12/11/07

Mercado del oro: una gran oportunidad

El riesgo inexistente en cuanto a crédito o a insolvencia, la volatilidad prácticamente nula respecto a las otras materias primas, pero sobretodo el crecimiento continuado de su valor, son las características que han hecho que en los últimos años aumentara notablemente el número de inversores que destina parte de su capital al mercado del oro. Desde el 18 de noviembre del 2004 se admitió en la Bolsa de Nueva York (NYSE-New York Stock Exchange) un ETF, es decir, un fondo de inversión que se negocia como una sola acción y que, según su evolución influye directamente en la cotización del oro. Desde ese momento se puede invertir en el precio del oro simplemente comprando o vendiendo una acción.
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Marco Di Donato
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Crecimiento continuado
En los últimos diez años, como se puede apreciar en el gráfico, el valor del metal amarillo ha aumentado de manera ininterrumpida: desde los 300 $ por onza (28,35 g) en octubre de 1997, a los casi 800 $ en el mismo periodo de 2007, registrando un incremento de más del 100%.
Fuente: http://www.kitco.com/ El valor del oro es inmune a las fluctuaciones que sufren los otros títulos de mercado. No se devalúa con los conflictos políticos o militares, ni en fase de estancamiento del ciclo económico. Incluso su precio se ve aumentado en períodos de fuerte inflación y de elevados tipos de interés. Su coste aumenta también con la devaluación del dólar y el euro. Además, el metal goza de características intrínsecas (es una materia divisible, transportable, indestructible) que lo hacen único. Todo esto hace que no se pueda considerar al oro como un bien accionario cualquiera. Debido a sus propiedades, muchos analistas lo han definido como una inversión defensiva, como un bien seguro para muchos investigadores. El oro funciona también como “cartera de valores”. La diversificación de la cartera nace de la exigencia de protegerse ante las fluctuación del valor de los sectores de inversión. El oro, al no estar sometido a las leyes de la oferta y la demanda de acciones, y al funcionar como los demás sectores de inversión, está por encima de estas funciones. De hecho, con cada crisis incrementa su valor.Hoy en día es uno de los bienes económicos con más liquidez, vendido y cambiado en los principales mercados del mundo en forma de títulos en las bolsas de Francia, Australia, México, Singapur, Sudáfrica, Suiza, Turquía, Reino Unido y Estados Unidos. Los análisis económicos sostienen que este crecimiento es aparentemente imparable. Muchos expertos prevén que el valor del metal amarillo, alcanzará la cuota de los 800$ en el 2008, mientras que otros creen que ese mismo año pueda alcanzar la cuota de los 1.000$ pulverizando el récord histórico alcanzado en 1980 con 873$. Los factores que determinan este crecimiento son múltiples. Una devaluación continua de la moneda estadounidense la precipitaría a un 1,45 respecto al euro. El ingreso de nuevos países ricos en el mercado como India y China donde la adquisición de metales preciosos se considera una protección contra la inflación, pero sobre todo una situación política y económica mundial que muestra signos de inestabilidad, no ayuda a la crisis de las hipotecas en Estados Unidos.
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La situación en Italia
Las previsiones dejan poco margen para la duda. El último año, tal y como demuestra el gráfico, no ha contrariado las expectativas, continuando con una tendencia claramente positiva.


Fuente: http://www.kitco.com/
Italia, desde febrero de 2000, ha abierto también el mercado de oro a los pequeños inversores. La Ley n.º 7/2000 abolió el monopolio del oro, permitiendo la compra de “…oro como inversión, entendiendo como tal el oro en forma de lingotes o placas de peso aceptado en el mercado del oro pero superior a un gramo, de pureza igual o superior al 995 milésimas, representado al menos por títulos y monedas de oro de pureza igual o superior a 900 milésimas, acuñadas después del 1800…”. Italia se ha adaptado así a la normativa europea, permitiendo también a los pequeños inversores la adquisición del “bien seguro” por excelencia, aunque para comprar oro físico es necesario hacerlo en los empleados autorizados de la Oficina italiana de cambio. Desde enero se ha registrado un incremento del 30% en la demanda de oro en moneda. Además se ha apreciado un aumento de la media de inversiones individuales que hoy mueve en torno a los 20-50 mil euros, mientras que hace unos años llegaba, como máximo, a los 5 mil. De las declaraciones recogidas se deduce que el oro no se considera solamente un “bien seguro” o como una “cartera de valores” sino como un bien de inversión que permite de obtener beneficios.Esta consideración ha tenido una buena acogida en el ámbito monetario. Por ejemplo, alguien que en el 2006 comprara una moneda de oro, en el 2007 habría obtenido una plusvalía del 30%. Esto significa que una esterlina de oro comprada en el 2006 a 128 euros, hoy la podríamos vender a 167 euros.El mercado del oro ha estado siempre lleno de inversores de alto standing que adquirían directamente lingotes de oro, que invertían en empresas mineras, adquirían futures (contratos de bolsa negociables en los mercados reglamentarios) y options relacionadas con el oro. Pero desde el 2000, año en que entró en vigor la nueva ley, se han incrementado las capacidades de la oferta. Se han creado obligaciones, certificados, fondos y ETF, un sistema entero ligado al mercado aurífero que se expande rápidamente adquiriendo cada vez más consenso y intereses.
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Conclusiones
El futuro de la situación económica mundial parece destinado a un incremento progresivo de las inversiones en oro. La inestabilidad del dólar y su devaluación debida principalmente a la fuerza monetaria europea; las continuas crisis por las que pasan los países occidentales capitalistas; las nuevas potencias económicas que están surgiendo en Oriente –China e India-, y la situación política mundial particularmente crítica por los numerosos escenarios de guerra, como Irak - que contribuyen a aumentar el precio del petróleo y de las otras materias primas - son los factores que determinan la precariedad del panorama económico mundial. Una precariedad que podría transformarse en una verdadera crisis económica, ya que no se intuyen posibles mejoras para el futuro. Por eso parece oportuno prevenir eventuales y posibles caídas del mercado bursátil, invirtiendo parte del propio capital en oro.

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Traducción de Laura Casas
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Equilibri.net - Italy/12/11/2007

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