Oriente Medio: las armas bacteriológicas en el conflicto árabe-israelí
En 2000, el ministro de defensa sirio, el general Mustafa Talas, declaró que la guerra biológica es un método eficaz en la guerra moderna y que Siria dotaría en unos pocos años a sus arsenales estratégicos y tácticos de armas biológicas. Hoy casi todas las potencias de Oriente Medio participan en la carrera por el armamento biológico.
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Domenico Guglielmi
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En 1972 se firmó la Convención sobre la Prohibición del Desarrollo, la Producción y la Acumulación de Armas Tóxicas y Bacteriológicas (BTWC). En Oriente Medio, Israel es el único estado que no la ha firmado, mientras que los Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Siria la han firmado pero no la han ratificado aún. Bahrein y Kuwait, por su parte, adjuntaron a su ratificación de la BTWC una declaración según la cual los compromisos de este tratado no serían válidos en relación a Israel. Ninguno de los estados de la región que han ratificado la convención han puesto en marcha a nivel nacional las medidas necesarias para cumplir con los compromisos que se derivan de la misma.
En Oriente Medio la carrera por el armamento no convencional se enmarca en el contexto del conflicto árabe-israelí, en el que muchos gobiernos buscan en las armas no convencionales un potente disuasivo estratégico. Los países árabes e Irán son partidarios de que la política de contención de la fuerza israelí en toda la región se base sobre todo en el armamento químico y biológico. En este complejo esquema estratégico-militar, hay que tener en cuenta el papel desarrollado por las organizaciones terroristas, que según fuentes de la inteligencia tienen la capacidad de desarrollar armas bacteriológicas por sí mismas.
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Domenico Guglielmi
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En 1972 se firmó la Convención sobre la Prohibición del Desarrollo, la Producción y la Acumulación de Armas Tóxicas y Bacteriológicas (BTWC). En Oriente Medio, Israel es el único estado que no la ha firmado, mientras que los Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Siria la han firmado pero no la han ratificado aún. Bahrein y Kuwait, por su parte, adjuntaron a su ratificación de la BTWC una declaración según la cual los compromisos de este tratado no serían válidos en relación a Israel. Ninguno de los estados de la región que han ratificado la convención han puesto en marcha a nivel nacional las medidas necesarias para cumplir con los compromisos que se derivan de la misma.
En Oriente Medio la carrera por el armamento no convencional se enmarca en el contexto del conflicto árabe-israelí, en el que muchos gobiernos buscan en las armas no convencionales un potente disuasivo estratégico. Los países árabes e Irán son partidarios de que la política de contención de la fuerza israelí en toda la región se base sobre todo en el armamento químico y biológico. En este complejo esquema estratégico-militar, hay que tener en cuenta el papel desarrollado por las organizaciones terroristas, que según fuentes de la inteligencia tienen la capacidad de desarrollar armas bacteriológicas por sí mismas.
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Israel
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Israel, que nunca ha explicado las razones reales de su no adhesión a la convención sobre armas biológicas, tiene la capacidad técnica de armar misiles con agentes bacteriológicos. De hecho, no se excluye la posibilidad de que ya los haya podido usar. Para desarrollar un sistema de defensa contra un hipotético ataque bacteriológico, el investigador de la Universidad de Jerusalén Raymond Kaempfer ha recibido una subvención de 5,6 millones de dólares de una agencia exclusiva del Pentágono (Defense Advance Research Projects Agency). El proyecto prevé el desarrollo de un fármaco eficaz contra un grupo de toxinas llamadas superantígenos, producidas por bacterias estafilococos y estreptococos, que, incluso en cantidades muy bajas pueden constituir una amenaza. Después de recibir la financiación del Pentágono, el doctor Kaempfer fundó Atox Bio Company, bajo la supervisión de la Technology Transfer Company de la Universidad de Jerusalén, que comercializa bio-tecnología a través de diversas empresas. Antes de 2008 el antídoto debería ser experimentado en humanos y debería convertirse en uno de los instrumentos más importantes de la bio-defensa israelí. La última frontera de la investigación israelí tiene que ver con la manipulación genética de los microorganismos que atacan sólo a individuos portadores de genes específicos. Estas investigaciones permitirían el desarrollo de virus capaces de afectar solamente a determinadas etnias. Entre los agentes más peligrosos, que Israel posee en su arsenal bélico y que es capaz de utilizar, se encuentran el carbunco, la botulina, la fiebre Q, la tularemia, la viruela, la encefalitis viral y la fiebre viral hemorrágica. La sede de las más importantes investigaciones israelíes se encuentra en el Instituto de Investigación biológica de la Ness Zone (lugar subterráneo dividido en seis zonas).
Israel
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Israel, que nunca ha explicado las razones reales de su no adhesión a la convención sobre armas biológicas, tiene la capacidad técnica de armar misiles con agentes bacteriológicos. De hecho, no se excluye la posibilidad de que ya los haya podido usar. Para desarrollar un sistema de defensa contra un hipotético ataque bacteriológico, el investigador de la Universidad de Jerusalén Raymond Kaempfer ha recibido una subvención de 5,6 millones de dólares de una agencia exclusiva del Pentágono (Defense Advance Research Projects Agency). El proyecto prevé el desarrollo de un fármaco eficaz contra un grupo de toxinas llamadas superantígenos, producidas por bacterias estafilococos y estreptococos, que, incluso en cantidades muy bajas pueden constituir una amenaza. Después de recibir la financiación del Pentágono, el doctor Kaempfer fundó Atox Bio Company, bajo la supervisión de la Technology Transfer Company de la Universidad de Jerusalén, que comercializa bio-tecnología a través de diversas empresas. Antes de 2008 el antídoto debería ser experimentado en humanos y debería convertirse en uno de los instrumentos más importantes de la bio-defensa israelí. La última frontera de la investigación israelí tiene que ver con la manipulación genética de los microorganismos que atacan sólo a individuos portadores de genes específicos. Estas investigaciones permitirían el desarrollo de virus capaces de afectar solamente a determinadas etnias. Entre los agentes más peligrosos, que Israel posee en su arsenal bélico y que es capaz de utilizar, se encuentran el carbunco, la botulina, la fiebre Q, la tularemia, la viruela, la encefalitis viral y la fiebre viral hemorrágica. La sede de las más importantes investigaciones israelíes se encuentra en el Instituto de Investigación biológica de la Ness Zone (lugar subterráneo dividido en seis zonas).
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Egipto
Egipto
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En torno a 1960, Egipto creó un programa integral para el desarrollo de armas biológicas denominado “Izlis”. A lo largo de los años ha ido mejorándose y aparentemente sigue desarrollándose tanto a nivel civil como militar por un consorcio en Abu-Za'abal, que incluye una instalación militar llamada Industria Militar 801 y una industria farmacéutica química y antibiótica. Egipto está a la vanguardia en investigación bacteriológica: ha conseguido tratar dos gérmenes muy difíciles como los agentes de la peste y el ántrax (cuyo desarrollo y conservación no es nada sencillo) y un virus agente de la Fiebre del Valle del Rift. A éstos cabe añadirles el desarrollo de la toxina del botulismo y el virus de la encefalitis. El objetivo para el futuro es el de dotar al país de misiles de largo alcance para el transporte de los agentes biológicos.
En torno a 1960, Egipto creó un programa integral para el desarrollo de armas biológicas denominado “Izlis”. A lo largo de los años ha ido mejorándose y aparentemente sigue desarrollándose tanto a nivel civil como militar por un consorcio en Abu-Za'abal, que incluye una instalación militar llamada Industria Militar 801 y una industria farmacéutica química y antibiótica. Egipto está a la vanguardia en investigación bacteriológica: ha conseguido tratar dos gérmenes muy difíciles como los agentes de la peste y el ántrax (cuyo desarrollo y conservación no es nada sencillo) y un virus agente de la Fiebre del Valle del Rift. A éstos cabe añadirles el desarrollo de la toxina del botulismo y el virus de la encefalitis. El objetivo para el futuro es el de dotar al país de misiles de largo alcance para el transporte de los agentes biológicos.
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Irán
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Cuando Irán firmó en 1998, en el marco de la BTWC, las Confidence Building Measures (CBN), no suscribió dos importantes puntos: el que exige a los estados la lista de los programas nacionales de investigación y desarrollo sobre defensa biológica y el punto sobre las listas de actividades biológicas pasadas. Entre los institutos que desarrollan actividades con agentes bacteriológicos destacan el Pasteur Institute de Teherán y el Vira Laboratori (conocido como Sina Industries), que está experimentando los agentes biológicos en animales. Además hay organismos industriales especiales del Ministerio de Defensa, como el Gostaresh Research Center de Teherán (cuyas sedes no tienen una localización precisa), que estudia los diversos grados de desarrollo de las bacterias, o la Universidad Hussein (donde se llevan a cabo investigaciones secretas sobre diversos agentes biológicos). En este instituto, además de las investigaciones en ingeniería genética y su aplicación en el campo militar, también se adiestra personal en el uso de las armas bacteriológicas. En Damghan existe un centro de armas biológicas con un laboratorio de investigación en colaboración con Rusia. Todos estos centros cuentan con una amplia presencia de científicos (de los que 10.000 son rusos) y tecnología de alto nivel (mucha de ésta, proporcionada por empresas de biotecnología alemanas). Los agentes biológicos producidos son fundamentalmente ántrax, ricina, botulina, micotoxina T-2 y fiebre aftosa. Se han hecho importantes investigaciones, sobre todo para su aplicación en guerrilla, sobre aerosoles, sistemas de contaminación de las aguas y viruela. En materia de defensa se han hecho investigaciones sobre identificación, descontaminación, protección y amenaza contra algunos agentes y toxinas. En lo que se refiere al transporte de los agentes bacteriológicos, hace tiempo que se completó el programa para la dotación de misiles de crucero. Actualmente, el sistema balístico ha mejorado con las aportaciones de la tecnología de China, Rusia, Pakistán y Sudáfrica. Los depósitos de este tipo de armamento, según la información proporcionada por los satélites, se encuentran en Teherán, Kharj, Karai, Marv-Dasht, Isfahan, Shiraz y Bandar Khomeini.
Irán
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Cuando Irán firmó en 1998, en el marco de la BTWC, las Confidence Building Measures (CBN), no suscribió dos importantes puntos: el que exige a los estados la lista de los programas nacionales de investigación y desarrollo sobre defensa biológica y el punto sobre las listas de actividades biológicas pasadas. Entre los institutos que desarrollan actividades con agentes bacteriológicos destacan el Pasteur Institute de Teherán y el Vira Laboratori (conocido como Sina Industries), que está experimentando los agentes biológicos en animales. Además hay organismos industriales especiales del Ministerio de Defensa, como el Gostaresh Research Center de Teherán (cuyas sedes no tienen una localización precisa), que estudia los diversos grados de desarrollo de las bacterias, o la Universidad Hussein (donde se llevan a cabo investigaciones secretas sobre diversos agentes biológicos). En este instituto, además de las investigaciones en ingeniería genética y su aplicación en el campo militar, también se adiestra personal en el uso de las armas bacteriológicas. En Damghan existe un centro de armas biológicas con un laboratorio de investigación en colaboración con Rusia. Todos estos centros cuentan con una amplia presencia de científicos (de los que 10.000 son rusos) y tecnología de alto nivel (mucha de ésta, proporcionada por empresas de biotecnología alemanas). Los agentes biológicos producidos son fundamentalmente ántrax, ricina, botulina, micotoxina T-2 y fiebre aftosa. Se han hecho importantes investigaciones, sobre todo para su aplicación en guerrilla, sobre aerosoles, sistemas de contaminación de las aguas y viruela. En materia de defensa se han hecho investigaciones sobre identificación, descontaminación, protección y amenaza contra algunos agentes y toxinas. En lo que se refiere al transporte de los agentes bacteriológicos, hace tiempo que se completó el programa para la dotación de misiles de crucero. Actualmente, el sistema balístico ha mejorado con las aportaciones de la tecnología de China, Rusia, Pakistán y Sudáfrica. Los depósitos de este tipo de armamento, según la información proporcionada por los satélites, se encuentran en Teherán, Kharj, Karai, Marv-Dasht, Isfahan, Shiraz y Bandar Khomeini.
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Irak
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En Irak no existe ningún programa de armas bacteriológicas. Recientemente se han publicado estudios sobre el fenómeno de la “migración de antiguos programas de investigación y desarrollo de armas bacteriológicas en Irak y de su personal asociado” en países como Irán, Estados Unidos, Siria y con destino a las organizaciones terroristas. Una de las cuestiones clave está ligada al destino de los residuos de los arsenales de armas químicas y bacteriológicas (que incluye tanto a los agentes como a los misiles para su transporte, cuyas cantidades se desconocen).
Irak
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En Irak no existe ningún programa de armas bacteriológicas. Recientemente se han publicado estudios sobre el fenómeno de la “migración de antiguos programas de investigación y desarrollo de armas bacteriológicas en Irak y de su personal asociado” en países como Irán, Estados Unidos, Siria y con destino a las organizaciones terroristas. Una de las cuestiones clave está ligada al destino de los residuos de los arsenales de armas químicas y bacteriológicas (que incluye tanto a los agentes como a los misiles para su transporte, cuyas cantidades se desconocen).
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Siria
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Siria no muestra un programa oficial de armas bacteriológicas, sin embargo, según fuentes israelíes, desde hace más de 25 años ha intentado adquirirlas, y, en los últimos años, cada vez con mayor existencia. Actualmente mantiene una estrecha colaboración con Rusia, Irán y China. Esta última, de manera particular, está proporcionando misiles para completar su arsenal con SCUD-C, SCUD-D, M-9 y Nodurung, que se pueden armar con cabezas bacteriológicas, a los que hay que añadir misiles de crucero capaces de transportar bombas de racimo biológicas. Siempre según las fuentes israelíes, Siria tiene una gran capacidad subterránea de conservación activa de este armamento. Se considera que la mitad de los 300-400 SCUD-B y SCUD-C sirios están reforzados con armas no convencionales (se desconoce la proporción de las bacteriológicas). En los últimos tiempos, Siria ha hecho nuevos ensayos con los SCUD, utilizando combustible sólido para intentar aumentar el alcance, la precisión y el intervalo de lanzamiento de los misiles, para lo cual ha contado con la financiación de Arabia Saudí y Kuwait, y con la mano de obra especializada proveniente de Irán.
Hoy por hoy, podría definirse el país como productor de dos toxinas (botulina y ricina) y de dos bacterias (ántrax y cólera), cuatro potentes agentes para la guerra biológica: la botulina es la toxina más mortal que existe; la ricina (producida a partir de las semillas de ricino fácilmente cultivables en Siria) tiene un excelente relación entre costes de producción y toxicidad respiratoria; el ántrax es de fácil cultivo y elevada resistencia; mientras que el cólera se puede utilizar en guerrilla. Se han dado muchos pasos adelante en relación a los métodos de dispersión de los agentes. La creación de un sistema de embalaje conocido como micro-encapsulación (en cápsulas muy pequeñas) permite la dispersión de los agentes incluso en condiciones ambientales desfavorables.
El Centro de Estudios e Investigación de Damasco tiene un activo departamento de biología que colabora con otro centro en Latakia, el cual se ocupa a su vez de estudios sobre toxinas mortales derivadas de animales y plantas marinas. Otro centro similar es el de Cerin. Según parecen indicar las imágenes del satélite, actualmente Siria está colocando sus misiles con vistas a a realizar por sopresa un hipotético ataque bacteriológico a Israel. Dichos misiles podrían estar apuntando a aeropuertos, grandes ciudades y a la central nuclear de Dimona. En caso de un ataque a los Altos del Golán para su reconquista, Siria recurriría a neutralizar la movilización del Tsahal para apoyar a las zonas altas, golpeando al ejército poco antes de su movilización.
Siria
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Siria no muestra un programa oficial de armas bacteriológicas, sin embargo, según fuentes israelíes, desde hace más de 25 años ha intentado adquirirlas, y, en los últimos años, cada vez con mayor existencia. Actualmente mantiene una estrecha colaboración con Rusia, Irán y China. Esta última, de manera particular, está proporcionando misiles para completar su arsenal con SCUD-C, SCUD-D, M-9 y Nodurung, que se pueden armar con cabezas bacteriológicas, a los que hay que añadir misiles de crucero capaces de transportar bombas de racimo biológicas. Siempre según las fuentes israelíes, Siria tiene una gran capacidad subterránea de conservación activa de este armamento. Se considera que la mitad de los 300-400 SCUD-B y SCUD-C sirios están reforzados con armas no convencionales (se desconoce la proporción de las bacteriológicas). En los últimos tiempos, Siria ha hecho nuevos ensayos con los SCUD, utilizando combustible sólido para intentar aumentar el alcance, la precisión y el intervalo de lanzamiento de los misiles, para lo cual ha contado con la financiación de Arabia Saudí y Kuwait, y con la mano de obra especializada proveniente de Irán.
Hoy por hoy, podría definirse el país como productor de dos toxinas (botulina y ricina) y de dos bacterias (ántrax y cólera), cuatro potentes agentes para la guerra biológica: la botulina es la toxina más mortal que existe; la ricina (producida a partir de las semillas de ricino fácilmente cultivables en Siria) tiene un excelente relación entre costes de producción y toxicidad respiratoria; el ántrax es de fácil cultivo y elevada resistencia; mientras que el cólera se puede utilizar en guerrilla. Se han dado muchos pasos adelante en relación a los métodos de dispersión de los agentes. La creación de un sistema de embalaje conocido como micro-encapsulación (en cápsulas muy pequeñas) permite la dispersión de los agentes incluso en condiciones ambientales desfavorables.
El Centro de Estudios e Investigación de Damasco tiene un activo departamento de biología que colabora con otro centro en Latakia, el cual se ocupa a su vez de estudios sobre toxinas mortales derivadas de animales y plantas marinas. Otro centro similar es el de Cerin. Según parecen indicar las imágenes del satélite, actualmente Siria está colocando sus misiles con vistas a a realizar por sopresa un hipotético ataque bacteriológico a Israel. Dichos misiles podrían estar apuntando a aeropuertos, grandes ciudades y a la central nuclear de Dimona. En caso de un ataque a los Altos del Golán para su reconquista, Siria recurriría a neutralizar la movilización del Tsahal para apoyar a las zonas altas, golpeando al ejército poco antes de su movilización.
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Arabia Saudí
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No tiene un programa para la construcción de armas bacteriológicas y en 2005 prohibió su produción, posesión y almacenamiento, bajo penas durísimas: 20 años de cárcel y una multa de 1 millón de rials. Sin embargo, según fuentes de la inteligencia americana, Riad desarrolla y posee tecnología para agentes bacteriológicos y posee misiles chinos CSS-2 de largo alcance capaces de transportarlos. Podrían existir también programas de colaboración con Pakistán, a quien Arabia Saudí ha proporcionado un apoyo fundamental en tecnología nuclear y del que podría haber recibido como contraprestación tecnología en el sector de las armas bacteriológicas. A partir de la Primera Guerra del Golfo, Riad comenzó a desarrollar un sistema de defensa contra posibles ataques no convencionales. En la King Khaled Officers School se han publicado numerosos textos relativos a esta materia, entre los que destacan algunas descripciones específicas sobre la forma en que las bombas pueden difundir agentes bacteriológicos. La peste, la tuberculosis, la varicela y el estafilococo son algunos de los agentes con los que trabajan los científicos saudíes.
Arabia Saudí
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No tiene un programa para la construcción de armas bacteriológicas y en 2005 prohibió su produción, posesión y almacenamiento, bajo penas durísimas: 20 años de cárcel y una multa de 1 millón de rials. Sin embargo, según fuentes de la inteligencia americana, Riad desarrolla y posee tecnología para agentes bacteriológicos y posee misiles chinos CSS-2 de largo alcance capaces de transportarlos. Podrían existir también programas de colaboración con Pakistán, a quien Arabia Saudí ha proporcionado un apoyo fundamental en tecnología nuclear y del que podría haber recibido como contraprestación tecnología en el sector de las armas bacteriológicas. A partir de la Primera Guerra del Golfo, Riad comenzó a desarrollar un sistema de defensa contra posibles ataques no convencionales. En la King Khaled Officers School se han publicado numerosos textos relativos a esta materia, entre los que destacan algunas descripciones específicas sobre la forma en que las bombas pueden difundir agentes bacteriológicos. La peste, la tuberculosis, la varicela y el estafilococo son algunos de los agentes con los que trabajan los científicos saudíes.
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Conclusiones
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En el conflicto árabe-israelí, la supremacía israelí en el plano del armamento convencional no se corresponde con una supremacía en el campo químico y bacteriológico. Sin embargo, sigue siendo difícil conocer de manera precisa la magnitud de dicha industria. En cuanto al futuro de la BTWC, se prevé que entre 2007 y 2011 se sucedan diversas fases dirigidas a su fortalecimiento, con leyes que traigan nuevas formas de colaboración regional y subregional. Se prevé también que tenga lugar una mejora de la seguridad con la introducción de un código de conducta para los científicos en materia de bio-investigación, de intercambio de conocimientos tecnológicos y biológicos entre países para fines pacíficos y de control de las enfermedades y colaboración en caso de uso de armas biológicas. La ausencia de una organización multilateral que vigile el cumplimiento de la Convención, la continua proliferación de este armamento y la amenaza del bioterrorismo, contribuyen a hacer cada vez más confuso este escenario y a que cada vez sean más urgentes las actuaciones en este campo. Además, sigue habiendo serias dudas acerca de la efectividad real de la propia Convención.
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En el conflicto árabe-israelí, la supremacía israelí en el plano del armamento convencional no se corresponde con una supremacía en el campo químico y bacteriológico. Sin embargo, sigue siendo difícil conocer de manera precisa la magnitud de dicha industria. En cuanto al futuro de la BTWC, se prevé que entre 2007 y 2011 se sucedan diversas fases dirigidas a su fortalecimiento, con leyes que traigan nuevas formas de colaboración regional y subregional. Se prevé también que tenga lugar una mejora de la seguridad con la introducción de un código de conducta para los científicos en materia de bio-investigación, de intercambio de conocimientos tecnológicos y biológicos entre países para fines pacíficos y de control de las enfermedades y colaboración en caso de uso de armas biológicas. La ausencia de una organización multilateral que vigile el cumplimiento de la Convención, la continua proliferación de este armamento y la amenaza del bioterrorismo, contribuyen a hacer cada vez más confuso este escenario y a que cada vez sean más urgentes las actuaciones en este campo. Además, sigue habiendo serias dudas acerca de la efectividad real de la propia Convención.
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Links
Mapa Oriente Medio
Enlaces
Oriente Medio: las dudas sobre armas químicas entre los países firmantes y no firmantes de la Conv
Oriente Medio: la investigación y los cultivos modificados genéticamente
Oriente Medio: los equilibrios delineados por la implicación americana en las exportaciones de arma
Oriente Medio: producción y compraventa de armamento pesado
Oriente Medio: las nuevas posibilidades para el mercado del gas
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Equilibri.net - Italy/05/10/2007
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