ESCARBANDO...LQ somos.
América Nativa hace temblar al imperio
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Desde que el presidente Chávez ganara las elecciones en Venezuela, de eso ya más de diez años, se están produciendo cambios políticos y sociales en América latina, y esto, inquieta al imperialismo yanqui. El "patio trasero" siempre ha sido un plato exquisito a sus intereses tanto económicos, geoestratégico y de control que han querido – y quieren – para el continente. Ha habido represión, se han impuesto dictaduras militares pero las causas de la pobreza siguen siendo las mismas y no han variado ni un ápice en el continente.
Muchos piensan que Latinoamérica resurge de las cenizas, resurge de las derrotas. El estatus quo que persiste desde más de 300 años se ha puesto a temblar y con ellos el imperialismo yanqui. América latina (o Nativa) está resurgiendo de las derrotas que las dictaduras infringieron en algunos países a los movimientos revolucionarios y populares. Hubo represión, las oligarquías y burguesías del continente en complicidad con el ejército y la iglesia institucional asesinaron y desaparecieron a miles.
Los verdaderos responsables, y se olvida con facilidad, fueron las oligarquías, las burguesías, los militares y la iglesia. Estos que ahora, se llenan la boca de consignas dictadas por los gringos en Bolivia, Venezuela, etc.… consignas que huelen y suenan mal, ahora que salen de los hocicos de aquellos que no hace mucho, reprimían y asesinaban al pueblo que ahora dicen defender. Se les olvida también que dichos movimientos surgieron porque no había otro medio posible para cambiar esas estructuras injustas, de ese capitalismo salvaje y dependiente que beneficiaba - y beneficia - a una minoría. Ha habido un retraso cultural y social pero no por culpa de los movimientos revolucionarios y populares, si no por las dictaduras militares impuestas desde el norte, porque con ellas en el poder, los gringos mantenían la "chusma a raya".
Los movimientos populares del continente siempre han estado activos. Siempre han estado ahí con la gente más sencilla: los pobres, los indios, los negros; los obreros y campesinos, ellos son los que han querido que quienes realmente luchaban con ellos, siguieran ahí, defendiendo los intereses de la inmensa mayoría de la población.
Unos se valieron de las herramientas del marxismo para interpretar la realidad y transformarla, estos fueron los primeros en salir en defensa de los más necesitados. A los pobres del continente los marxistas fueron los que le dieron el carácter de clase y también, les dieron dignidad. Otros se acercaron a los pobres y a su miseria a través de la teología de la liberación, supieron interpretar los signos de los tiempos y actualizar una teología que hasta entonces reflexionaba desde el poder. Desde la práctica catequética de la liberación estos proponían cambiar ese estatus quo. Muchos de estos nuevos teólogos latinoamericanos estudiaron en universidades de Europa, y desde ahí salieron para hacer una reflexión teológica desde los pobres, rescataron al "Jesús histórico". Los teólogos de la liberación comprendían que Jesús y su reino está ya presente entre nosotros, pero desde el pobre, esa reflexión, es la que ha sustentado a esta pastoral latinoamericana desde el Vaticano II; Medellín y Puebla entre otros. Esto para ellos no fue tarea fácil.
Estos dos movimientos el revolucionario y el de la teología de la liberación han continuado, a pesar de la represión, con su trabajo y concientización. Han seguido acompañando a los más débiles, a los pobres, los han puesto, los primeros en sus reflexiones políticas y teológicas. Es esa masa silenciosa, pero activa, la que sigue motivando a miles de personas en creer que otro mundo es posible, en creer que el socialismo en América latina, sigue siendo el único modo de producción posible para superar el atraso y la miseria al que los somete el neoliberalismo. Son los que ahora, y por otros medios, están respondiendo a sus intereses de clase.
Las elecciones se están convirtiendo en una herramienta indispensable para que los pobres que han sido marginados participen de ese derecho que occidente ensalza en lo que ellos entienden por democracia. Los resultados se ven ahora por el Sur en Paraguay con el ex obispo Fernando Lugo, y por el centro en Nicaragua con el frente sandinista, y en El Salvador ¿con el triunfo del FMLN en el 2009?. Y esto no gusta a los que han estado de la mano con el imperio y que se han valido – y se valen – de los escuadrones de la muerte para asesinar o/y desaparecer a todo aquél que discrepe del neoliberalismo económico "neocolonial".
Los cambios que se están produciendo en el continente no es por casualidad, pero si puede ser por causalidad. Las causas por las cuales surgieron por todo el continente movimientos revolucionarios y la teología de la liberación, persisten. Y este, es el quid de la cuestión en América nativa. Hugo Chávez en Venezuela, y el Presidente Lugo en Paraguay. Pueden de alguna manera representar estos dos caminos. Son estos dos métodos de lucha los que han estado acompañando, al pueblo pobre del continente. Se conjugaron, pues, teoría y práctica; estos dos puntos de vista de reflexión aparentemente antagónicos se encontraron con la misma realidad de injusticia. La práctica marxista y la teología de la liberación están transformando el panorama político y social del continente. Camilo Torres y el Che. La sangre de Curas como Monseñor Romero, Ellacuría y otros muchos en El Salvador demuestra que la teología de la liberación y el Marxismo siguen jugando un papel muy importante en los cambios que se viven hoy en el continente. El imperialismo yanqui ha querido desde hace cuatro décadas acabar con ambas. Pero la lucha por el socialismo en América latina sigue siendo el único camino para superar la pobreza que vive el continente. Porque como dice Frei Beto, uno de los representantes de la teología de la liberación brasileña en el tercero de sus diez concejos para mantenerse militando a la izquierda:
"No se avergüence de creer en el socialismo"
El escándalo de la Inquisición no hace que los cristianos abandonen los valores y las propuestas del Evangelio. Del mismo modo, el fracaso del socialismo en el Este europeo no debe llevarle a usted a desterrar el socialismo del horizonte de la historia humana. (...) El capitalismo, que está en vigor hace ya 200 años, ha fracasado para la mayoría de la población mundial."
Todo punto de vista es la vista de un punto pero el punto de vista de los pueblos latinoamericanos, ellos, todavía no han dicho su última palabra. América Nativa recién empieza a dar sus pasos para construir desde la perspectiva latinoamericana un mundo más justo, y es esto lo que hace a las burguesías locales temblar y a sus patrocinadores también el imperialismo yanqui
Desde que el presidente Chávez ganara las elecciones en Venezuela, de eso ya más de diez años, se están produciendo cambios políticos y sociales en América latina, y esto, inquieta al imperialismo yanqui. El "patio trasero" siempre ha sido un plato exquisito a sus intereses tanto económicos, geoestratégico y de control que han querido – y quieren – para el continente. Ha habido represión, se han impuesto dictaduras militares pero las causas de la pobreza siguen siendo las mismas y no han variado ni un ápice en el continente.
Muchos piensan que Latinoamérica resurge de las cenizas, resurge de las derrotas. El estatus quo que persiste desde más de 300 años se ha puesto a temblar y con ellos el imperialismo yanqui. América latina (o Nativa) está resurgiendo de las derrotas que las dictaduras infringieron en algunos países a los movimientos revolucionarios y populares. Hubo represión, las oligarquías y burguesías del continente en complicidad con el ejército y la iglesia institucional asesinaron y desaparecieron a miles.
Los verdaderos responsables, y se olvida con facilidad, fueron las oligarquías, las burguesías, los militares y la iglesia. Estos que ahora, se llenan la boca de consignas dictadas por los gringos en Bolivia, Venezuela, etc.… consignas que huelen y suenan mal, ahora que salen de los hocicos de aquellos que no hace mucho, reprimían y asesinaban al pueblo que ahora dicen defender. Se les olvida también que dichos movimientos surgieron porque no había otro medio posible para cambiar esas estructuras injustas, de ese capitalismo salvaje y dependiente que beneficiaba - y beneficia - a una minoría. Ha habido un retraso cultural y social pero no por culpa de los movimientos revolucionarios y populares, si no por las dictaduras militares impuestas desde el norte, porque con ellas en el poder, los gringos mantenían la "chusma a raya".
Los movimientos populares del continente siempre han estado activos. Siempre han estado ahí con la gente más sencilla: los pobres, los indios, los negros; los obreros y campesinos, ellos son los que han querido que quienes realmente luchaban con ellos, siguieran ahí, defendiendo los intereses de la inmensa mayoría de la población.
Unos se valieron de las herramientas del marxismo para interpretar la realidad y transformarla, estos fueron los primeros en salir en defensa de los más necesitados. A los pobres del continente los marxistas fueron los que le dieron el carácter de clase y también, les dieron dignidad. Otros se acercaron a los pobres y a su miseria a través de la teología de la liberación, supieron interpretar los signos de los tiempos y actualizar una teología que hasta entonces reflexionaba desde el poder. Desde la práctica catequética de la liberación estos proponían cambiar ese estatus quo. Muchos de estos nuevos teólogos latinoamericanos estudiaron en universidades de Europa, y desde ahí salieron para hacer una reflexión teológica desde los pobres, rescataron al "Jesús histórico". Los teólogos de la liberación comprendían que Jesús y su reino está ya presente entre nosotros, pero desde el pobre, esa reflexión, es la que ha sustentado a esta pastoral latinoamericana desde el Vaticano II; Medellín y Puebla entre otros. Esto para ellos no fue tarea fácil.
Estos dos movimientos el revolucionario y el de la teología de la liberación han continuado, a pesar de la represión, con su trabajo y concientización. Han seguido acompañando a los más débiles, a los pobres, los han puesto, los primeros en sus reflexiones políticas y teológicas. Es esa masa silenciosa, pero activa, la que sigue motivando a miles de personas en creer que otro mundo es posible, en creer que el socialismo en América latina, sigue siendo el único modo de producción posible para superar el atraso y la miseria al que los somete el neoliberalismo. Son los que ahora, y por otros medios, están respondiendo a sus intereses de clase.
Las elecciones se están convirtiendo en una herramienta indispensable para que los pobres que han sido marginados participen de ese derecho que occidente ensalza en lo que ellos entienden por democracia. Los resultados se ven ahora por el Sur en Paraguay con el ex obispo Fernando Lugo, y por el centro en Nicaragua con el frente sandinista, y en El Salvador ¿con el triunfo del FMLN en el 2009?. Y esto no gusta a los que han estado de la mano con el imperio y que se han valido – y se valen – de los escuadrones de la muerte para asesinar o/y desaparecer a todo aquél que discrepe del neoliberalismo económico "neocolonial".
Los cambios que se están produciendo en el continente no es por casualidad, pero si puede ser por causalidad. Las causas por las cuales surgieron por todo el continente movimientos revolucionarios y la teología de la liberación, persisten. Y este, es el quid de la cuestión en América nativa. Hugo Chávez en Venezuela, y el Presidente Lugo en Paraguay. Pueden de alguna manera representar estos dos caminos. Son estos dos métodos de lucha los que han estado acompañando, al pueblo pobre del continente. Se conjugaron, pues, teoría y práctica; estos dos puntos de vista de reflexión aparentemente antagónicos se encontraron con la misma realidad de injusticia. La práctica marxista y la teología de la liberación están transformando el panorama político y social del continente. Camilo Torres y el Che. La sangre de Curas como Monseñor Romero, Ellacuría y otros muchos en El Salvador demuestra que la teología de la liberación y el Marxismo siguen jugando un papel muy importante en los cambios que se viven hoy en el continente. El imperialismo yanqui ha querido desde hace cuatro décadas acabar con ambas. Pero la lucha por el socialismo en América latina sigue siendo el único camino para superar la pobreza que vive el continente. Porque como dice Frei Beto, uno de los representantes de la teología de la liberación brasileña en el tercero de sus diez concejos para mantenerse militando a la izquierda:
"No se avergüence de creer en el socialismo"
El escándalo de la Inquisición no hace que los cristianos abandonen los valores y las propuestas del Evangelio. Del mismo modo, el fracaso del socialismo en el Este europeo no debe llevarle a usted a desterrar el socialismo del horizonte de la historia humana. (...) El capitalismo, que está en vigor hace ya 200 años, ha fracasado para la mayoría de la población mundial."
Todo punto de vista es la vista de un punto pero el punto de vista de los pueblos latinoamericanos, ellos, todavía no han dicho su última palabra. América Nativa recién empieza a dar sus pasos para construir desde la perspectiva latinoamericana un mundo más justo, y es esto lo que hace a las burguesías locales temblar y a sus patrocinadores también el imperialismo yanqui
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LQSomos. Txamba Payés. Septiembre de 2008
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LQSomos/04/09/2008
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