22/8/08

El conflicto en el Cáucaso: Otra falla mayor en el sistema internacional

Juan francisco Coloane (especial para ARGENPRESS.info)
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El hecho de que el conflicto entre Georgia y Rusia continúenegociándose unilateralmente, o en función de la supremacía depotencias por la zona transcaucásica, demuestra la crisis sostenidadel sistema internacional. El conflicto demuestra que la polarizaciónpor la supremacía global probablemente acabó, sin embargo la necesidadde expandirse, es un sine qua non, al menos en la generación de poderdel estado.
Amparado bajo la carta fundamental de Naciones Unidas, el organismo nosólo entró a tallar a destiempo con el usual instrumento del Consejode Seguridad, sino que desde que se desbandó la ex URSS, no ha podidoprevenir que las disputas provoquen crisis internacionales como lainiciada con la intervención militar rusa.
El conflicto lleva 18 años, aunque sus raíces provienen desde la mismaconformación de los estados europeos. No obstante, Georgia no hubieraactuado con la beligerancia observada, sin el respaldo de EEUU y laComunidad Europea. El problema mayor decanta a partir del 20 deseptiembre de 1990 cuando el Parlamento local declara soberanía y lacreación de la República de Osetia del Sur. En diciembre del mismoaño, el Parlamento de Georgia rechaza esta autonomía y poco despuésOsetia es invadida por el ejército Georgiano.
El conflicto ruso georgiano gravita más allá de una intervenciónmilitar rusa provocada por un grupo separatista local. Esta es laparte visible.
En el movimiento militar ruso que ha puesto en alerta a la alianzatransatlántica, no surgen puramente destellos virtuales filtrados porel tráfico mediático, o por las pautas en el juego de las potencias.Allí están los antecedentes inmediatos de una expansión territorial deesta alianza hacia Polonia, República Checa, Rumania, Bulgaria,Hungría, rodeando a Rusia en algunos casos con baterías bélicasantimisiles, que podrían ser hasta nucleares.
Están los antecedentes históricos, haciendo de la geografíatranscaucásica una zona tremendamente sensible por su ubicaciónestratégica. La inmensidad de Rusia se ahoga por su vientre caucásicodonde Georgia es el epicentro; por allí respira hacia el sur y seproyecta a Occidente, por ser una zona de tránsito. Definitivamente laregión transcaucásica se ubica próxima a los países del Asia Central,Turquía, Irán e Irak, colindando así con la zona de mayorconcentración de recursos energéticos en el mundo.
Desde el desbande la ex URSS, el apetito occidental por el Cáucaso esirredimible. Casi similar al que exhibe por el medio oriente. Desdehace más de una década, la región transcaucásica es prioridad centralen la ofensiva de la alianza transatlántica para ocupar el espacio dela antigua dominación soviética. M.A. Smith (Conflict Studies ResearchCenter. Reino Unido.1999) basándose en Stanislav Chernyavskiy (1998) -un alto funcionario del gobierno ruso- apuntaba que EEUU haría uso decualquier medio para controlar la zona. Las opciones más atractivasconsisten en EEUU convertido en árbitro de los conflictos étnicos, o através de la utilización de un poder regional como Turquía parapenetrar en la zona transcaucásica. La invasión militar rusa recienteprovocada por la incitación del movimiento georgiano sobre Osetia delSur le estaría abriendo la primera opción. Sin embargo, la posibilidadde asociar tanto a Georgia como Azerbaiyán a la OTAN, amenazaríaseriamente a la pretensión rusa de continuar controlando la zona.
En 1936, no en vano Georgia se transforma en república soviética bajola presión de Stalin. Es el año en que se forma el eje Alemania-Italia, que haría detonar en menos de tres años la Segunda GuerraMundial. El mismo año en que estalla la guerra civil española.
El elemento financiero también está presionando. Rusia no ha podidoinvertir en la industria energética de la zona en una dimensióncorrespondiente a su aspiración de controlar la zona. En este sentidono ha podido enfrentar el poderío del capital de las compañíasoccidentales, optando por el predominio político y militar. En unaarista más profunda, a Rusia le pesa el legado anticomunista heredadode la expansión soviética.
El último muro del mundo Bipolar
Sin embargo el problema subyacente mayor está en la ONU. El organismoes quizás el último muro del mundo bipolar arrastrando vestigios yvicios de la Guerra Fría clásica. O, más bien, esta continúaexistiendo como cultura dejando atrapado al organismo en su red. Elente más planetario del orbe, también ha sido víctima de la dualidadde su propia construcción conceptual basada en la confrontaciónbipolar estimulando así el unilateralismo. La utilización del Consejode Seguridad como órgano centralizador de las decisiones así lo hademostrado, a pesar del asumido fin de la guerra fría.
El “nuevo orden mundial” -prematuramente augurado por Estados Unidos yrefrendado por el sistema de organizaciones internacionales en loscomienzos de los noventa, a partir de la “caída de los muros” y ladescompresión de la Guerra Fría- es una desafortunada elucubración denivel macro que no ha resistido el paso del tiempo. Osetia del Surrecurre a Rusia, y por otro lado está el tema de la identidad, elleitmotiv de las naciones o de las que quieren serlo como laslocalidades de Osetia del Sur y Abkhazia,
El órgano global destinado a complementar las transformaciones apartir de la “caída de los muros” y a liderar un nuevo marcoconceptual de relaciones y la reconstrucción de las zonas másafectadas por la guerra fría, es un instrumento cada vez más sometidoal juego de las potencias. En el marco de la bipolaridad, existía laposibilidad del equilibrio y de una menor concentración de poder.Ahora el poder está cada vez más concentrado en el Consejo deSeguridad, y en cinco países con derecho a veto. El resto de lospaíses son apenas comparsas de un grupo musical de cámara, donde nisiquiera asoma la posibilidad del no alineamiento. Osetia del Sur nopuede ser independiente por esa falla en el sistema internacional. Sila responsabilidad entera es de la ONU quizás sea inapropiado. Lospaíses “hacen la ONU”, y para hacerla funcionar en forma diferentedeben acelerar su reforma, tarea que está pendiente.
El panorama no es fácil para Rusia que tampoco podría contarincondicionalmente con China, conociendo la autonomía de esta naciónen materia internacional. EEUU e India -este último un aliadohistórico de la Ex Unión Soviética- están a punto de sellar unaalianza estratégica incluyendo el desarrollo nuclear de India, que yatiene la bomba atómica. Frente al acorralamiento, más que su poderíomilitar, Rusia ha tenido que mostrar su capacidad de decisión, y laseñal de lo que está en juego.
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ARGENPRESS - Argentina/22/08/2008

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