Crisis EEUU-Turquía avivada por oportunismo de los demócratas
Primer Ministro Turco, Tayyip Erdogan
En este caso macerado en la historia y dividido por políticas domésticas pero sobre todo por sus importantes repercusiones internacionales, la Cámara de Representantes discute un texto que reconoce la matanzas de armenios ocurrida entre 1915 y 1917 en el Imperio Otomano -del cual Turquía se considera heredero- como un genocidio.
La medida, que fue aprobada por una comisión y probablemente sea discutida por el pleno de la cámara en noviembre, enfureció a Turquía, que llamó a consultas a su embajador en Washington y amenaza cortar el importante apoyo logístico a las operaciones de la ocupación estadounidense en Irak.
Los demócratas afirman que si no condena las masacres de armenios como genocidio Estados Unidos alentaría la impunidad en actuales y futuros crímenes contra la humanidad, por ejemplo la matanza de civiles en Darfur.
Uno de los protagonistas de los esfuerzos de los demócratas en este sentido es el congresista Tom Lantos, presidente del comité de Relaciones Exteriores de la cámara baja y sobreviviente del Holocausto, conocido por infundirle un fuerte tono moral a su discurso político.
La comisión parlamentaria aprobó esta semana el texto, luego de que Lantos lo calificara como un voto de "conciencia" y señalara que Estados Unidos tiene el deber moral de describir las matanzas como un "genocidio" pese a eventuales consecuencias.
La determinación de los demócratas en este asunto también parece originarse, en parte, en la frustración por fracasos anteriores al intentar pasar el texto sobre el genocidio en el Congreso mientras éste estaba controlado por los republicanos.
"Durante 25 años se me dijo que éste no era el momento adecuado para aprobarla", dijo el líder de la mayoría demócrata Steny Hoyer.
En 2000 la resolución fue impulsada por el gobierno demócrata de Bill Clinton, en medio de preocupación por dañar las relaciones con un aliado político clave que terminaron desbaratando la propuesta.
El mismo comité aprobó una resolución similar en 2005, pero el liderazgo republicano impidió que avanzara al plenario de la Cámara.
La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, está decidida a que esto no ocurra de nuevo, pese a las inusuales y abiertas súplicas que hicieran públicamente Bush, la secretaria de Estado Condoleezza Rice y el secretario de Defensa Robert Gates.
"Yo dije que si salía del comité, (la resolución) iría al plenario. Y ahora salió del comité, e irá al plenario", dijo Pelosi el jueves.
Los armenios afirman que 1,5 millones de sus compatriotas fueron asesinados entre 1915 y 1923 por una campaña de deportación y muerte del Imperio Otomano, del cual Turquía se considera heredero.
Turquía rechaza que la matanza sea catalogada de genocidio, y afirma que los armenios muertos fueron entre 250.000 y 500.000. Además, asegura que una cantidad similar de turcos también murieron cuando los armenios tomaron las armas buscando la independencia, en el marco de la I Guerra Mundial.
George Harris, ex analista del departamento de Estado que actualmente trabaja en el Instituto para Medio Oriente, dijo que las intrigas de la política doméstica estadounidense están jugando un importante papel en este tema, a un año de las elecciones presidenciales.
"Los demócratas tomaron el control del Congreso y deben demostrar que pueden hacer algo", dijo, añadiendo que Pelosi, como muchos otros que apoyan la resolución, tienen poderosos electores en la comunidad armenia.
"Estamos en temporada de elecciones. Desafortunadamente, mucha gente en el Congreso está más preocupada por los gestos que por las consecuencias", dijo Michael Rubin, asesor de campaña del republicano Rudolph Giuliani.
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WASHINGTON (AFP) Una explosiva mezcla que conjuga oportunismo político, cruzadas morales y una enconada enemistad con el presidente estadounidense George W. Bush está conduciendo a los demócratas a ignorar el enojo de Turquía y calificar las masacres de armenios como un genocidio, según fuentes cercanas a los republicanos.
En este caso macerado en la historia y dividido por políticas domésticas pero sobre todo por sus importantes repercusiones internacionales, la Cámara de Representantes discute un texto que reconoce la matanzas de armenios ocurrida entre 1915 y 1917 en el Imperio Otomano -del cual Turquía se considera heredero- como un genocidio.
La medida, que fue aprobada por una comisión y probablemente sea discutida por el pleno de la cámara en noviembre, enfureció a Turquía, que llamó a consultas a su embajador en Washington y amenaza cortar el importante apoyo logístico a las operaciones de la ocupación estadounidense en Irak.
Los demócratas afirman que si no condena las masacres de armenios como genocidio Estados Unidos alentaría la impunidad en actuales y futuros crímenes contra la humanidad, por ejemplo la matanza de civiles en Darfur.
Uno de los protagonistas de los esfuerzos de los demócratas en este sentido es el congresista Tom Lantos, presidente del comité de Relaciones Exteriores de la cámara baja y sobreviviente del Holocausto, conocido por infundirle un fuerte tono moral a su discurso político.
La comisión parlamentaria aprobó esta semana el texto, luego de que Lantos lo calificara como un voto de "conciencia" y señalara que Estados Unidos tiene el deber moral de describir las matanzas como un "genocidio" pese a eventuales consecuencias.
La determinación de los demócratas en este asunto también parece originarse, en parte, en la frustración por fracasos anteriores al intentar pasar el texto sobre el genocidio en el Congreso mientras éste estaba controlado por los republicanos.
"Durante 25 años se me dijo que éste no era el momento adecuado para aprobarla", dijo el líder de la mayoría demócrata Steny Hoyer.
En 2000 la resolución fue impulsada por el gobierno demócrata de Bill Clinton, en medio de preocupación por dañar las relaciones con un aliado político clave que terminaron desbaratando la propuesta.
El mismo comité aprobó una resolución similar en 2005, pero el liderazgo republicano impidió que avanzara al plenario de la Cámara.
La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, está decidida a que esto no ocurra de nuevo, pese a las inusuales y abiertas súplicas que hicieran públicamente Bush, la secretaria de Estado Condoleezza Rice y el secretario de Defensa Robert Gates.
"Yo dije que si salía del comité, (la resolución) iría al plenario. Y ahora salió del comité, e irá al plenario", dijo Pelosi el jueves.
Los armenios afirman que 1,5 millones de sus compatriotas fueron asesinados entre 1915 y 1923 por una campaña de deportación y muerte del Imperio Otomano, del cual Turquía se considera heredero.
Turquía rechaza que la matanza sea catalogada de genocidio, y afirma que los armenios muertos fueron entre 250.000 y 500.000. Además, asegura que una cantidad similar de turcos también murieron cuando los armenios tomaron las armas buscando la independencia, en el marco de la I Guerra Mundial.
George Harris, ex analista del departamento de Estado que actualmente trabaja en el Instituto para Medio Oriente, dijo que las intrigas de la política doméstica estadounidense están jugando un importante papel en este tema, a un año de las elecciones presidenciales.
"Los demócratas tomaron el control del Congreso y deben demostrar que pueden hacer algo", dijo, añadiendo que Pelosi, como muchos otros que apoyan la resolución, tienen poderosos electores en la comunidad armenia.
"Estamos en temporada de elecciones. Desafortunadamente, mucha gente en el Congreso está más preocupada por los gestos que por las consecuencias", dijo Michael Rubin, asesor de campaña del republicano Rudolph Giuliani.
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AFP/13/10/2007
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