Cuéntame quién es el Señor X del 11-M

El ex ministro del Interior sigue sin enterarse



JAVIER VALENZUELA
El Plural / Política / 10/04/2007

Tiene bemoles que al nonagenario Santiago Carrillo el cerebro le funcione mejor que a tantos políticos y periodistas españoles de treinta, cuarenta o cincuenta años de edad. Carrillo vive en el siglo XXI mientras que éstos siguen todavía en el XX. Por ejemplo, el ex dirigente comunista lleva semanas expresando su preocupación por el hecho de que, al obcecarse con un terrorismo en proceso de extinción como el etarra, España desperdicia unas energías que debería dedicar a combatir el terrorismo yihadista, que no sólo es la mayor amenaza para nuestra seguridad presente y futura, sino que ya ha causado (11-M) la mayor matanza criminal de nuestra reciente historia.

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Somos muchos los españoles -la mayoría a tenor de las encuestas- que desearíamos que el Gobierno pudiera negociar con ETA el final definitivo de sus actividades terroristas a cambio de dos o tres concesiones administrativas. Es una cuestión de sentido común. El interés y/o la ideología lleva, en cambio, a otros (los del raca-raca- raca con ETA) a desear que este tumor se prolongue indefinidamente.

ETA, más nombrada qeu Al Qaeda
Tras las vacaciones de Semana Santa se reanuda en Madrid el juicio del 11-M. Resulta ridículo y escandaloso que ETA, que nada tuvo que ver con esa barbarie, haya sido mucho más mentada en la primera fase de este juicio que Al Qaeda. Pues bien, voy a dar una exclusiva (no a ustedes, que ya lo saben, sino a ese Forrest Gump que sigue pidiendo que le cuenten lo que pasó en el ministerio del Interior cuando él era titular de ese departamento): el Señor X de los atentados del 11-M se llama Abú Abdulá y acaba de cumplir cincuenta años de edad.

España, objetivo del terrorismo yihadista
Fue Abu Abadlá, como llaman a Osama Bin Laden sus íntimos, quien designó explícitamente a España como un objetivo de las actividades terroristas del yihadismo a añadir a los ya existentes (Estados Unidos, Israel, Reino Unido y los países árabes gobernados por "tiranos corruptos y apóstatas"). Lo hizo en octubre de 2003. La cosa es conocida, ya lo sé, pero el ex ministro (en adelante, Cuéntame Lo Que Pasó) sigue sin enterarse.

Acabo de terminar Osama de cerca, la biografía del líder de Al Qaeda del periodista estadounidense Peter Bergen (editorial Debate). Es un libro extraordinario. Por la cantidad y la calidad de la información que contiene y porque se lee como una novela. Bergen, colaborador de CNN, The New York Times, The Washington Post y otros prestigiosos medios norteamericanos, es el mayor especialista occidental en Bin Laden, al que entrevistó personalmente en Afganistán en los años noventa.

Modus operandi
Una y otra vez, Bergen cuenta en su libro el modus operandi de Al Qaeda a partir del 11-S. Escondidos en alguna zona tribal de la larga y montañosas frontera entre Afganistán y Pakistán, Bin Laden y su lugarteniente Al Zahawiri designan los objetivos a los yihadistas internacionales a través de grabaciones de audio o video y de comunicados en Internet. A partir de ahí, "la planificación, la ejecución y el método de ataque son todos responsabilidades de los cabecillas que se encuentran en el terreno de operaciones" (pag. 335).

Atentados en Turquía, Madrid y Londres
"En octubre de 2003", escribe Bergen, "Bin Laden pidió la comisión de atentados contra los miembros de la coalición en Irak. A renglón seguido los terroristas atentaron contra un consulado británico en Turquía y contra medios de transporte llenos de personas que se dirigían a sus lugares de trabajo en Madrid y Londres" (pag. 474).

Informes orales
Jamás se encontrará un smoking gun que vincule a Bin Laden con los atentados de Madrid. Jaled Sheij Mohammed, en la actualidad detenido por Estados Unidos en un lugar sin revelar, fue probablemente el principal cerebro del operativo del 11-S. En una declaración a sus interrogadores desclasificada por Estados Unidos y citada por Bergen (páginas 536-537), Jaled Sheij Mohammed dice: "No entregamos informes escritos a nuestros superiores. Yo dirigí la operación del 11-S presentando sólo informes orales. (...) Al Qaeda no es un consejo de administración ni una sala de operaciones militares como las que ustedes conocen".

(Por supuesto, el pequeño Randolph Hearst riojano sabe perfectamente que el Señor X del 11-M es Bin Laden y que aquellos atentados los organizaron y ejecutaron yihadistas. El pequeño Randolph Hearst riojano es un tipo inteligente, mucho más inteligente que Cuéntame Lo Que Pasó. Lo suyo es sólo para vender periódicos... y para enredar).

Javier Valenzuela es periodista y escritor