Cristina revisa los términos de la sociedad con un Brasil que mira a las grandes ligas
-
Gabriel Profiti
-
Buenos Aires – Su último viaje como candidata fue a Brasil y su primer destino como presidenta electa sin Néstor Kirchner será Brasil, país que configura el abecé de la política exterior de argentina desde hace tiempo y al que Cristina Fernández prestará especial atención durante su incursión en el poder.
Pero este no es el mismo Brasil predominantemente agrícola de los 60 y 70, ni el motor industrial de las décadas siguientes, y la noción de que la Argentina puede compartir o disputarle el liderazgo regional es cada vez menos palpable. El vecino del norte no es una potencia mundial, no forma parte del primer mundo, pero mira cada vez más de cerca a las grandes ligas.
El último gran impacto brasileño fue el hallazgo de una gigantesca cuenca de petróleo liviano que lo puede convertir en algunos años en exportador neto de crudo. El yacimiento Tupí está frente a Santos a 7.000 metros de profundidad desde la superficie del Atlántico y coloca a Brasil, con 23 mil millones de barriles, entre las naciones del mundo con grandes reservas.
Petrobras, la estatal con participación de privados, invirtió mil millones de dólares en el proyecto y se erigió en un ejemplo de eficacia para las empresas públicas de Latinoamérica. Brasil es el líder mundial en exploración mar adentro (off shore) y su éxito no hace más que contrastar con el modelo privatizador establecido en la Argentina desde los 90.
Cristina se encontrará el lunes con un Brasil que exulta por el hallazgo, más allá de que sólo será rentable extraer el petróleo desde una profundidad semejante si el barril se mantiene cerca o por encima de los 100 dólares. Está claro que con los acontecimientos en Irak, Irán y la dependencia cada vez mayor del crudo por parte de los gigantes asiáticos, la perspectiva de que el petróleo baje es mínima.
Pero los hidrocarburos cerraron el círculo virtuoso de Brasil, líder mundial en la producción del biocombustible etanol -alternativa a los combustibles fósiles y no renovables- y seguro heredero de Estados Unidos como principal exportador mundial de productos alimentarios y dínamo industrial-
La producción industrial representa el 54.3% del total, aun cuando el Real se ha apreciado casi 40% con respecto al dólar en los últimos 5 años. Este crecimiento se ve reflejado en la compra de empresas argentinas por parte de brasileños.
Buenos Aires – Su último viaje como candidata fue a Brasil y su primer destino como presidenta electa sin Néstor Kirchner será Brasil, país que configura el abecé de la política exterior de argentina desde hace tiempo y al que Cristina Fernández prestará especial atención durante su incursión en el poder.
Pero este no es el mismo Brasil predominantemente agrícola de los 60 y 70, ni el motor industrial de las décadas siguientes, y la noción de que la Argentina puede compartir o disputarle el liderazgo regional es cada vez menos palpable. El vecino del norte no es una potencia mundial, no forma parte del primer mundo, pero mira cada vez más de cerca a las grandes ligas.
El último gran impacto brasileño fue el hallazgo de una gigantesca cuenca de petróleo liviano que lo puede convertir en algunos años en exportador neto de crudo. El yacimiento Tupí está frente a Santos a 7.000 metros de profundidad desde la superficie del Atlántico y coloca a Brasil, con 23 mil millones de barriles, entre las naciones del mundo con grandes reservas.
Petrobras, la estatal con participación de privados, invirtió mil millones de dólares en el proyecto y se erigió en un ejemplo de eficacia para las empresas públicas de Latinoamérica. Brasil es el líder mundial en exploración mar adentro (off shore) y su éxito no hace más que contrastar con el modelo privatizador establecido en la Argentina desde los 90.
Cristina se encontrará el lunes con un Brasil que exulta por el hallazgo, más allá de que sólo será rentable extraer el petróleo desde una profundidad semejante si el barril se mantiene cerca o por encima de los 100 dólares. Está claro que con los acontecimientos en Irak, Irán y la dependencia cada vez mayor del crudo por parte de los gigantes asiáticos, la perspectiva de que el petróleo baje es mínima.
Pero los hidrocarburos cerraron el círculo virtuoso de Brasil, líder mundial en la producción del biocombustible etanol -alternativa a los combustibles fósiles y no renovables- y seguro heredero de Estados Unidos como principal exportador mundial de productos alimentarios y dínamo industrial-
La producción industrial representa el 54.3% del total, aun cuando el Real se ha apreciado casi 40% con respecto al dólar en los últimos 5 años. Este crecimiento se ve reflejado en la compra de empresas argentinas por parte de brasileños.
-
Espacios de poder
Hoy el elefante sudamericano tiene cuatro veces el PBI de la Argentina y busca ganar lugares en el ajedrez mundial ya sea como integrante del BRIC -Brasil, Rusia, India y China, las cuatro mayores economías en desarrollo-, como representante del Grupo de los 5 que se sienta a discutir los grandes temas con el G-8 de las potencias o que pretende un lugar en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Brasil, a más tardar en el primer trimestre del 2008, tendrá un "Investment Grade" otorgado por las tres principales evaluadoras de riesgo del mundo (Moody´s/Standard & Poors/Fitch). El título establece que no hay obstáculo alguno para que los bancos o entidades financieras de los países del G- 8 inviertan con tasas de interés del primer mundo.
Pero al igual o peor que Chile, país que desbancó a la Argentina como abanderado para el primer mundo, Brasil tiene problemas para redistribuir la riqueza y eso también juega en su incidencia regional. Varios analistas consultados por la agencia Noticias Argentinas coincidieron en que la desigualdad brasileña es un condicionante para sus aspiraciones de liderazgo.
De todos modos, la pata energética le permite pararse de otro modo frente al protagonismo que adquirió Hugo Chávez, gracias a la fabulosa reserva petrolífera de Venezuela (75.300 millones de barriles), que lo ubican como el séptimo país en el mundo.
Seguramente estos temas no estarán en la mesa cuando Cristina y su ratificado canciller Jorge Taiana visiten a Lula Da Silva en el Palacio del Planalto el lunes. "Será una visita simbólica después de haberse visto en Chile", situó un vocero oficial. Pero serán inherentes a la coexistencia de tres años entre ambos.
Espacios de poder
Hoy el elefante sudamericano tiene cuatro veces el PBI de la Argentina y busca ganar lugares en el ajedrez mundial ya sea como integrante del BRIC -Brasil, Rusia, India y China, las cuatro mayores economías en desarrollo-, como representante del Grupo de los 5 que se sienta a discutir los grandes temas con el G-8 de las potencias o que pretende un lugar en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Brasil, a más tardar en el primer trimestre del 2008, tendrá un "Investment Grade" otorgado por las tres principales evaluadoras de riesgo del mundo (Moody´s/Standard & Poors/Fitch). El título establece que no hay obstáculo alguno para que los bancos o entidades financieras de los países del G- 8 inviertan con tasas de interés del primer mundo.
Pero al igual o peor que Chile, país que desbancó a la Argentina como abanderado para el primer mundo, Brasil tiene problemas para redistribuir la riqueza y eso también juega en su incidencia regional. Varios analistas consultados por la agencia Noticias Argentinas coincidieron en que la desigualdad brasileña es un condicionante para sus aspiraciones de liderazgo.
De todos modos, la pata energética le permite pararse de otro modo frente al protagonismo que adquirió Hugo Chávez, gracias a la fabulosa reserva petrolífera de Venezuela (75.300 millones de barriles), que lo ubican como el séptimo país en el mundo.
Seguramente estos temas no estarán en la mesa cuando Cristina y su ratificado canciller Jorge Taiana visiten a Lula Da Silva en el Palacio del Planalto el lunes. "Será una visita simbólica después de haberse visto en Chile", situó un vocero oficial. Pero serán inherentes a la coexistencia de tres años entre ambos.
-
Liderazgo y posicionamiento
-¿Se puede decir que Brasil va camino a convertirse en potencia?
Responde Miriam Gomes Saraiva, Profesora de Relaciones Internacionales de la Universidade do Estado do Rio de Janeiro: "Esto se dice desde el principio del siglo XX; es como una creencia nacional que este es el destino de Brasil. Pero para volverse una potencia el país debe en primero lugar resolver problemas internos de distribución de ingresos, pobreza, etc".
Agregó: "Encontrar petróleo ayuda, pues resuelve un problema fuerte que es la energía, pero VenezuelaMéxico tienen petroleo y no fue suficiente para que se hayan vuelto potencias, lo mismo que los países de Medio Oriente. Mientras haya problemas internos graves es difícil negociar un apoyo externo fuerte para los vecinos, que es, entre otras cosas, una acción necesaria para la construcción del rol de potencia por parte de un país que no tiene armamentos significativos".
Luego, situó los desequilibrios en la relación con la Argentina. "Para la diplomacia brasileña, la sociedad con Argentina es importante, pero no tanto a punto de compartir su soberanía de acción. Brasil quiere tener autonomía para actuar en la política internacional de acuerdo con sus propias ideas".
Los gobiernos de la Argentina y Brasil han tenido roces en los primeros años del gobierno de Néstor Kirchner por la búsqueda de Lula de obtener un sillón permanente para ese país en el Consejo de Seguridad de la ONU. Luego, hubo disputas en materia comercial que fueron superadas oportunamente.
"Todavía sectores de la dirigencia argentina, ven a Brasil como si fuéramos el país del pasado que podía competir con él y no el del presente, que en realidad es un país mediano y no grande. Este es el tipo de percepción que subyace en la diferencia respecto al Consejo de Seguridad", opinó Rosendo Fraga del Centro de Estudios para la Nueva Mayoría.
Para Federico Merke, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de El Salvador, el crudo brasileño servirá como "contrapeso al petróleo de Chávez y la Argentina podría tener un rol de puente intermedio en esa relación. Pero todo esto va en contra de que nuestro país recupere espacios de liderazgo en la región".
gprofiti@noticiasargentinas.com
Liderazgo y posicionamiento
-¿Se puede decir que Brasil va camino a convertirse en potencia?
Responde Miriam Gomes Saraiva, Profesora de Relaciones Internacionales de la Universidade do Estado do Rio de Janeiro: "Esto se dice desde el principio del siglo XX; es como una creencia nacional que este es el destino de Brasil. Pero para volverse una potencia el país debe en primero lugar resolver problemas internos de distribución de ingresos, pobreza, etc".
Agregó: "Encontrar petróleo ayuda, pues resuelve un problema fuerte que es la energía, pero VenezuelaMéxico tienen petroleo y no fue suficiente para que se hayan vuelto potencias, lo mismo que los países de Medio Oriente. Mientras haya problemas internos graves es difícil negociar un apoyo externo fuerte para los vecinos, que es, entre otras cosas, una acción necesaria para la construcción del rol de potencia por parte de un país que no tiene armamentos significativos".
Luego, situó los desequilibrios en la relación con la Argentina. "Para la diplomacia brasileña, la sociedad con Argentina es importante, pero no tanto a punto de compartir su soberanía de acción. Brasil quiere tener autonomía para actuar en la política internacional de acuerdo con sus propias ideas".
Los gobiernos de la Argentina y Brasil han tenido roces en los primeros años del gobierno de Néstor Kirchner por la búsqueda de Lula de obtener un sillón permanente para ese país en el Consejo de Seguridad de la ONU. Luego, hubo disputas en materia comercial que fueron superadas oportunamente.
"Todavía sectores de la dirigencia argentina, ven a Brasil como si fuéramos el país del pasado que podía competir con él y no el del presente, que en realidad es un país mediano y no grande. Este es el tipo de percepción que subyace en la diferencia respecto al Consejo de Seguridad", opinó Rosendo Fraga del Centro de Estudios para la Nueva Mayoría.
Para Federico Merke, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de El Salvador, el crudo brasileño servirá como "contrapeso al petróleo de Chávez y la Argentina podría tener un rol de puente intermedio en esa relación. Pero todo esto va en contra de que nuestro país recupere espacios de liderazgo en la región".
gprofiti@noticiasargentinas.com
-
DESTACADOS:
- El último gran impacto brasileño fue el hallazgo de una gigantesca cuenca de petróleo liviano que lo puede convertir en algunos años en exportador neto de crudo.
DESTACADOS:
- El último gran impacto brasileño fue el hallazgo de una gigantesca cuenca de petróleo liviano que lo puede convertir en algunos años en exportador neto de crudo.
-
- Cristina se encontrará el lunes con un Brasil que exulta por el hallazgo, más allá de que sólo será rentable extraer el petróleo desde una profundidad semejante si el barril se mantiene cerca o por encima de los 100 dólares.
- Cristina se encontrará el lunes con un Brasil que exulta por el hallazgo, más allá de que sólo será rentable extraer el petróleo desde una profundidad semejante si el barril se mantiene cerca o por encima de los 100 dólares.
-
- "Encontrar petróleo ayuda, pues resuelve un problema fuerte que es la energía, pero Venezuela y México tienen petróleo y no fue suficiente para que se hayan vuelto potencias, lo mismo que los países de Medio Oriente", dijo Miriam Gomes Saraiva, Profesora de Relaciones Internacionales de la Universidade do Estado do Rio de Janeiro.
- "Encontrar petróleo ayuda, pues resuelve un problema fuerte que es la energía, pero Venezuela y México tienen petróleo y no fue suficiente para que se hayan vuelto potencias, lo mismo que los países de Medio Oriente", dijo Miriam Gomes Saraiva, Profesora de Relaciones Internacionales de la Universidade do Estado do Rio de Janeiro.
-
La Auténtica Defensa - Argentina/17/11/2007
No hay comentarios:
Publicar un comentario