Crisis del petróleo, desaceleración de remesas y recesión en EU
“Shocks” externos impactan en Nicaragua
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Augusto de la Torre, economista jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe. Eduardo Marenco
END-
Las economías de Centroamérica, y en especial la nicaragüense, continuarán siendo muy vulnerables al aumento del precio del petróleo; la desaceleración de las remesas, los desastres naturales, un menor crecimiento de Estados Unidos, así como a la debilidad institucional que afecta un clima favorable de inversiones. Así lo indican a EL NUEVO DIARIO especialistas consultados en Washington D.C., en el marco de la reunión anual de gobernadores del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional
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Eduardo Marenco emarenco@elnuevodiario.com.ni
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Hoy más que nunca, en un mundo globalizado, han aumentado los riesgos para Nicaragua: un estornudo de la economía estadounidense puede provocar una buena gripe en nuestra economía. No es un lugar común. Es una amenaza inminente. Los factores están a la vista: el aumento acelerado del precio del petróleo, cierta desaceleración regional en el envío de remesas y las turbulencias que sufre la economía estadounidense debido a la crisis de los mercados crediticios.
La advertencia la hizo con claridad Augusto de la Torre, economista jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial: “Debido a la reciente turbulencia financiera en los mercados de crédito de Estados Unidos y los países desarrollados, los riesgos de que el crecimiento en Norteamérica sea menor al esperado han aumentado y, ciertamente, si hubiese una mayor desaceleración del crecimiento en Estados Unidos mayor a la esperada, la repercusión sobre Latinoamérica sería particularmente más fuerte, incluyendo a los países más integrados con el mercado norteamericano, como son México y Centroamérica”, recalcó De la Torre.
Impacto de la desaceleración
En su Informe Anual de Perspectivas Económicas para 2007, dado a conocer esta semana por el Fondo Monetario Internacional, FMI, también se alerta sobre el impacto de la desaceleración estadounidense para Centroamérica.
“Un desempeño más débil de la economía de Estados Unidos reduciría la demanda de las exportaciones latinoamericanas”, señala el reporte. México y Centroamérica vinculados directamente a EU a través acuerdos comerciales como el Nafta y el Cafta, sufrirían las mayores consecuencias, recalca el FMI.
Sin embargo, las esperanzas de los economistas que participan en la reunión anual del Banco Mundial y del FMI es que un menor desempeño estadounidense sea compensado con el ritmo de crecimiento de China e India, las estrellas emergentes de la economía global.
El crecimiento económico de Nicaragua es calculado en un 4.7 por ciento para 2008, según el informe del FMI, frente a un 8.8 por ciento de Panamá --que liderará la región--, y un cinco por ciento para Costa Rica.
Las economías de Centroamérica, y en especial la nicaragüense, continuarán siendo muy vulnerables al aumento del precio del petróleo; la desaceleración de las remesas, los desastres naturales, un menor crecimiento de Estados Unidos, así como a la debilidad institucional que afecta un clima favorable de inversiones. Así lo indican a EL NUEVO DIARIO especialistas consultados en Washington D.C., en el marco de la reunión anual de gobernadores del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional
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Eduardo Marenco emarenco@elnuevodiario.com.ni
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Hoy más que nunca, en un mundo globalizado, han aumentado los riesgos para Nicaragua: un estornudo de la economía estadounidense puede provocar una buena gripe en nuestra economía. No es un lugar común. Es una amenaza inminente. Los factores están a la vista: el aumento acelerado del precio del petróleo, cierta desaceleración regional en el envío de remesas y las turbulencias que sufre la economía estadounidense debido a la crisis de los mercados crediticios.
La advertencia la hizo con claridad Augusto de la Torre, economista jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial: “Debido a la reciente turbulencia financiera en los mercados de crédito de Estados Unidos y los países desarrollados, los riesgos de que el crecimiento en Norteamérica sea menor al esperado han aumentado y, ciertamente, si hubiese una mayor desaceleración del crecimiento en Estados Unidos mayor a la esperada, la repercusión sobre Latinoamérica sería particularmente más fuerte, incluyendo a los países más integrados con el mercado norteamericano, como son México y Centroamérica”, recalcó De la Torre.
Impacto de la desaceleración
En su Informe Anual de Perspectivas Económicas para 2007, dado a conocer esta semana por el Fondo Monetario Internacional, FMI, también se alerta sobre el impacto de la desaceleración estadounidense para Centroamérica.
“Un desempeño más débil de la economía de Estados Unidos reduciría la demanda de las exportaciones latinoamericanas”, señala el reporte. México y Centroamérica vinculados directamente a EU a través acuerdos comerciales como el Nafta y el Cafta, sufrirían las mayores consecuencias, recalca el FMI.
Sin embargo, las esperanzas de los economistas que participan en la reunión anual del Banco Mundial y del FMI es que un menor desempeño estadounidense sea compensado con el ritmo de crecimiento de China e India, las estrellas emergentes de la economía global.
El crecimiento económico de Nicaragua es calculado en un 4.7 por ciento para 2008, según el informe del FMI, frente a un 8.8 por ciento de Panamá --que liderará la región--, y un cinco por ciento para Costa Rica.
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Factor 1:
La crisis del petróleo
Nicaragua, más aún que el resto de Centroamérica, por sus niveles de desigualdad social y de pobreza, es muy vulnerable a lo que los economistas en Washington llaman “shocks externos”. Uno de ellos es el factor petróleo.
El petróleo, principal fuente energética del país, avanzó a un precio récord superior a los noventa dólares, lo cual tiene un impacto directo en el consumo de combustible a nivel nacional y en la generación de energía eléctrica.
La previsión de esta crisis llevó al FMI a incluir todo un capítulo en el acuerdo económico con Nicaragua para comprometer inversiones del Estado en la generación y atender como prioridad número uno la crisis energética, la reducción de las pérdidas en la distribución y la mejora del marco regulador.
“La economía sigue estando sumamente dolarizada y expuesta a cambios repentinos de los inversionistas y a “shocks” externos, que más recientemente han estado relacionados con el alza de los precios del petróleo y los desastres naturales”, señala el acuerdo con el FMI.
El aumento del precio del barril del petróleo (fluctuó el viernes entre 89.90 y 90.07 dólares el barril) es provocado por la escasez de inventario de cara al invierno boreal y al debilitamiento del dólar, especialmente frente al euro.
Factor 2:
¿Se sostendrán las remesas?
Nicaragua, como se sabe, vive en gran parte de las remesas del casi millón de nicaragüenses que viven en Estados Unidos y en Costa Rica. Y últimamente en España, donde ya se viaja a trabajar en el sector servicios.
Las remesas a Centroamérica alcanzaron los once mil millones de dólares en el 2006, pero hay temor de que la desaceleración económica en Estados Unidos, especialmente en el sector de la construcción impacte el envío de remesas. Se construyen menos edificios en EU y en consecuencia, se contrata a menos obreros latinos.
A 300,000 mil millones de dólares ascendieron las remesas que envían desde los países desarrollados los migrantes de los países pobres, lo que supera cualquier ayuda multilateral para el desarrollo, según un estudio presentado esta semana en Washington, por el Banco Interamericano de Desarrollo, BID.
Sin embargo, un especialista consultado por END, explicó que hay temor de que la desaceleración estadounidense impacte en el envío de remesas, aunque otro economista señaló que los latinos prefieren reducir su consumo interno en EU a dejar de enviar sus remesas a sus familiares.
Las remesas a Nicaragua alcanzaron los US$798 millones de dólares, equivalentes al 14.9 por ciento del Producto Interno Bruto del país, según el informe oficial del BID. ¿Se sostendrán? Esa es la pregunta que mantiene alertas a los especialistas del FMI y del BM en Washington.
Factor 3:
Los desastres naturales
Otro factor que puede afectar el crecimiento de Nicaragua es su alta vulnerabilidad a los desastres naturales, desde terremotos, huracanes, aluviones y deslaves, hasta erupciones volcánicas.
La reciente catástrofe provocada por el huracán “Félix” --más de doscientos muertos y un S.O.S. internacional para recaudar cuarenta millones de dólares-- así como las copiosas lluvias que han provocado cinco muertos y daños económicos en Matagalpa, serán otro factor a tener en cuenta, como ya lo destacaba el FMI.
Factor 4:
La fragilidad institucional
Y finalmente, otro factor de riesgo --esta vez de carácter interno tan grave como algunos desastres naturales-- es la fragilidad institucional que sufre todavía el país, lo cual genera nerviosismo entre los inversionistas.
El informe “Crecimiento económico e Integración en Centroamérica”, producido por el FMI y presentado esta semana en Washington, indica en sus conclusiones que “la calidad de las instituciones, incluyendo a aquellas relacionadas con la actividad de negocios y la gobernabilidad en general, afectan significativamente el desempeño del crecimiento económico”.
El reporte señala que los problemas institucionales en Centroamérica es lo que mejor explica que la región no haya mejorado en su desempeño económico de forma considerable y haya fallado en capitalizar a su favor las oportunidades comerciales y su cercanía a mercados importantes como el norteamericano.
“La evidencia sugiere que los beneficios del comercio solamente se harán sentir donde exista una ambiente favorable a los negocios, el impacto estimado de la mejoría institucional en el crecimiento económico sugiere que cambios en este aspecto tendrán un gran valor para que la región alcance un crecimiento económicos sostenido a largo plazo”, concluye el estudio de Dominique Desruelle y Alfred Schipke.
La inseguridad jurídica acerca de la propiedad, la estática política y el partidismo del Poder Judicial, se convierten en tres factores decisivos, conforme a este análisis.
Y por último, está el problema de la transparencia, algo en lo que el FMI insistió en su acuerdo con el gobierno sandinista –especialmente en lo relativo a la cooperación venezolana y a la comercialización del crudo “bolivariano”, del cual se efectúa un cercano monitoreo.
Precisamente, Robert Zoellick, presidente del Banco Mundial, señaló a inicios de esta semana en Washington, que esperaba que el Banco del Sur –que ya ha abierto operaciones en el país- se adhiriera a los criterios de buena gestión.
“Espero que el Banco del Sur estimule la transparencia y los criterios de buena gestión”, dijo Zoellick, un hiper crítico del pacto mientras fue subsecretario de Estado de Estados Unidos.
¿Podrá Nicaragua navegar hacia buen puerto económico a pesar de las amenazas de “shock” externos? Lo veremos.
Hay turbulencias
Los países grandes y medianos de la región han mostrado cierta robustez en medio de las turbulencias de los mercados financieros estadounidenses y en especial ante los temores crecientes de una recesión en Estados Unidos, indicó Augusto de la Torre, economista jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.
“Creo que veremos una gama más amplia de servicios financieros del Banco Mundial, que incluye préstamos financieros para proyectos y el apoyo de políticas y reformas, pero también servicios financieros que puedan ayudar a los países de medianos ingresos a enfrentar de mejor manera los “shocks” externos, a asegurarse frente a ellos de mejor manera, a diversificar mejor sus riesgos, a protegerse incluso ante fenómenos como catástrofes naturales”, señaló de la Torre.
El Banco Mundial también se propone ampliar sus servicios como Banco de Conocimiento, el cual es muy apreciado por los países de medianos ingresos, debido al análisis de la experiencia de los países que tiene dicha institución, aseveró de la Torre.
En su reunión anual, el BM y el FMI reúne a sus gobernadores para analizar el desempeño de la economía mundial cuyo crecimiento camina bajo el liderazgo de China e India, al mismo tiempo que examina sus reformas internas, una mayor cercanía a la sociedad civil y la posibilidad de su democratización interna.
La crisis del petróleo
Nicaragua, más aún que el resto de Centroamérica, por sus niveles de desigualdad social y de pobreza, es muy vulnerable a lo que los economistas en Washington llaman “shocks externos”. Uno de ellos es el factor petróleo.
El petróleo, principal fuente energética del país, avanzó a un precio récord superior a los noventa dólares, lo cual tiene un impacto directo en el consumo de combustible a nivel nacional y en la generación de energía eléctrica.
La previsión de esta crisis llevó al FMI a incluir todo un capítulo en el acuerdo económico con Nicaragua para comprometer inversiones del Estado en la generación y atender como prioridad número uno la crisis energética, la reducción de las pérdidas en la distribución y la mejora del marco regulador.
“La economía sigue estando sumamente dolarizada y expuesta a cambios repentinos de los inversionistas y a “shocks” externos, que más recientemente han estado relacionados con el alza de los precios del petróleo y los desastres naturales”, señala el acuerdo con el FMI.
El aumento del precio del barril del petróleo (fluctuó el viernes entre 89.90 y 90.07 dólares el barril) es provocado por la escasez de inventario de cara al invierno boreal y al debilitamiento del dólar, especialmente frente al euro.
Factor 2:
¿Se sostendrán las remesas?
Nicaragua, como se sabe, vive en gran parte de las remesas del casi millón de nicaragüenses que viven en Estados Unidos y en Costa Rica. Y últimamente en España, donde ya se viaja a trabajar en el sector servicios.
Las remesas a Centroamérica alcanzaron los once mil millones de dólares en el 2006, pero hay temor de que la desaceleración económica en Estados Unidos, especialmente en el sector de la construcción impacte el envío de remesas. Se construyen menos edificios en EU y en consecuencia, se contrata a menos obreros latinos.
A 300,000 mil millones de dólares ascendieron las remesas que envían desde los países desarrollados los migrantes de los países pobres, lo que supera cualquier ayuda multilateral para el desarrollo, según un estudio presentado esta semana en Washington, por el Banco Interamericano de Desarrollo, BID.
Sin embargo, un especialista consultado por END, explicó que hay temor de que la desaceleración estadounidense impacte en el envío de remesas, aunque otro economista señaló que los latinos prefieren reducir su consumo interno en EU a dejar de enviar sus remesas a sus familiares.
Las remesas a Nicaragua alcanzaron los US$798 millones de dólares, equivalentes al 14.9 por ciento del Producto Interno Bruto del país, según el informe oficial del BID. ¿Se sostendrán? Esa es la pregunta que mantiene alertas a los especialistas del FMI y del BM en Washington.
Factor 3:
Los desastres naturales
Otro factor que puede afectar el crecimiento de Nicaragua es su alta vulnerabilidad a los desastres naturales, desde terremotos, huracanes, aluviones y deslaves, hasta erupciones volcánicas.
La reciente catástrofe provocada por el huracán “Félix” --más de doscientos muertos y un S.O.S. internacional para recaudar cuarenta millones de dólares-- así como las copiosas lluvias que han provocado cinco muertos y daños económicos en Matagalpa, serán otro factor a tener en cuenta, como ya lo destacaba el FMI.
Factor 4:
La fragilidad institucional
Y finalmente, otro factor de riesgo --esta vez de carácter interno tan grave como algunos desastres naturales-- es la fragilidad institucional que sufre todavía el país, lo cual genera nerviosismo entre los inversionistas.
El informe “Crecimiento económico e Integración en Centroamérica”, producido por el FMI y presentado esta semana en Washington, indica en sus conclusiones que “la calidad de las instituciones, incluyendo a aquellas relacionadas con la actividad de negocios y la gobernabilidad en general, afectan significativamente el desempeño del crecimiento económico”.
El reporte señala que los problemas institucionales en Centroamérica es lo que mejor explica que la región no haya mejorado en su desempeño económico de forma considerable y haya fallado en capitalizar a su favor las oportunidades comerciales y su cercanía a mercados importantes como el norteamericano.
“La evidencia sugiere que los beneficios del comercio solamente se harán sentir donde exista una ambiente favorable a los negocios, el impacto estimado de la mejoría institucional en el crecimiento económico sugiere que cambios en este aspecto tendrán un gran valor para que la región alcance un crecimiento económicos sostenido a largo plazo”, concluye el estudio de Dominique Desruelle y Alfred Schipke.
La inseguridad jurídica acerca de la propiedad, la estática política y el partidismo del Poder Judicial, se convierten en tres factores decisivos, conforme a este análisis.
Y por último, está el problema de la transparencia, algo en lo que el FMI insistió en su acuerdo con el gobierno sandinista –especialmente en lo relativo a la cooperación venezolana y a la comercialización del crudo “bolivariano”, del cual se efectúa un cercano monitoreo.
Precisamente, Robert Zoellick, presidente del Banco Mundial, señaló a inicios de esta semana en Washington, que esperaba que el Banco del Sur –que ya ha abierto operaciones en el país- se adhiriera a los criterios de buena gestión.
“Espero que el Banco del Sur estimule la transparencia y los criterios de buena gestión”, dijo Zoellick, un hiper crítico del pacto mientras fue subsecretario de Estado de Estados Unidos.
¿Podrá Nicaragua navegar hacia buen puerto económico a pesar de las amenazas de “shock” externos? Lo veremos.
Hay turbulencias
Los países grandes y medianos de la región han mostrado cierta robustez en medio de las turbulencias de los mercados financieros estadounidenses y en especial ante los temores crecientes de una recesión en Estados Unidos, indicó Augusto de la Torre, economista jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.
“Creo que veremos una gama más amplia de servicios financieros del Banco Mundial, que incluye préstamos financieros para proyectos y el apoyo de políticas y reformas, pero también servicios financieros que puedan ayudar a los países de medianos ingresos a enfrentar de mejor manera los “shocks” externos, a asegurarse frente a ellos de mejor manera, a diversificar mejor sus riesgos, a protegerse incluso ante fenómenos como catástrofes naturales”, señaló de la Torre.
El Banco Mundial también se propone ampliar sus servicios como Banco de Conocimiento, el cual es muy apreciado por los países de medianos ingresos, debido al análisis de la experiencia de los países que tiene dicha institución, aseveró de la Torre.
En su reunión anual, el BM y el FMI reúne a sus gobernadores para analizar el desempeño de la economía mundial cuyo crecimiento camina bajo el liderazgo de China e India, al mismo tiempo que examina sus reformas internas, una mayor cercanía a la sociedad civil y la posibilidad de su democratización interna.
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El Nuevo Diario - Nicaragua/22/10/2007
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