25/4/07

¿Un hombre de honor, este eurodiputado zascandil?

El Plural / Política - 25/04/2007



El director de la Policía de Acebes mintió ante el Tribunal del 11-M

“Cuando me preguntaba, yo le concretaba datos y le decía: Agustín no hay ninguna relación con ETA, no encontramos ninguna relación, no puede haber un informe roto o manipulado porque no existe esa relación”, declaró ayer ante el Tribunal del 11-M, el comisario Enrique García Castaño, que lleva 32 años en la Policía, “luchando contra el terrorismo”.

Este comisario es la “fuente” –falsa, inventada- de Agustín Díaz de Mera, director general de la Policía cuando se produjo la barbarie del 11 de marzo de 2004 en Madrid. Díaz de Mera había sido nombrado para tan relevante y decisivo puesto por Ángel Acebes, en aquella época ministro del Interior.

Jamás
Tal como adelantó elplural.com hace unos días, fue el propio comisario García Castaño quien decidió hacer público su nombre y revelar a sus superiores que era él la misteriosa fuente, aludida por Díaz de Mera ante el citado Tribunal y, con anterioridad –en septiembre-, ante los micrófonos de los obispos. “Jamás” relacionó García Castaño a ETA con la autoría de la masacre madrileña.

Y se quedó tan ancho
El director general de la Policía de Acebes mintió en la COPE y mintió en sede judicial. El director general de Acebes ha ido intoxicando -de forma manifiestamente irresponsable- con el único y exclusivo fin de alimentar la teoría de la conspiración, confeccionada a la medida de los intereses electorales del PP. Acusó sin prueba alguna y se quedó tan ancho. Buscó una coartada desesperadamente. Pero García Castaño no se ha prestado a semejante enjuague en un asunto que segó la vida a casi doscientas personas.

La verdad tapada
Este es el hombre honorable que, por un lado, quería decir la verdad que el Gobierno había tapado sobre el 11-M y, por el otro, no se atrevía a revelar la identidad de su fuente para evitarle represalias, llegó a decirse. Lo decían los jerifaltes genoveses y su comparsa mediática, con fanfarria y alevosía. ¡Un hombre de honor, este eurodiputado zascandil!

Ya puede fray Rajoy…
Ya pueden exhibir a Rajoy como si fuera un fraile franciscano, humilde y cauto, morigerado y clarividente, dialogante y moderado. Ya nos puede fray Rajoy cantar misa o celebrar un Te Deum. Ya puede Acebes avalar a Díaz de Mera. Ya puede el presidente de aquel Gobierno, Aznar López, hacerse el sueco o llamarse andana. O incluso recuperar la elipsis, como hizo ante la Comisión Parlamentaria del 11-M, cuando dijo que los autores de los atentados “no se esconden en desiertos lejanos ni en montañas remotas”.

No se sabe dónde
¿Dónde se esconden esos autores, Sr. Aznar? No se sabe dónde. ¿En el mismo sitio en el que ustedes escondieron la dignidad entre el 11-M y el 14-M? ¿Acaso en el mismo sitio en el que creyeron encontrarla, a lo largo de tres años de plomo y de embustes, gracias a delirantes historias sobre quiénes fueron los que en realidad asesinaron brutalmente en Madrid?

Una generación, amortizada
¿Diaz de Mera, un hombre de honor? Callen de una vez, recojan sus trastos y regresen a sus domicilios particulares. Márchense de la política, uno de tras de otro. El primero, Aznar. El último De Mera. Vd. también, Sr. Rajoy, no se escabulla. Esta generación del PP está más que amortizada. Y, ciertamente, más vale en política retirarse a tiempo.
E.S.

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