Polemizan por cambios a política de empleo de la ciudad
Bajo el Sol
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San Luis, Arizona— La propuesta de cambiar la Política de Personal de la ciudad para permitir que trabajadores municipales residan fuera del país generó la primera reacción en contra de parte del ex concejal Carlos Bernal, quien acusó que dicha propuesta "beneficiaría a empleados municipales que no residen ni pagan impuestos aquí y provocará un mayor encono político". La propuesta, presentada al Concilio el 10 de octubre por Gabriel Jiménez, director de Recursos Humanos, eliminaría la regla HR 202, establecida en el año 2002, que estipula que la ciudad no empleará a personas que residan fuera del país y dará preferencia a quienes residen en los límites de la ciudad sobre candidatos que residen fuera de ella. "La política de personal que tenemos nos costó mucho trabajo; no fue elaborada en base a dictamen de grupo político alguno o empleado en particular, se elaboró bajo el liderazgo de Joe Harper y se ratificó por la mayor Guillermina Fuentes, no puede ser cambiada en base a intereses políticos o particulares", aseveró Bernal. Y aunque el voto de dicha propuesta fue postergada para un mayor análisis, Gabriel Jiménez afirmó que continuará promoviéndola, porque la regla actual podría ser anticonstitucional y "quiero evitarle demandas a la ciudad; mi trabajo es señalar lo que es legal y no es legal y aplicar la ley; yo tomo decisiones de personal y tengo que ver que primero se cumplan las leyes federales", dijo. Bernal afirma que cuando se estableció la regla, se asesoraron para integrar una regla que cubriera ese "claro" de la ley que "permitía que personas que no viven en el país, ni pagan impuestos aquí, se quedaran con los empleos de la ciudad". "El señor Jiménez trata de proteger intereses propios y de terceros, porque tengo entendido que vive en México, y para mí está muy claro que es el encargado de aplicar la regla y ha estado faltando por mucho tiempo a ella, al vivir fuera del país y de los límites de la ciudad; él es funcionario de tiempo completo y debe estar siempre en contacto y si vive en Mexico no lo está", señaló. Jiménez negó tales aseveraciones y confirmó que cuenta con casa en México, pero también en Yuma, donde reside la mayor parte de la semana: "entre semana vivo en Yuma y los fines de semana me voy para México, el fin de semana no me encuentran en Estados Unidos". Argumentó que su puesto no es estratégico para casos de emergencia, y no hay regla que indique que debe estar disponible fuera de su jornada de trabajo. "Sabía que iba a ser controversial, por eso pedí la opinión de abogados; recomendaron los cambios porque puede ser anticonstitucional negar el empleo a residentes legales o ciudadanos americanos que viven fuera del país, y la única excepción que podemos hacer es con el Departamento de Policía y Bomberos que deben atender emergencias en en cierto tiempo". Además, expuso, el mismo abo-gado de la ciudad, Glenn Gimbut, opinó que el hecho de que un residente legal o ciudadano americano viva fuera del país, no le quita sus derechos como tal. Jiménez adelantó que continuará empujando la propuesta, pero si los concejales deciden dejar las reglas como están, "al menos están advertidos de las consecuencias legales en que puedan incurrir". Bernal, por su parte, instó a los concejales a cumplir su responsabilidad de proteger los intereses de la ciudad y la comunidad: "Escamilla, Fuentes y Riedel son los más experimentados; no se deben dejar engañar y aprobar algo así. Espero que la buena fe del Concilio no los cegue y caigan en la trampa que les tendió el señor Jiménez. Están envueltos en demasiados torbellinos políticos; no creo que deban encender otra hoguera sin necesidad", advirtió. El tema será discutido nuevamente entre los directores de departamento y expuesto otra vez a los concejales para una posible votación. También por préstamos a empleados Bernal denunció también la otorgación de préstamos personales con recursos de la ciudad a empleados de la misma, y expuso dos casos en que el ex administrador, Lee Maness, aprobó, con la anuencia del director de Recursos Humanos, adelantos de sueldo a Jeff Philpot, el 4 de octubre de 2006, por 3,120 dólares, aún cuando no asumía oficialmete el cargo de asistente del administrador. Además, por el mismo concepto, se entregaron 1,000 dólares a Desiree Pankratz, empleada en el departamento de Recursos Humanos, el 21 de noviembre de 2006, quien en esa fecha aún estaba a prueba en el puesto y no calificaba para un adelanto de sueldo. Que yo recuerde, dijo el ex concejal, no hay ninguna regla de la ciudad que permita este tipo de préstamos, y menos en el caso de Philpot que aún no estaba en el puesto, y "aunque lo pagó en diez meses, le prestaron sin condición alguna y sin intereses", señaló. "Con los fondos públicos no se juega; abrieron una puerta negra y la ciudad puede tener una escalada de préstamos que no van a poder con ella; si lo hacen una vez no se puede discriminar a nadie, tienen que prestarle al empleado que lo solicite". Bernal conminó al Concilio a supervisar más profundamente los actos de la administración: "Se ha relajado mucho la vigilancia del concilio; no hubo ningún ajuste, ninguna reprimenda por esos préstamos a ningún funcionario. Esos préstamos jamás debieron darse, abrieron una puerta negra porque si todos los empleados solicitan un préstamo les deben prestar, no puede haber privilegios". El director de Recursos Humanos se deslindó de la aprobación de dichos préstamos al presentar una respuesta escrita de su parte, enviada a Maness, donde en esa carta se negó a aprobar el adelanto de sueldo a Philpot. Lo mismo ocurrió con la solicitud de adelanto de sueldo a Pankratz, la que no calificaba —coincidió— porque aún se encontraba en prueba: "El señor Maness me pidió que lo autorizara y le dije que no se aprobaría; entre él y el director de finanzas decidieron hacerlo", dijo. "Se abrió la puerta a más préstamos —aceptó—; si un empleado se encuentra en una situación médica, y no califica para el pago por ausencia médica, se abre la posibilidad de que se le pueda prestar dinero aunque yo no esté de acuerdo en ello", estableció, aunque aseguró que después de éstos, no se ha dado un solo préstamo a empleados.
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San Luis, Arizona— La propuesta de cambiar la Política de Personal de la ciudad para permitir que trabajadores municipales residan fuera del país generó la primera reacción en contra de parte del ex concejal Carlos Bernal, quien acusó que dicha propuesta "beneficiaría a empleados municipales que no residen ni pagan impuestos aquí y provocará un mayor encono político". La propuesta, presentada al Concilio el 10 de octubre por Gabriel Jiménez, director de Recursos Humanos, eliminaría la regla HR 202, establecida en el año 2002, que estipula que la ciudad no empleará a personas que residan fuera del país y dará preferencia a quienes residen en los límites de la ciudad sobre candidatos que residen fuera de ella. "La política de personal que tenemos nos costó mucho trabajo; no fue elaborada en base a dictamen de grupo político alguno o empleado en particular, se elaboró bajo el liderazgo de Joe Harper y se ratificó por la mayor Guillermina Fuentes, no puede ser cambiada en base a intereses políticos o particulares", aseveró Bernal. Y aunque el voto de dicha propuesta fue postergada para un mayor análisis, Gabriel Jiménez afirmó que continuará promoviéndola, porque la regla actual podría ser anticonstitucional y "quiero evitarle demandas a la ciudad; mi trabajo es señalar lo que es legal y no es legal y aplicar la ley; yo tomo decisiones de personal y tengo que ver que primero se cumplan las leyes federales", dijo. Bernal afirma que cuando se estableció la regla, se asesoraron para integrar una regla que cubriera ese "claro" de la ley que "permitía que personas que no viven en el país, ni pagan impuestos aquí, se quedaran con los empleos de la ciudad". "El señor Jiménez trata de proteger intereses propios y de terceros, porque tengo entendido que vive en México, y para mí está muy claro que es el encargado de aplicar la regla y ha estado faltando por mucho tiempo a ella, al vivir fuera del país y de los límites de la ciudad; él es funcionario de tiempo completo y debe estar siempre en contacto y si vive en Mexico no lo está", señaló. Jiménez negó tales aseveraciones y confirmó que cuenta con casa en México, pero también en Yuma, donde reside la mayor parte de la semana: "entre semana vivo en Yuma y los fines de semana me voy para México, el fin de semana no me encuentran en Estados Unidos". Argumentó que su puesto no es estratégico para casos de emergencia, y no hay regla que indique que debe estar disponible fuera de su jornada de trabajo. "Sabía que iba a ser controversial, por eso pedí la opinión de abogados; recomendaron los cambios porque puede ser anticonstitucional negar el empleo a residentes legales o ciudadanos americanos que viven fuera del país, y la única excepción que podemos hacer es con el Departamento de Policía y Bomberos que deben atender emergencias en en cierto tiempo". Además, expuso, el mismo abo-gado de la ciudad, Glenn Gimbut, opinó que el hecho de que un residente legal o ciudadano americano viva fuera del país, no le quita sus derechos como tal. Jiménez adelantó que continuará empujando la propuesta, pero si los concejales deciden dejar las reglas como están, "al menos están advertidos de las consecuencias legales en que puedan incurrir". Bernal, por su parte, instó a los concejales a cumplir su responsabilidad de proteger los intereses de la ciudad y la comunidad: "Escamilla, Fuentes y Riedel son los más experimentados; no se deben dejar engañar y aprobar algo así. Espero que la buena fe del Concilio no los cegue y caigan en la trampa que les tendió el señor Jiménez. Están envueltos en demasiados torbellinos políticos; no creo que deban encender otra hoguera sin necesidad", advirtió. El tema será discutido nuevamente entre los directores de departamento y expuesto otra vez a los concejales para una posible votación. También por préstamos a empleados Bernal denunció también la otorgación de préstamos personales con recursos de la ciudad a empleados de la misma, y expuso dos casos en que el ex administrador, Lee Maness, aprobó, con la anuencia del director de Recursos Humanos, adelantos de sueldo a Jeff Philpot, el 4 de octubre de 2006, por 3,120 dólares, aún cuando no asumía oficialmete el cargo de asistente del administrador. Además, por el mismo concepto, se entregaron 1,000 dólares a Desiree Pankratz, empleada en el departamento de Recursos Humanos, el 21 de noviembre de 2006, quien en esa fecha aún estaba a prueba en el puesto y no calificaba para un adelanto de sueldo. Que yo recuerde, dijo el ex concejal, no hay ninguna regla de la ciudad que permita este tipo de préstamos, y menos en el caso de Philpot que aún no estaba en el puesto, y "aunque lo pagó en diez meses, le prestaron sin condición alguna y sin intereses", señaló. "Con los fondos públicos no se juega; abrieron una puerta negra y la ciudad puede tener una escalada de préstamos que no van a poder con ella; si lo hacen una vez no se puede discriminar a nadie, tienen que prestarle al empleado que lo solicite". Bernal conminó al Concilio a supervisar más profundamente los actos de la administración: "Se ha relajado mucho la vigilancia del concilio; no hubo ningún ajuste, ninguna reprimenda por esos préstamos a ningún funcionario. Esos préstamos jamás debieron darse, abrieron una puerta negra porque si todos los empleados solicitan un préstamo les deben prestar, no puede haber privilegios". El director de Recursos Humanos se deslindó de la aprobación de dichos préstamos al presentar una respuesta escrita de su parte, enviada a Maness, donde en esa carta se negó a aprobar el adelanto de sueldo a Philpot. Lo mismo ocurrió con la solicitud de adelanto de sueldo a Pankratz, la que no calificaba —coincidió— porque aún se encontraba en prueba: "El señor Maness me pidió que lo autorizara y le dije que no se aprobaría; entre él y el director de finanzas decidieron hacerlo", dijo. "Se abrió la puerta a más préstamos —aceptó—; si un empleado se encuentra en una situación médica, y no califica para el pago por ausencia médica, se abre la posibilidad de que se le pueda prestar dinero aunque yo no esté de acuerdo en ello", estableció, aunque aseguró que después de éstos, no se ha dado un solo préstamo a empleados.
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Bajo el Sol - USA/19/10/2007
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