4/9/07

La isla más occidental de las Antillas Menores tiene una historia postcolonial caracterizada por una gran estabilidad política y un crecimiento económico estable. El país obtuvo la independencia en 1966, y aunque siga formando parte de la Commonwealth, en el 2006 llevó a cabo reformas constitucionales para obtener la autonomía institucional de Gran Bretaña, con las miras puestas en realizar una integración regional basada en afinidades culturales y económicas comunes al resto de países del Caribe.
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Alberto Grossetti
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La integración regional

Para hablar de Barbados es necesario prestar atención al contexto geográfico en el que se encuentra, es decir al conjunto del Caribe, que durante los últimos años ha dado un fuerte impulso al proceso de integración regional. Este proceso fue puesto en marcha en el 1973 con el nacimiento de la Caricom (Caribbean Community), que tenía la función de fomentar, dentro de una estructura institucional, las relaciones entre países de reciente independencia para favorecer la adquisición de las capacidades y competencias necesarias para poner en marcha un desarrollo autónomo. Otro paso más en este sentido se dio el 1 de enero del 2006, cuando entró formalmente en vigor el CARICOM Single Market and Economy (CSME). El objetivo fue crear simultáneamente una unión de aduanas y una zona de libre intercambio, en cuyo seno se facilitase y promoviera el libre movimiento de bienes y servicios, de capitales y de mano de obra para promover un crecimiento económico homogéneo y estable. Con este fin los distintos gobiernos han elaborado una normativa común: a nivel legislativo, liberalización y privatización de los sectores productivos, la convergencia y la coordinación de las políticas económicas, fiscales y monetarias. El plazo fijado para la finalización de las labores son los últimos meses del 2008, pero una previsión más realista impone mayor cautela, teniendo en cuenta los retrasos para la ampliación en casi todos los países, como ha señalado recientemente el gobierno de Santa Lucía. La lentitud de los trabajos se debe a la dificultad de redefinir su estructura económica y de adaptarla a las exigencias impuestas por un mercado común sin perder el apoyo y la aprobación de los ciudadanos.

Las liberalizaciones y privatizaciones tienen como finalidad última la eliminación de los sectores económicos ineficientes. Éstos merman las arcas del estado y afectan a los ciudadanos en términos de precios no competitivos y desde la perspectiva de una zona de libre intercambio que pretende ser competitivo a nivel mundial, representan un obstáculo para la competitividad y para el crecimiento. No hay que olvidar las consecuencias sociales que dicha tarea puede comportar, como la pérdida de puestos de trabajo y la dificultad para crear nuevos a corto plazo. La tasa media de paro en los países del Caribe supera al 10% y, junto al problema de la criminalidad, representa el principal motivo de descontento entre la población. Para esto se ha creado una mesa de trabajo de la que forman parte sindicatos, empresarios y el gobierno de Bridgetown, que tratan de hacer frente a las cuestiones que derivan del nuevo contexto económico y dar una respuesta coordinada y conjunta por parte de todos los elementos sociales implicados en el proceso de integración regional.

El objetivo a largo plazo de la CARICOM es la creación de una identidad caribeña común, a la que consideran necesaria para obtener peso político y económico y competir a nivel mundial. Está en proceso la elaboración de una línea política común, que tendrá que conferir a los países del CARICOM la fuerza necesaria para presentarse en los foros económicos mundiales como una unidad y bajo una sola voz.

Los líderes del Caribe son conscientes de que una apertura incondicional a la competición con países ya desarrollados podría tener repercusiones socioeconómicas negativas, como atestigua la reciente experiencia de algunos países centroamericanos pertenecientes al CAFTA (Central America Free Trade Area). Será importante seguir la evolución de las relaciones con los estados de los que procede la mayor parte de las ayudas al desarrollo y la asistencia técnica aparte de socios comerciales, es decir, la UE y EEUU. Se ha acusado a estos de apoyar la integración de la economía caribeña a nivel mundial para poder sacar ventaja a través de políticas de competencia desleal, como los cuantiosas subvenciones agrícolas, que dan ventaja a los agricultores europeos y norteamericanos, generando una rebaja de los precios mundiales que perjudica a los países subdesarrollados, que se caracterizan por una economía principalmente agrícola.

Algunos analistas consideran que tras la creciente influencia que están ejerciendo en el continente americano algunos gobiernos no gratos para la administración Bush, como China y Venezuela, la posición estadounidense podría pasar a ser complaciente y dispuesta a responder a las exigencias de los países en los que la influencia de Pekín y Caracas se hace mayor, otorgándoles más concesiones tanto a nivel económico como político. Si éste es uno de los posibles escenarios en que podrían llevarse a cabo las relaciones CARICOM-USA, también es cierto que no aceptarán “compromisos a la baja” a nivel internacional, especialmente para los sectores productivos internos, pero para esto será necesario desarrollar primero una economía integrada y capaz de mantener un crecimiento estable y menos sujeto a los factores externos.

La situación económica

Aparte de las perspectivas de crecimiento de la integración regional, Barbados puede contar con una sólida economía interna. En el 2006 el PIB aumentó en un 6%, de modo que el PIB per cápita, alcanzando los 17.000 dólares, es el mayor de la zona y a nivel mundial de coloca en el 40º puesto de 182. Junto al financiero, el sector responsable del crecimiento es el turismo, que representa más del 12% del producto interior bruto y goza de buenas perspectivas de desarrollo: en el 2006 hubo un aumento de los beneficios del 2,7%, y el porcentaje podría aumentar este año gracias a la Cricket World Cup celebrada la primavera pasada en los países del Caribe. Se estima que el turismo, junto al sector transportes, registrará anualmente hasta el 2012 tasas de crecimiento cercanas al 4%. Barbados goza además de una situación interna exenta de los problemas habituales que sufren sus vecinos (la corrupción, el crimen organizado que controla el narcotráfico, tensiones étnicas), con indicadores sociales más que favorables (31º lugar en el Human Development Index) y con una estabilidad política consolidada. Estos factores han hecho del país la principal meta turística del archipiélago. La actuación económica está estrechamente ligada a la configuración institucional, y Barbados presenta un sistema estatal seguro para las inversiones.

La tradición parlamentaria basada en la alternancia inaugurada durante la Commonwealth ha permitido que en el período posterior a la independencia se dieran cambios de poder pacíficos. Desde el 1994 el desarrollo del país está en manos del primer ministro Owen Arthur, del Barbados Labor Party (BLP), con mayoría en el parlamento. Las próximas elecciones se celebrarán en abril del 2008, pero nada impide pensar que volverá a ganar Arthur, dados los progresos que el país ha llevado a cabo bajo su guía.

Sin embargo cabe destacar las preocupaciones con respecto a una condición macroeconómica crítica: la deuda pública alcanza el 80% del PIB, y la balanza comercial presenta un 12% negativo. Estos son problemas habituales en las islas pequeñas, obligadas a importar mucho más de lo que exportan debido a los obstáculos que supone la falta de capital físico (tierras y mano de obra), y están igualmente presentes en el resto de países del caribe. Un remedio posible, ya sugerido en ámbito del CARICOM, es estimular las fusiones y las asociaciones para aprovechar las economías de escala derivadas de un tejido productivo basado en empresas de mayores dimensiones, que adquiriría de modo competitivo. El saldo comercial negativo ha empeorado a causa del aumento de la demanda interna, dirigida principalmente a las importaciones, y estimulada por el crecimiento económico. La casi total ausencia de recursos energéticos y la necesidad de mantener dicho crecimiento han aumentado la dependencia del petróleo, cuyo alto precio internacional ha afectadoa las arcas públicas. En un futuro próximo se prevé una disminución significativa de los ingresos fiscales por la entrada en vigor del CSME y la consecuente eliminación de los impuestos en las aduanas.Una fuerte política monetaria, el aumento de los tipos de interés y de los impuestos y la disminución del gasto público resolverían las cuentas estatales y evitarían la inflación, tal y como recomienda el FMI, pero eso implicaría interrumpir el crecimiento económico. Una posible solución sería el ajuste estructural gradual y progresivo, sin afectar a los fundamentos que han permitido el reciente desarrollo económico, o sea, el aumento de la demanda agregada.

Otros temores proceden de la posición geográfica de las islas, sujetas a peligros naturales como tornados, huracanes y tormentas tropicales. El último fue el huracán Dean, que con sus 230 km/h de media ha dejado una estela de muerte y destrucción tras de sí. El huracán ha afectado sólo a las costas de Barbados, sin provocar víctimas, pero la preocupación de las autoridades del gobierno concierne a los ciudadanos que se encuentran en los países vecinos por trabajo o vacaciones. Además el miedo ha llevado a muchos turistas estadounidenses y europeos a abandonar la isla, que testimonia cómo el turismo es una gran oportunidad de desarrollo para los países caribeños pero está muy sujeta a las variables climáticas, haciendo necesarias políticas dirigidas a diversificar las actividades económicas para evitar la dependencia de una única fuente de ingresos.

Conclusiones

Barbados está viviendo un periodo de progreso económico gracias a un clima social tranquilo que ha permitido el crecimiento del turismo, sector principal de la economía isleña. No obstante, derivan varias dudas de una situación de una balanza pública crítica, que podría comprometer la continuidad del crecimiento creando inestabilidad financiera y haciendo que el país sea aún más sensible al contexto internacional.El futuro de Barbados está relacionado con el desarrollo del proceso de integración regional caribeña que ofrece buenas perspectivas de refuerzo económico y que podría adquirir relevancia geopolítica en el continente americano.
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Equilibri.net - Italy/04/09/2007

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