PARA ESCARBAR...LQ somos.
África, pecado de Europa
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Luis de Sebastián
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África, pecado de Europa, es el último libro que Luis de Sebastián ha publicado hasta el momento. A primera vista puede parecernos que nos encontramos ante una historia económica y social de África. Pero su lectura nos descubre que no es así. Se trata de una exposición espléndida y documentada de la actuación europea en el continente Africano. Por lo tanto, el libro trata de nuestra propia historia.
El primer capítulo se inicia en la Edad Moderna, ya que es entonces cuando empieza la intervención europea en África. En un primer momento serán los portugueses, con una conducta y unas intenciones similares a las que España tenía en América. Pero pronto se incorporarán otras potencias europeas.
Es aterrador el segundo capítulo del libro dedicado al tráfico de esclavos a lo largo de diversos siglos por "negreros" de países cristianos europeos y también de países musulmanes. Se arrancó del continente africano a un tercio de su población y se llenó de armamento. En este episodio cruel de la historia africana, el imperio español tuvo un papel destacado.
Antes de 1860, los europeos únicamente conocían las zonas de África próximas al litoral. A partir de esta fecha se inicia la carrera para conseguir nuevos territorios, y las potencias europeas se dividen prácticamente todo el continente. Después vino la conquista sobre el terreno. La diferencia militar fue notaría y la desigualdad comportó el exterminio de una gran parte de los combatientes africanos.
La actividad colonial de las potencias europeas no fue homogénea, pero en todos los casos, la población africana salió perjudicada. Facilitar nuevos territorios para poder colocar excedentes de población europea, extraer recursos mineros, sacar provecho de la agricultura y disponer de mano de obra barata, serían algunas de los hitos que los europeos persiguieron en África. Esta conducta se intentó justificar recurriendo a teorías racistas.
El caso más escandaloso es seguramente el del Congo, que fue propiedad del emperador Leopoldo II, hasta 1907. El Congo fue expoliado recurriendo a los métodos más brutales que uno se puede imaginar. En 1907, el Emperador, semiarruinado, vendió el territorio al Estado pasando a llamarse el Congo Belga.
La presencia europea también tuvo una vertiente supuestamente "civilizadora". Pero ni la sanidad ni la educación llegaron a la gran mayoría de la población. Se conformó una sociedad dual con una elite reducida más o menos culta y con una gran mayoría analfabeta e indefensa.
Cuando los africanos se hicieron independientes no tenían casi nada y su sociedad estaba muy mal organizada. La guerra fría tambe les hizo algunas malas jugadas. LA CIA intervino llegando incluso a asesinar a líderes políticos africanos.
La palabra pecado que se incluye en el título del libro no es utilizada en vano. Se trata de poner de manifiesto la culpabilidad de los europeos en la situación que ahora vive el continente africano. Todo pecado exige una penitencia. En este caso tendríamos que hablar de una reparación.
Luis de Sebastián propone, al final del libro, ciertas líneas de actuación para ayudar a África a salir de su postración, un programa dirigido en última instancia a quién toman decisiones que afectan en este continente tan próximo y tan ignorado, aunque de su futuro tienen que ser protagonistas los mismos africanos.
África, pecado de Europa, es el último libro que Luis de Sebastián ha publicado hasta el momento. A primera vista puede parecernos que nos encontramos ante una historia económica y social de África. Pero su lectura nos descubre que no es así. Se trata de una exposición espléndida y documentada de la actuación europea en el continente Africano. Por lo tanto, el libro trata de nuestra propia historia.
El primer capítulo se inicia en la Edad Moderna, ya que es entonces cuando empieza la intervención europea en África. En un primer momento serán los portugueses, con una conducta y unas intenciones similares a las que España tenía en América. Pero pronto se incorporarán otras potencias europeas.
Es aterrador el segundo capítulo del libro dedicado al tráfico de esclavos a lo largo de diversos siglos por "negreros" de países cristianos europeos y también de países musulmanes. Se arrancó del continente africano a un tercio de su población y se llenó de armamento. En este episodio cruel de la historia africana, el imperio español tuvo un papel destacado.
Antes de 1860, los europeos únicamente conocían las zonas de África próximas al litoral. A partir de esta fecha se inicia la carrera para conseguir nuevos territorios, y las potencias europeas se dividen prácticamente todo el continente. Después vino la conquista sobre el terreno. La diferencia militar fue notaría y la desigualdad comportó el exterminio de una gran parte de los combatientes africanos.
La actividad colonial de las potencias europeas no fue homogénea, pero en todos los casos, la población africana salió perjudicada. Facilitar nuevos territorios para poder colocar excedentes de población europea, extraer recursos mineros, sacar provecho de la agricultura y disponer de mano de obra barata, serían algunas de los hitos que los europeos persiguieron en África. Esta conducta se intentó justificar recurriendo a teorías racistas.
El caso más escandaloso es seguramente el del Congo, que fue propiedad del emperador Leopoldo II, hasta 1907. El Congo fue expoliado recurriendo a los métodos más brutales que uno se puede imaginar. En 1907, el Emperador, semiarruinado, vendió el territorio al Estado pasando a llamarse el Congo Belga.
La presencia europea también tuvo una vertiente supuestamente "civilizadora". Pero ni la sanidad ni la educación llegaron a la gran mayoría de la población. Se conformó una sociedad dual con una elite reducida más o menos culta y con una gran mayoría analfabeta e indefensa.
Cuando los africanos se hicieron independientes no tenían casi nada y su sociedad estaba muy mal organizada. La guerra fría tambe les hizo algunas malas jugadas. LA CIA intervino llegando incluso a asesinar a líderes políticos africanos.
La palabra pecado que se incluye en el título del libro no es utilizada en vano. Se trata de poner de manifiesto la culpabilidad de los europeos en la situación que ahora vive el continente africano. Todo pecado exige una penitencia. En este caso tendríamos que hablar de una reparación.
Luis de Sebastián propone, al final del libro, ciertas líneas de actuación para ayudar a África a salir de su postración, un programa dirigido en última instancia a quién toman decisiones que afectan en este continente tan próximo y tan ignorado, aunque de su futuro tienen que ser protagonistas los mismos africanos.
Prólogo de Samuel Eto'o. Editorial Trotta
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LQSomos. Antoni Puig Solé. Septiembre de 2007
LQSomos. Antoni Puig Solé. Septiembre de 2007
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LQsomos/22/01/2008
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