18/7/07

UNA GUERRA Y UN AÑO MAS

Samuel Hadas*
Especial para AJN.-Los israelíes deberíamos contar las décadas de nuestra historia por las guerras. Cada una trajo la suya: los cuarenta, la guerra de Independencia; los cincuenta, la operación Sinai; los sesenta, la guerra de los Seis Días; los setenta, la de Yom Kipur (entre una y otra tuvimos la de ¨desgaste¨); los ochenta, la primera guerra del Líbano; en los noventa tuvimos la primera intifada. La primera década del siglo XXI nos deparó la segunda intifada y un año atrás, la llamada segunda guerra del Líbano, en realidad la primera guerra Israel-Hezboláh.
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Al cumplirse un año de esta guerra, en artículo publicado ayer, miércoles, en Yediot Aharonot, el prestigioso escritor israelí A.B.Yehoshua escribe que ¨un año atrás, el 12 de julio, Hezboláh -la organización militar que aboga por la destrucción de Israel- lanzó un ataque desde la frontera internacional, matando a ocho soldados y secuestrando dos, seguido de un masivo lanzamiento de cohetes a lo largo de toda la frontera. La respuesta israelí al ataque -agrega Yehoshua- fué moralmente justa, y así es como fué percibida por muchos en el mundo, incluso en el mundo árabe. Es cierto que pese a esta justificación, se prolongó mucho más de lo debido revelando no pocas debilidades tanto en el ejército como en la fortaleza del frente civil¨.Un significativo diálogo se produjo aquél día entre la ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Zipi Livni y el entonces comandante en jefe de las fuerzas armadas, el general Dan Halutz, recogido en el libro sobre la segunda guerra del Líbano, Rehenes en Líbano, de los periodistas israelíes Ofer Shelah e Ioav Limor (el diálogo tuvo lugar durante la sesión del gabinete, el 12 de julio, en la que se decidió autorizar la operación de represalia contra la organización fundamentalista Hezboláh: A la pregunta de Livni ¿Cuánto tiempo se requiere para su ejecución? Halutz responde: Cuatro horas. Aquí tercia el primer ministro Ehud Olmert: ¡Esta noche se acaba! Livni: tengo mañana un almuerzo con un importantísimo diplomático, ¿se acabará hasta entonces? Enfáticamente, Halutz responde: ¡Se acabará hasta entonce! Lo demás es historia: la segunda guerra del Líbano, la más prolongada en los anales de la historia de Israel desde la guerra de Independencia en 1948 duró 34 días y sus ondas expansivas se sienten hasta el día de hoy. Bautizada así solo recientemente (los israelíes no encontraron nombre más acertado a la guerra con Hezboláh) Sus ondas expansivas se sienten en Oriente Medio hasta nuestros días. La guerra, que costó la vida de más de mil libaneses y 160 israelíes, motivó la intervención del Consejo de Seguridad de la ONU que adoptó la resolución 1701, cuyo principal componente ha sido la decisión de desplegar en el sur del Líbano una importante fuerza internacional. Un año después, en la frontera libanesa-israelí, de la que fué desplazado Hezboláh, por lo menos temporariamente, reina la calma. Pero lo que la ONU no ha podido implementar hasta el día de hoy ha sido su decisión de impedir el envío de armas a las milicias de Hezboláh, que rearmada hasta los dientes por Siria e Irán, han atiborrado sus arsenales con sofisticados misiles de mediano alcance, armas antiaéreas y antitanques y miles de cohetes Katyusha. En opinión de los expertos su equipo bélico supera actualmente el que poseía en víspera de la guerra con Israel. El ejército libanés ni sueña poseer algunas de las sofisticadas armas de Hezboláh que Hezboláh exhibe actualmente.Los israelíes vivimos hasta el día de hoy el trauma de la guerra, sobre todo por la actuación del gobierno, que reaccionó a la provocación de Hezboláh precipitadamente, sin una estrategia clara, sin una preparación militar adecuada y conduciendo una ¨operación¨ que debió concluir, según sus responsables, en 24 o 48 horas, con una increíble torpeza. La profunda crisis política, por el momento sin viso de solución, ha creado lo que algún comentarista llamó un estado de ¨depresión colectiva¨. La opinión pública espera ansiosa el dictámen final de la Comisión Winograd que investigó la guerra. Su informe interino, publicado semanas atrás, que se ocupa de los cinco primeros días de la guerra, responsabiliza en su informe interino al primer ministro Ehud Olmert de gruesos errores en las decisiones del gobierno concernientes tanto a la apertura de la guerra como a su conducción. En opinión de expertos militares, los principales errores en la conducción de la guerra se produjeron en los últimos días, por lo que se espera que el informe final sea aún más duro. El primer ministro sigue aferrándose a su poltrona y el tema prioritario de su agenda es su supervivencia política. Algunos analistas preveen que el informe final de la Comisión podría obligar a Olmert a renunciar cediendo la jefatura de la coalición gubernamental a otro miembro de su partido (que podría ser la Ministro de Asuntos Exteriores Tzipi Livni) o llamar a elecciones anticipadas. Esto podría suceder en el próximo mes de octubre.Mientras, la situación en el Líbano se agravó notablemente, como resultado de la parálisis institucional y la angustiosa crisis política que vive. Hezboláh se ha hecho con la llave de la estabilidad del fracturado País de los Cedros, que se encamina hacia una nueva guerra civil, si la comunidad internacional no logra impedirla. Las tensiones políticas han inflamado las tensiones sectarias y la devastación que asola Irak podría llegar al Líbano. La crisis interna, detrás de la cual se encuentran los regímenes de Teherán y Damasco, ha sido desatada por Hezboláh, cuya popularidad en la calle chií se acrecentó como resultado de su ¨victoria divina¨, en un intento de hacerse con el poder. Los asesinatos de prominentes líderes políticos cristianos, los atentados terroristas en los barrios cristianos de Beirut, las actuaciones de organizaciones terroristas fundamentalistas de la escuela de Al Qaeda, como Fatah al Islam, instigada desde Damasco, no solo buscan derrocar al ¨títere de Occidente¨, el `primer ministro Fuad Siniora, sino modificar en favor de los chiíes el delicado balance político interno. Las elecciones presidenciales de septiembre próximo (en el Parlamento) que dividen a las fuerzas políticas podrían constituirse en detonante del próximo estallido de violencia. Las fuerzas reformistas anti-sirias (apoyadas abiertamente por Estados Unidos y la Unión Europea) no tienen, por el momento, la intención de ceder a las presiones de Hezboláh y sus aliados libaneses, como los cristianos de Michel Aoun así como sus protectores de más allá de sus fronteras, que insisten en desestabilizar el Líbano, entre otras cosas para impedir el funcionamiento del tribunal internacional para juzgar a los asesinos del ex primer ministro Hariri. Pero la violencia podría precipitarse mucho antes. Según una agencia informativa libanesa, Siria ha llamado a sus ciudadanos a evacuar Líbano, señalando que ¨en los últimos días medios de comunicación árabes e iraníes advirtieron sobre la posibilidad de que ello podría suceder después del 15 de este mes¨. También en el plano regional se registran profundos cambios. La guerra ha causado una conmoción política en el mundo árabe que dió orígen al nacimiento del así llamado ¨cuarteto de los países árabes moderados¨, Arabia Saudí, Egipto, Jordania y los Emiratos del Golfo. Estos y otros países de mayoría sunita se sienten amenazados por los nada ocultos designios hegemónicos de Irán, expuestos en Líbano con la instrumentalización de Hezboláh, con su abierta intervención en la cada vez más aguda crisis interna de Irak, donde asiste a los sectores chiíes que sirvan a los intereses de Teherán y sus intentos de desestabilización en países de mayoría sunita a través de la movilización de grupos chiíes y apoyo a grupos subversivos. Pero, sobre todo, por su imparable carrera armamentista nuclear. La Liga Arabe ha modificado sustancialmente su posición frente a Israel, país al que ha ofrecido un plan de paz que aunque algunos de sus componentes más problemáticos han sido rechazados por el gobierno israelí, ha sido recibido positivamente, lo que crea nuevas oportunidades de diálogo con los países árabes. Precisamente este mes, por vez primera en la historia del conflicto árabe-israelí, una delegación de la Liga visitará Israel para ¨conducir los necesarios contactos¨. Aunque, sobra decirlo, poco podrá avanzarse en un futuro previsible como resultado del brutal putsch en Gaza del fanático movimiento terrorista Hamas, otro de los clientes de Teherán (y de Damasco, santuario de su liderazgo más radical). La sombra de una nueva media luna, la media luna chií se proyecta sobre Oriente Medio, acaba de señalar el rey jordano Abdallah II. Pero, aunque parezca paradójico, de la nueva situación creada por la guerra del verano pasado podrían surgir sin embargo nuevas y positivas perspectivas, destacan algunos de los analistas israelíes y occidentales más autorizados. Nuevas acciones diplomáticas a nivel regional y, sobre todo, internacional, podrían aislar a Teherán y Damasco, limitando sus maquinaciones, así como neutralizar a sus protegidos Hezboláh y Hamás. El tiempo solo juega en favor de los radicales y fanáticos que han hecho del terrorismo la principal amenaza que enfrenta Oriente Medio (y no solamente esta región).La renovada actividad diplomática en los últimos días del Cuarteto para Oriente Medio y, sobre todo, de Estados Unidos y la Unión Europea, permite suponer que algo positivo podría suceder, por lo menos en lo que respecta al conflicto palestino-israelí, en el que se han volcado los esfuerzos del Cuarteto. Se hace necesaria una nueva política para la región por parte de una comunidad internacional (léase, el Cuarteto encabezado por Estados Unidos) más comprometida, una nueva Hoja de Ruta que fortalezca el gobierno libanés y el gobierno palestino del presidente Mahmoud Abbas; un cambio de la política de la potencia ocupante en Irak; un gobierno israelí en condiciones de asumir iniciativas; la adopción de políticas más realistas por parte de los gobiernos del ¨cuarteto árabe¨ regional. Como siempre en esta parte del mundo, tendremos que preguntarnos cuanto tiempo más deberá transcurrir hasta que se comience a actuar racionalmente. Cosa que generalmente solo ocurre después de agotado el inventario de errores.
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*Analista diplomatico.Primer Embajador de Israel en España y ante la Santa Sede
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Itón Gadol-Argentina/HOME/18/07/2007

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