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EL GOBIERNO DE BUSH BUSCA QUE SE APRUEBE EL RESCATE ANTES DEL VIERNES
El fantasma del caos para apurar el plan.
El secretario del Tesoro, Henry Paulson, aseguró ayer que si la propuesta oficial no se aprueba “habrá un desastre en los mercados”.
El secretario del Tesoro, Henry Paulson, aseguró ayer que si la propuesta oficial no se aprueba “habrá un desastre en los mercados”.
El candidato demócrata, Barack Obama, dijo que “no hay ningún plan” y pidió no dar un cheque en blanco a los republicanos.
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Los legisladores republicanos y demócratas continuaron ayer negociando contrarreloj la aprobación del proyecto enviado por el gobierno de George W. Bush para rescatar a los bancos afectados por la crisis hipotecaria. El secretario del Tesoro, Henry Paulson, le metió presión al Capitolio al declarar en varios programas de televisión que el futuro del sistema financiero está en manos de los congresistas. “Si el plan no se aprueba, que el cielo nos asista”, afirmó el funcionario, y pronosticó un “desastre” en los mercados en caso de que se rechace la iniciativa oficial. El problema es que esa especie de versión remixada de “nosotros o el caos” llega un mes y medio antes de las elecciones en Estados Unidos y muchos políticos quieren mejorar sus chances electorales poniendo como requisito para el apoyo del plan ciertas condiciones que son reclamadas por la opinión pública. De hecho, el propio Barack Obama, candidato a presidente por los demócratas, aseguró ayer que no se le debería otorgar a Bush un cheque en blanco porque el gobierno sólo presentó un concepto con “un cartel de precio impactante” y “ningún plan”.
Paulson afirmó que el rescate será por un valor cercano a los 700.000 millones de dólares que, sumados a las medidas de salvataje e inyección de liquidez ya adoptadas, llegaría a 1,3 billón de dólares. Sin embargo, los demócratas quieren que no sólo se ayude a los bancos sino también a los ciudadanos comunes que fueron perjudicados por el estallido de la burbuja inmobiliaria. “Tenemos que hacer algo sobre la crisis hipotecaria, pero no sólo sobre las ejecuciones, sino también sobre el precio de la vivienda, que afecta a todo el mundo”, reclamó el senador demócrata por Nueva York, Charles Schumer.
“Hay mucha gente en este país que necesita ayuda, pero la mayor ayuda que le podemos dar al pueblo estadounidense es estabilizar nuestro sistema financiero ahora mismo”, respondió Paulson en la cadena de televisión Fox. El secretario del Tesoro también dijo que Estados Unidos estaba negociando con otros países para crear rescates de instituciones financieras similares al proyecto de su gobierno. “Recuerden que vivimos en un sistema mundial”, enfatizó.
El líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, también salió al cruce de los demócratas al solicitar a través de un comunicado que el tratamiento del proyecto oficial escape “a los planes partidarios o intereses personales”. El problema es que no sólo la oposición toma distancia. Algunos congresistas republicanos también manifestaron críticas hacia el accionar oficial. “El libre mercado ha muerto en los Estados Unidos”, aseguró en un duro comunicado el senador Jim Bunning, que afirmó que las medidas de intervención que ha bosquejado el Tesoro suponen “instituir el socialismo”.
Todos estos cruces demoran el tratamiento del proyecto. Por eso Paulson agitó el fantasma del desastre al afirmar que “habrá un desastre en los mercados”. “No me gusta ver a los contribuyentes en la posición actual, pero la alternativa es mucho peor”, afirmó. Si las palabras del funcionario no sirven para generar consenso y el acuerdo se aleja, probablemente sean “los mercados” los que a partir de hoy dejen sin alternativa a los legisladores que se resisten a comenzar nuevamente a temblar.
Paulson afirmó que el rescate será por un valor cercano a los 700.000 millones de dólares que, sumados a las medidas de salvataje e inyección de liquidez ya adoptadas, llegaría a 1,3 billón de dólares. Sin embargo, los demócratas quieren que no sólo se ayude a los bancos sino también a los ciudadanos comunes que fueron perjudicados por el estallido de la burbuja inmobiliaria. “Tenemos que hacer algo sobre la crisis hipotecaria, pero no sólo sobre las ejecuciones, sino también sobre el precio de la vivienda, que afecta a todo el mundo”, reclamó el senador demócrata por Nueva York, Charles Schumer.
“Hay mucha gente en este país que necesita ayuda, pero la mayor ayuda que le podemos dar al pueblo estadounidense es estabilizar nuestro sistema financiero ahora mismo”, respondió Paulson en la cadena de televisión Fox. El secretario del Tesoro también dijo que Estados Unidos estaba negociando con otros países para crear rescates de instituciones financieras similares al proyecto de su gobierno. “Recuerden que vivimos en un sistema mundial”, enfatizó.
El líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, también salió al cruce de los demócratas al solicitar a través de un comunicado que el tratamiento del proyecto oficial escape “a los planes partidarios o intereses personales”. El problema es que no sólo la oposición toma distancia. Algunos congresistas republicanos también manifestaron críticas hacia el accionar oficial. “El libre mercado ha muerto en los Estados Unidos”, aseguró en un duro comunicado el senador Jim Bunning, que afirmó que las medidas de intervención que ha bosquejado el Tesoro suponen “instituir el socialismo”.
Todos estos cruces demoran el tratamiento del proyecto. Por eso Paulson agitó el fantasma del desastre al afirmar que “habrá un desastre en los mercados”. “No me gusta ver a los contribuyentes en la posición actual, pero la alternativa es mucho peor”, afirmó. Si las palabras del funcionario no sirven para generar consenso y el acuerdo se aleja, probablemente sean “los mercados” los que a partir de hoy dejen sin alternativa a los legisladores que se resisten a comenzar nuevamente a temblar.
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Página/12 Web - Argentina/22/09/2008
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