¿Final del Conflicto Armado en Colombia?
La estrategia de Uribe contra las Farc
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Fernando Estrada Gallego
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La estrategia de Uribe contra las Farc cierra un capítulo en la historia del conflicto armado en Colombia, pero abre inquietudes que superan el delirio de las encuestas de opinión. La gira europea puede comprenderse mejor en el contexto estratégico más que como una lección de diplomacia. Porque no comparto el criterio de quienes sustentan que Uribe en Europa sólo propuso una agenda diplomática de coyuntura. Mientras las Farc han capitulado en uno de los ámbitos determinantes del conflicto: la política, Uribe parece cubrirse de gloria empleando lo que sabe: la política. Uribe ha demostrado suficiente dominio de la comunicación en medio del conflicto, mientras las Farc debilitan más su credibilidad ideológica.
Luego de la estrategia europea de Uribe los movimientos de respaldo internacional de la izquierda europea, han quedado seriamente limitados para las Farc. Ha sido una estrategia orientada hacia el ámbito de las comunicaciones y los medios. La guerra emplea medios políticos para justificar las ventajas entre enemigos. ¿Qué Uribe aprovecha oportunamente la causa de las víctimas del terrorismo? ¿Qué las Farc deterioraron su estrategia política a cambio de la fundación de campos de concentración? En los escenarios de la confrontación armada, Uribe ha empleado una comunicación adaptada al sentido común, mientras las Farc autodestruyen su propia historia en un trasfondo de infamia e inhumanidad.
Un complemento a esta variable es la relación geopolítica que vincula a las Farc con el proyecto bolivariano y a Uribe en lucha contra el terrorismo. La comunicación estratégica ha condenado a Chávez con el proyecto de las Farc, siendo un eslabón crítico la condición humillante de las víctimas y sus desaciertos diplomáticos. La estrategia de Uribe ha permitido asimilar su política de seguridad al contexto de lucha antiterrorista, si bien por fuera de la política desmejorada de George Bush. Al separar inteligentemente los planos de referencia internacional Uribe logró colocar en un mismo nivel de desprestigio a las Farc. Contemplado en términos de juegos estratégicos, el movimiento calculado de Uribe ha golpeado severamente a dos enemigos hasta doblegarlos a un segundo plano, para quedarse él con el primero.
Pero la estrategia europea de Uribe es apenas un capítulo dentro del conflicto armado con las Farc. La guerra concentra otros frentes de peso semejante a las comunicaciones. E indudablemente las Farc siguen teniendo su fortaleza. Lo demuestran sus acciones en Nariño, Cauca y Putumayo. Y aunque sus ataques responden a una guerra de baja intensidad, están disponiendo el cubrimiento geográfico de los espacios cedidos por los frentes paramilitares. Poco a poco extienden corredores hacia el Urabá y por el occidente hacia el Pacífico. La evolución estratégica encuentra proyecciones de mediano y largo plazo con la economía del narcotráfico. De modo que a las Farc pueden funcionarle mejor alianzas orientadas a lograr situarse como agente principal de esta economía.
Resumiendo, una creciente complejidad de factores puede hacernos ver que la estrategia europea en contra de las Farc es tan sólo un episodio en la historia del conflicto armado en Colombia. La estrategia del conflicto supone que debemos observar las acciones como una consecuencia de la necesidad de coordinación. Uribe ha interpretado con inteligencia los erráticos movimientos de las Farc en la imagen internacional, pero queda mucho terreno empírico por recorrer.
persuacion@gmail.com
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Luego de la estrategia europea de Uribe los movimientos de respaldo internacional de la izquierda europea, han quedado seriamente limitados para las Farc. Ha sido una estrategia orientada hacia el ámbito de las comunicaciones y los medios. La guerra emplea medios políticos para justificar las ventajas entre enemigos. ¿Qué Uribe aprovecha oportunamente la causa de las víctimas del terrorismo? ¿Qué las Farc deterioraron su estrategia política a cambio de la fundación de campos de concentración? En los escenarios de la confrontación armada, Uribe ha empleado una comunicación adaptada al sentido común, mientras las Farc autodestruyen su propia historia en un trasfondo de infamia e inhumanidad.
Un complemento a esta variable es la relación geopolítica que vincula a las Farc con el proyecto bolivariano y a Uribe en lucha contra el terrorismo. La comunicación estratégica ha condenado a Chávez con el proyecto de las Farc, siendo un eslabón crítico la condición humillante de las víctimas y sus desaciertos diplomáticos. La estrategia de Uribe ha permitido asimilar su política de seguridad al contexto de lucha antiterrorista, si bien por fuera de la política desmejorada de George Bush. Al separar inteligentemente los planos de referencia internacional Uribe logró colocar en un mismo nivel de desprestigio a las Farc. Contemplado en términos de juegos estratégicos, el movimiento calculado de Uribe ha golpeado severamente a dos enemigos hasta doblegarlos a un segundo plano, para quedarse él con el primero.
Pero la estrategia europea de Uribe es apenas un capítulo dentro del conflicto armado con las Farc. La guerra concentra otros frentes de peso semejante a las comunicaciones. E indudablemente las Farc siguen teniendo su fortaleza. Lo demuestran sus acciones en Nariño, Cauca y Putumayo. Y aunque sus ataques responden a una guerra de baja intensidad, están disponiendo el cubrimiento geográfico de los espacios cedidos por los frentes paramilitares. Poco a poco extienden corredores hacia el Urabá y por el occidente hacia el Pacífico. La evolución estratégica encuentra proyecciones de mediano y largo plazo con la economía del narcotráfico. De modo que a las Farc pueden funcionarle mejor alianzas orientadas a lograr situarse como agente principal de esta economía.
Resumiendo, una creciente complejidad de factores puede hacernos ver que la estrategia europea en contra de las Farc es tan sólo un episodio en la historia del conflicto armado en Colombia. La estrategia del conflicto supone que debemos observar las acciones como una consecuencia de la necesidad de coordinación. Uribe ha interpretado con inteligencia los erráticos movimientos de las Farc en la imagen internacional, pero queda mucho terreno empírico por recorrer.
persuacion@gmail.com
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Analítica - Venezuela/26/01/2008
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