Resurge división del peronismo en contienda electoral argentina
Roberto Molina-
Buenos Aires (PL) Las elecciones del próximo 28 muestran al peronismo tan divido hoy como en las anteriores del 2003, con tres candidatos a la presidencia que se declaran pertenecientes a esa fuerza política.
La falta de cohesión en el Partido Justicialista fundado por el tres veces presidente Juan Domingo Perón (1895-1974) está en su peor momento, con la instancia nacional intervenida por la Justicia Electoral en septiembre del 2005 debido a dos años de acefalía aún no superada.
La candidata oficialista por la llamada concertación plural impulsada por el Frente para la Victoria del presidente Néstor Kirchner, la senadora y primera dama Cristina Fernández, proviene de las filas de la juventud peronista militante de los agitados años 60.
En su campaña, caracterizada por frecuentes mítines proselitistas en toda la amplia geografía argentina, no esconde ese pasado, se proclama heredera de peronismo de justicia social y de hecho cuenta con el respaldo de un amplio sector de esa fuerza política.
Alberto Rodríguez Saá, miembro de una dinastía que gobierna por décadas la provincia de San Juan, aspira a la primera magistratura por un denominado Frente Justicialista Unión y Libertad (FREJULI).
Nacido del Congreso Nacional Peronista en julio pasado, el FREJULI intentó usufructuar a su favor los símbolos del PJ, pero un juez federal invalidó la legalidad de ese foro, con lo cual sus decisiones no tienen efecto jurídico alguno y quedó frustrada la maniobra.
Considerado cuarto en las preferencias de los votantes según diversas encuestas, tiene como apoyo fundamental al presidente Carlos Saúl Menem, sindicado de responsable por la debacle del país como resultado de las políticas neoliberales de sus dos mandatos en los 90.
También lo respalda su hermano, Adolfo Rodrigues Saá, el "presidente de siete días" durante la dura crisis de diciembre del 2001.
"No tengo vergüenza de decir que soy peronista", proclamó recientemente Roberto Lavagna, el aspirante a la presidencia por Una Nación Avanzada (UNA), creada por él y apoyada por la Unión Cívica Radical (UCR), cuyo líder, Gerardo Morales, es candidato a vice.
Las intenciones de voto lo colocan, según la mayoría de los sondeos, en el tercer puesto, mientras otros lo ven segundo, aunque siempre muy lejos de la candidata oficialista, con lo cual se aleja de la posibilidad de disputar una segunda vuelta.
De acuerdo con algunos analistas, esta división del peronismo, que se va extendiendo en el tiempo, pudiera ser el comienzo del fin de la preponderancia en la sociedad argentina de esa fuerza política, la cual ha gobernado el país desde 1946, con la excepción de dos períodos.
Ello son el del radicalismo (Raúl Alfonsín 1983-1989) y el de la Alianza UCR-Frente del País Solidario (FREPASO), con Fernando de la Rúa como efímero mandatario (diciembre del 1989-diciembre del 2001).
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Califican de exitosa visita de dirigente vietnamita a RPDC
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Crecen reclamos a favor de disgregación Congreso ecuatoriano
Cubanos residentes en Europa contra bloqueo de EE.UU.
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Prensa Latina - Cuba/19/10/2007
Buenos Aires (PL) Las elecciones del próximo 28 muestran al peronismo tan divido hoy como en las anteriores del 2003, con tres candidatos a la presidencia que se declaran pertenecientes a esa fuerza política.
La falta de cohesión en el Partido Justicialista fundado por el tres veces presidente Juan Domingo Perón (1895-1974) está en su peor momento, con la instancia nacional intervenida por la Justicia Electoral en septiembre del 2005 debido a dos años de acefalía aún no superada.
La candidata oficialista por la llamada concertación plural impulsada por el Frente para la Victoria del presidente Néstor Kirchner, la senadora y primera dama Cristina Fernández, proviene de las filas de la juventud peronista militante de los agitados años 60.
En su campaña, caracterizada por frecuentes mítines proselitistas en toda la amplia geografía argentina, no esconde ese pasado, se proclama heredera de peronismo de justicia social y de hecho cuenta con el respaldo de un amplio sector de esa fuerza política.
Alberto Rodríguez Saá, miembro de una dinastía que gobierna por décadas la provincia de San Juan, aspira a la primera magistratura por un denominado Frente Justicialista Unión y Libertad (FREJULI).
Nacido del Congreso Nacional Peronista en julio pasado, el FREJULI intentó usufructuar a su favor los símbolos del PJ, pero un juez federal invalidó la legalidad de ese foro, con lo cual sus decisiones no tienen efecto jurídico alguno y quedó frustrada la maniobra.
Considerado cuarto en las preferencias de los votantes según diversas encuestas, tiene como apoyo fundamental al presidente Carlos Saúl Menem, sindicado de responsable por la debacle del país como resultado de las políticas neoliberales de sus dos mandatos en los 90.
También lo respalda su hermano, Adolfo Rodrigues Saá, el "presidente de siete días" durante la dura crisis de diciembre del 2001.
"No tengo vergüenza de decir que soy peronista", proclamó recientemente Roberto Lavagna, el aspirante a la presidencia por Una Nación Avanzada (UNA), creada por él y apoyada por la Unión Cívica Radical (UCR), cuyo líder, Gerardo Morales, es candidato a vice.
Las intenciones de voto lo colocan, según la mayoría de los sondeos, en el tercer puesto, mientras otros lo ven segundo, aunque siempre muy lejos de la candidata oficialista, con lo cual se aleja de la posibilidad de disputar una segunda vuelta.
De acuerdo con algunos analistas, esta división del peronismo, que se va extendiendo en el tiempo, pudiera ser el comienzo del fin de la preponderancia en la sociedad argentina de esa fuerza política, la cual ha gobernado el país desde 1946, con la excepción de dos períodos.
Ello son el del radicalismo (Raúl Alfonsín 1983-1989) y el de la Alianza UCR-Frente del País Solidario (FREPASO), con Fernando de la Rúa como efímero mandatario (diciembre del 1989-diciembre del 2001).
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Prensa Latina - Cuba/19/10/2007
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