26/8/07

África: entre el dolor y la esperanza

Como en ningún otro lugar de la tierra el dolor y la barbarie del hombre contra el hombre tiene lugar en África. El resto de seres humanos que habitamos este planeta hemos sido acostumbrados a presenciar, como indiferentes espectadores los dramas que en forma de hambrunas, genocidios, epidemias artificiales y neoesclavitud se presentan cada año en las tierras africanas

Joel Sangronis Padrón *
joelsanp02@yahoo.com
-
ÁFRICA: ENTRE EL DOLOR Y LA ESPERANZA.
-
Mientras los Leones no tengan Historiadores,
la historia seguirá siendo contada por los
cazadores.
(proverbio africano)

-
Pareciera redundante decir África y miseria, África y colonialismo, África e injusticia, África y explotación.

Como en ningún otro lugar de la tierra el dolor y la barbarie del hombre contra el hombre tiene lugar en África. El resto de seres humanos que habitamos este planeta hemos sido acostumbrados, por quienes manejan la información y la comunicación a nivel mundial, a presenciar, como indiferentes espectadores, como pasivos testigos, con un fatalista aire de normalidad, los dantescos dramas que en forma de hambrunas, genocidios, epidemias artificiales y neoesclavitud se presentan cada año en las tierras africanas; nunca es superfluo recordar que todos los seres humanos somos africanos, no en balde allí nació nuestra especie hace ya mas de dos millones de años.
El continente africano, al igual que los pueblos de América Latina, Asia y Oceanía, sufrió en los últimos 500 años el embate de la expansión colonialista del capitalismo europeo con sus secuelas de esclavitud, dependencia, atraso, alienación, destrucción de culturas y sistemas productivos autóctonos y de organización social, más sin embargo, por diferentes causas históricas, culturales, económicas y hasta religiosas, estas flagelantes condiciones no sólo fueron más graves en África que en otras regiones del mundo sino que se han mantenido hasta nuestros días.
Inclusive el neocolonialismo que sufrimos hoy la mayoría de los pueblos del sur del mundo llegó tarde al África. Las potencias coloniales europeas mantuvieron a los pueblos africanos en situación de semiesclavitud hasta bien entrado el siglo XX.
Antaño fueron ingleses, portugueses y holandeses quienes amasaron fortunas como traficantes de esclavos y dueños de barcos negreros; hoy son los europeos y norteamericanosquienes utilizan a las nuevas instituciones mundiales esclavistas (FMI, Banco Mundial, Acuerdo Multilateral de Inversiones, Organización Mundial del Comercio, y algunas otras disfrazadas de o­nG's) como instrumentos de la nueva ola de esclavitud y miseria que se abate sobre África.
África fue la última región del mundo en romper sus grilletes coloniales, pero al haberse dado su descolonización política (la económica nunca se dio) en plena guerra fría, las potencias coloniales europeas y los EEUU promovieron como primeros gobiernos “autónomos e independientes” a las dictaduras mas brutales, primitivas y vendepatrias que la historia contemporanea ha conocido hasta hoy, como forma de asegurar sus posiciones e intereses en ese continente; desde entonces, la inestabilidad política inducida y la desintegración social han sido los sellos estructurales de los nuevos países africanos.
Los conflictos territoriales generados por la artificiosa y arbitraria división de los territorios del continente entre las potencias colonialesno ha dejado de ser, hasta hoy, una fuente inagotable de guerras con sus secuelas de muertes y destrucción; África ha sufrido en los últimos 50 años más guerras que la totalidad del resto del mundo. En la actualidad se contabilizan allí más de 20 conflictos armados, azuzados y sostenidos porgrandes corporaciones energéticas, mineras, bélicas y financieras y sus respectivos gobiernos nacionales.
Para entender las guerras, el atraso, las epidemias de laboratorio, y la inestabilidad política africanas hay que recurrir a la economía política de los recursos del subsuelo africano.
Como bien lo señalan Francois Misser y Olivier Vallés en su libro “Los Nuevos Detentadores de la Riqueza Africana”, “La mayor parte de las guerras y los conflictos que no han cesado de empobrecer el continente no pueden entenderse al margen de las bazas geopolíticas y económicas que suponen el petróleo, el uranio, el cobre, el diamante, el cobalto, el oro o el aluminio que se disputan potentes grupos de interés”.
La indignante paradoja de la miseria africana es que ese continente es el más rico en materias primas del mundo, sólo allí se producen el 30% de todos los minerales que consume la humanidad. África produce el 90% del Platino, el 80% del Coltán (necesario para baterías de celulares y microcircuitos), el 90% del Cromo, el 64% del Manganeso, el 95% de los diamantes, el 50% del Oro, el 80% del Cobalto, el 35% de la potencia hidroeléctrica mundial, el 33% del uranio y, por ahora, el 12% del petróleo, todo esto para tan sólo 500 millones de habitantes.
A pesar de estas deslumbrantes riquezas naturales, en los últimos 25 años África no ha dejado de involucionar económica y políticamente; desde la década de los 90, a partir de la criminal ofensiva neoliberal impuesta por el consenso de Washington a los países pobres del mundo, la participación africana en el comercio mundial ha decaído de un pobrísimo 4% a un casi inexistente 2% (si excluimos a Suráfrica, Nigeria y Egipto, el porcentaje virtualmente se reduce a cero).
Para entender estas contradicciones es necesario recordar que los actuales sistemas económicos y productivos africanos fueron diseñados en exclusiva y monopólica función de los intereses y necesidades de sus respectivas metrópolis coloniales, por lo que al lograr la independencia política, estas economías quedaron atadas en severas y semiesclavas relaciones de dependencia con las economías, intereses e imposiciones de sus antiguas potencias coloniales.
Para ejemplificar lo anteriormente escrito basta con señalar que Francia (la gran metrópoli colonial africana) exportando en productos y servicios en el año 2005, 600 mil millones de euros a los EEUU, obtuvo una ganancia neta de 50 mil millones de euros; en ese mismo año, Francia exportó a todo el continente africano mercancías y servicios por el orden de los 150 mil millones de euros (una cuarta parte de lo exportado a los EEUU) pero obtuvo a cambio beneficios netos por más de 40 mil millones de euros!!!, es decir casi lo mismo que con EEUU!. Si esto no es neoesclavitud que alguien me explique entonces que es!
Para finalizar, es necesario denunciar y desmontar el fraude de las “ayudas humanitarias” que cada cierto tiempo los gobiernos de los países ricos del mundo anuncian con bombos y platillos para el África. En los primeros meses de este año la gran prensa mundial publicitó los acuerdos de “ayuda” y “condonación de la deuda” africana acordado en la reunión del G-8 (grupo de ocho países mas ricos del mundo); pero lo que estos medios olvidaron decir (casualmente siempre olvidan mencionar estos “pequeños” detalles), fue que la condonación de la deuda que hicieron se limitó a la que los países africanos mantenían con el FMI y el Banco Mundial, dejando intacta la deuda con la banca privada internacional, que representa el 90% de dicha deuda; esta condonación y los consiguientes “planes de ayuda” estuvieron, además, condicionados a la privatización de los pocos recursos africanos que se habían salvado de la ofensiva neoliberal de los años 90 (espacios naturales como bosques, humedales y parques nacionales, plataformas continentales y caladeros de pesca, biodiversidad, venta de espacios para el depósito de basura tóxica industrial, venta de derechos de emisión de gases que generan el efecto invernadero y los nuevos yacimientos de petróleo que se han descubierto en los últimos años.
Por entender que las luchas y las propuestas de la revolución bolivariana que adelanta el pueblo venezolano son sus mismas luchas y las mueven los mismos intereses históricos,los círculos intelectuales y los activistas sociales y luchadores políticos de las sociedades africanas han recibido y adoptado sus propuestas fundamentales como propias. La propuesta de llevar el Alba hasta África así como extender Telesur hasta esos pueblos significa una ventana de esperanza que se abre hacia la madre África desde la solidaridad de la tierra de Bolívar.
-
*Joel Sangronis Padrón-Profesor UNERMB
-
kaosenlared.net - España/26/08/2007

No hay comentarios:

Locations of visitors to this page