7/10/08

Página/12 Web

PATAPÚFETE
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LOS MERCADOS BURSATILES SE DESMORONARON PESE AL PAQUETE DE RESCATE DEL SISTEMA FINANCIERO ESTADOUNIDENSE
Bancos de EE.UU. y Europa con panic attack

El miedo a una profunda recesión, al fracaso del plan de auxilio a entidades y el derrumbe de bancos en Europa precipitaron la fuerte caída de las cotizaciones de acciones y bonos. El crac ya se empieza a sentir en la economía real.
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Por Cristian Carrillo
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El ojo del huracán de la crisis se trasladó ayer a Europa, donde varios gobiernos tuvieron que anunciar la garantía total de los depósitos para salvar a los bancos. Wall Street llegó a caer un 7 por ciento, pero terminó un 3,5 abajo, San Pablo un 5,4 y Buenos Aires un 5,9. Las bolsas europeas entre el 6 y el 10
<Bush designó a un ex Goldman Sachs para dirigir el programa de rescate de los bancos.
AFP
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Otro día de crac financiero global, cuando los analistas esperaban cierta tranquilidad por la aprobación del paquete de rescate de bancos en Estados Unidos. El ojo del huracán se trasladó en esta oportunidad a Europa, donde la mayoría de los gobiernos tuvieron que anunciar el aumento de la garantía de los depósitos, e incluso algunos ofrecer el respaldo total del Estado, con el objetivo de evitar una corrida. En el Viejo Continente el sendero a la nacionalización bancaria se aceleró, mientras que en Estados Unidos comenzó con la compra de los denominados créditos “tóxicos” por parte del sector público con los 750.000 millones de dólares aprobados en el Congreso. Las bolsas registraron derrumbes record, y sólo al final de la rueda recuperaron un poco, para cerrar el Dow Jones un 3,6 por ciento abajo. Del otro lado del Atlántico los índices se retrajeron entre 6 y 10 por ciento (ver página 7). El impacto también se sintió en otras plazas mundiales debido a que los fondos de cobertura y bancos en la cornisa salieron a liquidar todo tipo de activos de mercados emergentes para cubrir sus fabulosos quebrantos. Por eso, Brasil llegó a bajar 5,4 por ciento, y el índice Merval anotó una pérdida de casi 6 (ver página 5). Las entidades multilaterales reconocen que el resultado de la crisis será un cambio en el escenario internacional y piden que se revise la composición del G-7 que nuclea a los Estados hasta el momento más poderosos. La fuga de capitales generó un nueva apreciación mundial del dólar y los commodites siguieron en picada (ver página 4).
Luego del extenso debate que insumió su tratamiento la semana pasada, el gobierno estadounidense estrenó ayer sus “superpoderes” para enfrentar la crisis y brindar respaldo a los mercados internacionales. El Tesoro lanzó la primera etapa. Lo hizo a través de tres llamados a licitación que deberían permitir encontrar administradores de activos que se encarguen de su puesta en práctica. Además, designó a Neel Kashkari, secretario adjunto para Economía y Desarrollo Internacional del Tesoro, para dirigir el programa. Kashkari es un ex ejecutivo del banco Goldman Sachs, al igual que su jefe Henry Paulson. De esta manera, el ex directivo de uno de los gigantes que estuvo a punto de desaparecer por malas decisiones de sus ejecutivos será quien administre los fondos de la Oficina para la Estabilidad Financiera, tal como el Tesoro dio en llamar a esa secretaría.
Sin embargo, lo que el viernes último fue una advertencia ayer fue una ratificación: el salvavidas de Bush no pondrá a flote al sistema bancario de las potencias en colapso. Los mercados ignoraron la mayor intervención gubernamental que una administración estadounidense pudiera encarar en su historia. Para los inversores el daño en el sector real ya es irreparable. El Tesoro informó que emitirá nuevos títulos de deuda por 100 mil millones de dólares en el marco del programa de ayuda a la financiación de las medidas de apoyo a la economía tomadas por la Reserva Federal, banca central que elevó a 600 mil millones la línea de asistencia a las entidades en problemas. Sin haber gastado un solo centavo de los 750.000 millones de dólares aprobados el viernes pasado, el mercado ya comenzó a hablar de un fondo adicional en Estados Unidos y otro para Europa. La desconfianza se reflejó ayer en nuevas caídas en la Bolsa neoyorquina. El retroceso del Dow Jones en el cierre mereció un respiro de alivio, ya que una hora antes llegó a desplomarse hasta 8 por ciento. En lo que va del año, el indicador que reúne el desempeño de las principales firmas de la industria estadounidense lleva perdido más de un 24 por ciento.
En Europa, los esfuerzos oficiales no lograron evitar el contagio y las corridas contra los bancos. En una primera instancia, los gobiernos intentaron frenar la fuga dando respaldo al sistema. España, Portugal, Suecia, Dinamarca e Islandia se sumaron ayer a los que elevaron las garantías estatales sobre depósitos de ahorros y otros tipos de cuenta. La medida implementada para resguardar los ahorros de sus ciudadanos generó flujos de capitales hacia los países que la adoptaron. La situación obligó entonces al resto a implementar protecciones similares para evitar fugas en el sistema. Pero el temor de ayer estuvo desencadenado por el megarrescate del banco hipotecario alemán Hypo Real Estate por cerca de 68.000 millones de euros.
Los países que integran la Unión Europea, entre tanto, avanzaron ayer en Luxemburgo con una propuesta para aumentar hasta un máximo de 100.000 euros la garantía sobre cada depósito bancario en el bloque. Actualmente ese respaldo está establecido en 20.000 euros. El encargado de anticipar ese principio de acuerdo fue el ministro de Economía español, Pedro Solbes. El principal escollo de esta acción conjunta es la falta de regulación institucional para decidir sobre la política monetaria de cada uno de los países que integran el bloque. De todos modos, los responsables de la política económica reconocen que necesitan de algún fondo a nivel continental para enfrentar el efecto dominó que implicaría la quiebra de un nuevo banco europeo que haya participado del auge de las hipotecas de los Estados Unidos.
Entre los bancos norteamericanos siguen los reacomodamientos posteriores al cimbronazo de la crisis. El consorcio Bank of America dio luz verde a un acuerdo millonario de inversión en Countrywide. Esa entidad compró este último a principios de año para salvarlo de la quiebra. De esta manera, unos 400.0000 deudores en problemas recibirán ayudas por más de 8400 millones de dólares. Es el mayor convenio de este tipo en Estados Unidos y podría despejar el camino para que otros bancos aprueben medidas similares. Los clientes de Countrywide recibirán tasas de interés reducidas para el pago de sus hipotecas. Por otro lado, el Citigroup presentó una demanda por 60.000 millones de dólares de multa y compensaciones contra el banco Wachovia. Este último rechazó el viernes pasado la adquisición por parte del Citi, previamente acordada, para aceptar una oferta superior del Wells Fargo. Algunos bancos buscan sacar algún tipo de provecho de las gangas que presenta la crisis.
Los temblores del sistema financiero pusieron en tela de juicio el papel que cumplen las principales potencias mundiales. El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, reconoció que el sistema multilateral entró en crisis y que el Grupo de los Siete (G-7) países más industrializados “no funciona” (ver aparte). Además de Zoellick, son varios los que reconocen que los actuales acontecimientos derivarán en la caída de muchos países, mientras que las fortalezas habrá que buscarlas en las economías con superávit de sus balanzas comerciales.
Por el momento, el rescate de la entidad alemán Hypo, la compra del banco belga-holandés Fortis por parte del francés BNP Paribas y la aprobación del salvavidas de 700.000 millones de dólares en Estados Unidos no lograron aliviar hasta el momento el pánico. La respuesta de Bush es que los efectos del megarrescate “van a tardar un tiempo” en aparecer, sin precisar el plazo.
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Bancos chinos, “sanos y a salvo”
El primer ministro de China, Wen Jiabao, aseguró que el sistema financiero está “sano y a salvo” ante la crisis bancaria internacional. Wen insistió en que su país ha reaccionado “activa y apropiadamente” ante el deterioro de la crisis estadounidense, al tiempo que se esforzó en mejorar las políticas de control macroeconómico. “Como resultado, la economía del país ha mantenido su momento de rápido desarrollo”, señaló el funcionario chino. En tanto, la segunda aseguradora financiera más grande de China, Ping An, anunció ayer que hará previsiones por valor de 15.700 millones de yuanes (unos 2292 millones de dólares). La previsión contable responde a las pérdidas en el banco belga-holandés Fortis. La aseguradora reconoció que las tenencias en Fortis, una de las entidades más afectadas por la crisis de las hipotecas de alto riesgo, tendrán un impacto sustancial en su beneficio neto de septiembre. Ping An invirtió unos 3500 millones de dólares para aumentar su participación en Fortis desde noviembre pasado, cuando se convirtió en su accionista mayoritario.
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Por Antonio Gershenson *
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Página/12 Web - Argentina/07/10/2008

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