26/4/07

Chile: Consorcios cupríferos privados extraen la leche de las 'vacas gordas'

OPINION: Hugo Fazio (CENDA, especial para ARGENPRESS.info)

En 2006, los consorcios cupríferos privados informaron de utilidades por U$S 14.429 millones. Un alto porcentaje de ellas se van al exterior o se utilizan para poner en explotación nuevos yacimientos con vistas a lograr ganancias elevadas aprovechando la coyuntura favorable existente en la cotización del metal rojo. Cinco grandes mineras son las que controlan la mayor parte de estas utilidades. Escondida se ubica entre las empresas latinoamericanas de mayores utilidades y es, entre ellas, la que obtiene una más alta rentabilidad sobre sus ventas. El año pasado, casi la totalidad de las ganancias obtenidas por el país en su comercio exterior y por la relación de precios favorable registrada fue llevada al extranjero como retribución neta de factores productivos externos. El alto precio del cobre es aprovechado por la generalidad de los chilenos sólo marginalmente, entre los grandes beneficiarios se encuentran los grandes intereses cupríferos radicados en Chile.

La Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) informó que en 2006 las 16 empresas cupríferas privadas, que por la ley conocida erradamente con el nombre de Royalty II deben declararle obligatoriamente sus resultados, obtuvieron utilidades ascendentes a U$S 14.429 millones, con un incremento de 177% en relación al año anterior. Se trata de uno de los principales beneficiarios del periodo de las “vacas gordas” vivida por la economía chilena desde 2004 a causa fundamentalmente del incremento experimentado por la cotización del cobre en los mercados internacionales.



Estas elevadísimas utilidades se concentran a su vez en unos pocos grandes consorcios. La Angloaustraliana BHP Billiton es el accionista mayoritario de Escondida –el mayor yacimiento cuprífero del mundo- y de Cerro Colorado. El grupo chileno Luksic controla Los Pelambres –el segundo yacimiento privado por utilidades-, El Tesoro y Minera Michilla. La sudafricana AngloAmerican y la suiza Xstrata tienen cada una un 40% de Minera Doña Inés de Collahuasi. La primera, además, explota Minera Sur Andes y Mantos Blancos, mientras que la segunda lo hace con Minera Lomas Bayas. Por su parte, Phelps Dodge que tenía el 51% de El Abra, era el poseedor también de un 80% de los títulos de minera Candelaria hasta que fue adquirida por la norteamericana Freeport McMoRan Cooper . Son los cinco mayores consorcios cupríferos privados presentes en el país.

Quince grandes empresas privadas productoras de metal rojo efectuaron ventas en 2006 por U$S 24.042,0 millones, ya que no se entregó la información de la efectuada por Quebrada Blanca. Sus utilidades equivalen a un 58,7% de ese monto, revelando la elevada rentabilidad obtenida y mostrando la necesidad de retener para el país las ganancias extraordinarias logradas. Ello permitió en varios casos, entre ellos en Minera Escondida, recuperar todas las inversiones efectuadas desde el inicio de sus actividades. Utilizando las gigantescas ganancias logradas, el consorcio angloaustraliano puso en explotación un nuevo yacimiento, Spence, que será fuente de utilidades significativas ya en el presente año.

Estas gigantescas ganancias le permitieron a Minera Escondida ubicarse en el tercer lugar entre las empresas latinoamericanas de mejores resultados, inmediatamente después de las brasileñas Petrobras y Vale Río Doce. Sin embargo, como porcentaje de las utilidades sobre las ventas presenta una relación muy superior. Este indicador fue de 63,6% para la filial de BHP Billiton, mientras la de Petrobras fue de 16,3% y la de Vale Rio Doce de 29,6%. Por su parte, las empresas de telecomunicaciones del magnate mexicano Carlos Slim, América Móvil y Telmex, obtuvieron respectivamente 18,5% y 16,3%; la petrolera estatal azteca Pemex sólo un 4,0%; las instituciones financieras brasileñas Banco Do Brasil y Bradesco 16,2% y 13,2%, respectivamente; y la transnacional mexicana del cemento Cemex un 13,0%. Ello muestra, desde otra perspectiva, la desproporcionada rentabilidad de Minera Escondida.



A pesar de sus elevadas rentabilidades, las empresas mineras privadas se encuentran entre los grandes favorecidos en el plan “Chile Invierte”, que permite la depreciación inmediata de un 50% de las inversiones efectuadas durante dos años. Ello se demuestra observando los principales proyectos que se encuentran en curso, entre los cuales figuran Pascua Lama (U$S 1.301 millones); Esperanza del grupo Luksic (U$S 695 millones), El Morro (U$S 1.380 millones). Sin duda, estas inversiones se realizarán sin o con el nuevo beneficio concedido. Por ello, como señaló el ex ministro Gonzalo Martner “la depreciación instantánea constituye un regalo en el corto plazo a unas pocas grandes empresas y en el largo plazo un crédito subsidiado carente de justificación económica” (11/04/07). ¿Se requiere un estímulo especial para invertir cuando se obtiene y extraen del país utilidades tan altas? No tiene ninguna justificación. Es un crimen de lesa patria. Existen recursos para entregar aún mayores beneficios a grandes intereses económicos, pero no para atender urgentes necesidades nacionales o de su población.

Las empresas mineras privadas cancelaron impuestos a la renta por U$S 4.015 millones, de acuerdo a cifras del Consejo Minero, que incluyen información de la casi totalidad de sus empresas asociadas. A lo cual debe agregarse U$S 572 millones por concepto de la ley llamada Royalty II. “Este es el mayor aporte tributario –subrayó el presidente del Consejo Minero, Francisco Costabal- que un sector haya hecho al Estado chileno…” (03/04/07). Los impuestos pagados tienen lógicamente una relación directa con las cuantiosas utilidades extraídas y, en especial, con las sacadas del país. Por tanto, constituyen una baja retribución porcentualmente frente a las gigantescas utilidades obtenidas.

La renta extraída de Chile procedente de inversión directa ascendió el año pasado a U$S 20.409,4 millones, suma equivalente a más del 14% del PIB, una parte importante de la cual fue remesada por transnacionales cupríferas. En los tres años de boom en el precio del cobre (2004-2006) la renta total enviada al exterior fue de U$S 40.017,3 millones. En 2007, de seguir esta tendencia, superará con largueza los U$S 50.000 millones, más de la tercera parte del producto de 2006.



El año pasado, en millones de pesos de 2003, el efecto positivo para el país de términos de intercambio –o sea de la relación promedio de precios de exportación e importación- fue de $9.630.666. Esta ganancia obtenida gracias sobre todo al alza en el precio del cobre fue ligeramente inferior a la salida de recursos que se produjo como retribución neta de factores del resto del mundo, cuya partida principal es precisamente la remesa de utilidades de las inversiones extranjeras, en primer lugar de las transnacionales cupríferas. Dicho en otras palabras, prácticamente todas las utilidades obtenidas en las operaciones de comercio exterior no fueron aprovechadas por los chilenos, sino que se fueron hacia las casas matrices de consorcios transnacionales. Ello muestra nuevamente quiénes fueron los beneficiarios de las vacas gordas y su escaso aprovechamiento por los chilenos.

La variación positiva de los términos de intercambio entre 2004 y 2006 casi se triplicó pasando, en millones de pesos de 2003, de 3.246.515 a 9.630.666, reflejando el fuerte impacto en la economía nacional que tuvo el sostenido curso alcista en el precio del cobre y su fuerte repercusión en la economía nacional. Por su parte, la retribución neta de factores del resto del mundo se duplicó, creciendo especialmente en 2006, lo cual condujo a que el producto nacional bruto fuera inferior al año anterior. Los montos sacados del país son gigantescos.



Los elevados recursos sacados del país contribuyen al deterioro distributivo existente a nivel mundial. El informe publicado por el Fondo Monetario Internacional para su sesión del primer semestre de 2007 revela que en promedio la participación de las remuneraciones como porcentaje de los ingresos desde 1980 cayó en un 7%. Este deterioro en un porcentaje importante se produjo, constata el documento, por el “dramático aumento en el tamaño de la fuerza laboral en las dos últimas décadas”, proceso que aún no ha finalizado. (14/04/07). Esta incorporación al mercado laboral global se produce fundamentalmente desde China, India y países de la ex URSS. Si a eso se añade las altísimas ganancias del capital –como el de los consorcios mineros cupríferos- el deterioro distributivo se potencia.

Quiénes han sido los grandes beneficiarios en el período de las vacas gordas se contesta por sí sólo con estos antecedentes. En cambio, la generalidad de los chilenos queda en lo fundamental al margen de esta etapa muy favorable para el país, que se prolongará durante 2007. Más aún cuando otro porcentaje significativo de los mayores ingresos provenientes del cobre se transforma en superávit fiscal y, por tanto, no se destina a gasto público.

ARGENPRESS.info/25/04/2007

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