16/8/07

La Involución de la Política Argentina

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Este país parece sostenerse solo con el esfuerzo a diario de cada argentino. Así ocurrió en el 2001, luego de la tremenda crisis que enfrento el país, al otro día, los ciudadanos empezamos a reconstruir, con trabajo, esta Argentina. Mientras tanto, los políticos que la llevaron a esa debacle, lo miraban por TV. Estos mismos que nos vuelven a prometer un país enserio, pero que no abandonan sus vicios y ansias de más poder. Nos invitaron a cambiar el destino y otra vez; aparecen los manejos oscuros dentro del gobierno; mientras claro está, el pueblo lo sigue sufriendo.
Este poder único y centralizado que impuso el Presidente Néstor Kirchner hace imposible el desarrollo plural de una sociedad; la falta de control por parte del poder ejecutivo y legislativo; con grandes bolsas de dinero en manos de unos pocos ministros; invita a creer solo en la buena fe de estos y no en un funcionamiento en su conjunto, democrático, como establece nuestra constitución nacional, que en los últimos tiempos se volvió mas en un libro de historia argentina, que en su verdadera y única razón deponer en practica lo que esta establece.Pasan los años y volvemos a caer en manos de gobernantes que solo les interesa incrementar su fortuna familiar y el poder ilimitado dentro del poder.
Se tratan de gobiernos Plutocráticos; que bien los definió Arturo Jauretche “Mientras los totalitarios reprimen toda información y toda manifestación de la conciencia popular, los cabecillas de la plutocracia impiden, por el manejo organizado de los medios de formación de las ideas, que los pueblos tengan conciencia de sus propios problemas y los resuelvan en función de sus verdaderos intereses”. Así, con la manipulación constante en los indicies del Instituto Nacional de Estadistica y Censos (INDEC) se oculta la verdadera situación económica de un pías transgiversando los principales indicadores socio-económicos, como es: la pobreza, la inflación o la desocupación. Así se puede, en centésimas, manipular una información tan lamentable como lo es el índice de la indigencia.
La importante cantidad de ciudadanos aún hoy continúan sin los recursos más básicos para la subsistencia humana; escondidos detrás de la General Paz.¿A que destino nos invita a creer esta vez la senadora Cristina Fernández de Kirchner? Difícil saberlo, mientras éste gobierno no asuma los errores de cara a la sociedad; debatiendo en todos los espacios democráticos. No solo en actos partidarios.¿A que destino nos invita a creer la oposición?
Difícil de saberlo, cuando en estos últimos años solo se jactaron de falta de espacio para el debate; seduciendo con el gobierno; y a última hora, lanzan proyectos para remediar lo que se viene haciendo mal.Argentina no necesita de políticas para emparchar los problemas, más bien, de un proyecto sostenible y de largo plazo. Tampoco el debate se puede centrar en volver a políticas nefastas de la década pasada. Toda Latinoamérica aprendió la lección a las políticas retroactivas y de saqueo a las que nos expusieron con las recetas del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Se trata de tomar conciencia y debatir que futuro queremos para nuestro país; si la prioridad es acabar con el hambre, más bien hagámoslo, con un compromiso entre los ciudadanos y los gobernantes. Para que Argentina pueda ser un país en serio, se debe acabar con la corrupción y las tremendas desigualdades- no solo económicas- sino de “dominación política” –o clientelismo- en la que esta sumisa un % 35 de la población.
Pero antes de invitarnos los políticos a seguir un destino, primero se debe plantear un verdadero debate en el seno de nuestros gobernantes, aplicando la justicia para los políticos que violan los principios de la Nación y acabar definitivamente con el la plutocracia del sistema político en Argentina. Donde el gobierno represente los verdaderos intereses del pueblo y no a la fracción hegemónica de turno.
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Cuba Nuestra-Sweden/16/08/2007

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