. Será necesario explorarlos y valorar sus funciones en la vida en conjunto y en el bienestar.

¿Cómo puede recuperar África su destino? ¿La solución es el panafricanismo? ¿Qué hay de la cooperación sur-sur?

El balance de los últimos 50 años de ensayos de desarrollo es bastante ejemplarizante en cuanto a la imperiosa necesidad de explorar otra vía. Es necesario, efectivamente, ser dogmático para creer, a la vista del estado actual del planeta, que no hay alternativas al pensamiento único que equivale a intolerancia, violencia y sufrimiento de la humanidad.

Entonces, la primera etapa de esta búsqueda de alternativa es, desde mi punto de vista, un balance honrado y riguroso de las políticas económicas que ha sufrido el continente en nombre de un desarrollo que todavía seguimos esperando. Dicho balance deberá hacerse también sobre las «transiciones democráticas». Porque en la política, como economía, nos hemos convertido en consumidores de ideas procedentes de los países e instituciones financieras. Digamos, como Joseph Ki Zerbo, que «nosotros dormimos en la estera de los demás» Ese mimetismo sigue enriqueciendo a los ricos con los que nos endeudamos y nos empobrecen material y espiritualmente. Nuestro «desarrollo económico» hasta ahora ha consistido en producir en función de las necesidades de los ricos. La crisis alimentaria no es más que la consecuencia lógica de esta extraversión en el ámbito de la agricultura.

El resultado del marasmo y el aplastamiento del continente no está sólo en la hemorragia (de la deuda, materias primas), sino en la «relocalización» de nuestras economías, su enfoque sobre los bienes y servicios que necesitamos; la producción creará necesariamente los empleos. Por lo tanto, no se trata de replegarnos sobre nosotros mismos, sino de redefinir las prioridades.

El panafricanismo señala el interés de ser nosotros mismos, solidarios frente a la adversidad y los retos mundiales. En ese sentido deberá inspirarnos en la búsqueda de alternativas adecuadas para nosotros.

En cuanto a la cooperación sur-sur, por ahora, miramos hacia los polos de concentración de las riquezas naturales, es decir, el norte. No sabemos mirarnos y apoyarnos mutuamente y menos comerciar entre nosotros, por falta de confianza en nosotros mismos. El choque político e intelectual que se impone deberá conducirnos a revisar nuestro punto de vista sobre nosotros mismos y a encontrar las respuestas adecuadas a nuestros problemas.

¿Qué piensa de la «Chináfrica»? ¿Cree que habrá un chino-colonialismo peligroso en el futuro?

Estuve allí, no me impresionaron demasiado los edificios que crecen como champiñones, los bienes y servicios en abundancia y el consumismo desenfrenado. ¿Hay que envidiar a esa China? ¿Hay que temerla? El coste social y ecológico del modelo chino es tal que debemos ser muy prudentes.

Sin embargo, respeto la manera en que los dirigentes chinos resisten y se imponen, aunque veo en ese modelo que China despliega una amenaza para nuestros países debido a sus inmensas necesidades de materias primas. Pero de ahí a hablar de una «Chináfrica» que sería más o menos similar a la «Francáfrica» hay un paso que yo no cruzaré. No creo que China tenga la intención de desarrollar con nuestros países las mismas relaciones de dominación que las antiguas potencias coloniales.

Esperanza sí, pero sin hacerme demasiadas ilusiones ni en cuanto a la generosidad china ni a los principios políticos que acordemos, en tanto que pueblos, de los márgenes de maniobra que necesitamos en la definición de las relaciones de cooperación. Porque no tengo la impresión de que los dirigentes chinos estén preocupados por la vida de la población. No tengo la impresión de que la China liberal escucha al pueblo chino. Pero pienso que las relaciones entre África y China pueden ser mucho más igualitarias. Ellos pueden estar en condiciones de comprender nuestra voluntad de autonomía si encontramos el medio de formular claramente esta exigencia.

Debería existir fuera del liberalismo salvaje de tipo occidental y francés, una alternativa. Yo voy más lejos y sostengo que África es un continente de futuro si aprende a preservar mejor sus recursos, que son inmensos, y a negociar mejor su destino, y sobre todo si saca el máximo de enseñanzas materiales y económicas de los países desarrollados que han desembocado en el individualismo, un gran aislamiento y a veces en la desesperanza.

¿La ideología de Sarkozy sobre la seguridad ha destruido la política africana de Francia, que todavía permanece actualmente? ¿Qué queda de la política africana de Francia?

Es difícil delimitar los contornos de la política actual de Francia aparte de la inmigración escogida de Nicolas Sarkozy. Cuanto más se avanza, más refuerza él los obstáculos. Estamos en una situación que consiste para Francia y las otras naciones ricas e industrializadas en tomar del sur, incluida África, lo que necesitan, sin reparos y sin ningún miedo de agravar la situación en los países de origen. Estamos preocupados por las medidas del presidente francés sobre la inmigración, que ha hecho extensivas a los demás países miembros de la UE, a través de la Directiva del retorno y el Pacto europeo sobre la inmigración y asilo.

Es una manera para los más poderosos de hacer un frente común dirigido a cerrar los caminos a los residentes de países donde siguen saqueando las riquezas. Pero las élites que consiguen abrirse camino en el mundo cruel del capitalismo globalizado no se dan cuenta de que los ganadores de este sistema no tienen amigos, sino intereses.

¿Qué opina del encarnizamiento mediático de Occidente con respecto a Mugabe?

En el tratamiento de la información sobre Zimbabue, pudimos comprobar hasta dónde pueden llegar los dominantes en la utilización de los medios de comunicación para conseguir sus objetivos. La elección presidencial es el momento más importante de la vida política de los Estados, la de Zimbabue debía permitir a EEUU, Gran Bretaña y sus aliados acabar con el jefe de Estado africano que le gobierna. El voto tenía que conseguir lo que no consiguieron las sanciones económicas, la injerencia y la presión diplomática.

¿Por qué esa intransigencia con Robert Mugabe en un contexto donde todas las economías están asfixiadas y numerosas elecciones amañadas? Porque el dirigente de Zimbabue estorba considerablemente en un contexto internacional dominado hasta ahora por los intereses económicos y geoestratégicos de las potencias occidentales.
Su respuesta a la cuestión territorial es un precedente nefasto que hay que suprimir y al propio presidente se le cataloga como un insumiso a quien hay que eliminar.

Con sus esfuerzos y su parcialidad en la crisis de Zimbabue, hasta el punto de utilizar, además de la oposición, los medios de comunicación, las sanciones económicas, el Consejo de Seguridad, la Unión Africana, el G8… las potencias occidentales pusieron al descubierto lo que muchos ya sabíamos: su voluntad de hegemonía. China y Rusia, que así lo entendieron, utilizaron su derecho de veto en el Consejo de Seguridad para bloquearlos. Un aroma de guerra fría flota en el ambiente.

Una cierta África sigue colaborando ¿Cuál es su sentimiento?

Esa África que ha entendido mal que Francia no tiene amigos sino intereses, me aflige. Desgraciadamente se recluta entre aquellos que lo único que quieren es controlar el poder, quieren acceder al poder y hablar en nombre de todos nosotros. Siguen convencidos de que no hay alternativas al «todo mercado», y sin embargo, si se observa el campo político francés en particular y el europeo en general, se ve claramente que no hay unanimidad y que en realidad la mayoría de los franceses no tiene confianza en la globalización neoliberal. Entonces, hay que creer que hay personas más papistas que el papa. También hay que observar que esa África está compuesta por una minoría de ganadores que han logrado hacerse un sitio en el sistema y que se desestabilizan sin remedio cuando se les invita a pensar de otra forma la economía, la política y la apertura al mundo.

Los medios de comunicación occidentales insisten en el «afro-pesimismo» y ciertos dirigentes de África no hacen nada por cambiar este dato, ¿Qué habría que hacer?

Los medios occidentales están a las órdenes de los países más poderosos y de las multinacionales que dominan a la mayoría de ellos.

Sin embargo hay que constatar que también fuera de África la desinformación y el adormecimiento de las conciencias forma parte del juego a todos los niveles y en todos los ámbitos.

El sistema de manipulación que utilizan a menudo no tiene nada de sorprendente cuando se trata de África. Se trata de justificar las relaciones de dominación presentando constantemente al continente como una víctima de sí mismo.

La apisonadora que está en marcha nos permite pensar que podemos establecer nuestra propia opinión y crear dentro de nuestras fronteras los medios para controlar y sancionar a nuestros dirigentes. No debemos dejar esta prerrogativa a las naciones ricas, especialmente a las antiguas potencias coloniales y a EEUU.

Cuando se observa a las democracias occidentales, forzosamente hay que reconocer que los medios sólo agasajan a los dirigentes de los países ricos teniendo en cuenta, por supuesto, su posición y su ideología. Pero los terrenos sobre los que los dirigentes del norte conducen a los medios occidentales están, la mayoría de las veces, relacionados con los objetivos más importantes: Las guerras de Iraq y Afganistán les valieron a GW Bush y Tony Blair una condena unánime en numerosos medios, mientras que en Francia, por ejemplo, las deslocalizaciones, las privatizaciones, el poder adquisitivo, las jubilaciones y los suburbios, entre otros, están en el centro del debate político. La vida privada y las cuestiones personales son secundarias con respecto a los grandes desafíos cuando se plantean e influyen en la opinión sin que predominen las cuestiones nacionales sobre los objetivos mundiales.

Los dirigentes del hemisferio sur, y más particularmente de África y Oriente Próximo, a menudo son objeto de una personalización a ultranza impregnada de satanización, sin debatir el fondo del asunto que se debería aclarar a la opinión pública internacional, como la cuestión de la tierra en Zimbabue o el petróleo en Iraq, Sudán y el Chad, por ejemplo. Los medios independientes que se preocupan de que surja una opinión pública bien informada sobre los grandes retos del siglo XXI, deberían centrarse menos en el desarrollo de las elecciones que sobre la voluntad y la aptitud de los protagonistas políticos de poner en marcha opciones económicas conformes a los intereses de sus poblaciones. En Zimbabue, como en Darfur, Chad, la República Democrática del Congo y otros, hablan de sus derechos sin hacer referencia a la deuda externa o a las condiciones comerciales globales que los condenan a la miseria. En cuanto a los medios de comunicación africanos, en general se comportan como una caja de resonancia que repite el discurso dominante.

La pelota está en el campo de los profesionales de los medios de comunicación africanos, así como en el de los no africanos que se han dado cuenta de que el mejor servicio que se puede rendir a los africanos actualmente es ayudarles a comprender mejor el estado real de sus países y del continente en el mundo, con el fin de evitar extraviarse en combates secundarios.

El continente estuvo en el orden del día, una vez más, justo al final de la cumbre del G8 en Sharm El Sheikh. En todos los casos las perspectivas se ensombrecieron ¿Qué opina?

El continente africano, una vez más, fue instrumentalizado y atraído por el club de los ricos que para hacerse una buena foto aparentan ayudar. El G8 consiguió esta vez, sobre todo, descubrir ese juego al reconocer abiertamente que no cumplió sus promesas de incrementar la ayuda pública al desarrollo que hicieron sus miembros en 2005 en Gleneagles (Escocia). Concluyeron que lo harán mejor a partir de ahora, pero es difícil creerlos teniendo en cuenta las enormes dificultades en las que se debaten ellos mismos.

Los jefes de Estado africanos a quienes volvieron a ofrecer un asiento, hicieron lo que les correspondía recordándoles las promesas incumplidas, pero al hacerlo aparecen en la posición de mendigos que serán juzgados, acorralados y sancionados por los «donantes», que de esta forma roban a los pueblos de África su derecho de control sobre sus gobernantes.

Los jefes de Estado africanos que estuvieron en Hokkaido (Cumbre alternativa al G8 celebrada en Japón, N. de T.) deberían haber recordado contundentemente que África no tendría necesidad de ayuda si no fuese saqueada alegremente en el marco de un comercio internacional donde las reglas juegan a favor de los países ricos. Pero no pueden hacerlo en la medida en que la mayoría de ellos han mordido el cebo de la mercantilización del mundo y lo aprovechan en beneficio de sus clientes, parientes y amigos. Las perspectivas anunciadas en la Cumbre de la Unión Africana han surgido en el marco de un liberalismo económico que permite, cada vez más, el saqueo del continente y el enriquecimiento de un puñado de africanos mientras que otros cientos de millones son condenados al paro, al hambre, a la enfermedad y al exilio.

Koffi Annan y el «African progress report», señalan previsiones alarmistas del avance del hambre y las enfermedades en África, sin contar los riesgos de los cambios climáticos, todo esto ¿no provoca el riesgo de generar conflictos en el futuro?

Seguramente lo peor está por llegar si no damos pruebas de valentía política, espíritu crítico y perspicacia en el análisis de los errores de apreciación y estrategia que están en el origen de las crisis que sacuden el mundo. La revolución verde, en la cual cree Koffi Annan, también debe ser examinada desde este ángulo.

¿Usted opina que Occidente es responsable de los conflictos en Kenia? ¿Qué piensa entonces de lo que pasó en Sudáfrica?

Para hacerme entender, me gustaría que se considere la influencia de las instituciones financieras internacionales y de las potencias occidentales en la economía mundial y, dentro de ésta, en nuestros países tomados individualmente. Kenia, Sudáfrica y casi todos los países africanos, entre ellos el mío, se engancharon desde hace años a las políticas de apertura económica que han agravado el desempleo, la pobreza y las tensiones interétnicas. Pero nadie ayuda a las víctimas africanas del liberalismo salvaje a comprender los engranajes de este sistema para defender mejor sus intereses. Al contrario, en las elecciones se les da la ocasión de pelearse con los dirigentes y matarse unos a otros instigados por líderes que no tienen perspectivas que ofrecerles. Quienes tienen la oportunidad de observar el continente más allá de la deformación que presentan los medios de comunicación raramente van más allá del buen desarrollo de las elecciones y el tribalismo, y concluyen que todos nuestros países están bajo la apisonadora de un liberalismo forzoso, alienante y corruptor.

No hay nada bueno ni estable en nuestros países. Y en definitiva es por esta razón por la que los países más prometedores desde el punto de vista de los liberales terminan explotando bajo la presión de las injusticias, las privatizaciones y las exclusiones. El estallido de los suburbios, de los flujos migratorios, nacen de esos mecanismos que las políticas y sus socios capitalistas no quieren ver.

Y la hora de las elecciones no es nunca la del balance las reformas porque conviene que los pueblos lo ignoren. Ningún país africano está a salvo de la violencia bajo una forma u otra, tanto si las elecciones son democráticas como si no lo son, también la ausencia de falta de información y de educación cívica y política impiden a los electores juzgar a los que tienen el poder y a los que aspiran a defender los intereses nacionales en un mundo de depredadores.

La «caza al extranjero» que surgió en Sudáfrica tiene su origen, en parte, en la misma desinformación y falta de preparación de las poblaciones para analizar su situación en otros términos distintos de las medidas de los extranjeros.

Los adversarios de Mugabe y los analistas, aunque están convencidos de las fechorías de los políticos neoliberales, no han dudado en concluir que él es el responsable de la situación.

En realidad Sudáfrica, que está jugando a fondo la carta del neoliberalismo, ve cómo se incrementa, de un día para otro, el abismo entre la minoría blanca y los nuevos ricos por un lado, y la inmensa mayoría de los negros (incluidos los sin tierra) por el otro.

¿Cuál es el papel y el lugar de la mujer africana en la evolución de nuestras sociedades? ¿Qué opina de la lucha de algunas mujeres como
Wangari Maathai ? ¿Quiénes son las mujeres africanas que le inspiran? ¿Cree que las esposas de los jefes africanos serían adecuadas para plantear buenas propuestas y actuaciones interesantes en África?

Existe un gran esfuerzo de renovación de la reflexión que hay que hacer sobre la situación de las mujeres y la cuestión de la igualdad. Lo mismo que es difícil promover la democracia y el respeto de los derechos humanos en un orden mundial desigual y violento, es difícil plantear el papel de las mujeres, inmersas en una lógica de mercado que les priva de educación, cuidados, salud, empleo y alimentos. En la realidad de la división sexual de las tareas, las mujeres son las primeras que sufren, en sus casas, en el campo y en los suburbios de las ciudades. Padecen las consecuencias de la degradación del medio ambiente teniendo que ir a buscar el agua y la leña cada vez más lejos. La tasa de mortalidad maternal durante el parto sigue siendo escandalosamente elevada en África. Sin olvidar el pesado tributo que pagan, por falta de medicinas, a las enfermedades curables y al sida. En caso de conflictos armados en nombre de una democracia a la baja, se ven obligadas a huir con sus hijos y sufren violencias tanto en su campo como en el del adversario.

En tiempos normales los males de los sueldos de miseria, la rebaja de los precios de los productos agrícolas y otros perjuicios afectan a las mujeres, que están al pie del cañón de noche y de día. Aunque sólo fuera por la situación de las mujeres y los niños, los políticos deberían actuar con honradez y sentido de la justicia en la lectura de los hechos, los papeles y las responsabilidades.

Las numerosas acciones emprendidas en nombre de las mujeres y en su beneficio en los ámbitos más diversos, ciertamente les aportan un alivio, pero no son más que parches provisionales mientras persistan las guerras depredadoras y las luchas fratricidas por la parcela de poder y las migajas que los poderosos del mundo permiten a nuestros países.

Tengo mucho respeto por Wangari Maatai y por
Vandana Shiva , de la India, por su compromiso en el frente del medio ambiente y la biodiversidad. Pero de todas las africanas, realmente es mi madre la que más me ha marcado.

En cuanto a las esposas de los jefes de Estados quiero evitar, como en relación con sus maridos, caer en los clichés que pretenden que todos ellos son malvados y corruptos. Lo que pasa del lado de los hombres se verifica entre las mujeres; a menudo tendemos a valorar demasiado la capacidad de los jefes, sus mujeres, sus hijos o sus cercanos para arreglar ciertos problemas y el liberalismo mafioso obligado de los mercados.

Para cambiar los hábitos y las políticas en la cumbre, en la base tenemos que comprometernos en un debate de fondo sobre la cultura política que nos permita controlar y disciplinar a nuestros dirigentes si no queremos que los bomberos pirómanos que dirigen las naciones ricas nos roben esa prerrogativa además de las riquezas que rebosan en el continente.
-
Biografía:
Aminata Traoré nació en 1947 en Bamako, es escritora y fue ministra de Cultura y Turismo de Malí (de 1997 a 2000) bajo la presidencia de Alpha Omar Konaré. Titular de un doctorado de tercer ciclo en Psicología Social y diplomada en Psicopatología, ha sido investigadora en Ciencias Sociales en el Instituto de Etnosociología de la Universidad de Abdijan (1974-1988). Ha ocupado el puesto de Directora de Estudios y Programas en el ministerio de la Condición Femenina de Costa de Marfil (1979-1988), también dirigió un programa regional del PNUD sobre el agua y el saneamiento (PROWWES-Afrique, 1988-1992) y ha trabajado para varias organizaciones regionales e internacionales.
-
Ha publicado las siguientes obras: L’Étau (El Estado). L’Afrique dans un monde sans frontières (África en un mundo sin fronteras), Actes Sud 1999, Le Viol de l’imaginaire (La violación del imaginario), Actes-Sud/Fayard, 2001, Lettre au Président des Français à propos de la Côte d’Ivoire et de l’Afrique en général (Carta al presidente de los franceses en relación con Costa de Marfil y África en genera), Fayard, 2005 y su última obra, en diciembre de 2008, l’Afrique humiliée, Fayard, París.
-
Texto original en francés:
http://www.palestine-solidarite.org/interview.Aminata_Traore.091208.htm

7/3/09

Llamémoslo simplemente "N"

Los gobiernos nacionalizan bancos, pero la palabra es tabú .
Este intervencionismo desata el miedo atávico a los totalitarismos
ARIADNA TRILLAS
-
Hay palabras que significan cosas. Y luego existen las palabras con aura, que significan cosas y, además, sugieren otras. Las meras palabras se emplean y no ocurre nada. En cuanto a las otras, las del aura, a menudo sale caro mentarlas. El verbo "nacionalizar", por ejemplo. El diccionario de la Real Academia Española lo define así: "Hacer que pasen a depender del Gobierno de la nación propiedades industriales o servicios explotados por los particulares". Pero políticos con mando en plaza han recurrido a la palabra en las últimas semanas y, acto seguido, han visto cómo se hundían Wall Street y las contagiosas bolsas mundiales.
-
Crisis financiera mundial
A FONDO
-
Ver cobertura completa
-
Los partidarios de la estatalización lo plantean como una solución temporal

EE UU y Reino Unido subrayan que toca al sector privado gestionar la banca

Los mercados se hunden cada vez que se oye el verbo �nacionalizar�

Una intervención no enérgica corre el riesgo de que sea demasiado tarde

-
En el subconsciente de las principales economías occidentales, y especialmente en mecas del capitalismo como Estados Unidos y Reino Unido, hablar de "nacionalizar bancos" es recuperar algunos ecos de la ya enterrada Guerra Fría y de modelos políticos no democráticos como el comunismo o el fascismo. Y esa aura de la palabra explica el esmero de la nueva Administración Obama en evitar el término, que algunos comentaristas de la prensa económica internacional denominan ya con ironía la "palabra n".

"Es mejor no usar la palabra para evitar debates ideológicos: nacionalizar bancos suena a comunismo", resume Charles Wyplosz, economista del Graduate Institute of International Studies de Ginebra.

El experto en finanzas públicas y privadas del Brooking Institute de EE UU Douglas J. Elliott puntualiza que "en este país se duda en emplear la palabra nacionalización porque implica una fe en el Gobierno sobre los mercados que aquí es francamente impopular". Elliott acaba de publicar un estudio sobre pros y contras de nacionalizar bancos en el que concluye que la "plena nacionalización" puede revelarse necesaria sólo como último recurso para un par de gigantes bancarios. Ve, sin embargo, improbable una toma de control generalizada de bancos a menos que la economía empeore mucho más. Y sí ve venir más tomas de participaciones parciales de acciones. Ya se constata en Citigroup y Bank of America.

Elliot es una de tantas voces que intenta vaciar el debate al máximo (o en lo posible) de ideología. "Los americanos sospechamos de cualquier implicación del Gobierno en los negocios, sobre todo porque no creemos que negocios y política se mezclen bien. Es una cuestión de ser competente o no, no de comunismo".

Pero la incomodidad demócrata al hablar de nacionalizaciones es evidente. "Bueno, pueden llamarlo como quieran", espetó hace unos días Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, cuando en una entrevista se le preguntó si era favorable a intervenir los mayores bancos estadounidenses.

Y la incomodidad viene de la intencionalidad en el uso del término. Desde la Universidad de Tejas, el economista James Galbraith, experto en relaciones entre Gobierno y empresa, corrobora que el empeño del uso frecuente del vocablo maldito proviene "mayoritariamente de sectores muy a la derecha, que intentan sacar ventaja del hecho de que el término tiene sus connotaciones de decisiones políticas de naturaleza anticapitalista, de decisiones tomadas como un castigo".

Galbraith niega que el Gobierno de EE UU esté ante una decisión política o ideológica, sino técnica: hay que evitar como sea poner en peligro el sistema financiero mundial. "Precisamente por esta razón no creo que emplear la palabra nacionalización ayude", dice, para añadir que "aquí solemos hablar de 'puesta bajo tutela" de la Administración. Eso se dijo en el caso de las hipotecarias Fanny Mae y Freddie Mac.

Hay que actuar y punto, viene a decir, para evitar que todo el sistema enferme entre bancos zombi que ni se dejan caer, luego no están muertos, ni prestan dinero porque no se sabe qué bomba de relojería llevan dentro y siguen sin prestarse dinero entre sí. Ya se actuó en tiempos de vientos liberales: el verano pasado, con George Bush hijo aún en la Casa Blanca, fue nacionalizado el banco hipotecario californiano IndyMac. Una vez saneado, volvió a manos privadas a los pocos meses. También bajo el imperio de alguien poco sospechoso de antiliberalismo como Ronald Reagan, en 1984, se nacionalizó el Continental Illinois. Pero, atención: llevó siete años encontrar un nuevo novio privado para esta entidad, pese a la bonanza económica. Y eso que, siendo el séptimo banco del país entonces, era 50 veces más pequeño (por activos) que Citigroup, recuerda Elliott.

Cuando se sugieren las nacionalizaciones, se etiquetan ipso facto como "temporales", como si el Tesoro y la Fed fueran una especie de administradores fiduciarios que ponen la casa en orden unos meses desbrozando activos y bancos aprovechables e inservibles: ¿Será posible para el Estado acometer nacionalizaciones acotadas por poco tiempo de gigantes financieros complejísimos? En el reto han fracasado las figuras de Wall Street. ¿Es demasiado riesgo para el contribuyente?

"El debate asusta en EE UU porque en la cultura americana la nacionalización remite a fantasmas, a guerra fría, a comunismo", corrobora el catedrático en Ciencias Políticas Gabriel Colomer, porque "todos los partidos comunistas llevaban en su programa la toma de control de los bancos". Colomer ve "lógico, en tanto que herederos del New Deal, que los demócratas hablen aún menos del tema". The Financial Times atribuía esta semana la elipsis de la palabra nacionalización al "principio Richard Nixon en China". Éste consiste en que el ex presidente republicano, en pura Guerra Fría, podía visitar China y aproximarse al gigante comunista. Eso no se le hubiera tolerado a un demócrata.

Lo sabe ya el senador demócrata Christopher Dodd, quien, pese a enfatizar que el presidente Obama intentará evitar la estatalización de bancos, es posible "una toma de capital momentánea". Las Bolsas enloquecieron a la baja. A Barak Obama ya le llaman socialista. "Lo mismo ocurrió en su día con Franklin D. Roosevelt, que tuvo a toda la derecha empresarial preparada para atacar las políticas del New Deal. Si encima Obama hablara de nacionalización, se le echarían encima", opina el historiador Josep Fontana.

Convencido de que las dimensiones y profundidad de esta crisis global obligará a revisar algunos tabúes, Fontana advierte de que, "aunque nos gusta decir que en EE UU se excitan los ánimos, si en Europa se plantearan nacionalizaciones permanentes se oiría bramar a empresarios, banqueros y hasta obispos". Basta recordar la experiencia de François Mitterrand en su primer año en el Elíseo, cuando en 1981 nacionalizó la banca. La experiencia duró un año. El dinero huyó a Suiza.

La hemeroteca cuenta que, en 2007, Felipe González evocó una anécdota en la 70ª Convención Bancaria de México, a la que había sido invitado. En 1982, González había mantenido un encuentro en Madrid con el ex secretario de Estado Henry Kissinger. En él, Kissinger le había preguntado si González era socialista y cómo era que, siéndolo, no estaba por nacionalizar la banca. González le replicó: "Usted cree que ser socialista y ser tonto es la misma cosa. Y no es la misma cosa".

Hoy, de nacionalizaciones hablan casi todos en Occidente. La canciller alemana, Angela Merkel, ha impulsado una ley -pensada para el Hypo Real Estate- que permite expropiar bancos como "último recurso". Dexia y Fortis le deben la vida a los gobiernos del Benelux y a Francia, que acaba de bendecir la creación del segundo banco del país (Caisse d'Épargne más Banque Populaire) con más de 2.500 millones. O un 15% del capital.

Los partidarios de actuar -y no por motivos ideológicos, sino para que el contribuyente pueda ser compensado de algún modo con los beneficios futuros del banco- advierten de los riesgos de intervenir tarde. "Obama lo probará todo antes que nacionalizar. Pero cuidado con actuar tarde. Ocurrió en Japón, frente al modelo que suele ponerse como ejemplo de acción rápida y enérgica en los noventa, el de Suecia", señala Federico Steinberg, investigador del Real Instituto Elcano y profesor de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). "De alguna manera, estamos lanzando el mensaje de que el Estado da dinero pero no acaba de tomar las riendas, porque el debate está siendo mal recibido por los mercados, a pesar de que no estamos ante intervenciones ideológicas, sino ante la constatación de que dejar caer a Lehman Brothers fue un error", sentencia Alberto Montero, miembro del Centro de Estudios Políticos y Sociales. De nacionalizaciones han hablado senadores republicanos (Lindsey Graham) y ex secretarios republicanos (James Baker), como algo feo pero irremediable. Y temporal.

"Muchos no se oponen a que el Estado intervenga, no por ideología, sino por pragmatismo. Pero sí rechazan que mande. Asociamos nacionalizar a que, además de poner dinero, el Estado mande y la retórica, el eufemismo, tiene su papel en las políticas públicas", considera el catedrático Antón Costas. Y de nacionalizaciones ha hablado una (ex) vaca sagrada como el ex presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan: "Podría ser necesario nacionalizar temporalmente algunos bancos para facilitar una rápida y ordenada reestructuración. Una vez cada cien años, es algo que hay que hacer".

El nerviosismo de los inversores ha provocado mensajes contundentes. El ministro de Economía británico, Alistair Darling, ha subrayado que "los bancos se gestionan mejor en manos privadas" Pero hasta un 95% del capital del Royal Bank of Scotland está a punto de ser público. Por no hablar del caso Northern Rock.

También el secretario del Tesoro de EE UU, Timothy Geithner, ha expresado la "firme presunción de que los bancos deben permanecer en manos privadas". Mientras, reforzaba el control sobre la aseguradora AIG, de facto nacionalizada en septiembre, y el Estado tomaba un 36% del Citigroup. Esta semana, además, ha entrado en vigor un nuevo programa para inyectar capital en las entidades no capaces de asegurarse el dinero privado. Como paso previo, la Administración somete estos días a los primeros 19 bancos del país a un examen para ver hasta qué punto podrían aguantar un deterioro de la economía aún peor. Según Bloomberg, 335.000 millones de dólares se han destinado en EE UU a reforzar el capital de bancos. Pero no se habla de nacionalizar.
-
El Pais - España/07/03/2009

Para el sionismo de Wall Street es la hora de "comprar barato" en los mercados globales

El adelanto exclusivo de IAR-Noticias - El gran negociado capitalista con la crisis bursátil
En su informe: "Cómo se originó y quién se beneficia con el colapso bursátil mundial", Manuel Freytas explica la estrategia de concentración financiera de los grupos sionistas que controlan la Reserva Federal, el Tesoro y los ciclos del dólar, y el mecanismo por el cual cosechan multimillonarias ganancias tanto con las "burbujas" (expansión y ganancias) como con las crisis (contracción y pérdidas) en los mercados del dinero globalizado. Curiosamente, uno de los máximos gurúes y operadores financieros del sionismo hegemónico de Wall Street, Warren Buffett, está en tratos para comprar el principal banco prestamista hipotecario de EEUU, el Countrywide Financial Corp, cuya quiebra precipitó la crisis de los mercados bursátiles globales. Por si faltara algo, Buffett ha dicho que la actual crisis financiera mundial significa una cosa: "comprar barato". Como si hubiese leído el informe de IAR-Noticias.
-
Informe especial
IAR Noticias
-
Dice este miércoles The Wall Street Journal, el máximo vocero de los grupos super-concentrados de Wall Street: "El mercado de bonos se ha paralizado, los títulos bursátiles siguen un curso caótico, los fondos de capital privado están marginados de la acción y muchos gestores de fondos de cobertura y prestamistas ofrecen sus productos a precios de liquidación".
Dice Manuel Freytas: "Las "crisis financieras globales" (o colapsos de los mercados bursátiles) activadas por los monopolios súper-concentrados de Wall Street, les sirve a esos mismos monopolios para comprar acciones y bonos devaluados en los mercados globales apoderándose de esa manera de los activos y porciones del mercado de las empresas y grupos financieros perdedores.
"Esto, a su vez, genera más concentración monopólica de los grupos financieros que controlan el Imperio sionista desde la Reserva Federal, el Tesoro de EEUU y los bancos centrales de Europa, mientras las leyes de rentabilidad y concentración capitalista siguen funcionando desde un nuevo estadio de desarrollo", señala Freytas.
Refiriéndose a la actual crisis bursátil, The Wall Street Journal puntualiza que estos son buenos tiempos para el emblemático gurú de los "inversores" transnacionales, Warren Buffett. "Cuando las cosas están bien, yo puedo gastar dinero más rápido que Imelda Marcos", dice en referencia a la ex primera dama de Filipinas, conocida por sus compras desenfrenadas."En los últimos tres años -sigue el diario- , la tradicional estrategia de inversión de Buffett, que consiste en buscar gangas, se vio obstaculizada porque las firmas de adquisiciones y los fondos de cobertura elevaron muchísimo los precios de los activos. Así, muchas compañías resultaban demasiado caras para el gusto del inversionista que vive en Omaha, Nevada. A cambio, se guardó el dinero. ¿El resultado? Buffett tiene a su disposición casi US$50.000 millones en efectivo para salir de compras".
Lo que, obviamente The Wall Street Journal, omite decir es lo que explica Manuel Freytas: "Los bancos y fondos de inversión (incluidos los llamados "buitres") que colocaron y ganaron sumas millonarias con los bonos subprime de la "burbuja hipotecaria" a escala global, y que ahora están comprando bonos y acciones devaluadas para hacer otro negociado financiero descomunal con la "crisis hipotecaria", pertenecen (a través de infinitos vasos comunicantes) a los mismos grupos sionistas ultra-concentrados que controlan la Reserva Federal y el Tesoro de EEUU.
Según nuestro analista, "esos grupos (al cual pertenece el legendario "inversor" Warren Buffett) manejan información fidedigna y confidencial respecto de las decisiones de la Reserva Federal sobre el dólar y las tasas que luego utilizan para "comprar" o "vender" en el momento oportuno, generando, según más les convenga, las "burbujas" o las "crisis" en los mercados globales".
Según The Wall Street Journal, "Ahora que la crisis en el mercado hipotecario está provocando el fin del dinero fácil y la venta desesperada de activos, muchos consideran que Buffett, el presidente del conglomerado Berkshire Hathaway Inc., es uno de los pocos compradores que quedan en pie".
Según el más influyente diario financiero del Imperio, "no es aventurado pensar que vendedores de todas las clases y tamaños -desde prestamistas afectados por la crisis del crédito a firmas de adquisiciones que temen que sus acuerdos no se concreten por falta de liquidez en los mercados de deuda- intenten acercarse a él".Y aquí está la clave dicha por el mismo The Wall Street Journal: "Algunos inversionistas especulan que Berkshire (de Buffett) podría comprar algunas partes del prestamista hipotecario Countrywide Financial Corp.(el grupo más poderoso de EEUU y el más afectado por la crisis), cuyas acciones se han desplomado ante los temores por las hipotecas de alto riesgo, llamadas subprime. Los activos de Countrywide, entre ellos su negocio de servicio de deuda y su portafolio de hipotecas de alta calidad y títulos respaldados por hipotecas, podrían ser atractivos para Berkshire, afirman estos inversionistas".Como si fuéramos "magos" señalaba nuestro informe escrito por Manuel Freytas: Las "crisis financieras globales" (o colapsos de los mercados bursátiles) activadas por los monopolios súper-concentrados de Wall Street, les sirve a esos mismos monopolios para comprar acciones y bonos devaluados en los mercados globales apoderándose de esa manera de los activos y porciones del mercado de las empresas y grupos financieros perdedores".
Como lo sabe cualquier experto que maneja información clasificada de Wall Street, Warren Buffett, es uno de los "operadores" más emblemáticos (una especie de Greenspan de las operaciones financieras a gran escala) del lobby sionista que controla la Reserva Federal y el Tesoro de EEUU, además de los bancos centrales europeos y las instituciones crediticias a escala global.
Esos grupos súper-concentrados sionistas (que controlan bancos, trasnacionales y grupos de inversión a lo largo y a lo ancho del planeta) están agrupados en el llamado Club Bilderberg, el CFR, y la Comisión Trilateral, entidades emblemáticas y regentes del capitalismo transnacional que algunos califican acertadamente como el "Gobierno Mundial".
En la era del "capitalismo sin fronteras", el imperialismo ya no es el imperialismo de los monopolios estatales (que se repartían el mundo a través de las guerras) que estudiaba Lenin, sino grupos súper-concentrados de bancos y trasnacionales que controlan países, economías y gobiernos despojándolos de su soberanía y convirtiéndoles en gerencias de enclave de sus operaciones comerciales a escala global.
A las reuniones secretas del Grupo Bildelberg, acuden los personajes y directivos más representativos del poder mundial (léase, el lobby sionista que controla los resortes decisivos de la política, la economía y las finanzas a escala mundial), entre ellos el secretario del Tesoro de EEUU, el presidente de la Reserva Federal, el presidente del Banco Central Europeo, el del FMI y el Banco Mundial, los grandes charman y presidentes de conglomerados multinacionales, los presidentes de las grandes cadenas mediáticas, en suma, los amos del mundo capitalista.
Este año la reunión del Grupo Bilderberg se realizó en Rottach-Egern, a unos 60 km de Münich, Alemania. El año pasado se realizó en Stresa, a unos 40 km de Milán, Italia.
En la reuniones de este grupo (ocultadas sistemáticamente por la prensa del sistema en manos del sionismo), se toman decisiones sobre el diseño de la política mundial realizada por los "tanques de pensamiento" del lobby (principalmente de EEUU y Europa) que luego se cristalizan en proyectos del G8 y a las reuniones de Davos, además de los gobiernos y bancos centrales de EEUU, Europa y Asia.

Para tener una idea de su dimensión, hay que consignar que Warren Buffett (en la foto), es uno de los contertulios habituales de las "exclusivas" reuniones del Club Bilderberg.
Según The Wall Street Journal, "en1991 el inversionista (léase, operador financiero encubierto del Grupo Bilderberg) asumió el puesto de presidente ejecutivo de la firma de Wall Street, Salomon Brothers, la cual estaba siendo investigada por un escándalo relacionado con el mercado de papeles del Tesoro".
Siete años después (con las crisis bursátiles de Asia y Rusia), según el Journal, estuvo apunto de "rescatar" (léase comprar a precio devaluado) al fondo de cobertura Long-Term Capital Management, gestionado por gente de su antiguo equipo en Salomon Brothers.
Pero más tarde -según el diario- cambió de opinión, en parte porque quería conseguir los activos de la firma (sus acciones, bonos y otros valores devaluados por la crisis bursátil) pero no la gerencia de la compañía y su compleja estructura de asociadas.
Según The Wall Street Journal, Berkshire, de Warren Buffet, está por comprar las acciones devaluadas del mayor prestamista hipotecario de EEUU, Countrywide Financial Corp., cuya quiebra precipitó, la semana pasada, el "jueves negro" en Wall Street y los mercados globales.A diferencia de Long-Term Capital Management -apunta The Wall Street Journal- cuyo colapso en 1998 estuvo a punto de desencadenar una crisis financiera en Estados Unidos, Countrywide Financial Corp. (el grupo en proceso de quiebra por la actual crisis hipotecaria en EEUU) gestiona negocios de préstamo, y es una marca sólida y activos de hipoteca de alta calidad que podrían complementar otras inversiones financieras de Berkshire. Crudamente, The Wall Street Journal apunta que la compra de empresas y acciones devaluadas por crisis bursátiles, son el "terreno fértil para el "Oráculo de Omaha", como lo llaman muchos a Buffett en Estados Unidos debido a su sólido historial de inversiones; son los acuerdos de adquisiciones -los cuales dependen de los mercados de deuda para financiarse- que se están tambaleando".
Y sin lugar dudas, puede citarse a Buffett como el ejemplo más emblemático y visible de los grupos financieros súper-concentrados de Wall Street (los controladores de la Reserva Federal) que salen en masa a "comprar barato" acciones y los activos de las empresas y los bancos devaluados por la crisis bursátil con epicentro en el mercado inmobiliario de EEUU.
Y se cumple lo anticipado Manuel Freytas en IAR Noticias:
"Tal cual como lo predijo Alan Greenspan (el gurú más emblemático de los grupos sionistas que controlan el dólar y la Reserva Federal), y lo acaba de afirmar el presidente del Tesoro de EEUU, Henry Paulson, (ex director de Goldman Sach), la "crisis hipotecaria" estadounidense va a dar como resultante una quiebra generalizada de empresas, tanto en EEUU como en el resto del mundo.Y como en el sistema capitalista todo se compra y se vende (incluidos los activos empresarios y las acciones devaluadas en los mercados globales), los mismos grupos sionistas que lanzaron y se beneficiaron de la "burbuja hipotecaria", hoy ya están comprando, a precio de regalo, los bonos y acciones devaluadas por la "crisis hipotecaria".
"Pregunta: ¿Dónde están los bonos (y acciones de bolsa) devaluados vendidos en masa por los tenedores en los mercados globales durante el colapso bursátil detonado por la "crisis hipotecaria" en EEUU ?Respuesta: Eso bonos y acciones están (o van a estar) en los bolsillos de los mismos grupos súper-concentrados que detonaron la "burbuja" y luego detonaron la "crisis", que los compraron (o los van a comprar) para apoderarse de activos empresariales a precio devaluado", se preguntaba y respondía Manuel Freytas.
Y ejemplificando el adelanto de Manuel Freytas en IAR Noticias, Warren Buffet, el operador más influyente del lobby sionista que controla el Tesoro y la Reserva Federal, salió en punta a "comprar barato" en el escenario de escombros bursátiles dejados por la crisis hipotecaria de EEUU.
Y se cumple el axioma, también adelantado por nosotros: La lógica funcional del lobby sionista es vender caro y comprar barato, lo que da como resumen la ganancia capitalista y la concentración de riquezas en pocas manos.
Eso exactamente es lo que hicieron los bancos y grupos financieros sionistas de Grupo Bildelberg que controlan la Reserva Federal y las tasas de interés, con la "burbuja hipotecaria", primero, y con la "crisis hipotecaria" después.
-
Ver informe de Manuel Freytas:
-
Informes relacionados:
-
IAR Noticias/07/03/2009

El turno

Por Alfredo Zaiat
-
La caída del Muro de Wall Street ha dejado expuesta la inconsistencia de las ideas del liberalismo conservador dispersas por gran parte del mundo en los últimos treinta años. Los resultados desastrosos de la política económica que se derivaron de esa base teórica se difunden diariamente por las grandes cadenas de medios, generando esa angustia colectiva que nace en momentos que indican el fin de una era. Este rotundo fracaso del paradigma del mercado para unos pocos como ordenador principal de la sociedad no significa necesariamente la decadencia del poder económico–financiero consolidado en ese proceso. Ni tampoco la renovación de una dirigencia política e intelectual formada en esa escuela de pensamiento. La improvisación de las estrategias implementadas por los líderes de las potencias mundiales y el fracaso de las medidas para frenar la crisis permiten entender esa dinámica de lo desconocido que agudiza la decadencia en lugar de revertirla. El fiasco de los megapaquetes de estímulo no tiene que ver con las cualidades de sus ejecutores, sino con su propia concepción del mundo de la economía. Esta consiste exclusivamente en la preservación del capital privado como eje único del desarrollo y, por lo tanto, de la recuperación de una crisis. Este sendero que conduce hacia un callejón sin salida queda cada vez más en evidencia en los salvatajes a los bancos. Se siguen destinando planes billonarios para sostener entidades financieras quebradas mientras la actividad productiva se desmorona provocando una fuerte suba de la desocupación. La situación del sector real de la economía, en especial el empleo, queda así subordinada a la financiera, como lo ha sido en este período de la globalización que ha construido un complejo entramado industrial-bancario. Esto refleja que las ideas del fundamentalismo liberal puede que hayan recibido un fuerte mazazo en su autoestima, pero no han retrocedido casi nada su poder emergente.

Un signo contundente de esa presencia dominante se ofrece en el tratamiento de la crisis. Las impactantes caídas de los índices de las principales Bolsas mundiales se reflejan en títulos catástrofe provocando zozobra en una mayoría que nunca ha invertido una moneda en el mercado bursátil. En cambio, no reciben igual importancia cifras dramáticas de despidos masivos y tasas de desocupación record, cuando es un tema indudablemente mucho más relevante para la población que el subibaja de acciones y bonos. Este estándar de relevancia en el análisis de los acontecimientos económicos surge de la preeminencia de un discurso dominado por el capital concentrado y el financiero, cuya expresión ideológica es el fundamentalismo liberal.

En estos meses de zozobra, variadas expresiones institucionales a nivel internacional, de organismos multilaterales como de cumbres de líderes mundiales, se han revelado tributarias de ese modelo forjador de ruinas. Una de las más provocativas, en un contexto de alza violenta del desempleo, fue realizada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). El economista jefe del considerado “club de los países desarrollados”, Klaus Schmidt-Hebbel, propuso una mayor flexibilidad como medida necesaria para enfrentar la fragilidad del mercado laboral. Para España recomienda, por ejemplo, reducir las indemnizaciones por despidos a los trabajadores fijos porque considera que son muy elevadas en comparación con las de los empleados con contrato temporal. Esta reforma estructural, sostiene Schmidt-Hebbel en la quinta edición anual del estudio “Objetivo crecimiento y crisis financiera” de la OCDE, es la “más apropiada para incrementar la demanda tanto a corto como a largo plazo”. La inconsistencia de esa recomendación es evidente. España tiene la tasa de desempleo más alta de Europa con el 14 por ciento a fines del año pasado. Ese porcentaje siguió subiendo en el primer bimestre de 2009: unos 354 mil personas se quedaron sin trabajo en esos meses, elevando a 3,5 millones los desempleados, una cifra nunca vista desde 1996. Este fuerte salto que describió la tasa de desocupación tiene su origen en que España es uno de los países de la Unión Europea con mayor proporción de trabajadores temporales, que supera el 30 por ciento frente a una media del 15 por ciento en el resto de la región. Pese a ello, el principal economista de la OCDE, que expresa el paradigma conceptual de las potencias europeas, recomienda más flexibilización laboral.

La Oficina Internacional del Trabajo (OIT) advirtió en su informe Tendencias Mundiales del Empleo que se espera que la crisis económica mundial produzca un aumento espectacular del número de personas que engrosen las filas de desempleados, trabajadores pobres y trabajadores con empleos vulnerables. En ese documento se señala que el desempleo en el mundo podría aumentar en 2009 respecto de 2007 en una cifra de entre 18 y 30 millones de trabajadores, y hasta más de 50 millones si la situación sigue deteriorándose. De producirse este último escenario, cerca de 200 millones de trabajadores, en especial en las economías en desarrollo, podrían pasar a integrar las filas de la pobreza extrema, calcula esa institución internacional. “El mensaje de la OIT es realista, no alarmista. Nos enfrentamos a una crisis del empleo de alcance mundial. Muchos gobiernos son conscientes de la situación y están tomando medidas, pero es necesario emprender acciones más enérgicas y coordinadas para evitar una recesión social mundial. La reducción de la pobreza está en retroceso y las clases medias a nivel global se están debilitando. Las consecuencias políticas y de seguridad son de proporciones gigantescas”, declaró Juan Somavía, director general de la OIT.

En ese escenario internacional inquietante, la perspectiva del empleo en Argentina se jugará en la fortaleza de los sindicatos, en normas de protección a los trabajadores y en políticas oficiales activas de defensa del empleo. Así se podrá construir un dique al avance de propuestas, como la del economista de la OCDE, que encuentran la variable de ajuste en los ingresos, condiciones laborales o directamente en los puestos de los trabajadores. Para ciertos sectores del progresismo prolijo y para los conservadores, los sindicatos representan uno de los principales factores que detienen el desarrollo virtuoso de las fuerzas productivas en el país. Sin embargo, pese a la violencia para desestructurarlo durante la dictadura y al objetivo de travestirlos en sociedades anónimas durante el menemismo, la presencia relevante de las organizaciones gremiales en la economía argentina, con sus defectos, deficiencias y falta de transparencia, constituyen una significativa diferencia cualitativa en relación con experiencias de otros países. Más aun cuando existe cierta comunión de objetivos con la administración gubernamental para frenar despidos. De todos modos, esa alianza puede resultar insuficiente en un mercado laboral fragmentado y heterogéneo. En estos meses no pudo detener el avance de la expulsión del mercado de trabajadores tercerizados e informales, y en algunos sectores, como el automotriz o el siderúrgico, las cesantías se pospusieron a cambio del desembolso de subsidios del Estado dejando latente la cruel amenaza.

Ante una crisis inédita se requiere estar preparados y adelantarse a tormentas en el mercado laboral creando instrumentos novedosos de intervención para evitar despidos. Un marco de prioridades para transitarla la ofreció el líder sindical brasileño Luiz Carlos Prates, secretario general del Sindicato de Metalúrgicos de Sao José dos Campos. Ante la pérdida de casi un millón de puestos de trabajo en Brasil desde noviembre pasado, que elevó el desempleo a 8,2 por ciento en enero, reclamó que “el gobierno tiene que hacer un decreto de inmediato para garantizar la estabilidad del empleo de los trabajadores. Ya dieron mucho dinero a los banqueros y a los empresarios. Ahora debe ser nuestro turno”.
-
Página/12 Web - Argentina/07/03/2009

Locations of visitors to this page