El liderato en Latinoamérica
...podría decirse que puede ser el punto de partida para la insurgencia de un bloque político-económico encabezado por Brasil. Paralelamente, a un otro de corte populista y de izquierda que, a través de la política, intenta ganar adeptos...
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De manera coincidente, dos presidentes sudamericanos han realizado en estos días giras regionales de innegable carácter político y económico. En unos casos aparentemente para captar respaldo a sus planes de liderazgo y, en otros, como un medio de realizar negocios que sirvan de apalancamiento en esos afanes.
Los mandatarios viajeros fueron Luiz Inacio Lula da Silva, de Brasil, y Hugo Chávez, de Venezuela. El primero de ellos estuvo en países de Centroamérica y México, y el segundo en Argentina, Uruguay, Ecuador y Bolivia.
Analistas de la región, consultados por la agencia de noticias Efe, coincidieron en decir que ambos estarían librando una "pelea sorda" por el liderazgo político en el continente, utilizando los negocios del etanol y los hidrocarburos, así como procurando impulsar la integración, a través del Mercosur.
Lula pidió al nuevo presidente mexicano, Felipe Calderón, que mire más a Sudamérica y que de hacerlo los países latinoamericanos comenzarán "a soñar con un proceso de integración más fuerte". En cambio Chávez, que maneja una propuesta ideologizada, concertó negocios en Argentina, Uruguay y Bolivia. Al firmar acuerdos de provisión de gas natural a Argentina y Uruguay, pasó a constituirse en el competidor de Bolivia, pues se suponía que éstos eran mercados cautivos para el gas nacional.
Con esta política dual, especialmente en lo que atañe a Bolivia, no cabe duda de que su verdadero interés es conservar y si es posible fortalecer más las coincidencias políticas que tiene con el presidente Evo Morales, pues éste se ha convertido en uno de sus aliados más estrechos.
En lo que se refiere al liderazgo político en el continente latinoamericano, causa extrañeza que hasta ahora no hubiera prosperado un logro de esta naturaleza, pese a su extensión geográfica, a su poderío poblacional y a constituir una de las atracciones en el comercio internacional. Al parecer, ha influido en ello el individualismo heredado de los españoles y los portugueses, lo que se tradujo en el surgimiento en el área de más de 20 naciones.
Aunque en las últimas décadas han habido tres intentos integracionistas, en Centroamérica y Sudamérica, sus resultados todavía son modestos, incluso se podría decir que tienden a ser una frustración. Los bloques comerciales no han logrado ensamblar a los países miembros debido a las asimetrías que se presentan entre los países.
Precisamente, por tales razones y muy en especial por el ejemplo que está ofreciendo la Unión Europea, parece que se está produciendo un despertar entre los países latinoamericanos. En este sentido, es muy significativo que en una encuesta internacional, en cinco, de siete países de la región, el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, resultó ser el que más confianza tiene en todos ellos (Brasil, Bolivia, Venezuela, Chile y México).
Esta es la primera vez que se efectúa una consulta de esta magnitud, lo que podría decirse que puede ser el punto de partida para la insurgencia de un bloque político-económico encabezado por Brasil. Paralelamente, a un otro de corte populista y de izquierda que igualmente, a través de la política y de los acuerdos comerciales, intenta cada vez con más presencia ganar adeptos y simpatías. Dos liderazgos, entonces, en pugna.
Los mandatarios viajeros fueron Luiz Inacio Lula da Silva, de Brasil, y Hugo Chávez, de Venezuela. El primero de ellos estuvo en países de Centroamérica y México, y el segundo en Argentina, Uruguay, Ecuador y Bolivia.
Analistas de la región, consultados por la agencia de noticias Efe, coincidieron en decir que ambos estarían librando una "pelea sorda" por el liderazgo político en el continente, utilizando los negocios del etanol y los hidrocarburos, así como procurando impulsar la integración, a través del Mercosur.
Lula pidió al nuevo presidente mexicano, Felipe Calderón, que mire más a Sudamérica y que de hacerlo los países latinoamericanos comenzarán "a soñar con un proceso de integración más fuerte". En cambio Chávez, que maneja una propuesta ideologizada, concertó negocios en Argentina, Uruguay y Bolivia. Al firmar acuerdos de provisión de gas natural a Argentina y Uruguay, pasó a constituirse en el competidor de Bolivia, pues se suponía que éstos eran mercados cautivos para el gas nacional.
Con esta política dual, especialmente en lo que atañe a Bolivia, no cabe duda de que su verdadero interés es conservar y si es posible fortalecer más las coincidencias políticas que tiene con el presidente Evo Morales, pues éste se ha convertido en uno de sus aliados más estrechos.
En lo que se refiere al liderazgo político en el continente latinoamericano, causa extrañeza que hasta ahora no hubiera prosperado un logro de esta naturaleza, pese a su extensión geográfica, a su poderío poblacional y a constituir una de las atracciones en el comercio internacional. Al parecer, ha influido en ello el individualismo heredado de los españoles y los portugueses, lo que se tradujo en el surgimiento en el área de más de 20 naciones.
Aunque en las últimas décadas han habido tres intentos integracionistas, en Centroamérica y Sudamérica, sus resultados todavía son modestos, incluso se podría decir que tienden a ser una frustración. Los bloques comerciales no han logrado ensamblar a los países miembros debido a las asimetrías que se presentan entre los países.
Precisamente, por tales razones y muy en especial por el ejemplo que está ofreciendo la Unión Europea, parece que se está produciendo un despertar entre los países latinoamericanos. En este sentido, es muy significativo que en una encuesta internacional, en cinco, de siete países de la región, el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, resultó ser el que más confianza tiene en todos ellos (Brasil, Bolivia, Venezuela, Chile y México).
Esta es la primera vez que se efectúa una consulta de esta magnitud, lo que podría decirse que puede ser el punto de partida para la insurgencia de un bloque político-económico encabezado por Brasil. Paralelamente, a un otro de corte populista y de izquierda que igualmente, a través de la política y de los acuerdos comerciales, intenta cada vez con más presencia ganar adeptos y simpatías. Dos liderazgos, entonces, en pugna.
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La Razón-Bolivia/11/08/2007
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