Sarkozy regresó de Rusia sin grandes resultados
En su primer viaje oficial a Rusia esta semana, el presidente francés Nicolas Sarkozy fue con la intención de fijar el tono de su nueva política crítica hacia Moscú, como para lograr la adhesión de su homólogo ruso en la política de firmeza hacia Irán, pero sin grandes resultados.
Paris (AFP) En su primer viaje oficial a Rusia esta semana, el presidente francés Nicolas Sarkozy fue con la intención de fijar el tono de su nueva política crítica hacia Moscú, como para lograr la adhesión de su homólogo ruso en la política de firmeza hacia Irán, pero sin grandes resultados.
Desde su elección a la presidencia en mayo pasado, Nicolas Sarkozy había señalado claramente el tono crítico de lo que debían ser sus relaciones con la Rusia de Putin, en “ ruptura ” , según el término lema de su campaña, con lo que fue la política de su predecesor Jacques Chirac.
El mandatario francés había condenado reiteradamente las violaciones de los derechos humanos en Chechenia, las presiones rusas en el litigio por el gas, con Ucrania y, sobre todo, había señalado su clara preferencia por la otra gran potencia mundial, Estados Unidos.
En vísperas de su viaje a Moscú, durante un desplazamiento a Bulgaria, hablando ante estudiantes de la universidad de Sofia, Sarkozy había reiterado el tono, señalando los deberes que según su punto de vista eran los de Rusia en tanto “ gran país ” .
“Debe ser ejemplar en el terreno de la democracia, y debe ser facilitador de las grandes causas ” , había enumerado en primer término.
Y “ no un país que complique la resolución de los grandes problemas el mundo ” , en clara alusión a dos de los temas de divergencia mayor entre Moscú y París que son Irán y su política nuclear, y Kosovo, región de mayoría albanesa que aspira a obtener su autonomía de Serbia.
París es partidario de la independencia de Kosovo. Moscú, en nombre de su amistad con Serbia, la rechaza vigorosamente y ha amenazado en reiteradas ocasiones con utilizar su derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Además de sus vínculos con Serbia, Rusia teme que una eventual independencia de Kosovo sería un precedente en el caso de regiones que formaban parte de la ex Unión Soviética, como Osetia del Norte, Abjazia o el Alto Karabaj.
En cuanto a Irán, Rusia que está construyendo la central nuclear de Busher en ese país y tiene en estudio otras construcciones, rechaza aprobar nuevas sanciones contra el país, contrariamente a la posición francesa.
El martes en la noche, luego de un primer encuentro con el presidente Putin, Nicolas Sarkozy declaró a la prensa haber “ sentido una convergencia ” en torno al tema de Irán. “ Nuestras posiciones se acercaron fuertemente ” , precisó.
En cuanto al otro tema litigioso, el de Kosovo, el mandatario francés comentó sin más precisiones haber evocado con el presidente ruso “ una pista que podría permitir eventualmente el acercamiento de nuestros puntos de vista ” .
Sin embargo, no bastaron más de 24 horas, para que del “ acercamiento ” o la “ convergencia ” quedara muy poco o nada.
En la conferencia de prensa común ofrecida el miércoles, Putin declaró no tener pruebas de que Irán esté trabajando para fabricar armas nucleares.
Más aún, insistió manifestando que “ como no poseemos esas pruebas objetivas, partimos de la suposición que Irán no tiene planes ” para el desarrollo y la fabricación de armas atómicas.
En cuanto a la “ pista ” sobre el tema de Kosovo, ni siquiera fue evocada durante el encuentro con la prensa.
Resumiendo los dos días de la visita del presidente francés a Moscú, el diario de negocios Vedomosti estimó que las relaciones entre los dos países se “ construirán sobre bases prácticas ” , pero destacó también que “ no hubo ningún resultado ” sobre Irán, Kosovo o la cooperación económica.
Sin grandes informaciones que dar sobre resultados, los diarios rusos se dedicaron a destacar detalles como la mímica y los gestos del presidente Sarkozy, o sus zapatos con tacones para compensar su estatura.
Casi toda la prensa rusa se refirió sobre todo al hecho que Sarkozy se había felicitado de despertarse y poder mirar la Plaza Roja, a pesar de que ésta no es visible desde el hotel donde alojaba.
Paris (AFP) En su primer viaje oficial a Rusia esta semana, el presidente francés Nicolas Sarkozy fue con la intención de fijar el tono de su nueva política crítica hacia Moscú, como para lograr la adhesión de su homólogo ruso en la política de firmeza hacia Irán, pero sin grandes resultados.
Desde su elección a la presidencia en mayo pasado, Nicolas Sarkozy había señalado claramente el tono crítico de lo que debían ser sus relaciones con la Rusia de Putin, en “ ruptura ” , según el término lema de su campaña, con lo que fue la política de su predecesor Jacques Chirac.
El mandatario francés había condenado reiteradamente las violaciones de los derechos humanos en Chechenia, las presiones rusas en el litigio por el gas, con Ucrania y, sobre todo, había señalado su clara preferencia por la otra gran potencia mundial, Estados Unidos.
En vísperas de su viaje a Moscú, durante un desplazamiento a Bulgaria, hablando ante estudiantes de la universidad de Sofia, Sarkozy había reiterado el tono, señalando los deberes que según su punto de vista eran los de Rusia en tanto “ gran país ” .
“Debe ser ejemplar en el terreno de la democracia, y debe ser facilitador de las grandes causas ” , había enumerado en primer término.
Y “ no un país que complique la resolución de los grandes problemas el mundo ” , en clara alusión a dos de los temas de divergencia mayor entre Moscú y París que son Irán y su política nuclear, y Kosovo, región de mayoría albanesa que aspira a obtener su autonomía de Serbia.
París es partidario de la independencia de Kosovo. Moscú, en nombre de su amistad con Serbia, la rechaza vigorosamente y ha amenazado en reiteradas ocasiones con utilizar su derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Además de sus vínculos con Serbia, Rusia teme que una eventual independencia de Kosovo sería un precedente en el caso de regiones que formaban parte de la ex Unión Soviética, como Osetia del Norte, Abjazia o el Alto Karabaj.
En cuanto a Irán, Rusia que está construyendo la central nuclear de Busher en ese país y tiene en estudio otras construcciones, rechaza aprobar nuevas sanciones contra el país, contrariamente a la posición francesa.
El martes en la noche, luego de un primer encuentro con el presidente Putin, Nicolas Sarkozy declaró a la prensa haber “ sentido una convergencia ” en torno al tema de Irán. “ Nuestras posiciones se acercaron fuertemente ” , precisó.
En cuanto al otro tema litigioso, el de Kosovo, el mandatario francés comentó sin más precisiones haber evocado con el presidente ruso “ una pista que podría permitir eventualmente el acercamiento de nuestros puntos de vista ” .
Sin embargo, no bastaron más de 24 horas, para que del “ acercamiento ” o la “ convergencia ” quedara muy poco o nada.
En la conferencia de prensa común ofrecida el miércoles, Putin declaró no tener pruebas de que Irán esté trabajando para fabricar armas nucleares.
Más aún, insistió manifestando que “ como no poseemos esas pruebas objetivas, partimos de la suposición que Irán no tiene planes ” para el desarrollo y la fabricación de armas atómicas.
En cuanto a la “ pista ” sobre el tema de Kosovo, ni siquiera fue evocada durante el encuentro con la prensa.
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El Comercio - Ecuador/13/10/2007
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