2/7/07

¡La Gran Pregunta!

María José Zamora
La autora es psicóloga

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A pesar de que ya se han publicado algunos comentarios de prominentes personalidades sobre el libro: ¡La Gran Pregunta!; escrito por el nicaragüense Alfredo González Holmann; me atrevo a compartir los míos con el interés de sugerir la lectura de este libro, que, a criterio personal, debería de estar en todas las librerías y bibliotecas latinoamericanas. Sin palabras rebuscadas, reforzada con sabios refranes y frases de grandes pensadores e inteligentes políticos, esta seria y acuciosa investigación, posiblemente perturbadora para algunos grupos de poder, se hace amena y accesible para una amplia mayoría de lectores.
Este libro no solamente es un importante aporte antropológico para reflexionar sobre la identidad e idiosincrasia latinoamericana, sino también una invitación a promover el cambio de mentalidad necesario para dejar de ser países empobrecidos y endeudados; rehenes de gobiernos corruptos y dictaduras. ¿Por qué si Latinoamérica se independizó de España solamente entre 30 y 40 años después de que Estados Unidos se desvinculara de Inglaterra en 1776; la diferencia entre Norteamérica y Latinoamérica, en términos de desarrollo económico y humano, es tan abismal?; en este libro encontrará la respuesta.
González Holmann plantea que el ser humano para sobrevivir tiene que producir su alimento y es a través de la razón y el trabajo productivo que logra transformar la materia y beneficiarse de lo que le rodea. “Si un hombre (yo diría un país) escoge no pensar, pero sí sobrevivir, mediante imitación y repetición, como animal entrenado, de la rutina, de los sonidos y movimientos o pensamientos aprendidos de otros, nunca haciendo esfuerzo para entender su trabajo y entorno, se puede decir que su sobrevivencia es posible debido a quienes decidieron pensar y descubrir los movimientos que él está repitiendo”. Este concepto parece haber inspirado la portada del libro; que presenta un dibujo del caricaturista Manuel Guillén, en el que un chimpancé imita los movimientos de un hombre.
Es decepcionante reconocer que los países latinoamericanos, con contadas excepciones, no han tenido impacto en el desarrollo mundial. Son mínimos los inventos y aportes que los hispanoparlantes (incluida España) han entregado a la humanidad para su bienestar y desarrollo. De acuerdo con los datos presentados en este libro, los hispanoparlantes no han contribuido más del uno por ciento a las invenciones, descubrimientos científicos y aportes intelectuales de las corrientes del desarrollo mundial. Solamente en el campo de la literatura es que el aporte hispanoparlante tiene alguna presencia entre los años 1503 y 1916 con Gracilazo de la Vega, Pedro Calderón de la Barca, Miguel de Cervantes y Rubén Darío; y posteriormente y hasta el 2005 con diez escritores de habla hispana; “que por sus destacados aportes a la literatura fueron galardonados con el premio Nobel de Literatura. Según González Holmann: “El aporte dado a las letras constituye la contribución universal de los hispanos en el transcurso del tiempo”. Sin detrimento de lo anterior; la realidad es que; únicamente a través de la investigación y el arduo trabajo es que se crean los productos necesarios para obtener una mejor calidad de vida, mayores oportunidades y estabilidad económica. ¿No serán estos beneficios los que ansían y buscan quienes emigran de Latinoamérica hacia Estados Unidos y Canadá?
Mientras el resto de Europa se beneficiaba del ingenio de filósofos, economistas, pensadores, inventores e investigadores; España se sumía en la intolerancia religiosa y el fanatismo cruel de la Inquisición. En 1492 los reyes de España, Fernando II e Isabel, emiten el Decreto de la Alhambra: mediante el cual ordenaban la expulsión de judíos y musulmanes del territorio español y mandaban a quemar la inmensa biblioteca que se encontraba en el Palacio de la Alhambra; —encuentro que las semejanzas de esta oscura época, con ciertas disposiciones y actuaciones del actual Gobierno de Nicaragua, son francamente asombrosas —. La Inquisición duró 364 años; período en el cual ocurrió la colonización e independencia de Latinoamérica.
González Holmann, como parte de sus conclusiones, sostiene que: “los latinoamericanos venimos y hemos evolucionado de un sistema dictatorial político-religioso con conceptos errados hacia el trabajo, la investigación y la educación, en el cual la libertad humana no es considerada ni se respeta; no traemos en nuestra cultura experiencia de vida democrática, ni hemos tenido educación al respecto. Ambas —libertad y educación— son indispensables para el desarrollo humano. Es un sistema que va en contra de la propia naturaleza humana”. Por otra parte agrega: “…además, tenemos la fatal y perniciosa manía de echarle la culpa de nuestro subdesarrollo a otros”.
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La Prensa-Nicaragua/Opinión/02/07/2007

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