Marcha Nacional “Por el Desarrollo Rural y los pueblos del interior”
Más información, reportes e informes de prensa de la marcha nacional, en el sitio de FF.AA
-El grito de la tierra
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El miércoles 27 de junio pasó por Rosario la Marcha Nacional de Federación Agraria Argentina, que comenzó el pasado lunes 25 en conmemoración del 95 aniversario del Grito de Alcorta.Pequeños y medianos productores del país y organizaciones campesinas hicieron oír sus voces en defensa de una agricultura con agricultores y en contra del avance de la concentración y extranjerización de la tierra. En la tarde del miércoles, enREDando dialogó con ellos/as y con referentes de Federación Agraria en Rosario.
Argentina es rica en producción de alimentos pero cada año mueren cientos de niños y niñas a causa del hambre y la desnutrición. En Argentina la tierra es fértil y diversa, pero de norte a sur solo se cosechan monocultivos para la exportación.
En este mundo patas arriba, los productores, campesinos y comunidades originarias de todo el país salieron a caminar, largo y tendido, para hacer oír sus voces y sus reclamos, mientras otros hacen oídos sordos al grito de la tierra.
Desde Rosario
La Marcha Nacional de Federación Agraria que comenzó el pasado lunes 25 de junio, recordando los 95 años del Grito de Alcorta, recorrió distintos lugares del país. Asociaciones de pequeños y medianos productores, organizaciones campesinas y comunidades indígenas del norte, noroeste, noreste, litoral y sur del país se fueron congregando en cada punto donde la resistencia se hizo escuchar.
El repudio hacia la concentración y extranjerización de tierras fue unánime en las marchas que se realizaron desde Jujuy hasta Plaza de Mayo. Por el camino, se unieron columnas que provenían de Santa Fe, Mendoza, San Juan, Chaco, Corrientes, Formosa, Córdoba, Santiago del Estero, Tucumán, Catamarca y la Rioja.
A Rosario, llegaron el miércoles 27 las columnas que previamente habían marchado por Rafaela. La movilización partió desde la Plaza San Martín hasta el Monumento, en una tarde helada en la que ningún abrigo era suficiente. Nada bastaba para calmar la desazón del cuerpo. Solo la garganta furiosa de los marchantes movilizó los sentidos y la bronca hacia el gobierno y las políticas económicas neoliberales.
El objetivo de la marcha era visibilizar la grave situación por la que atraviesa el campo y los pueblos del interior. Pero no el campo minado de soja transgénica, sino el otro, que resiste a base de una agricultura familiar para la subsistencia. “La mayoría somos oriundos del interior. Actualmente a los campesinos los corren de su lugar de origen para convertirlo en pobladores de la villa miseria. Y estamos acá para apoyar la lucha de esta gente” contaba Carlos López, integrante del Grupo Noroeste.
Los reclamos se centraron en la denuncia hacia la concentración y extranjerización de tierras y a los arrendamientos con precios altísimos que dejan afuera a los pequeños y medianos productores. También, por la entrega de los títulos de las tierras a las personas que las ocupan, por las economías regionales, para que haya una agricultura con agricultores y no “una sin rostros, donde se llegue a un record de cosecha sin agricultores en los campos. Por la agricultura familiar y por una la creación de una Secretaría de Desarrollo Rural”.
El acto fue conducido por el periodista Carlos Del Frade. Una larga lista de oradores subió al escenario para demostrar que el país estaba presente, en su mayoría, representado por asociaciones y organizaciones sociales.
Desde Catamarca y el Chaco
En la explanada del Monumento fuimos recogiendo testimonios y voces de productores y campesinos del país. Nancy Rodríguez integra la Juventud Federada de Catamarca y en la tarde del miércoles expresaba lo difícil que es para los pequeños productores subsistir en una provincia donde los subsidios son escasos y “si te dan un crédito, después de un año tenés que devolverlo el doble. Por eso estamos defendiendo el derecho de la equidad”. La organización representa, en su mayoría, cooperativas de trabajo agrícola que producen pimiento, nogales, comino, cítricos y nuez, entre otros.
Francisco vive en General San Martín, provincia de Chaco. Su rancho está en la banquina, al igual que el de otras 300 familias que sobreviven al costado de la ruta, en unas escasas porciones de tierra, que ni siquiera alcanzan para producir. Su lucha es lograr la sanción de una Ley de Expropiación para que las tierras fiscales que hoy están en manos de empresas privadas sean otorgadas a las familias productoras que no les queda otra, que afincarse a orillas de las rutas.
“En nuestra provincia estamos hace rato luchando por conseguir tierra. Más de 3 millones de tierra fiscales han sido mal entregadas, mal vendidas. Se las vendieron a empresas privadas, que son 5, 10, 15, 20 mil hectáreas de tierra. Estamos trabajando ahora para que los diputados se dignen a hacer una ley de expropiación. Hace unas pocas semanas, nos encargamos de hacer un video de los banquineros mostrando su situación, los ranchos, como viven. Pero cuando lo fuimos a presentar, de los 32 diputados, solo 2 nomás estaban”, cuenta con su tonada chaqueña haciéndole frente al frío rosarino.
Su producción es la verdura pero a Francisco le faltan herramientas para poder trabajar, como sistemas de riego o media sombra. En General San Martín son muchas las familias que resisten en porciones de tierra que dependen del ancho de la ruta. “Yo tengo una ruta de 50 metros de ancho, y me queda una franja de 30 metros de ancho para poder trabajar y ocupar el largo, 200,300 metros.”
En la localidad también sufren desalojos y amenazas permanentes. “Hay gente que vive 40,45 años en esa tierra, y viene un señor que dice que es el dueño y la Justicia con una orden de desalojo. Supuestamente tienen el papel, pero lo logran de mala forma. Hay varios casos, donde están en la justicia y hay 3 responsables, un tal Moreno, un tal Puebla, un tal Gajo. Pero viven todavía sueltitos. Yo hace 11 años que estoy en la banquina y hay familias que están 25, 30 años.”
Los banquineros han conformado una Mesa de Tierra en la cual discuten y plantean sus demandas. Hoy por hoy el reclamo esta puesto en la Legislatura, para que, como dice Francisco “estos dignos diputados se dignen hacer una ley para nosotros.”
Mujeres desde Santa Fe
Sara Coll integra desde hace tiempo el Movimiento de Mujeres en Lucha. Con énfasis y mucha bronca, desde el movimiento sostienen que la situación ya no da para más. “Vimos con preocupación extrema que no se ha modificado un palmo el modelo neoliberal. Nosotras estamos enojadas, venimos a protestar y a exigir una política agropecuaria para los pequeños y medianos productores.”
Para Sara aquellos que dicen que el campo está bien, en realidad, solo está bien para unos pocos, y el hecho de estar bien para esos pocos, implica, que “sean expulsados en las zonas sojeras los genuinos productores rurales. Los pooles de siembra están pagando 25 quintales de soja el alquiler de una hectárea, entonces, ¿cómo es posible competir?. Antes los productores de la pampa húmeda eran expulsados por los remates, ahora son expulsados por los pooles de siembra.”
Exigen una ley de arrendamientos controlados, donde se priorizen a los productores de la zona. “El interior se esta muriendo, porque los jóvenes no tienen donde trabajar o sino terminan siendo contratados como empleados o contratistas de esos pooles de siembra”, expresa la militante. La situación es compleja y delicada no solo en la provincia de Santa Fe, sino también en Córdoba, donde en la localidad de Río Cuarto, según relata Coll, las aceiteras están alquilando campos, expulsando a los pequeños productores que son los arrendatarios naturales. “O se cambia la política que se está teniendo o desaparecemos”, remata.
En Villa Ocampo la situación también es muy complicada, por las deudas y las refinanciaciones que son “inviables”. “Aca no hay una cuestión de no querer pagar”, dice Sara, “sino de no poder”. Otro punto en cuestión es la reforma agraria. “Con las nuevas formas de producción, la siembra directa y la tecnología de punta, un equipo de 3 personas con máquinas, siembran y cosechan 10, 15 mil hectáreas. Nosotros necesitamos políticas específica”. Hablar de reforma agraria es plantear que no puede haber gente que tenga 200 mil o 900 mil hectáreas, como Soros en Argentina. Mientras se siga apoyando a esa gente, nos sabemos adónde vamos a ir.”
Desde Tucumán y San Juan
Desde el corazón cañero de Tucumán, conversamos con Felipe Serrizuela, integrante de la Cooperativa Agrícola de Trabajadores Unidos Limitada, formada por 127 asociados de la localidad de Famaillá. “La situación nuestra arranca en la época del menemismo. Tuvimos un fuerte endeudamiento, y como la cooperativa no pudo cumplir con los préstamos que teníamos del Banco Nación, hoy ese banco está privatizado, y los grupos que han concentrado toda la parte financiera nos están acogotando. Yo pido la intervención de las autoridades nacionales”, reclama Felipe.
Coincide en que la realidad de todas las asociaciones presentes es similar, aunque las geografías sean diferentes. En la cooperativa producen caña de azúcar, cítricos y también han incorporado la producción de frutillas, pero la subsistencia es complicada en lo que hace a la parte financiera. Las deudas aquejan y la lucha es permanente.
En San Juan, la explotación de la minería a cielo abierto es junto con la concentración de tierras, uno de los problemas que más afecta al pueblo sanjuanino. Mariela es parte de Federación Agraria Filial San Juan. Allá “tenemos minas que están trabajando y están perjudicando tanto la tierra como el agua. Hoy estamos viendo la consecuencia de eso. Los jóvenes lamentablemente al no tener posibilidades se tienen que ir a otro lado, a tener mejores oportunidades”.
El gobierno provincial promueve firmemente la explotación minera y está “dando una apertura a otro sector de la minera que es Pascual Lama.” El agua es otro de los recursos naturales que están en peligro. “No solo contaminan el agua, la mayor parte del agua la está recogiendo la minera, asique prácticamente los productores nos estamos quedando sin riego, y si se abre este otro sector de la minería va a ser peor todavía”.
Desde la Federación
Durante el acto, conversamos con Omar Barcheta, uno de los referentes de la Federación Agraria en Rosario. “Cuando decimos todo el campo no es lo mismo, es que la situación de los pequeños y medianos productores no es la misma que la de los pooles de siembra, los fondos de inversión y de aquellos grandes productores.”.
Por esto, la Federación Agraria impulsa proyectos de ley, como la ley de arrendamientos que tiene que ver con la regulación y uso de la tierra, proyectos contra la extranjerización que busca frenar la tierra en manos de extranjeros y otro que tiene que ver con la reforma tributaria debido la situación difícil que enfrentan económicamente los pequeños productores. “En Santa Fe, tenemos 25 años de gobiernos que no están haciendo absolutamente nada. Si bien es cierto que depende mucho de las políticas nacionales, si entendemos que se puede hacer algo a nivel provincial. En el país, hay muchos problemas en el norte, Salta y Santiago del Estero, provincias que en el tema de tenencia de la tierra y la titularización hay grandes injusticias”.
Uno de los grandes objetivos es la creación de una Secretaría de Desarrollo Rural, que tenga que ver “con políticas segmentadas, que responda a los intereses de los pequeños y medianos productores”.
La voz de Ana y Pedro, desde Humahuaca
“El gobierno debe tomar en cuenta, que la Argentina no termina en Salta o Tucumán, sino en la Quiaca. La situación es bastante crítica, allá no llegan nada de fondos. Los pequeños productores estamos prácticamente olvidados”, expresaba Pedro Nolaco, presidente de la Asociación de Floricultores de Humahuaca.
Ana también es humahuaqueña. Tierra de otro tiempo y lugar donde hasta la voz cobra ritmo pausado y sereno. Sin embargo, cada palabra es una sentencia. “Marchamos porque estamos desapareciendo. Las políticas provinciales son tremendamente expulsadoras. No se puede desarrollar un país en base a la concentración de la tierra y los recursos naturales”. “Los productores del norte, del Chaco, de toda esa zona de bosque, de agua dulce, de ríos como el Bermejo, del Pilcomayo, del Paraná, siempre hemos cuidado los recursos porque tenemos un compromiso con la tierra, somos parte de la tierra. Y hoy vemos está concentración y está expulsión que nos dá vergüenza, y quisiéramos que los políticos nos escuchen”.
En Jujuy la concentración de tierras es también obscena. “Hay un problema con 72.0000 mil hectáreas hermosas de un ingenio que está en quiebra, donde viven 200 familias de productores, la van a terminar comprando Soros o el Ingenio Ledesma y los van a expulsar, como pasa siempre”. Y como seguirá pasando en este mundo patas arriba, mientras los pocos se sigan adueñando de lo mucho que es de todos.
El miércoles 27 de junio pasó por Rosario la Marcha Nacional de Federación Agraria Argentina, que comenzó el pasado lunes 25 en conmemoración del 95 aniversario del Grito de Alcorta.Pequeños y medianos productores del país y organizaciones campesinas hicieron oír sus voces en defensa de una agricultura con agricultores y en contra del avance de la concentración y extranjerización de la tierra. En la tarde del miércoles, enREDando dialogó con ellos/as y con referentes de Federación Agraria en Rosario.
Argentina es rica en producción de alimentos pero cada año mueren cientos de niños y niñas a causa del hambre y la desnutrición. En Argentina la tierra es fértil y diversa, pero de norte a sur solo se cosechan monocultivos para la exportación.
En este mundo patas arriba, los productores, campesinos y comunidades originarias de todo el país salieron a caminar, largo y tendido, para hacer oír sus voces y sus reclamos, mientras otros hacen oídos sordos al grito de la tierra.
Desde Rosario
La Marcha Nacional de Federación Agraria que comenzó el pasado lunes 25 de junio, recordando los 95 años del Grito de Alcorta, recorrió distintos lugares del país. Asociaciones de pequeños y medianos productores, organizaciones campesinas y comunidades indígenas del norte, noroeste, noreste, litoral y sur del país se fueron congregando en cada punto donde la resistencia se hizo escuchar.
El repudio hacia la concentración y extranjerización de tierras fue unánime en las marchas que se realizaron desde Jujuy hasta Plaza de Mayo. Por el camino, se unieron columnas que provenían de Santa Fe, Mendoza, San Juan, Chaco, Corrientes, Formosa, Córdoba, Santiago del Estero, Tucumán, Catamarca y la Rioja.
A Rosario, llegaron el miércoles 27 las columnas que previamente habían marchado por Rafaela. La movilización partió desde la Plaza San Martín hasta el Monumento, en una tarde helada en la que ningún abrigo era suficiente. Nada bastaba para calmar la desazón del cuerpo. Solo la garganta furiosa de los marchantes movilizó los sentidos y la bronca hacia el gobierno y las políticas económicas neoliberales.
El objetivo de la marcha era visibilizar la grave situación por la que atraviesa el campo y los pueblos del interior. Pero no el campo minado de soja transgénica, sino el otro, que resiste a base de una agricultura familiar para la subsistencia. “La mayoría somos oriundos del interior. Actualmente a los campesinos los corren de su lugar de origen para convertirlo en pobladores de la villa miseria. Y estamos acá para apoyar la lucha de esta gente” contaba Carlos López, integrante del Grupo Noroeste.
Los reclamos se centraron en la denuncia hacia la concentración y extranjerización de tierras y a los arrendamientos con precios altísimos que dejan afuera a los pequeños y medianos productores. También, por la entrega de los títulos de las tierras a las personas que las ocupan, por las economías regionales, para que haya una agricultura con agricultores y no “una sin rostros, donde se llegue a un record de cosecha sin agricultores en los campos. Por la agricultura familiar y por una la creación de una Secretaría de Desarrollo Rural”.
El acto fue conducido por el periodista Carlos Del Frade. Una larga lista de oradores subió al escenario para demostrar que el país estaba presente, en su mayoría, representado por asociaciones y organizaciones sociales.
Desde Catamarca y el Chaco
En la explanada del Monumento fuimos recogiendo testimonios y voces de productores y campesinos del país. Nancy Rodríguez integra la Juventud Federada de Catamarca y en la tarde del miércoles expresaba lo difícil que es para los pequeños productores subsistir en una provincia donde los subsidios son escasos y “si te dan un crédito, después de un año tenés que devolverlo el doble. Por eso estamos defendiendo el derecho de la equidad”. La organización representa, en su mayoría, cooperativas de trabajo agrícola que producen pimiento, nogales, comino, cítricos y nuez, entre otros.
Francisco vive en General San Martín, provincia de Chaco. Su rancho está en la banquina, al igual que el de otras 300 familias que sobreviven al costado de la ruta, en unas escasas porciones de tierra, que ni siquiera alcanzan para producir. Su lucha es lograr la sanción de una Ley de Expropiación para que las tierras fiscales que hoy están en manos de empresas privadas sean otorgadas a las familias productoras que no les queda otra, que afincarse a orillas de las rutas.
“En nuestra provincia estamos hace rato luchando por conseguir tierra. Más de 3 millones de tierra fiscales han sido mal entregadas, mal vendidas. Se las vendieron a empresas privadas, que son 5, 10, 15, 20 mil hectáreas de tierra. Estamos trabajando ahora para que los diputados se dignen a hacer una ley de expropiación. Hace unas pocas semanas, nos encargamos de hacer un video de los banquineros mostrando su situación, los ranchos, como viven. Pero cuando lo fuimos a presentar, de los 32 diputados, solo 2 nomás estaban”, cuenta con su tonada chaqueña haciéndole frente al frío rosarino.
Su producción es la verdura pero a Francisco le faltan herramientas para poder trabajar, como sistemas de riego o media sombra. En General San Martín son muchas las familias que resisten en porciones de tierra que dependen del ancho de la ruta. “Yo tengo una ruta de 50 metros de ancho, y me queda una franja de 30 metros de ancho para poder trabajar y ocupar el largo, 200,300 metros.”
En la localidad también sufren desalojos y amenazas permanentes. “Hay gente que vive 40,45 años en esa tierra, y viene un señor que dice que es el dueño y la Justicia con una orden de desalojo. Supuestamente tienen el papel, pero lo logran de mala forma. Hay varios casos, donde están en la justicia y hay 3 responsables, un tal Moreno, un tal Puebla, un tal Gajo. Pero viven todavía sueltitos. Yo hace 11 años que estoy en la banquina y hay familias que están 25, 30 años.”
Los banquineros han conformado una Mesa de Tierra en la cual discuten y plantean sus demandas. Hoy por hoy el reclamo esta puesto en la Legislatura, para que, como dice Francisco “estos dignos diputados se dignen hacer una ley para nosotros.”
Mujeres desde Santa Fe
Sara Coll integra desde hace tiempo el Movimiento de Mujeres en Lucha. Con énfasis y mucha bronca, desde el movimiento sostienen que la situación ya no da para más. “Vimos con preocupación extrema que no se ha modificado un palmo el modelo neoliberal. Nosotras estamos enojadas, venimos a protestar y a exigir una política agropecuaria para los pequeños y medianos productores.”
Para Sara aquellos que dicen que el campo está bien, en realidad, solo está bien para unos pocos, y el hecho de estar bien para esos pocos, implica, que “sean expulsados en las zonas sojeras los genuinos productores rurales. Los pooles de siembra están pagando 25 quintales de soja el alquiler de una hectárea, entonces, ¿cómo es posible competir?. Antes los productores de la pampa húmeda eran expulsados por los remates, ahora son expulsados por los pooles de siembra.”
Exigen una ley de arrendamientos controlados, donde se priorizen a los productores de la zona. “El interior se esta muriendo, porque los jóvenes no tienen donde trabajar o sino terminan siendo contratados como empleados o contratistas de esos pooles de siembra”, expresa la militante. La situación es compleja y delicada no solo en la provincia de Santa Fe, sino también en Córdoba, donde en la localidad de Río Cuarto, según relata Coll, las aceiteras están alquilando campos, expulsando a los pequeños productores que son los arrendatarios naturales. “O se cambia la política que se está teniendo o desaparecemos”, remata.
En Villa Ocampo la situación también es muy complicada, por las deudas y las refinanciaciones que son “inviables”. “Aca no hay una cuestión de no querer pagar”, dice Sara, “sino de no poder”. Otro punto en cuestión es la reforma agraria. “Con las nuevas formas de producción, la siembra directa y la tecnología de punta, un equipo de 3 personas con máquinas, siembran y cosechan 10, 15 mil hectáreas. Nosotros necesitamos políticas específica”. Hablar de reforma agraria es plantear que no puede haber gente que tenga 200 mil o 900 mil hectáreas, como Soros en Argentina. Mientras se siga apoyando a esa gente, nos sabemos adónde vamos a ir.”
Desde Tucumán y San Juan
Desde el corazón cañero de Tucumán, conversamos con Felipe Serrizuela, integrante de la Cooperativa Agrícola de Trabajadores Unidos Limitada, formada por 127 asociados de la localidad de Famaillá. “La situación nuestra arranca en la época del menemismo. Tuvimos un fuerte endeudamiento, y como la cooperativa no pudo cumplir con los préstamos que teníamos del Banco Nación, hoy ese banco está privatizado, y los grupos que han concentrado toda la parte financiera nos están acogotando. Yo pido la intervención de las autoridades nacionales”, reclama Felipe.
Coincide en que la realidad de todas las asociaciones presentes es similar, aunque las geografías sean diferentes. En la cooperativa producen caña de azúcar, cítricos y también han incorporado la producción de frutillas, pero la subsistencia es complicada en lo que hace a la parte financiera. Las deudas aquejan y la lucha es permanente.
En San Juan, la explotación de la minería a cielo abierto es junto con la concentración de tierras, uno de los problemas que más afecta al pueblo sanjuanino. Mariela es parte de Federación Agraria Filial San Juan. Allá “tenemos minas que están trabajando y están perjudicando tanto la tierra como el agua. Hoy estamos viendo la consecuencia de eso. Los jóvenes lamentablemente al no tener posibilidades se tienen que ir a otro lado, a tener mejores oportunidades”.
El gobierno provincial promueve firmemente la explotación minera y está “dando una apertura a otro sector de la minera que es Pascual Lama.” El agua es otro de los recursos naturales que están en peligro. “No solo contaminan el agua, la mayor parte del agua la está recogiendo la minera, asique prácticamente los productores nos estamos quedando sin riego, y si se abre este otro sector de la minería va a ser peor todavía”.
Desde la Federación
Durante el acto, conversamos con Omar Barcheta, uno de los referentes de la Federación Agraria en Rosario. “Cuando decimos todo el campo no es lo mismo, es que la situación de los pequeños y medianos productores no es la misma que la de los pooles de siembra, los fondos de inversión y de aquellos grandes productores.”.
Por esto, la Federación Agraria impulsa proyectos de ley, como la ley de arrendamientos que tiene que ver con la regulación y uso de la tierra, proyectos contra la extranjerización que busca frenar la tierra en manos de extranjeros y otro que tiene que ver con la reforma tributaria debido la situación difícil que enfrentan económicamente los pequeños productores. “En Santa Fe, tenemos 25 años de gobiernos que no están haciendo absolutamente nada. Si bien es cierto que depende mucho de las políticas nacionales, si entendemos que se puede hacer algo a nivel provincial. En el país, hay muchos problemas en el norte, Salta y Santiago del Estero, provincias que en el tema de tenencia de la tierra y la titularización hay grandes injusticias”.
Uno de los grandes objetivos es la creación de una Secretaría de Desarrollo Rural, que tenga que ver “con políticas segmentadas, que responda a los intereses de los pequeños y medianos productores”.
La voz de Ana y Pedro, desde Humahuaca
“El gobierno debe tomar en cuenta, que la Argentina no termina en Salta o Tucumán, sino en la Quiaca. La situación es bastante crítica, allá no llegan nada de fondos. Los pequeños productores estamos prácticamente olvidados”, expresaba Pedro Nolaco, presidente de la Asociación de Floricultores de Humahuaca.
Ana también es humahuaqueña. Tierra de otro tiempo y lugar donde hasta la voz cobra ritmo pausado y sereno. Sin embargo, cada palabra es una sentencia. “Marchamos porque estamos desapareciendo. Las políticas provinciales son tremendamente expulsadoras. No se puede desarrollar un país en base a la concentración de la tierra y los recursos naturales”. “Los productores del norte, del Chaco, de toda esa zona de bosque, de agua dulce, de ríos como el Bermejo, del Pilcomayo, del Paraná, siempre hemos cuidado los recursos porque tenemos un compromiso con la tierra, somos parte de la tierra. Y hoy vemos está concentración y está expulsión que nos dá vergüenza, y quisiéramos que los políticos nos escuchen”.
En Jujuy la concentración de tierras es también obscena. “Hay un problema con 72.0000 mil hectáreas hermosas de un ingenio que está en quiebra, donde viven 200 familias de productores, la van a terminar comprando Soros o el Ingenio Ledesma y los van a expulsar, como pasa siempre”. Y como seguirá pasando en este mundo patas arriba, mientras los pocos se sigan adueñando de lo mucho que es de todos.
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enREDando.org.ar/Comunidades en Red/29/06/2007
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