El PP, a punto de perder otro feudo popular

Tras Galicia, antigua Meca del PP, con romerías de empanada incluidas, se puede ir Navarra

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Mariano Rajoy, el pasado viernes, calificó de “enorme gravedad” el posible pacto del PSOE con Nafarroa Bai. Ayer, vaticinó “consecuencias nefastas para España” si Fernando Puras, candidato socialista a la presidencia del Gobierno navarro, forma un Ejecutivo de coalición con NaBai.

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Es comprensible que Rajoy diga lo que dice. Se halla en trance de alarma aguda. Otro legendario feudo popular –administrado por UPN, que es la franquicia genovesa en Navarra- está a punto de perderse para la causa conservadora. Recuérdese que bajo el mandato de Rajoy, Galicia ha pasado de ser una especie de Meca del PP –con romerías de empanada incluidas- a una Comunidad a la cual, políticamente, no la conocería ahora mismo ni la madre que la parió, que diría Alfonso Guerra.

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Llamativo erial

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Convendría, por cierto, que aquellos que se jactan del triunfo del PP en Madrid y Valencia -presentando los resultados en estas dos regiones como el principio del fin de José Luis Rodríguez Zapatero- repasaran someramente el mapa del poder autonómico y municipal. Y comprobarían que -a los efectos del partido de Rajoy- Galicia, por ejemplo, se ha convertido en un llamativo erial.

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Partido bisagra

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Otra arraigada propiedad conservadora que se encuentra en un tris de evaporarse son las Baleares. El clarividente estado mayor de Rajoy creyó que a base de manotazos y desplantes lograría la desaparición de Unió Mallorquina, partido bisagra por excelencia. Pero de momento, la derecha se ha quedado sin la ciudad de Palma de Mallorca, y lo más probable es que Jaume Matas deba retirarse pronto a su palacete a escribir sus memorias. Entonces tal vez revele algún día la verdad de la factura de Rasputin en el Moscú de Putin.

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Andaban descompuestos

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Agarrado con desesperación al mastil del España se rompe, Rajoy empieza a sentir las angustias del náufrago. En aquel tiempo tan cercano de las manis mixtas –el PP y el facherío juntitos-, ritual neocon de casi cada sábado, alguien debió de tener la feliz idea en Génova 13 de montar el número en Pamplona. Una engañifa más. Alardeaban de salir a la calle -Rajoy, Sanz, Acebes y el de la moto- para defender la unidad de España y todos sabíamos que, en realidad, andaban descompuestos ante la contingencia de que la UPN embarrancase.

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Referente de esperanza

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Y en ésas estamos. El PSOE le ha regalado al UPN el Ayuntamiento de Pamplona para salvarse del efecto ANV. Con lucidez –que demuestra que Patxi Zabaleta no es un político de vuelo gallináceo como tantos-, Nafarroa Bai, referente de esperanza para la paz, ha eludido la trampa de poner contra las cuerdas a los socialistas y ha mantenido la oferta de un pacto de Gobierno en Navarra. ¿Qué malo hay en ello? ¿No entiende o no quiere entender Rajoy que es un error monumental criminalizar también a quienes han abdicado del terrorismo, o nunca lo han practicado, y condenan -con coraje y riesgo- las actuaciones terroristas de ETA?

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Una semana después

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Una semana después del acuerdo de mínimos en Moncloa, que fue un simple gesto a la galería -para que no se diga-, Rajoy parece que está volviendo a las andadas. Se cree ya ganador en marzo y riñe a Zapatero, mientras recita la consabida salmodia de los tópicos patrioteros. Pero Galicia no se ha movido ni un milímetro de España, a pesar de que allí socialistas y el Bloque gobiernan la Xunta y los principales Ayuntamientos. Incluida Pontevedra, su ciudad natal, don Mariano. ¡Qué balance, su gestión en el PP, Sr. Rajoy!

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E.S.

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elplural.es/Politica/18/06/2007