"Éxito" de la misión en Líbano a pesar de las amenazas, cree su comandante
NAQURA-Libano (AFP) La fuerza de paz de la ONU en Líbano, un año después de la guerra del Hezbolá e Israel, está cumpliendo con "éxito" su misión pese a la amenaza tras el atentado que mató a tres soldados españoles y tres colombianos, según su comandante, el general italiano Claudio Graziano.
"Yo describiría esta misión, hasta el momento, como un éxito", declaró el general Graziano en una entrevista con la AFP en su cuartel general de Naqura, cercano a la frontera israelí en la costa mediterránea.
"Este año fue sin duda el más pacífico de la historia entre Israel y Líbano", añadió el comandante de la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (FINUL), una misión de paz desplegada en el sur del país desde 1978 pero cuyo mandato y efectivos fueron ampliados radicalmente tras el conflicto que se desató el 12 de julio del 2006.
Desde que concluyeron los combates, el 14 de agosto, el ejército libanés se desplegó a lo largo de la frontera con Israel por primera vez en varios decenios. La FINUL no reseñó ningún incidente grave entre la milicia chiita del Hezbolá e Israel, y la economía de la zona se mejoró, destaca el general.
A pesar de esos logros hay preocupaciones recientes: el mes pasado, militantes en principio ajenos al Hezbolá lanzaron cohetes contra el norte de Israel y, sobre todo, un atentado con coche bomba el 24 de junio mató a seis cascos azules del contingente español, tres de ellos colombianos.
El Hezbolá negó estar detrás de ese ataque, que las autoridades libanesas atribuyeron a militantes sunitas y que, según Graziano, ante todo pretendía desestabilizar Líbano.
"Nuestro nivel de seguridad es ya bastante elevado (...) Sean cuales sean las medidas que se tomen, se pueden limitar estos ataques pero jamás impedirlos (...) incluso con la mejor dotación militar", estimó el comandante de la FINUL.
"Podemos esperar que este tipo de atentado se produzca de nuevo", a pesar del refuerzo de la seguridad y de la cooperación con las tropas libanesas, precisó el oficial italiano, de 53 años, que participó en misiones en Mozambique y Afganistán.
La FINUL estará completa a finales de julio, con unos 13.500 efectivos desplegados al sur del río Litani, frontera natural del Líbano sur.
Según, Graziano, cuyo país aporta el mayor número de soldados, 2.500, la reducción de la fuerza debe ser posible dentro de tres años.
Además, el general se dijo "impresionado" por el "campo de batalla tan bien preparado" que dejó el Hezbolá y dijo comprender la inquietud que suscita del otro lado de la frontera ver ondeando las banderas amarillas de la milicia chiita.
Pero, "Hezbolá es parte del acuerdo", recuerda Graziano al referirse a la resolución 1701 del Consejo de Seguridad que permitió poner fin a los combates sin exigir el desarme del grupo.
hc/sg/sla/mvm/jz
"Yo describiría esta misión, hasta el momento, como un éxito", declaró el general Graziano en una entrevista con la AFP en su cuartel general de Naqura, cercano a la frontera israelí en la costa mediterránea.
"Este año fue sin duda el más pacífico de la historia entre Israel y Líbano", añadió el comandante de la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (FINUL), una misión de paz desplegada en el sur del país desde 1978 pero cuyo mandato y efectivos fueron ampliados radicalmente tras el conflicto que se desató el 12 de julio del 2006.
Desde que concluyeron los combates, el 14 de agosto, el ejército libanés se desplegó a lo largo de la frontera con Israel por primera vez en varios decenios. La FINUL no reseñó ningún incidente grave entre la milicia chiita del Hezbolá e Israel, y la economía de la zona se mejoró, destaca el general.
A pesar de esos logros hay preocupaciones recientes: el mes pasado, militantes en principio ajenos al Hezbolá lanzaron cohetes contra el norte de Israel y, sobre todo, un atentado con coche bomba el 24 de junio mató a seis cascos azules del contingente español, tres de ellos colombianos.
El Hezbolá negó estar detrás de ese ataque, que las autoridades libanesas atribuyeron a militantes sunitas y que, según Graziano, ante todo pretendía desestabilizar Líbano.
"Nuestro nivel de seguridad es ya bastante elevado (...) Sean cuales sean las medidas que se tomen, se pueden limitar estos ataques pero jamás impedirlos (...) incluso con la mejor dotación militar", estimó el comandante de la FINUL.
"Podemos esperar que este tipo de atentado se produzca de nuevo", a pesar del refuerzo de la seguridad y de la cooperación con las tropas libanesas, precisó el oficial italiano, de 53 años, que participó en misiones en Mozambique y Afganistán.
La FINUL estará completa a finales de julio, con unos 13.500 efectivos desplegados al sur del río Litani, frontera natural del Líbano sur.
Según, Graziano, cuyo país aporta el mayor número de soldados, 2.500, la reducción de la fuerza debe ser posible dentro de tres años.
Además, el general se dijo "impresionado" por el "campo de batalla tan bien preparado" que dejó el Hezbolá y dijo comprender la inquietud que suscita del otro lado de la frontera ver ondeando las banderas amarillas de la milicia chiita.
Pero, "Hezbolá es parte del acuerdo", recuerda Graziano al referirse a la resolución 1701 del Consejo de Seguridad que permitió poner fin a los combates sin exigir el desarme del grupo.
hc/sg/sla/mvm/jz
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Univisión-USA/Noticias/11/07/2007
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