''Los jubilados viven sufriendo injusticias''
02/07/2007
Entrevista al ombudsman de la tercera edad, Eugenio Semino
Roxana Bavaro
Corresponsalía/Buenos Aires
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El 67 % de los jubilados cobra el haber mínimo; los medicamentos se incrementaron el 120 % y, desde 2001, el atraso de las remuneraciones del sector pasivo es del 95 %. El ombudsman de la tercera edad, Eugenio Semino, señala que las demoras de los jubilados para percibir sus haberes, los errores del Estado que llevan a una excesiva judicialización de sus demandas y la desactualización de los haberes "llevan a los mayores a la pobreza y a morirse esperando lo que les corresponde". Semino considera que los jubilados "fueron dejados de lado en las decisiones políticas" y reclama "un sistema de seguridad social previsible y sustentable".
- ¿Cómo calificaría la situación de los jubilados?
- Yo creo que es preocupante: en principio están absolutamente relegados los beneficios jubilatorios; de más está decir que el 67 % de los jubilados y pensionados cobran el haber mínimo -es decir 530 pesos- y esto, difiere bastante de su posibilidad de cubrir sus necesidades básicas. Aún, tomando índices oficiales estaría prácticamente en el doble.
- Pero no es la única situación de gravedad
- A esto hay que añadir que sus gastos cotidianos fueron aumentando y tuvieron mucha incidencia porcentual sobre los haberes; por ejemplo, el pago de servicios, o cuestiones que hoy se hacen notar como las expensas comunes en los sectores medios. Y el otro tema, es el de la alimentación y los medicamentos.
- Los jubilados no pueden acompañar el aumento del costo de vida
- No, inclusive en algunos segmentos como el de medicamentos donde la tasa de consumo en el adulto mayor es muy alta, en los últimos tres años aumentaron un 120 %. Por lo cual, aún, comprándolo con el descuento de obra social y sin considerar alguna patología aguda, se usa entre 100 y 200 pesos sólo en medicamentos. Y esto es muy significativo.
- ¿Cree que hubo esfuerzos suficientes para mejorar la situación de los jubilados que ganan la jubilación mínima?
- En realidad hubo nueve aumentos sobre la mínima. En términos nominales se supone que hubo una mejoría, pero en términos de la economía real, del jubilado, esto no se nota.
- De hecho, una gran parte de las personas de la tercera edad están en situación de pobreza
- Así es. La situación de deterioro sobre el haber jubilatorio se viene produciendo desde hace muchos años pero sobre todo desde 1994 hasta ahora. Ocurre que es acumulativo: mientras no haya un shock distributivo que mejore el haber sustancialmente, cualquier incremento queda absorbido por el aumento en la calidad de vida antes de llegar al bolsillo del jubilado. Otro fenómeno negativo es que los aumentos de jubilación mínima achataron la pirámide, por lo cual, son muchos más los que cobran menos y menos; los que no cobran de acuerdo con sus aportes históricos.
- ¿Qué pasa con el sector que hace más de una década no tiene recomposición en los haberes?
- Los jubilados que perciben más de mil pesos recibieron un solo aumento del 13 % en los últimos 13 años. Por lo cual, el desfase es monstruoso; se lo estima, entre 2001 y 2006, en el orden del 95 %.
- ¿Cuál es el destino de las demandas judiciales que se inician en la ANSES?
- La justicia sigue siendo absolutamente tardía; son juicios que tardaron más de una década en la mayoría de los casos y más allá de haberse derogado el artículo 59 que era el que obligaba a la ANSES a apelar todo tipo de sentencia de instancia inferior, se siguen apelando; en consecuencia, la demora sigue siendo agobiante. Y a esto hay que sumarle que una vez firme la sentencia y ordenada la liquidación, la ANSES no la paga. Hay otra demora. Por lo cual, es injusticia sobre injusticia. Y, en realidad, esta judicialización -por incumplimiento del Estado en todos los casos- llevó a la aberración de que los jubilados se mueran en la espera.
- Es un panorama desalentador
- Los actuales atrasos en la liquidación de jubilación ordinaria -quienes tienen cumplida la edad y los años de servicio- que están en una demora de más de un año en realidad, obedecen a que están financiando a las liquidaciones que entraron al sistema por vía de moratoria, que son inmediatas.
- ¿Dónde está la solución definitiva?
- La solución está en hacer un sistema de seguridad social justo que tenga previsibilidad hacia el futuro, y sustentabilidad cierta.
- ¿Es posible llegar a eso en la realidad actual?
- Es un tema desatendido por el sistema político. Creo que es una necesidad imperiosa pero parece que los políticos no lo piensan como tal.
Perfil
Abogado, defensor del Pueblo de la Tercer Edad -En Buenos Aires y en Latinoamérica-, especializado en derecho de los adultos mayores y autor de numerosos artículos e investigaciones. En uno de ellos, denominado "Para evitar el gerontocidio" sostiene: "Precisamente en Latinoamérica se ha gestado el falso paradigma de que el viejo constituye el 'sobrante' en el mercado laboral, un residuo que, supuestamente, no es requerido en términos de consumo. Las políticas que en consecuencia se generan no se dirigen ni a prolongar su vida ni a brindarle la calidad que ésta requiere. Más aún, tenderán a que muera lo antes posible. Pero, a la vez, en esa etapa degradada de su existencia, desde algunas franjas del mercado se intenta sacar al viejo la mayor utilidad posible. Así, mientras se le paga una jubilación que por lo general no supera el 25 o 30 % de la cobertura de una canasta básica (y que en muchos casos es aún menor), se estructuran los grandes negocios montados sobre los falsos paradigmas del viejo enfermo, del viejo como deshecho del mercado: el negocio del medicamento".
-El 67 % de los jubilados cobra el haber mínimo; los medicamentos se incrementaron el 120 % y, desde 2001, el atraso de las remuneraciones del sector pasivo es del 95 %. El ombudsman de la tercera edad, Eugenio Semino, señala que las demoras de los jubilados para percibir sus haberes, los errores del Estado que llevan a una excesiva judicialización de sus demandas y la desactualización de los haberes "llevan a los mayores a la pobreza y a morirse esperando lo que les corresponde". Semino considera que los jubilados "fueron dejados de lado en las decisiones políticas" y reclama "un sistema de seguridad social previsible y sustentable".
- ¿Cómo calificaría la situación de los jubilados?
- Yo creo que es preocupante: en principio están absolutamente relegados los beneficios jubilatorios; de más está decir que el 67 % de los jubilados y pensionados cobran el haber mínimo -es decir 530 pesos- y esto, difiere bastante de su posibilidad de cubrir sus necesidades básicas. Aún, tomando índices oficiales estaría prácticamente en el doble.
- Pero no es la única situación de gravedad
- A esto hay que añadir que sus gastos cotidianos fueron aumentando y tuvieron mucha incidencia porcentual sobre los haberes; por ejemplo, el pago de servicios, o cuestiones que hoy se hacen notar como las expensas comunes en los sectores medios. Y el otro tema, es el de la alimentación y los medicamentos.
- Los jubilados no pueden acompañar el aumento del costo de vida
- No, inclusive en algunos segmentos como el de medicamentos donde la tasa de consumo en el adulto mayor es muy alta, en los últimos tres años aumentaron un 120 %. Por lo cual, aún, comprándolo con el descuento de obra social y sin considerar alguna patología aguda, se usa entre 100 y 200 pesos sólo en medicamentos. Y esto es muy significativo.
- ¿Cree que hubo esfuerzos suficientes para mejorar la situación de los jubilados que ganan la jubilación mínima?
- En realidad hubo nueve aumentos sobre la mínima. En términos nominales se supone que hubo una mejoría, pero en términos de la economía real, del jubilado, esto no se nota.
- De hecho, una gran parte de las personas de la tercera edad están en situación de pobreza
- Así es. La situación de deterioro sobre el haber jubilatorio se viene produciendo desde hace muchos años pero sobre todo desde 1994 hasta ahora. Ocurre que es acumulativo: mientras no haya un shock distributivo que mejore el haber sustancialmente, cualquier incremento queda absorbido por el aumento en la calidad de vida antes de llegar al bolsillo del jubilado. Otro fenómeno negativo es que los aumentos de jubilación mínima achataron la pirámide, por lo cual, son muchos más los que cobran menos y menos; los que no cobran de acuerdo con sus aportes históricos.
- ¿Qué pasa con el sector que hace más de una década no tiene recomposición en los haberes?
- Los jubilados que perciben más de mil pesos recibieron un solo aumento del 13 % en los últimos 13 años. Por lo cual, el desfase es monstruoso; se lo estima, entre 2001 y 2006, en el orden del 95 %.
- ¿Cuál es el destino de las demandas judiciales que se inician en la ANSES?
- La justicia sigue siendo absolutamente tardía; son juicios que tardaron más de una década en la mayoría de los casos y más allá de haberse derogado el artículo 59 que era el que obligaba a la ANSES a apelar todo tipo de sentencia de instancia inferior, se siguen apelando; en consecuencia, la demora sigue siendo agobiante. Y a esto hay que sumarle que una vez firme la sentencia y ordenada la liquidación, la ANSES no la paga. Hay otra demora. Por lo cual, es injusticia sobre injusticia. Y, en realidad, esta judicialización -por incumplimiento del Estado en todos los casos- llevó a la aberración de que los jubilados se mueran en la espera.
- Es un panorama desalentador
- Los actuales atrasos en la liquidación de jubilación ordinaria -quienes tienen cumplida la edad y los años de servicio- que están en una demora de más de un año en realidad, obedecen a que están financiando a las liquidaciones que entraron al sistema por vía de moratoria, que son inmediatas.
- ¿Dónde está la solución definitiva?
- La solución está en hacer un sistema de seguridad social justo que tenga previsibilidad hacia el futuro, y sustentabilidad cierta.
- ¿Es posible llegar a eso en la realidad actual?
- Es un tema desatendido por el sistema político. Creo que es una necesidad imperiosa pero parece que los políticos no lo piensan como tal.
Perfil
Abogado, defensor del Pueblo de la Tercer Edad -En Buenos Aires y en Latinoamérica-, especializado en derecho de los adultos mayores y autor de numerosos artículos e investigaciones. En uno de ellos, denominado "Para evitar el gerontocidio" sostiene: "Precisamente en Latinoamérica se ha gestado el falso paradigma de que el viejo constituye el 'sobrante' en el mercado laboral, un residuo que, supuestamente, no es requerido en términos de consumo. Las políticas que en consecuencia se generan no se dirigen ni a prolongar su vida ni a brindarle la calidad que ésta requiere. Más aún, tenderán a que muera lo antes posible. Pero, a la vez, en esa etapa degradada de su existencia, desde algunas franjas del mercado se intenta sacar al viejo la mayor utilidad posible. Así, mientras se le paga una jubilación que por lo general no supera el 25 o 30 % de la cobertura de una canasta básica (y que en muchos casos es aún menor), se estructuran los grandes negocios montados sobre los falsos paradigmas del viejo enfermo, del viejo como deshecho del mercado: el negocio del medicamento".
El Tribuno-Salta (Argentina)/Portada
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