13/4/07

Costa Rica: Guanacaste 'For Sale'




Guanacaste en venta...ya se nos fue.
Quírico Jiménez (INFORMA-TICO) *



Tema: Situación en Costa Rica
País/es: Costa Rica


Aunque duela decirlo y quizá muchos no estén de acuerdo, los guanacastecos pierden día con día sus tierras en manos de los extranjeros. Y es que, como una panacea se vende la idea de que la inversión extranjera produce empleo, el empleo produce alimento y el alimento produce familias felices. Verdad circunstancial del momento que amparada en el boom de los bienes raíces arrancan pedacitos del Guanacaste de antaño para depositarlo en manos de personas que la pampa no vio nacer.

Atrás quedaron los sabaneros que con su 'tajona' de guayacán real arriaban el ganado en la madrugada para luego sentarse con su amada y sus hijos a disfrutar del desayuno matinal tortilla incluida. Atrás quedó el cesteo, la resbaladera, la matrona con sus manos cariñosas, atrás quedaron los guanacastecos que defendían sus áreas naturales únicas con bosques secos ricos en maderas preciosas y surcadas por cardos y cactus, cocobolos, jícaros y urracas bulliciosas. Atrás quedaron los cerros cercanos a la costa con sus bosquecillos teñidos de esmeralda para dar paso a las enormes casas y condominios de millonarios con techos rojos, que no riman con el paisaje natural de esta bella zona.

Atrás quedó la Zona Marítimo Terrestre de propiedad estatal para dar paso a los hoteles repletos de estrellas que reciben a multimillonarios de Hollywood que se escapan de las cámaras y que para gastar su dinero viajan al paraíso costarricense, para ser atendidos por guanacastecos 'ojalá bien pagados' en labores domésticas. Atrás quedaron las tierras de nuestros ancestros, para convertirlas hoy en incomprables por los ticos, pero fáciles de adquirir para aquel que viene cargado de dólares, pues el valor del metro cuadrado escapa al poder adquisitivo de la mayoría de los nacionales. Los municipios sucumbieron al supuesto desarrollo con planes reguladores laxos o sin ellos y notorio es el hecho de que primero construyo y luego pido los servicios públicos, algunos de los cuales como el acceso al agua potable podría ser como ha sido en Santa Cruz motivo de disputas comunales.

Y lo lamentable es que algunos guanacastecos se quejan de las pésimas carreteras con toda razón, y se quejan del desarrollo sin planificación; pero no se quejan del aumento en la temperatura debido a la deforestación, no se quejan de la falta de agua porque algún hotel lo utiliza para regar canchas de golf (con excepción de la comunidad de Lorena), tampoco se quejan de los proyectos turísticos, comerciales e inmobiliarios que han convertido al Guanacaste en uno de los sitios de mayor alcance inmobiliario en todo Centro América. Será este el desarrollo que quieren los guanacastecos, o será más bien un desarrollo diferente, que exalte la idiosincrasia chorotega, que construya sin destrucción amparada a planes reguladores rigurosos, pero que además pague impuestos y que los mismos sean invertidos en la provincia.

Por dicha algunos visionarios protegieron Palo Verde y Santa Rosa como Parques Nacionales porque sino no habrían bosques, y sus tierras estuvieran atiborradas de hoteles cinco estrellas, palacios residenciales y rótulos 'for sale'. Por dicha muchos guanacastecos privilegiaron su provincia con sitios ecoturísticos como el Albergue Buena Vista, donde tienen acceso no solo los extranjeros sino también los nacionales.

Lo más paradójico de este sainete inmobiliario es que día con día la prensa nos da cuentas del Guanacaste que seduce a los inversores foráneos con proyectos multimillonarios de cadenas extranjeras, olvidando mencionar al verdadero Guanacaste que sigue siendo pobre. Esa querida provincia se suma a sus hermanas, Puntarenas y Limón, grandioso trío donde Dios se solazó en su creación dotándolas de gran riqueza escénica, color, sabor y belleza, las que irónicamente hoy viven en una gran pobreza.

Las buenas carreteras generan desarrollo como mencionan los interesados en los bienes raíces, pero estas carreteras deben eliminar la pobreza generando riqueza para los miles de guanacastecos que sumergidos en cientos de poblaciones atónitos ven como sus tierras son vendidas a la inversión extranjera. Ojalá el futuro sea próspero para todos y no solo para unos pocos. Solo así las marimbas de ñambar sonarán de nuevo en la lejanía y la pampa por fin se volverá inmortal como rezan los dos últimos versos de nuestra inmortal 'Pampa'. Sueño que tal vez en la memoria de algunos patriotas se vuelva a escuchar el grito de ¡Viva Vargas!, exultante de amor por esa tierra que, como agua entre los dedos, se nos escapa a todos los costarricenses, convirtiendo a los pequeños propietarios en grandes proletarios y futuros pobladores de los cinturones de miseria que rodean la capital.

Me cuentan que un Ministro de Gobernación hace veintidós años soñó con modificar la Constitución Política para que existieran limitaciones a la adquisición de tierras por parte de extranjeros. El pensaba en Suiza, pero en esta arcadia tan criolla su idea causó pánico y ni siquiera tuvo oportunidad de discutir su propuesta. Si ese señor hubiera sido escuchado tal vez Guanacaste estaría en manos de pequeños propietarios y sus tierras no estarían hoy subastándose al mejor postor. Para verdades el tiempo.

ARGENPRESS.info/12/04/2007

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